La chica de las mil estrellas...

By LaraGutierrez1997

71.1K 10.5K 6.4K

"A veces, en la búsqueda de las estrellas en otros ojos, caemos en el interminable pozo de la oscuridad". -Ak... More

Prólogo
Dedicatoria
Personajes
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 61
Capítulo 62
Capítulo 63
Capítulo 64
Capítulo 65
Epílogo
Nota de la autora
Más historias
Grupo de Facebook

Capítulo 18

1K 202 139
By LaraGutierrez1997

Dedicado a ItzabellaOrtacelli

***

Cuando desperté en la mañana, permanecí un rato sentada en la cama. ¿Todo había sido un sueño? No podía creer que Jimmy fuera mi novio, aún no lograba acostumbrarme a la idea.

«Jimmy es mi novio», me repetí, tratando de interiorizarlo y de dejar de pensar que era una fantasía.

Jojo se puso eufórica al saberlo y le faltó muy poco para despertar a todas las chicas del piso con sus chillidos de alegría. No era para menos, yo estuve a punto de pellizcarme cuando él me acompañó de regreso a mi habitación y se despidió de mí con un pequeño beso en los labios.

Estaba aterrada, pero era hora de dejar de reprimir mis sentimientos y contarle de una vez al mundo lo que sentía por él.

Habíamos celebrado Navidad el día anterior y, si hubiese estado en un colegio ordinario, tendría vacaciones de invierno. En la clínica asistiríamos al aula hasta finales de mes. Al principio, me pareció injusto. Después, al tener en cuenta lo aburrida que era nuestra estancia allí usualmente, llegué a la conclusión de que tener dos semanas libres sí que me haría perder la cabeza.

Como de costumbre, mi «Principito de rizos rebeldes» fue a buscarme. Me abrazó y me besó, y fuimos a desayunar juntos.

Al llegar al comedor, me sentí bastante incómoda. Todos parecían tener los ojos sobre nuestras manos entrelazadas. Él, por otro lado, lucía tan impasible como siempre. No tenía idea de por qué les importaba tanto que existiera algo entre nosotros. Quizás solo estaba siendo paranoica. O al menos eso esperaba.

Al entrar en el salón de clases, se hizo un silencio embarazoso, como si todos hubieran estado murmurando sobre nosotros.

Natalia estaba en su asiento y no apartaba su mirada burlona de mí. Pero andaba sola, Víctor todavía no había llegado. Por algún motivo, eso me hizo sentirme aliviada. Sabía que tarde o temprano se enteraría de mi relación con Jimmy, y también sabía que no debía sentirme mal al respecto. Aun así, consideraba a Víctor un amigo, y su vínculo con Jimmy seguía deteriorado.

Justo cuando iba a sonar la campana para sentarnos, Jimmy me miró con una sonrisilla pícara. Sin darme tiempo a pensar, me atrajo hacia él y me dio un beso fugaz en los labios.

«Dios. Santo», me dije.

Me quedé petrificada y tragué en seco.

Si antes todos creían que estábamos saliendo, él acababa de dejarlos sin duda alguna. Nos miraron con más asombro e interés que si fuéramos una atracción de circo. Bajé la cabeza y comencé a sentirme ansiosa. Poco tiempo atrás, esa situación me hubiera provocado un ataque de pánico. Estaba controlada, por suerte.

Unos aplausos lentos rompieron el silencio y, claro, no podía ser otra que Natalia.

—Guau, pequeña Bessie —dijo en un tono sarcástico—, me han dejado sin palabras. La verdad es que no sé si felicitarte o darte mis condolencias.

—No comiences, Natalia, no quiero pelear contigo.

No quería problemas, y menos que incluyeran a Jimmy. No obstante, él la ignoró y se sentó en su pupitre.

—De acuerdo, yo tampoco. —Soltó una risotada que aumentó mi enojo—. Solo que... espero que tengas mejor suerte que Ana.

Mi primer impulso fue mirar a Jimmy, que le clavó sus ojos azules con una profunda expresión de odio. No podía creer que ella hubiera escupido algo así, no paraba de cruzar los límites. No pensaba dejarla salirse con la suya y permitirle burlarse de un tema tan sensible para él, pero la profesora entró al aula antes de que pudiera ponerla en su lugar.

—Buenos días, chicos —dijo—, lamento la demora.

Al verla, todos volvieron a sus asientos; excepto nosotras dos, que estábamos en medio de un duelo de miradas hostiles.

—¿Todo está bien, chicas? —nos preguntó con escepticismo—. Estoy esperando a que se sienten.

Por primera vez, decidí actuar con cordura y no sucumbir ante mis impulsos. Me senté sin dejar de mirarla. Algún día me las pagaría todas, de eso podía estar segura.

Al terminar las clases, me dispuse a marcharme con Jojo, pues Jimmy fue a ver a Stella. Supuse que ella quería saber los detalles de lo ocurrido la noche anterior, y sabía que él no tardaría en contarle que éramos novios, aunque eso me hiciera sentir avergonzada. Ella era como su mamá en la clínica.

Casi todos se habían marchado del salón cuando escuché a Víctor llamarme. Era lo que me temía; ya le habían contado, al parecer.

Me volteé despacio y lo saludé con timidez. Él lucía serio, incluso consternado.

—¿Es cierto, entonces? —preguntó. Suspiré y asentí sin mirarlo a los ojos—. Disculpa por decirte esto, pero... tú eres una chica muy especial, Bessie, te mereces a alguien mejor.

—Víctor, no sé por qué tienes tan mala opinión de Jimmy, él es un buen chico. Me ha ayudado mucho, y creo que me quiere de verdad.

Sonrió con cierta tristeza dibujada en el rostro.

—Bessie —dijo con suavidad—, no sabes nada sobre él, y te aseguro que alguien que no puede ni siquiera quererse a sí mismo, no es capaz de querer a nadie más. Espero que no te des cuenta demasiado tarde, odiaría verte sufrir.

Permanecí en silencio y sin comprender sus palabras mientras se iba. ¿Acaso era la única que no conocía el secreto que rodeaba la vida de Jimmy? ¿Qué podía ser tan grave para que Víctor me advirtiera algo así?

Debía dejar de darle vueltas al mismo tema. Jimmy me contaría cuando estuviera preparado. No podía ocultármelo para siempre, ¿o sí?

***

El último día de diciembre llegó más rápido de lo que esperaba. Si me hubiesen pedido cómo describir ese año, no hubiera sabido realmente qué decir. Fue el año que se llevó a una de las personas más importantes para mí: a mi Beth. También fue el año en que mi vida cambió por completo y terminé encerrada en una institución mental, culpada de un crimen que no había cometido.

Por otro lado, aprendí que no todo estaba perdido y que tal vez algún día podría tener una vida normal; que era posible enfrentar mis miedos y que incluso alguien como yo podía encontrar el amor y aspirar a ser feliz.

Fue muy decisivo y, por primera vez, comenzaría un nuevo año lejos de mi hogar y de mi familia. Ellos iban a visitarme, pero había nevado con intensidad y no sería posible. Por lo tanto, comenzaría un nuevo ciclo acompañada de mis nuevos amigos y de mi Jimmy.

En esos días pasamos un montón de tiempo juntos, casi siempre en el jardín cuando la nieve lo permitía. Era capaz de pasarme todo el día con él, era lo más especial que me había pasado en mucho tiempo.

Ese día estaríamos libres hasta la cena especial, así que visitaría su habitación por primera vez. Estaba bastante nerviosa, jamás había entrado a la habitación de otro chico que no fuera Hardin.

Una vez llegamos a su puerta, me sonrió y sacó la llave de su bolsillo.

—Bienvenida a mi cuarto, Bessie, siéntete como en el tuyo.

Soltó una risita burlona mientras entrábamos y cerró la puerta tras de mí.

Era del mismo tamaño que el mío y de Jojo, y tenía una cama en lugar de dos. En esa área nadie tenía compañeros de cuarto. Jojo me contó que, según Jesser, se debía a que ellos no eran buenos para relacionarse con los demás, por eso los ubicaban solos.

En realidad, no comprendía qué tenían en común Jimmy y Jesser, ni tampoco creía que Jimmy fuera tan malo para relacionarse con el resto. Era muy callado, pero eso no implicaba que fuera un asocial. O tal vez lo quería demasiado como para admitirlo. De cualquier modo, sentía un poco de envidia. Si bien quería mucho a Jojo, tener un cuarto para mí sola hubiese sido fabuloso.

Las paredes eran blancas y estaban decoradas con pósteres de súper héroes, Iron Man y Spider Man, además de uno de los Transformers. Parte de su ropa estaba tirada por todo el cuarto, así como zapatos y algunos calcetines. Era un chico, ¿qué más podía esperar? Era un sitio acogedor, a pesar de todo.

Se acostó en la cama y me observó sonriendo.

—Disculpa por el desorden —dijo en un tono burlón—. No había planeado tener novia y mucho menos traerla, así que esta semana no he organizado nada.

—Ja, ja, ja... qué chistoso eres. Esto parece un chiquero, ¿sabes? Es tu responsabilidad mantenerlo organizado, debería darte vergüenza.

—No lo creo, está perfecto así. —Dio unas palmadas a su lado en la cama—. Olvida eso y ven aquí.

Sonreí con timidez y me acerqué.

Me resultaba extraño que ambos estuviéramos juntos en su cama, pero me acosté a su lado. Me envolvió en sus brazos y apoyó su cabeza en mi pecho. Le devolví el abrazo mientas mi corazón latía acelerado. Lo peor era que él podía notarlo y eso solo lo empeoraba.

—¿Estás nerviosa? —preguntó, alzando la vista para mirarme.

No valía la pena negarlo. Asentí.

—También yo —confesó, ligeramente sonrojado—. Es que parece un sueño, aún me cuesta creerlo. No intentes desaparecer, Bessie, por favor. Tengo miedo de que todo esto pase y que haya sido solo una fantasía.

—Descuida —susurré—, todo esto es lo más real que me ha ocurrido en la vida, y no pienso irme a ningún lugar.

—¿Te quedarás siempre a mi lado sin importar lo que pase? ¿Me lo prometes?

Por un momento, creí ver algo de miedo reflejado en sus ojos. Dolió ver cuán vulnerable podía llegar a ser en ocasiones.

—Shhh... —Acerqué mi rostro al suyo y lo acaricié—. No pienses ni digas más nada, déjame quererte.

Sonrió con ternura y luego unió nuestros labios despacio, robándome el aliento. Me sostenía con fuerza entre sus brazos, como si nunca fuera a dejarme ir. No sabía mucho acerca del amor y quizás me estaba apresurando, pero sí estaba segura de una cosa: la felicidad que sentía a su lado debía parecérsele bastante.

***

El nuevo año pareció comenzar con buen pie, a pesar de que solo habían transcurrido dos días. Iba en camino para ver a Melissa y me sentía bien al respecto, por muy insólito que pareciera. Las últimas consultas habían ido bien, en realidad. Había hecho enormes progresos en cuanto a mi nictofobia.

Salir en las noches resultó bastante bien para acostumbrarme a la idea de que no necesariamente tenía que ocurrir algo malo mientras estaba fuera, y la presencia de Jimmy era de gran ayuda. Durante las sesiones con Melissa, ella me exponía a la oscuridad de una manera segura, paso a paso.

Aún me agitaba cada vez que lo hacía, pero no había comparación con el estado en que había llegado. También hablábamos respecto a mi infancia y respecto al incendio. No lograba recordar nada nuevo, y eso me frustraba en ocasiones. De cualquier modo, estaba dando pasos significativos para mejorar.

Iba inmersa en mis pensamientos cuando vi a un chico que no conocía recostado a una pared en el pasillo. No me pareció que se sintiera bien. Tenía la respiración agitada y temblaba un poco. Me acerqué a ver qué le ocurría.

—Hola —lo saludé—, ¿estás bien?

Alzó despacio la vista y trató de esbozar una sonrisa. Estaba sudando, e incluso con la calefacción encendida hacía frío. Podía tener fiebre.

—Descuida —respondió con dificultad—, se me pasará.

—¿Estás seguro? ¿Quieres que llame a alguien?

—No llames a nadie... En serio, estaré bien.

—Eres nuevo, ¿cierto? Nunca te había visto por aquí.

Era un chico alto y delgado, de cabello castaño, casi rojizo. Algunos mechones lacios le cubrían parte de la frente. Contrastaban a la perfección con su piel pálida. Sus ojos eran achinados y oscuros, tanto que podía perderme mirándolos. Sin embargo, las ojeras amenazaban con opacar su mirada profunda. Y sí que era atractivo, sin importar el estado en que se encontraba. Estaba segura de que jamás lo había visto en la clínica, lo hubiera recordado.

Asintió, confirmando mi suposición, y me extendió su mano temblorosa.

—Soy Nicholas Renard, pero todos me dicen Nick. Gracias por preocuparte...

Levantó una ceja de una forma sugerente. Me tomó un instante comprender.

—Oh, mi nombre es Bessie. —Tomé su mano un momento—. En serio creo que deberías ir a la enfermería. No te preocupes si no conoces al personal, sé que te tratarán bien.

—Gusto en conocerte, Bessie. Yo... estoy bien, solo necesito tomar un respiro y después me iré a mi habitación.

—De acuerdo —accedí, dándome por vencida—, espero que te sientas mejor pronto.

Asintió una vez más y continué mi camino, no quería ser demasiado insistente.

Me sorprendí al ver a Jimmy a pocos metros de mí. La expresión en su rostro no prometía nada bueno.

—Hola —le dije con dulzura.

Permaneció serio; parecía enojado. Comprendí entonces que algo no andaba bien.

—¿No deberías estar con Melissa? —preguntó—. ¿De qué hablabas con él?

—¿Qué? —Su pregunta me tomó por sorpresa—. ¿Qué diablos te ocurre? Se sentía mal y fui a ayudarlo. Nada más.

—Mantente lejos de él —sentenció con firmeza.

Al principio, creí que bromeaba. Supe que iba en serio al ver que no suavizó su expresión. Parecía agitado, y yo no lograba comprender su reacción.

—Jimmy, ¿qué te ocurre? No puedes pedirme eso, ni siquiera lo conoces.

—Él no me agrada, Bessie, no necesito conocerlo para saberlo. Te lo pido de nuevo, mantén la distancia con él.

—Jimmy, ¿estás haciendo esto por celos? No pasa nada, ¿vale? Creo que puedo elegir con quién hablo o no, y me pareció un buen chico que necesitaba ayuda. Déjate de tonterías. —Intenté cambiar de tema para que se relajara—: ¿Qué piensas hacer más tarde? ¿Irás por mí para cenar juntos?

Parecía no escucharme. Mantuvo la vista fija en Nick hasta que se alejó por el pasillo. Después de unos segundos, finalmente me miró y asintió con la cabeza. Me dio un corto beso sin demasiado interés y se marchó.

Me dejó abrumada. ¿Qué demonios había sido todo eso? 

Continue Reading

You'll Also Like

4.9K 194 29
Historias nacidas de inspiraciónes, que transcurren a lo largo de mi día a día, espero lo disfruten:)
57.3K 1.7K 49
"me gustaría ser más cercana los chicos del club, pero supongo que todo seguirá siendo igual, no?"
1.2K 136 21
Jimin y Taehyung son amigos desde la infancia, su relación sigue manteniéndose intacta incluso ahora que están en la universidad y en diferentes áre...
64.7K 6.2K 37
Libro #2.5 de la trilogía "Amores Diversos" |NO SE NECESITA LEER LAS DEMÁS PARA ENTENDER ESTA HISTORIA| "...Solo una mirada basta para que veas mi al...