Will se llevaba muy bien con los amigos de Zally, específicamente con Cindy, y no le agradaba para nada James.
En fin, los cinco habían salido del cine, James lograba notar como Will de vez en cuando lo ignoraba pero no le dio importancia.
— Zeki tenía razón, la película fue un asco—dijo Zally.
— Como siempre tiene razón—contestó Will.
— Por algo siempre fue la cabeza de la familia ¿no?—Dijo Tony.
— Oye Anthony, no sabía que conocías a la familia de Zally—dijo James.
— Es una larga historia—sonrió—. Oigan ¿están listos para Oregon mañana?
— Oh si—Cindy estaba emocionada—. Anthony haz que nos den un regalo, comestible por cierto.
— Si, no se preocupen.
— Hey, y me guardan algo, yo también quiero chocolate—Dijo Will.
— Si, para ti y para Zeki.
— Chicos, ya me voy, nos vemos mañana—James se fue.
Los cuatro que quedaron se sentaron en unas bancas de la plaza, esperaban a que llegaran por Anthony.
— Zally, ¿Por qué te gustan los tipos así? Lo siento James sigue sin caerme bien—cruzó los brazos.
— No me desanimen más—suspiró.
— ¿Qué pasa?
— No quería decirlo... Pero creo que James no está interesado en mí, sino en ti Cindy.
— ¿Qué? Zally, ¿estás segura?
— Si...
Zally les explicó brevemente lo que pensaba sobre eso, más que nada su conclusión sobre la actitud de James.
— Ay Zally—Tony la abrazó—. Hay mucha gente en este mundo, no te preocupes.
— Gracias chicos, los quiero mucho—sonrío.
Llegaron por Cindy, pero aún faltaba que llegaran por Anthony.
Estaban platicando cuando de repente Will y Zally sintieron algo muy extraño, algo no muy agradable y a Will le parecía un tanto familiar.
— ¿Sentiste eso Will?
— Sí, no hagamos nada extraño, sigamos hablando de lo que sea.
— Pero ¿y si es necesario transformarme?
— No, no lo hagas, hazme caso.
— Chicos, no me asusten de esa forma ¿cómo es que sienten algo?
— No te preocupes Tony, estarás bien con nosotros—dijo Zally.
A Anthony le impresionó la manera de hablar de Zally en ese momento, sonaba muy segura y dispuesta a luchar para proteger a las personas.
¿Qué era "eso" que sentían Zally y Will? Era nada más y nada menos que Aiden, quien caminaba por ahí observando el lugar, solo vio a Zeki la noche que ayudaron a la mamá de James. Había ido a esa plaza porque vio a Cindy.
Mientras caminaba vio a todas las personas, en eso vio a Zally, Will y a Anthony. Pero apenas si les prestó atención, sin embargo volvió a ver a Will, pues su rostro se le hacía muy familiar. <<Ese tipo, ojos rojos, cabello oscuro, piel blanca...>> Pensó. En ese mismo instante Will lo miró con su típica mirada inquietante y única <<No puede ser, a Angelov no le gustará esto>> Pensó y siguió su camino y decidió irse incluso sabiendo que podría perder la oportunidad de saber dónde vive Cindy.
Por fin llegaron por Anthony e inmediatamente se fue. Zally y Will se fueron en cuanto la presencia había desaparecido.
Llegaron a casa en un taxi y vieron que las luces estaban apagadas, se les hizo muy extraño, pero vieron que Zeki no estaba y tampoco el auto.
— ¿No dijiste que Zeki quería descansar?
— Si, Zeki no está...
— ¿Le habrá pasado algo? Will vamos a buscarlo.
— Eh— Will recordó que Zeki había acompañado a Masha a su departamento y simplemente dedujo todo con facilidad—. No te preocupes, ya vendrá.
— ¿Seguro?
— Si, confía en mi—Sonrió <<Maldición Zeki, ¿tenía que ser con Masha? Que decepción hermano>> pensó—. Oye, Zeki no está, ¿sabes qué significa?
— ¡Pizza!
— Oh sí.
Al día siguiente, Zeki despertó y vio a Masha dormida a su lado y no solo eso, sino lo hermosa que se veía. Sonrió y se levantó sin molestarla, lo primero que hizo fue enviarle un mensaje a Will de que en unas horas llegaba a la casa, no le dio detalles ni con quien estaba para evitar un regaño.
Se bañó y en todo ese tiempo, Masha aún seguía dormida, le resultaba gracioso que ella tuviera el sueño tan pesado. Después fue a ver que había en la cocina para preparar algo para ambos, no tanto por ser amable, estaba muy acostumbrado a preparar el desayuno siempre.
Masha se despertó y no vio a Zeki, eso la asustó bastante, pero antes de pensar en lo peor, percibió un delicioso aroma y ¿quién más podría estar cocinando?
Se levantó y vio a Zeki sirviendo el desayuno, había preparado unas tostadas con aguacate untado, queso y una ensalada de germinados encima.
— Buenos días Capitán.
— Buen día Doctora—sonrió—. Espero no te importe, preparé el desayuno.
— Por favor, es la primera vez que no como comida de restaurante, algo hecho en casa me vendrá bien—Se acercó para besarlo—. Y por supuesto si lo preparas tú.
— Que bien, espero te guste el aguacate.
— Debió costarte trabajo hacer todo esto.
— Pero es un desayuno muy fácil y rápido—se rió.
— Cuando llegué aquí desayunaba comida instantánea—comenzó a comer—. ¡Dios, esto es delicioso!
Ambos desayunaron y al final limpiaron todo, pero también Zeki ya debía irse.
— Te veo mañana en el trabajo—dijo Zeki.
— Claro, eh dile a Will que quiero hablar con él, no lo olvides.
— Sí, no te preocupes. Adiós.
— Espera Zeki—se acercó a él y le dio un beso de despedida—. Bueno adiós.
Zeki se sentía feliz, sentía muchas cosas. Bajó al estacionamiento, llegó a su auto y se dio cuenta que lo seguían. Volteó y vio a un gatito bebé color gris que lo observaba y maullaba; se veía que era callejero y tenía una herida grave en su pata delantera derecha. Tenía que irse pero al ver al animal herido decidió ayudarlo, lo tomó con ambas manos y lo metió al auto.
— Amiguito, voy a curarte, espero que no venga nada a atacarnos—Puso su mano en la pata del gato y lo curó, solo faltaba que le creciera su pelaje en esa parte—. Lo logré de nuevo.
No pudo dejarlo en la calle de nuevo así que decidió llevarlo a casa.
Al llegar a casa vio una nota en la mesa de una pizza. Suspiró pero prefirió no decir nada, o al menos eso pensó.
— Al fin llegas hermano.
— ¿Comieron pizza?
— Sí, ¿qué comiste tú ayer en la noche?—preguntó Will con obvias insinuaciones.
— Algo mejor que una pizza sin duda alguna—contestó a Will.
— Si... ¿Oye y ese gato?
— Lo encontré, estaba herido y quise ayudarlo.
— Oh, qué lindo es—Zally lo acarició.
— Usaste magia y nada te atacó, interesante, es la segunda vez que pasa.
— Si.
— ¿Nos lo quedaremos?—preguntaron ambos.
— Solo si todos estamos de acuerdo.
— Definitivamente sí—dijo Will—. ¿Qué nombre le ponemos?
— Boris—dijo Zally.
— Misifus—dijo Will al mismo tiempo.
— No vayan a discutir—Dijo Zeki mientras cargaba al gato.
— Misifus.
— Boris es mejor.
— Misifus es más bonito.
— Chicos, ¿recuerdan que mamá nos contaba mucho del ángel que nos trajo a la Tierra?
— Si.
— Dijo que sus ojos eran amarillos como los de este gato.
— ¡Es cierto!
— ¿Qué tal Zhelty?—propuso Zeki.
Los tres sonrieron y se miraron entre sí.
— ¡Bienvenido Zhelty!—Zally tomó al gatito.
— Bueno, tenemos que bañarlo.
— Oh, espero sobrevivamos—dijo Will.
Mientras, Aiden volvió a la nave con Angelov.
— ¡¿Dices que el protegido de Vlad está vivo y casualmente está en este miserable planeta?!—gritó molesta.
— Sí, solo mira su foto—se la mostró.
— Ese maldito, ¿cómo se atreve a estar vivo? Tú y yo sabemos qué puede hacer, será mejor que tengamos otro plan de emergencia para huir.
— Pero él no es nada comparado contigo.
— Lo sé, yo le ganaría fácilmente, pero no me preocupa él, sino su influencia, ese maldito podría arruinarnos aunque lo matemos.
— Podríamos matarlo de una vez.
— Mejor aún, investiguemos qué diablos hace aquí, tenemos la ventaja de que todos piensan que está muerto, pero ¿te imaginas si se lo llevamos a Vlad? Seríamos los héroes del año.