Unas cuatro paredes con un color pastel conformaban la habitación. El techo era de la misma tonalidad y las ventanas dejaban entrar la luz del atardecer, iluminando y haciendo brillar los colores con un contraste suave y marcado. A estas horas daba justamente la luz a la cama del petirrojo, quien se encontraba echado con los brazos detrás de la cabeza. Sus ojos cerrados y la respiración calmada iban acompañados de un sueño bastante placentero. No duraría mucho, pues alguien había llegado al otro lado de la puerta, tocándola para entrar.
El menor gruñó molesto y abrió su ojo bueno hacia la dirección del ruido, preguntándose si realmente valía la pena moverse.
--Damian, por favor abre, tengo que cambiarte el vendaje--La voz notoria de su hermano adoptivo le confirmó su estancia en la cama, no haría movimiento alguno.
--Sé que es molesto para ti, pero créeme que no es tan malo como piensas.-- Decía Dick mientras tocaba nuevamente y trataba de girar el picaporte que estaba bloqueado.
--Puedo hacerlo yo mismo, Grayson. No es necesario que vengas-- Decía el azabache al momento de girarse y ver por completo la puesta de sol. Pensó en como algo tan banal, común y natural podría gustarle de sobremanera a la hechicera. ¿Eran los colores? ¿La vista? ¿O un significado más allá de eso?
--Sé que puedes, pero es mucho más rápido y preciso que te ayude alguien más. Abre-- Lo último sonó más como una orden. Damian bufó y rodó para salir de la cama y acercarse a la manija, la giró mostrando a Dick con una bandeja en la que habían distintos insumos médicos, gasas, suturas, alcohol y vendas. Se movió a un lado para que le dejara pasar. Cerró la puerta y se sentó entre cruzando los brazos, en su típica expresión y actitud.
--Sabes, los demás están preocupados por ti.-- Mencionó el mayor mientras colocaba las cosas en la mesa de noche. El Wayne menor no respondió nada más salvo una mirada que se podía notar la duda.
--No digo que des una explicación, Damian, sólo discúlpate. Lo entenderán tarde o temprano-- Dijo Dick al momento de empezar a des-envolver el vendaje de la cabeza del chico.
--Yo...-Sururró Damian-De verdad creí que no era necesario que lo supieran, no quería...--
--¿Alejar a tus únicos amigos?-- Carraspeó en sarcasmo el primer Robin tras desechar las antiguas curas en una bolsa y agarrar las nuevas.
--No son mis amigos... Son mis compañeros de equipo, nada más.-- Espetó en un tono junto con una mirada, que si fueras cualquiera te lo hubieses creído, sin embargo su hermano mayor lo conocía mejor que nadie, mejor que su padre inclusivamente.
--Lo que digas, ¿y Jon es también sólo un "compañero de equipo"?-- Aveces era fácil rodearlo en estas conversaciones, aveces era sencillamente imposible.
--Callate-- Respondió fastidiado el menor. Él no es muy bueno en este tipo de cosas, probablemente nunca lo sea, o puede que Raven, Dick y su padre lo hagan cambiar, podría ser...
Dick sonrió ante la respuesta. Siguió en su labor de limpiar las heridas que a pesar de que solo pasaron 5 días desde que regresó a la torre, ya se estaban cerrando y sanando bien, pero su ojo perdió la visibilidad por completo y tenía una cicatriz enorme adornándole ese lado. No pudo evitar sentir una profunda tristeza al ver a su pequeño hermano tener una herida tan fuerte que si no se curaba por otros medios, lo marcaría de por vida. Terminó de dar la última vuelta al vendaje y amarrarlo en el final de la gasa. Agarró los residuos con una mano y optó por acariciar levemente la cabeza del azabache con la otra.
--Entiendo porque no nos dijiste, pero eso no lo hace mas correcto. Tienes que confiar en nosotros, Damian.-- Con lo dicho, se levantó de la cama y se dispuso a salir de la habitación, y antes de que si quiera diera el primer paso, el de ojos jade lo detuvo agarrándolo de un brazo. Cuando Dick giró para ver el por qué de su acción, observo como tenía la cabeza gacha y sus manos apretaban la ropa.
--Diles...-Dijo Damian por lo bajo.-Diles que se reúnan en la sala, tengo algo que decirles--
Dick se sorprendió por el rápido cambio, le sonrío a su hermano y le dedicó un asentimiento de cabeza, que si bien no podía ver, lo entendió. Le dejó ir el brazo y el mayor salió del cuarto a cumplir su cometido, dejando al árabe asolado con sus pensamientos.
"¿Qué me pasa? Yo no soy así, ¿por qué me importan lo que piensen? Ahora estoy... ¿Preocupado de lo que piensen? Creo que he estado demasiado tiempo con ellos."
Regresó su mirada al gigante amarillo ocultándose finalmente detrás de las colinas, dejando detrás de sí todo su esplendor que otorgaba cada día.
"Será por el sentido más filosófico, ¿o será que le guste por el simple hecho de que es atractivo?"
Pasó los dedos por encima de las vendas que resguardaban su error, las cicatrices ahora lo dejarían marcado de por vida, y eso no lo molestaba en absoluto, le recordaría por quien las obtuvo. Aunque no había que negar que tener un ojo menos sería un problema, además dolía como un infierno.
"¿Cómo puede existir un sentimiento tan fuerte? Te quita la racionalidad y voluntad... ¿O será que las intensifica? Puede ser que..."
Sus pensamientos fueron cortados cuando Dick tocó la puerta mientras gritaba
--¡Damian, sal!--
Supo a que venía. Se levantó y se propuso a ir hasta la puerta, hasta que por el rabillo del ojo, le llamó la atención algo: un marco de una foto, más en específico, la foto que se tomaron él y todos los titanes después del incidente de Trygon.
"Dos años... Ni con mi padre había tenido esta sensación de estar... ¿En familia? Así es como lo llama Grayson, algo que me parecía tonto y cursi. Maldición..."
--¡Damian!-- Gritó esta vez un poco más alto
--¡Ya voy, carajo!-- Dejó el marco y se movió para abrir la puerta con enfado. Al ver al mayor observándolo despectivo, no pudo evitar chasquear la lengua en respuesta.
--Vamos-- Dijo Damian para ir con Dick hacia la sala.
"Ni siquiera he pensado en que voy a decir, supongo que un perdón será suficiente, eso espero"
Llegaron al salón y el Wayne menor divisó a todos sus compañeros sentados y esperando en el sofá gigante, charlando y compartiendo entre risas. Dick se aclaró la garganta un poco fuerte para llamar la atención, cuando todos pararon por lo mismo, vieron al chico con la mitad de la cabeza en vendas.
--Hola Damian, ¿cómo te encuentras?-- Habló Kori tan amable como siempre.
--Ey, ¿como va todo?-- Les siguió Jaime y Garfield con su energía tan característica, de igual forma se respiraba un cierto aire con mas seriedad.
Damian respiró profundo, observó cada mirada, y notó que ninguna tenía ninguna malicia, o al menos una pequeña porción de "desconfianza". Seguían siendo ellos, para variar se llevo una ligera sorpresa que por supuesto no mostró.
--Quería disculparme.-Empezó el de ojos jade- No les dije nada sobre Raven hasta que pasó todo, y lo lamento. Debieron saberlo tanto como yo-- Terminó Inclinando la mitad de su cuerpo en forma de respeto y disculpa.
Por un momento, pensó que lo echarían de los titanes. Ninguno habló después de que hablará, hasta que Garfield y Jaime le dieron una palmada en la cabeza. Damian subió la mirada molesto y apunto de golpearlos, y de la nada, todos lo rodearon en un abrazo grupal bastante aplastante. (gracias a Kori) La verdad, no tenía idea de que estaba pasando.
--Chico, lo único que importa ahora es que ambos están bien, bueno, relativamente-- Habló Dick mientras desordenaba el pelo del azabache.
--Exactamente, obvio que fue feo que no nos dijeras. Pero está todo bien ahora. En fin, ¿compramos pizza?-- Sugirió Garfield al terminar el abrazo en forma de serpiente. Jaime le dio una mirada a Damian de que estaba todo bien, sin rencores. Habló de su entusiasmo de la pizza con el cambia-formas y corrieron al teléfono.
--La verdad no esperase que te disculparas tan rápido, estás creciendo, Damian-- Kori mencionó en ese tono tan amable y enérgico que hacia calentar el corazón de quien sea.
--Yo... Gracias-- Su rostro no lo mostraba. El alivio fue tan grande que sintió lo mismo a cuando soltaba las pesas más grandes que podía soportar.
"Jamás entenderé a las personas"
Estando a punto de unirse al otro par, su sentir captó algo, algo distinto a todo lo demás. Era como un llamado, no tardó en descubrir que era Raven a quien sentía. Corrió hacía la enfermería dejando a Kori y a Dick confundidos por un segundo, y entonces vieron hacía donde se dirigía y que compartía un vínculo con la chica cuervo. Llamaron a Jaime y Logan para que viniesen.
Al abrir la puerta de la sala médica, vio como Raven estaba exactamente igual que los días anteriores.
"Eso no pudo ser nada, fuiste tú, lo sé. Háblame Raven, por favor"
Se sentó a su lado y esperó a que hiciera un movimiento. Escuchó como los otros se acercaban y este ya estaba preparándose para ver sus caras de pena por él, lo hacía sentir patético, cómo si su vida ahora dependiese de la hechicera... Razon no les falta
Pasaron unos cuantos minutos y seguía sin hacer movimiento alguno, suspiró derrotado y se levantó de la silla, preparándose para irse y ver como los demás estaban esperando en la entrada. Dio solo un paso y ese mismo pulso lo volvió a llamar, pero esta vez con mucha más fuerza. Se giró para mirar como Raven estaba abriendo los ojos muy lentamente. Su corazón se detuvo por unos instantes, su visión congeló esa imagen y su cuerpo se movió por inercia para estar al lado de la camilla. Cuando finalmente los abrió. Damian tomó una de sus manos, y la otra en su mejilla. Los demás entraron y se pusieron alrededor observando a la pareja.
--Hola.-- Raven habló como si no hubiese pasado nada, clavándose enteramente en las esmeraldas del azabache, y este hizo lo mismo con las amatistas tan brillantes que ahora tenía, gracias al cambio que tuvo su cuerpo y alma, sus ojos ahora eran más brillantes que antes, y eso lo adoraba.
Raven, quien aún tenía la visión un poco borrosa, se percató del vendaje que cubría el rostro de Damian cuando tocó ese lado. Se horrorizó por lo que sea que haya pasado y abrió y cerró los ojos para acostumbrarse a la luz. Cuando vio completamente el rostro del Wayne, su expresión se intensificó.
--Tranquila, no fue tan grave-- Intentó calmarla el herido. Raven no lo tomó en broma y en un ademán de manos, magia empezó a emanar de su ser.
--¡Raven espera! ¡No te presiones!-- Mencionó Kori y Damian casi al instante. la mencionada enarcó una ceja despreocupada. Posó una mano sobre la parte dañada del chico y emanó aún más energía, pero más suave. Todos quedaron expectantes de lo que estaba tratando de hacer.
--Listo-Habló Raven después de unos segundos-Quítate el vendaje--
Damian, con algo de duda en su sentir pero confiando plenamente en ella, le hizo caso y des-enredo todo el vendaje. Cuando esa parte volvió a respirar, sintió como si la piel ahora estuviese nueva, y lo que más le impresionó, fue que al abrir el parpado que había mantenido cerrado desde hace días, fue capaz de ver. Su sorpresa fue la misma que la de las demás. Ambos chicos se quedaron viéndose el uno al otro, como si el mundo no existiera. Tantas cosas se estaban hablando sin mencionar ni una palabra. Los dos mayores silenciosamente sacaron al par ruidoso antes de que dijeran algo. Ya la saludarían después.
"¿Me extrañaste?"
"No, yo supe que volverías. Nunca me preocupé"
"Damian, ¿se te olvida que yo estoy literalmente conectado contigo?"
"..."
Entre una risa muy pequeña, unieron sus labios en un beso muy largo. Era mejor hablar con las acciones después de unos días. Al terminar el beso se quedaron como antes, viéndose el uno al otro, sin ninguna prisa.
"De verdad quiero continuar, y más si estamos solos. Pero me estoy muriendo de hambre, de verdad"
"Supondré que estar tanto tiempo inconsciente tuvo algo que ver"
"Supones bien"
"¿Cómo tienes ahora todos tus poderes de vuelta? De hecho son más efectivos que antes"
"Creo que es porque finalmente la influencia demoniaca de mi padre salió de mi alma, pero su sangre sigue siendo mía. Supongo que por eso.
"Ya veo, y los demás traerán comida al salón en un rato"
"Perfecto, ah y Damian."
"¿Qué"
"Te amo"
"Eres demasiado melosa..."
"Tu me lo dijiste primero"
"Callate"