Prohibido Enamorarse

By IWannaBe_Me

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Christian Difaglio, hija de una pareja millonaria con franquicias bancarias en todo el mundo, es una joven no... More

Prohibido Enamorarse
Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 16
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 21
Capitulo 22
Capitulo 23
Capitulo 24
Capitulo 25
Capitulo 26
Capitulo 27
Capitulo 28
Capitulo 29
Capitulo 30
Capitulo 31
Capitulo 32
Capitulo 33
Capitulo 34
Capitulo 35
Capitulo 36.
Capitulo 37.
Capitulo 38.
Capitulo 39.
Capitulo 40.
Capitulo 41.
Capitulo 42
Capitulo 43.
Capitulo 44.
Capitulo 45.
Capitulo 46
Capitulo 47
Capitulo 48
Capitulo 49
Capitulo 50
Capitulo 51.
Capitulo 52
Capitulo 53.
Capitulo 54
Capitulo 55
Capitulo 56
Capitulo 57.
Capitulo 58.
Capitulo 59
Capitulo 60.
Capitulo 61.

Capítulo 62.

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By IWannaBe_Me

                                                                              Martes/ 7.00p.m

Todo lo malo parecía haberse evaporado del ambiente, Christian y Daniel volvían a estar juntos... o al menos eso es lo que se veía en sus rostros y sus manos entrelazadas. 

-Aún te da tiempo para ir a la fiesta de Shirley, ese es tu paso final, sé que puedes acabar con esto de una vez, Christian.- Dijo Daniel mientras iban de camino al edificio sobre el auto de ella.

-Sí, eso creo, Aspen tiene que caer esta noche, es suficiente de sus atrocidades, y, Daniel, te prometo que haré todo lo que esté en mis manos para recuperar tus dones...-Christian no apartaba la vista del camino, sin embargo, estiro una de sus manos cerca de la pierna de Daniel,  estaba oscureciendo y ella tenía un peculiar miedo de manejar por las noches.

-Sé que lo harás, lo haremos...

Christian no dejo terminar a Daniel.

-No, Daniel, tú ya has peleado mucho a mi lado, es momento que tome las riendas de esto, como tu antes dijiste, es mi batalla, y...- Antes de terminar de hablar, al entrar a la calle del edificio, pensamientos varios inundaron la mente de Christian, no estaba viendo su mirada ni mucho menos la mirada de otra persona, ella vio a Aspen con el don de Mateo en el, con Lana tirada en el suelo, y todos mirando fijamente a la chica Difaglio, todos sabían su secreto, y sabían del asesinato de un miembro de la familia Castelan, muchas luces, muchas voces,  y a lo lejos, dos personas con sus labios peligrosamente cerca.

El cabello rubio de la chica en cuestión hizo que Christian frenara el carro en seco. Y la identidad del chico de igual manera la saco de su tranquilidad.

-¡Christian! ¿Qué sucede? ¿Estás bien?.

Christian no podía hablar después de lo que había visto, ella era capaz de ver el futuro y el futuro en la fiesta no se veía prometedor, volteó a ver lentamente a Daniel, con los ojos cristalizados por las lagrimas amenazando con salir.

-Dime algo, pequeña Difaglio...

-Perdón, yo... tuve una visión... respecto a la fiesta, no estoy segura de que debamos ir, podemos enfrentar a Aspen en otra situación, hacer un plan...-Christian volvió su vista al camino, echando a andar el auto aún atónita, necesitaba llegar a su casa y ver a Lana, asegurarse que estuviese bien, algo estaba pasando y no era bueno.

-Chris, tenemos que tomar esta oportunidad...

-¿Por qué es tan importante para ti que vayamos a esa fiesta, Daniel?- Contestó Christian un tanto enervada, habían llegado a su edificio, esta última se bajó del auto y camino a la banqueta, Daniel siguió sus movimientos, Christian apretó el botón rojo en sus llaves y el auto se fue.

Aún no recibía respuesta de Daniel ante su cuestionamiento.

Ambos entraron al edificio, en silencio, un silencio que cada vez alteraba más la tranquilidad de Christian, por su mente estaban pasando muchas cosas, una más extraña que la otra, y ninguna cobraba sentido con lo que estaba pasando.

*Narra Christian*

En la fiesta Daniel y Shirley se besarían, y Lana... no puedo dejar que me acompañen, necesito hacerlo sola, aunque aún no sé como lo voy a hacer, solo sé que quiero proteger a mi mejor amiga y al niño de mis ojos... así el sea feliz con otra persona.

Llegamos al departamento, metí la llave para abrir y mis manos temblaban, deseo ver a Lana haciéndose un maquillaje fabuloso, o cocinando la cena, o simplemente estando allí. La puerta se abrió y la sala de estar estaba apagada, la mesa limpia, todo estaba como lo dejé cuando fui a buscar a Daniel.

-Oh no.- Susurré por lo bajo.- Por favor, Lana, sal.

Pero nada pasó.

-Daniel, Lana no esta.- Comencé a buscar en su habitación, había prendas de ropa tiradas pero no había rastro de Lana, volví a la sala de estar donde Daniel no se había movido... ¿Por qué Daniel no se había molestado en buscar a Lana? ¿Qué está pasando con él?. En eso la puerta se abrió y fue presa de nuestras miradas, del umbral aparecieron Lana y Luke, ambos sonriendo. Mi corazón saltó un latido, pero después logre soltar un suspiro de alivio.

-Lana.- Dije mirándola.- ¿Estás bien? ¿A donde fuiste? Dijiste que estuviéramos comunicadas y tú fuiste la primera en perderte.

-Chris, no me hablaste desde que te fuiste,  sabía que nada malo había pasado pero decidí salir a buscar pistas o algo que nos pudiera ayu... d...a...r.- Poco a poco fue hablando mas lento y bajo de volumen.-Daniel esta aquí...

-Sí, yo lo traje, está bien, hablamos sobre lo que pasó.-Me apresuré a decir.

-Uhm, pero, nena, ¿Cómo lograste quitarle el hechizo?

Y entonces todas las piezas en mi mente se unieron, Daniel diciéndome "Pequeña Difaglio", los pensamientos raros que tuve en el auto, Daniel y su necesidad de que vaya a la fiesta...

-Daniel...-Me giré hacia el.- Este no eres tú, Aspen esta en tus pensamientos, te controla, logró absorber tu don...

-¿Don?.- Habló Luke por primera vez, no le tomé importancia a lo que decía, una persona más que supiera que está pasando, eso en realidad no importaba ahora.- ¿De qué estamos hablando?

-No tienes que entenderlo ahora, boo.- Dijo Lana.- Solo guarda silencio.

-Daniel.- Repetí yo, aún sin recibir respuesta, entonces una idea vino a mi mente, Tyler me había enseñado a irradiar un campo de fuerza, la última vez que lo intenté casi muero, pero esta vez podía salir bien, solo necesitaba pensar en cosas que me hicieran sentir feliz, plena.

Tomé de las manos a Daniel, sus ojos de un momento a otro se cristalizaron, estaba sufriendo, estaba bajo las riendas de Aspen, comencé a pensar en mi vida hace algunas semanas, mis días con Lana en el apartamento sin hacer nada, la cena en la azotea con Daniel, justo arriba de nosotros,  el primer momento en que nuestras miradas se encontraron en la escuela, entonces pasó, de mi salio el campo de fuerza, esta vez no tan brusco como en mi encuentro no tan amigable con Shirley y su navaja rosa.

-¿Daniel? ¿Eres tú?.- Pregunte aún sin soltarlo de las manos.

-Christian, ayúdame, está quitándome vitalidad, esta arrancándome la vida...-Reconocí al instante que ese era el chico del que me había enamorado.

-¿Recuerdas lo que te dije en el bosque?.- Pregunté, sin saber que respuesta iba a obtener.

-Claro que sí, ahí era yo, pero si Aspen esta cerca el puede meterse y alterar mis pensamientos, Christian, no dudo que este cerca ahora.

-Daniel, el mató a Tyler, y ahora te esta dañando a ti, sabe que si te hace algo yo... yo no voy a saber como seguir, de igual manera con Lana, ve como la dejó, yo ya no puedo dejar que ustedes entren a la batalla por mi, no quiero perder a otra persona, ya estoy lo suficientemente sola...

-Tu campo sí deja pasar el sonido, nena.- Entró Lana a la conversación.- y estoy escuchando todo, no estas sola y nunca vas a estarlo mientras esté aquí, somos hermanas.- Lana acercándose un poco mas al campo, sé que sabe que si lo toca la haría volar y estrellarse en alguna de las paredes.

Daniel dijo que Aspen solo puede controlarlo si esta cerca, entonces ese maldito estaba cerca del edificio, era momento de enfrentarlo, si no es ahora, no será nunca.

Solté las manos de Daniel y camine rápido hacia mi habitación, donde estaba el libro de los Difaglio, al tomarlo sentí una fuerza abruptamente grande llevándome hacia el suelo, no podía pararme, la debilidad me había tomado, aún no tenía la fuerza interna para lograr llevar a cabo el campo de fuerza, aún no era una Absoluta y, a estas alturas, no sé si en algún momento llegaría a serlo. Abrí el libro y comencé a hojear el libro, buscando respuestas, buscando como atacar a Aspen, entonces llegue a la página 62, seguido de los conjuros para acabar con los Absolutos, había otra clase de teoría.

Teoría que me ayudaría a acabar con Aspen de una vez por todas, aunque eso me cueste la vida.

-¡Christian!.- La voz de Daniel se escucho demasiado lejana para alguien que estaba justo a un lado mío.- Déjame levantarte, dame la mano.- Me extendió su mano, solo la atrapé para poderme levantar, pero no sabía si en este momento Aspen estaba haciendo añicos su pensamiento.

Aún con la agonía que sentía combinada con desesperación me solté de su agarre.- Tengo que irme, Aspen esta cerca y creo que sé como detenerlo, tampoco estoy segura de si el puede escucharme a través de ti, pero, quédate aquí, con Lana y Luke.- Tomé suavemente su mejilla en mi mano.- Todo va a estar bien, querido.- Y entonces salí corriendo del apartamento.

...

*Narra Christian*

-¡Sal de donde quiera que estés, Aspen!.- Grité en una calle oscura, tenía el libro en mano, estaba preparada para cualquier cosa, entonces un aire sombrío inundó el ambiente.

-Honestamente no creí que te atrevieras a venir sola, ya que, nunca estás sola, pequeña Difaglio.- Su aliento alcohólico me abrazo y su presencia me produjo un escalofrío.- ¿O acaso estás rindiendote? ¿Vas a aceptar que no eres capaz de ser una Absoluta?

-La verdad, Aspen.- Me giré para tenerlo frente a mi, pero tuve que ahogar un grito, sus ojos eran grises, tan claros como el relucir del agua en una laguna cristalina, eran los ojos de Daniel, el tenía el don de Daniel, sé que logró eso con lo que leyó en el libro, pero no me puedo derrumbar ahora.- Es que caíste muy bajo al culparme del asesinato de Tyler.- Seguí hablando.-¿Cómo pudiste? Cuando tú.- Di un pasó hacia el.- Le arrebataste al amor de su vida en uno de tus muchos patéticos planes para quedarte con un poco de lo que la familia Castellan tenía, porque aunque tú y yo seamos "familia" nunca, ni tú ni tu unineuronada hija fueron merecedores de los dones Difaglio.

Las manos de Aspen se enroscaron en mi cuello, azotándome en la pared.- No voy a soportar que una niñata tonta con aires de grandeza hable así de mí, sabía que tenía que ocuparme de ti tiempo atrás, pero creí que cooperarías tarde o temprano, ahora ya colmaste mi paciencia, espero que te hayas despedido de tus seres queridos, al parecer sí te hice suficiente daño, lastimando a las personas que más querías.-Aspen puso más fuerza en sus manos, comenzaba a perder la vista, cuando decidí que ya era suficiente, ya era hora que Aspen pagara por todas las vidas que han acabado, tenía los dones de Matteo y de Daniel en el, entonces era muy fuerte, pero no tan fuerte como una Absoluta. 

Entonces me concentré, pero esta vez no intente pensar en algo "bonito", ni en Daniel, pensé en mi, me visualicé como quien quiero ser, cómo mis padres siempre pensaron que sería, una Absoluta fuerte, una Absoluta digna.

-¡Basta!.- Grite y, con el solo alzar de mi mano Aspen voló hasta la pared paralela a donde me tenia oprimida, la fuerza interna de la que Tyler hablaba tanto siempre estuvo en mi, solo que era un poco inmadura para verla.- Este es tu fin, Aspen.- Le hablé mientras estaba tirado en el suelo, vulnerable ante mi.

Levanté mi mano y comencé a ver como una luz ¿Verde? Salía del pecho de Aspen, era el don de Daniel y Matteo... ambos en uno.

-De igual manera.- Dijo Aspen seguido de una tos seca.- No podrás dárselos a Daniel, seas una Absoluta o no.

-Ya veremos.- Tomé los dones, decidí guardarlos en mi bolsillo, porque ¿Qué mejor lugar para guardar algo tan valioso?.- Vete al diablo, Aspen.- Le di una patada en el abdomen y salí hacía el edificio, devolver los dones de Daniel sería un trabajo difícil.

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