Star Wars Love Stories

By LizzyTargaryen

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Como el título lo dice, este libro será una serie de One- Shot con contenido mayoritariamente para adultos, s... More

Star Wars Love Stories
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Le llamaban loca

Luke y Mara Jade Skywalker

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By LizzyTargaryen

Nota: Solo es un one- shot que no considera fielmente el canon o el legends.



¿A dónde se dirigía realmente Luke Skywalker luego de rescatar a su mejor amigo Han de las garras de Jabba? ¿Iba Luke realmente a Dagobah? ¿O había algo? ¿O alguien? Qué él debía encontrar. No era una prisionera cualquiera, lo supo cuando ella logró escapar completamente sola del palacio de Jabba. Sabía que ella lo había estado siguiendo, la había visto observándolo, sabía quién era, sabía que era una de las fieles manos del emperador, sabía que lo seguía para matarlo, o para capturarlo y llevarlo frente al emperador, pero él no se dejaría atrapar, aunque tal vez, él si quisiera atraparla.

Mara Jade refunfuñaba molesta, había estado tan cerca de lograr su misión, de atrapar a Skywalker y llevarlo frente al emperador, de no ser por esa odiosa guardia del templo, Melinna Carniss, ella había frustrado todos sus planes, podría haberla matado y comenzar una gran batalla, pero debía permanecer en las sombras, de lo contrario Skywalker la descubriría.

Lo que Mara Jade no sabía, era que ella estaba por caer en la trampa de Luke Skywalker.

Luke volvió a Tatooine, algo arriesgado considerando las resientes circunstancias, pero debía encontrarla, o más bien, debía dejar que ella lo encontrara, sabía que podría hacerlo, ella lo había estado siguiendo, y sería muy tentador para ella, tener la oportunidad de completar su misión.

Luke paseo libremente por Tatooine, cubierto con su túnica jedi, mientras entraba a aquella cantina que alguna vez visitó junto a Ben Kenobi. Entonces pudo sentir su presencia en la fuerza, trataba de ocultarla, ella estaba allí, y el actuaría como la víctima inocente en su juego.

Mara apenas podía creer lo que veía, Luke Skywalker había regresado a Tatooine, de todos los lugares a los que podía huir, había elegido Tatooine, debía reconocer que era un plan arriesgado, pero nadie habría esperado que regresara a Tatooine, en cierto punto era una estrategia audaz, pero ella ya lo había descubierto y no dejaría pasar esa oportunidad, llevaría a Luke Skywalker frente a su maestro, y tal vez así, cuando comprobará que Darth Vader no era tan fiel al emperador como fingía serlo, ella sería su nueva aprendiz, ella tendría su merecido lugar junto al emperador. No más Vader, no más Luke Skywalker, ella sería quien gobernara la galaxia junto a su maestro. No dejaría pasar esta oportunidad, es por eso que cuando Luke Skywalker ingresó a aquella cantina, oculto su presencia en la fuerza, se miró a si misma, ni siquiera había cambiado su atuendo luego de salir del palacio de Jabba, seguía usando aquel descubierto traje de bailarina, y solo su túnica negra la cubría, no importaba, solo tenía que esperar la oportunidad perfecta, y llevar a Luke ante el emperador.

Luego de dos copas, Luke sentía la adrenalina correr por su cuerpo, sabía que estaba siendo perseguido, sabía que ella lo estaba observando desde las sombras, sabía que debería enfrentarse a ella, y pese a que no estaba tan seguro de sus habilidades, confiaba en la fuerza, la fuerza sabía lo que hacia, y el por qué, lo había hecho notar la presencia de aquella bella mujer pelirroja, arqueó la ceja ante ese ligero pensamiento ¿Bella mujer? No debía pensar en esas cosas, ella era una enemiga. Una muy bella, casi podía escuchar a Han felicitarlo por esa clase de pensamientos. Negó con la cabeza, ella no tardaría en intentar atacarlo, y sería mejor que lo hiciera en un lugar donde nadie saliera herido, tomó su vaso y lo bebió de un golpe, pidiéndole a la fuerza, y tal vez al alcohol, la inteligencia y la estrategia necesaria para vencer a su perseguidora. O para atraparla, si tenía suerte.

Mara Jade lo vio salir, ¿El hombre era tan estúpido como para emborracharse ahora? ¿Qué era lo que pasaba por la cabeza del joven jedi? Sería trabajo fácil atraparlo si estaba bajo los efectos del alcohol, no era como si alguien pudiera hacerle frente a ella, atraparlo sería fácil, estaba segura de eso.

Luke Skywalker podía sentirla, estaba cerca, acechándolo, era valiente y actuaba sola, a diferencia de otros asesinos del emperador, ella era solitaria y eso la hacía mucho más interesante. ¿Interesante? ¿Qué demonios le pasaba? Ella era una asesina del emperador que lo perseguía hace días, solo él lo había notado y se había dedicado a investigar un poco acerca de ella, lo poco que se sabía sobre ella. Giro dos veces a la derecha, luego dos veces a la izquierda, y luego simplemente se ocultó dentro de un galpón abandonado.

Mara Jade tomó su sable de luz, comenzando a comprender la trampa, ¿Acaso él la había notado? Era imposible, había sido extremadamente cuidadosa, nadie podría haberla notado ¿O acaso este hombre, Luke Skywalker, era realmente capaz de notarla?

-Respondiendo a tu pregunta, pude notarte hace días, mientras me seguías- dijo la voz de Luke sobresaltando a Mara que encendió su sable de luz de un particular color púrpura. ¿Él la había descubierto? ¿Él la había llevado allí? ¿Cómo había podido caer en la trampa? De todas maneras el hombre no tenía oportunidad alguna contra ella.

- Me agradan los objetivos inteligentes- dijo Mara intentando sentir con la fuerza la presencia de Luke, sin lograrlo en absoluto ¿Él era capaz de ocultarse por completo? ¿Qué clase de truco era este? No dejaría notar su sorpresa, debía recordar su entrenamiento.

Pero todo su entrenamiento pareció fallar, cuando Luke Skywalker encendió su sable de luz de un bello color verde y lo puso contra su garganta, ¿Cómo lo había hecho? ¿Cómo había logrado tomarla desprevenida? No se dedicó mucho tiempo a cuestionarse eso, aprovechó el momento de confianza que Luke se permitió a si mismo, pensando que había ganado ese encuentro, y a la mínima distracción lo golpeo en una pierna para salirse del alcance de su sable de luz. Luke sorprendido la observó desafiante, y ambos terminaron enfrascados en una ardiente batalla de sables de luz.

No habían palabras, solo sus movimientos entre las sombras del lugar, solo el brillo de sus sables de luz chocando furiosos, acertar un golpe era complicado, el primer golpe fue dado por Mara, logrando cortar la camisa de Luke, solo un milímetro más y él hubiera estado fuera de combate.

- Ríndete Skywalker, no eres rival para mí- dijo Mara con aire de suficiencia, observando como la camisa de Luke Skywalker se abría, revelando un pecho tonificado y bronceado, común para alguien que había vivido toda su vida en Tatooine.

- No estés tan segura de tu victoria- sonrió Luke y en un momento de distracción, cortó la túnica de Mara, haciéndola caer por completo, sin embargo no fue una buena idea para su propia concentración. 

Luke estaba atónito, aquella mujer vestía la clásica ropa de las bailarinas de Jabba, y hermosa, era un término que no alcanzaba para describirla, Luke sintió sus mejillas levemente sonrojadas, no es que nunca hubiera visto a una mujer en poca ropa, pero era la belleza salvaje y deslumbrante de esta mujer la que lo cegó por el tiempo necesario para que Mara aprovechando la oportunidad, lo golpeara en su hombro hiriéndolo levemente. Luke gruñó por lo bajo, estaba perdiendo totalmente la concentración.

- Es curioso que sepas mi nombre, pero yo no sepa el tuyo- dijo Luke mientras bloqueaba un ataque, fijándose en cada movimiento de la cintura de aquella mujer.

- No necesitas saberlo, solo ríndete, no te mataré, seré piadosa contigo- dijo Mara Jade pero Luke solo sonrió.

- No dejaré que me lleves ante el emperador- sonrió Luke, podía ver dentro de su mente, podía usar la fuerza para ello.

- Bien, será por la fuerza entonces- dijo Mara atacándolo nuevamente, logrando romper lo que quedaba de la camisa de Luke, quién sin una pizca de pudor la dejó caer, no es que Mara nunca hubiera visto un hombre antes, pero claramente Luke Skywalker, era un hombre atractivo.

Luke se sonrojó al sentir los pensamientos de Mara, ella también lo hizo, al permitir que él entrara en su mente, por más que ella intentaba no podía leer a Luke Skywalker. Los pensamientos de Luke eran un completo caos, aquella mujer era por lejos la mujer más hermosa que había visto en su vida, sus movimientos, su forma de combatir, todo en ella llamaba a observarla y admirarla, y Luke no podía concentrarse en la batalla, cuando leyó su mente, ella lo consideraba atractivo, una mujer tan bella como ella lo consideraba atractivo, aquello fue una chispa de emoción a su ego masculino, una chispa, que lo hizo saber, que tal vez no deberían ser enemigos, no era ese su interés después de todo.

- ¿Por qué quieres llevarme ante el emperador?- preguntó Luke rápidamente

- No es de tu incumbencia- dijo Mara evitando la mirada de Luke Skywalker, aún en las sombras iluminado por la Luna, su mirada era penetrante y ella sabía que Luke podía leerla como un libro abierto, ¿Qué ocurría con ella? ¿Por qué no podía concentrarse? Era solo un hombre en la galaxia ¿Por qué le costaba tanto concentrarse y ganar aquella batalla?

- Lo es- dijo Luke soltando su sable de luz, sabiendo que se arrepentiría de eso, pero cada movimiento de Mara, su rostro levemente sonrojado, su carácter duro, lo volvían completamente loco, no podía negarlo ya, se sentía totalmente atraído por aquella mujer, era más allá incluso de lo físico, ella era una simple esclava del emperador, sin embargo podía ser más, podía ser mucho más, él quería que ella fuera mucho más, él la quería a su lado.

- ¿Te rindes Skywalker?- preguntó Mara confundida viendo el sable de luz caer.

- Claro que no- sonrió Luke, y Mara pudo ver una leve chispa de picardía en su mirada.

Cuando ignorando aquella mirada, Mara iba a atacarlo, él uso la fuerza para detener sus manos, sin duda el hombre era hábil en el uso de la fuerza, entonces cuando ella iba a atacar nuevamente, el en un impulso desesperado por salvar su propia vida, empujó su cuerpo contra el de ella, ninguno de los dos pudo prever lo que pasaría, pero pronto ambos estaban envueltos en un enredo de piernas y brazos, con Mara a horcajadas sobre Luke.

No fue la caída o que su sable de luz haya caído también, lo que sorprendió a Mara, fue la sensación de sentir que Luke no era indiferente a ella, fue la sensación de sentir su virilidad presionando contra su muslo, lo que la aterró tanto como la éxito, eso estaba mal, estaba terriblemente mal, estaba tan mal como lo que sentía, desde que recibió su misión, no había pasado un solo día en que no se sintiera atraída por Luke Skywalker, y al parecer, él no era indiferente a ella.

- Veo que eres un hombre después de todo- dijo Mara intentando alcanzar su sable de luz, pero el gentil tacto de Luke sobre su muñeca la detuvo, era un toque tan gentil, nada que ella estuviera acostumbrada a recibir, pero más que gentil, era un toque seductor, destinado a ponerla nerviosa, destinado a hacerla perder su concentración, y lo logró de una manera gloriosa.

- ¿Cómo podría ser indiferente a ti?- sonrió Luke sin ningún rastro de vergüenza ya, el sonrojo de Mara y el sentir los latidos de su corazón, le demostraban que ella tampoco era indiferente a él ¿Acaso ella se sentía igual que él? No había un minuto desde que la había descubierto observándolo que no se sintiera atraído por la joven asesina, estaba mal, terriblemente mal, pero no podía detenerse ahora.

Ambos se observaron sin saber que era exactamente lo que hacían, Luke se sentó rápidamente, sosteniendo la cintura de Mara entre sus manos, haciéndola jadear sorprendida, Mara podía sentir con mayor detalle, lo mucho que ella parecía afectarlo. Fue la misma Mara quien superada por la necesidad de él, lo beso, sin embargo no esperaba en absoluto la pasión con la que fue recibida, Luke sonrió en el beso, abriendo los labios de la sorprendida mujer con su lengua, explorando cada sensación, cada nuevo sabor, enredando sus manos en el cabello de la joven mujer, sintiéndola jadear. Ninguno diría una palabra, no era necesario, ambos sabían lo que estaban haciendo, y ambos sabían lo que ocurriría cuando toda esa nube de pasión acabara.

Se besaron largos minutos, cada uno luchando por tomar el control de la boca del otro, sin embargo Mara notaba con sorpresa, que estaba siendo superada por la pasión ardiente de Luke, tan distraída estaba, que no se dio cuenta cuando el atrevido jedi comenzó a trazar círculos en sus caderas, arrancándole un jadeo involuntario.

- Eres hermosa- murmuró Luke y antes de que Mara pudiera decir algo, bajo sus labios por su mandíbula, para morder levemente su oreja y luego seguir bajando por su cuello haciéndola jadear y suspirar pesadamente.

- Skywalker- jadeo Mara cuando Luke beso su clavícula, ella no debería estar haciendo esto, no debería estar jadeando el nombre de su enemigo, mientras él besaba su clavícula y bajaba por su pecho.

- Luke- dijo haciendo que ella lo observara confundida- Quiero que digas mi nombre- sonrió Luke sintiéndose extrañamente audaz.

- Confías mucho en ti mismo Skywalker- dijo Mara con una sonrisa divertida- Mi nombre es Mara Jade, quiero que lo recuerdes en tus sueños luego de esto- susurró  Mara y Luke sonrió desafiante, ella nunca se iría de su lado, eso podía jurarlo. No luego de esto, no luego de esta noche, él sería incapaz de dejarla ir luego de esta noche.

Ella era la mano del emperador, y él era Luke Skywalker, ambos deberían ser enemigos, sin embargo se habían permitido de mutuo acuerdo este improvisando encuentro, en donde no parecían tener suficiente el uno del otro. Mara lo besaba con pasión, mientras rodeaba sus caderas sobre las de Luke, sintiéndolo gruñir y apretar sus manos sobre sus caderas, podía ver el sudor brillando en el bronceado pecho de Luke, y no pudo ocultar un jadeo, cunado Luke movió una mano desde sus caderas hasta su pecho. Su toque apasionado, no debería haberla afectado tanto, luego sintió como él la desvestía con la fuerza ¿Estaba permitido usar la fuerza para eso? Estaba segura de que no, pero no pudo seguir pensando cuando sintió los labios de Luke sobre su pecho, y su mano sobre el otro.

Mara cerró los ojos, disfrutando del placer tan carnal, lo había deseado por tanto tiempo, que no había sido consciente de cuanto necesitaba su toque, sintió su lengua danzando a través de su pecho, haciéndola sentir en las nubes, con ese simple movimiento. Sin darse cuenta como ni cuando, Mara estaba de espaldas en el suelo, sus rojizos cabellos desparramados por el suelo, y Luke observándola con una mirada de puro deseo. ¿Este era el tranquilo jedi que había perseguido? Parecía una persona completamente diferente en la intimidad. Lo sintió bajar por su estómago, dejando lentos y tortuosos besos por su cuerpo, pudo ver con asombro su mirada lujuriosa, antes de que sus fuertes manos abrieran sus piernas y su rostro se perdiera entre su sexo.

El grito ahogado de Mara y sus manos sobre su cabello, fueron suficiente para que Luke supiera que lo estaba haciendo bien, demasiado bien al parecer.

- Luke- jadeó Mara sintiendo como la trabajaba expertamente, ¿Cómo podría olvidar a Luke Skywalker luego de esto? ¿Cómo podría sacarlo de su mente cuando él la estaba haciendo sentir tan bien? – Luke- gritó cuando sintió como él jugaba con su clítoris.

- ¿Te gusta lo que hago Mara?- preguntó Luke levantando su cabeza para observarla con lujuría, disfrutando cada letra del nombre de la chica en sus labios.

- Eres un idiota- gruñó Mara pero su frase murió con un grito estrangulado cuando el uso sus manos y su boca para estimularla, tan lentamente como podía, Mara intentó moverse, solo para darse cuenta de que él la sujetaba con la fuerza, quiso maldecir, quiso decirle tantas cosas, pero cada palabra murió en su boca al sentir sus expertas manos y su gloriosa boca sobre su sexo, solo jadeos y gemidos podían salir de su boca. ¿Cómo había terminado así? No tuvo tiempo de pensarlo cuando Luke la arrojó hacia su límite, haciendo que ella jadeara y cerrara los ojos, enterrando sus dedos en los rubios cabellos del jedi.

Luke volvió a subir para besarla en los labios, con pasión, haciéndola sentir su propio sabor en su boca. Sin embargo Mara no estaba dispuesta a perder aquella batalla, recuperando sus fuerzas empujó a Luke sobre su espalda, y le arrancó los pantalones con pasión, sonriendo al ver lo listo que estaba para recibir sus atenciones. Era mucho más grande de lo que esperaba, la mirada ansiosa de Luke la animó, dio un casto beso en la punta, para luego tomarlo por completo con su boca, el jadeo de Luke la hizo sonreír, ella no sería la única que se deshiciera ante su toque, ella también se sentía poderosa al sentir a aquel jedi bajo ella, gimiendo su nombre como un mantra. Pero Luke no deseaba terminar ese encuentro tan pronto. Con una sonrisa casi diabólica se puso de pie, Mara lo observó confundida, y no tuvo tiempo de notar como ni cuando sus piernas estaban a cada lado de las caderas de Luke, mientras el la sostenía con fuerza sobre las paredes de aquel desolado galpón.

Aun así Mara noto que Luke no era un bruto, se preocupaba en cada segundo de su placer, e incluso cuando parecía más ansioso y necesitado que nunca, era capaz de esperar su consentimiento para entrar en ella.

- Hazme el amor, Luke Skywalker- pidió Mara perdiéndose en los bellos ojos azules de Luke, acariciando su rostro y besándolo castamente en los labios.

Luke sonrió perdiéndose en aquellos bellos ojos verdes, que brillaban más que nunca iluminados por la tenue luz de la luna, la sostuvo con fuerza de los muslos y entro en ella de una vez, haciéndolos jadear a ambos al mismo tiempo. Mara Jade no estaba preparada para su tamaño, no estaba preparada para sentirlo por completo, enterró su rostro en el cuello de su amante, jadeando con fuerza. Luke se sentía en el paraíso, esto era mucho mejor que cada maldita fantasía que había tenido en su vida. Luke esperó a que ella se acostumbrara y comenzó a moverse lentamente, casi de forma tentativa, sintiéndola gemir contra su cuello, sus gemidos de placer solo lo alentaban.

Mara enterró sus uñas con fuerza en la espalda de Luke, apretando sus piernas contra sus caderas, animándolo a moverse, animándolo a ir más rápido, necesitaba sentirlo, necesitaba que la llenara por completo, necesitaba sentirlo dentro de ella, una y otra vez.

- Dime que es lo que quieres- sonrió Luke, sintiéndose tan malditamente audaz, como nunca lo había sido en su vida- Dime Mara, ¿Qué es lo que deseas y lo haré?- dijo Luke moviéndose lentamente, sabiendo que eso la desesperaba, podía sentir su frustración a través de la fuerza, pero una parte instintiva en él, le hacía desear que ella le pidiera lo que quería, que ella le pidiera que la hiciera suya.

- Eres un completo imbécil- jadeo Mara sintiendo el tortuoso y lento movimiento, solo necesitaba que se moviera, que fuera cada vez más rápido y más profundo.

- Dilo Mara, dilo y lo haré- dijo Luke luego de tortuosos segundos, él también estaba sufriendo con el ritmo lento, pero necesitaba que ella lo dijera, necesitaba que ella se lo pidiera.

Mara no quería ceder, pero aquel ritmo lento la estaba volviendo loca, observó suplicante a Luke, el parecía un demonio, uno que no se rendiría hasta obtener lo que quería ¿Quién era ella en esos minutos para luchar contra él? Ni siquiera recordaba él porque estaba allí.

- Quiero que me folles Luke, quiero que me folles y me hagas recordarte hasta el día de mi muerte- pidió Mara en un jadeo ahogado que hizo que la mirada de Luke se oscureciera, ¿Quién era él para negarse a sus deseos? ¿Quién era él para no darle a Mara lo que deseaba? 

Entro en ella nuevamente, tan fuerte y rápido como pudo, tomando su cabello entre sus manos, mientras Mara tiraba su cabeza hacia atrás, jadeando, gritando y gimiendo el nombre de Luke una y otra vez. Luke beso su cuello, luego sus pechos, mientras continuaba aquel ritmo salvaje que hacían que ambos se sintieran en el cielo, ninguno había experimentado tanto placer en su vida, ninguno había conocido realmente el placer hasta ese minuto, sus cuerpos encajaban tan perfectamente, y su sincronía era tan sublime, que sabían en ese minuto que habían sido hechos el uno para el otro.

-Luke, oh fuerza, Luke- gritaba Mara cerrando los ojos, el placer que sentía era indescriptible, cada parte de su cuerpo parecía arder enun fuego incontrolable ¿Cómo pudo ella imaginar que perderse en los brazos de quien debería ser su enemigo iba a ser tan placentero?

- Mara- jadeaba Luke empujando con más fuerza cada vez, atrapando los labios de la chica en un beso apasionado.

Ambos estaban cerca, podían sentirlo, podían sentir cada músculo de su cuerpo contraerse, podían sentirse el uno al otro, tan plenamente, como dos amantes que ncieron destinados a encontrarse.

- Hazlo Mara- susurró Luke en su oído en un gruñido ronco- Ven por mí cariño- dijo en un susurro seductor que hizo que Mara gimiera de placer.

- Luke- jadeo Mara desesperada- ya no puedo, Luke yo- dijo pero su frase quedo en el aire, cuando gritando el nombre de Luke una y otra vez alcanzo el orgasmo más poderoso que había tenido en su vida, Luke la siguió unos cuantos movimientos más tarde, disfrutando de llenarla por completo, disfrutando de sentir sus pechos contra su pecho, y sus gemidos de placer atormentada por el maravilloso clímax que acababa de tener.

Luke salió de ella minutos más tarde, ambos jadeando ante el movimiento, la cargo en sus brazos y los recostó a ambos en el suelo, sintiéndola envolverse contra su pecho, parecía cansada, él estaba agotado.

- No creas que luego de esto te dejaré ir- dijo Luke y algo en ese instinto posesivo del siempre pacífico jedi le encantó, ¿Luego de esto? ¿Cómo se suponía que se fuera?

- No creo que irme sea lo que quiera en este minuto- sonrió Mara sentándose a horcajadas sobre Luke que sonrió con pura lujuría.

- Las noches son largas en Tatooine- dijo Luke besándola con pasión mientras sus cuerpos comenzaban a despertar nuevamente.

Al otro día, el emperador podía sentir que algo extraño había en Mara, pero tenía una nueva misión para ella.

El maestro Yoda en Dagobah, observaba extrañado a Luke Skywalker, había algo extraño en él, era la misma mirada que había visto en su padre más de veinte años atrás, Luke Skywalker estaba enamorado, podía notarse en sus ojos. ¿Sería este amor un amor que destruiría lo que quedaba de la galaxia como el de sus padres? ¿O sería este la clase de amor que salvaría la galaxia?

Sin embargo para Lord Vader, la mirada de Mara Jade era clara, la asesina se había enamorado, se había enamorado de su hijo. Si le decía ahora al emperador, se libraría para siempre de Mara y sus constantes intromisiones, pero tenía interés en ver como se desarrollaba la historia.

Sin embargo nadie sabía realmente lo que había pasado en aquella apasionada noche en Tatooine. Luke Skywalker había despertado completamente desnudo, con Mara abrazada a su pecho, sonrió y supo que si no lo hacía ahora no lo haría nunca.

- Mara ¿Quieres casarte conmigo?- preguntó de repente y ella sonrió, no esperaba esa pregunta pero claramente no le desagradaba.

- ¿Quieres decir si salimos vivos de esto?- preguntó Mara refiriéndose a que ambos eran enemigos, si los descubrían, sería su fin.

- Me refiero a pesar de todo- sonrió Luke besándola con dulzura esta vez, toda pasión había quedado dormida ya, solo existía la dulzura y el amor, que nacía y se reconocía entre dos amantes, destinados a estar juntos para siempre.

- Claro que si- sonrió Mara observándolo enamorada, y desde ese día supo que nunca podría separarse nuevamente de Luke Skywalker, aquel hombre al que debería haber odiado, pero sin embargo ambos terminaron perdidamente enamorados.



Bueno chicos, este fue uno de los primeros pedidos que tuve, tengo cinco pedidos anotados aparte de este, pero estaré recibiendo pedidos y anotándolos por orden de llegada jeje. 

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