La curiosidad y el no entender completamente algo es algo que se le daba a Clare, desde pequeña tubo curiosidad con la pequeñas esferas de gases luminosos que habían en el cielo por lo que a sus cinco años se la pasaba estudiando sobre los compuestos químicos de estas, aprendiendo que de una estrella se podía desatar un gran hoyo negro que podía absorber todo a su alrededor llevándolo a quién sabe dónde o que en ocasiones veíamos estrellas muertas hace cientos de años, pero su luz era tan potente que seguía viajando por el espacio.
Ahora estaba en camino de desvelar ese gran misterio, sin medir en qué tal vez se enfaden pero ella quería saberlo todo, conocer cada secreto del universo en años pasados, en la actualidad y en el futuro.
Aparcó rápidamente el Jeep fuera de la casa de Emily y se bajó, pudo ver movimiento a través de las ventanas por lo que supo que estaban los demás. Subió el pórtico rápidamente y toco sin cesar la puerta. En cuánto vio que alguien se acercaba se detuvo y espero, la puerta se abrió y pudo ver a Jared. Nerviosa sonrió al chicos quién se alegro al verla.
— ¡Sweety! ¡Nuestro terrón de azúcar!
— Hola— saludo con una sonrisa, pero recordó al instante a lo que venía y volvio su rostro serio—. Vengo para algo importante.
Se escabulló rápidamente por entremedio del hueco que dejaba Jared y la puerta para meterse, mirando a los chicos que estaban sentados en la mesa esta vez viendo a Embry ahí.
— ¿Clare?— dijo confundido el nuevo del grupo.
Todos la miraron, incluso Emily que estaba colocando bocadillos en una charola. Jared se sentó en su puesto a un lado de Sam para seguir comiendo el trozo de tarta que tenía en su plato.
— Hola, Clare— saludó con una sonrisa, pero la chica sólo pudo hacer una mueca.
Su respiración estaba ligeramente acelerada, tal vez por el nerviosismo o haber casi corrido desde que bajó del Jeep hasta ahí, o quizás ambas.
— ¿Está todo bien?— preguntó esta vez Paul mirandola con el ceño ligeramente fruncido hacía la chica.
No supo que decir por lo que de su bolso sacó el libro que hace tiempo le había pedido a Bella y esta se lo había obsequiado sin más, "Leyendas Quileutes". Lo estudio por semanas después de que Paul haya asegurado fervientemente que los Cullen no eran buenos para nadie. En ese libro y conectando con las cosas en la actualidad llegó a una conclusión, una muy descabellada pero si habían vampiros, ¿porqué no metamorfos?
La castaña lanzó el libro sobre la mesa dejando que todos vieran la portada.
— Veo que si te interesa la historia de las tribus de Forks— bromeo Jared haciendo que los demás rieran, excepto ella.
— ¿Son ciertas?
— ¿Qué cosa?— preguntó esta vez Sam dándole un trago a su vaso con jugo.
— Las leyendas, ¿son ciertas?
— Vamos, Clare. Son leyendas que le cuentan las madres a sus hijos antes de irse a la cama— miró con su ojos entrcerrados a Paul y después a Embry, se acercó rápidamente colocando su mano en su hombro y al igual que los demás era la misma temperatura que ellos, incluso la de Jake anoche.
Todos la miraron confundidos por el acto.
— ¿Porqué dejaste de ir a la escuela y te apartarse de tus amigos?— preguntó mirando fijamente al chico quién con ligero nerviosismo miro a Sam en busca de ayuda.
— Suficiente, Clare. Son asuntos que no te conciernen.
— Lo hacen si dañan a Jake. Ayer casi golpea a un compañero de la escuela, temblaba y estaba con la misma temperatura elevada que ustedes, cosa que debo recalcar que no es nada normal.
Todos intercambiaron miradas por un instante hasta que estas recalleron en Sam quién no había apartado su mirada de los grandes ojos de Clare quién lo miraba a la espera de una respuesta.
La puerta se abrió haciendo que todos miraran, la castaña rojiza giró sobre sus talones y pudo ver ese rostro habitual pero estaba completamente cambiado.
— ¿Clare?— preguntó confundido Jacob al ver a la chica.
Pero ella estaba anonadada viendo su cabello corto, su torso al desnudo y con solo unos pantaloncillos cortos. Todo ese cambió de la noche a la mañana.
— ¿Es en serio? ¿Ahora qué sigue, Jake? ¿Te harás el mismo tatuaje que ellos a tus dieciséis años?— se giró rápidamente esta vez a ver a Sam fijamente—. Sin mencionar que ese tatuaje es el símbolo de los Quileutes.
— Veo que haz hecho tu tarea— soltó Sam en un suspiró de cansancio— ¿Qué quieres conseguir con todo esto, Clare?
La castaña rojiza mordió el interior de su mejilla bajando ligeramente su mirada pensativa, después miró a cada uno que estaba en la sala.
— Quiero morir sabiendo la verdad, conocer los secretos del mundo y no quedarme con ninguna duda. Conozco ciertos secretos de personas, no los eh dicho, pero...Soy lista y cuando la curiosidad me pica tiendo a meter mi nariz más de lo debido en asuntos que no me conciernen. Así que pido una disculpa por adelantado.
— Sí que eres lista— habló esta vez Emily mirando a la chica con una sonrisa. Algunos la miraron con incrédulidad a lo que respondió— Vamos chicos, Clare salía con un vampiro.
— ¡Emily!— protestó Jared pareciendo un infante—. Es nuestro secreto, por todos los cielos.
— Clare ya lo sabe, no hay nada que esconder— habló esta vez Sam firmemente.
— ¿A sí?— preguntó con un brillo en sus ojos y formando una sonrisa de oreja a oreja. La emoción que sentía en esos momentos era inigualable— ¡Oh por Dios! ¡No puedo creerlo! Quiero decir, estaba solamente un 68% segura de esto, me tomo semanas enteras descifrar las leyendas y...— hablaba tan rápido y llena de emoción que ya a algunos le costaba entenderle.
— ¿Cómo lo supiste?— la interrumpió Sam.
— ¿Qué?— lo miró confundido, pero al segundo asintió al saber a lo que se refería—. Oh, claro— se acercó a la mesa dónde estaba el libro y comenzó a cambiar las páginas rápidamente. Los chicos notaron como algunas hojas tenían pequeñas notas con algo escrito y habían demasiadas cosas subrayadas de distintos colores—. Primero fue cuándo Paul accidentalmente hizo referencia a los Cullen, aunque Jacob hace tiempo le contó a Bella un poco de ellos, de miembros de su tribu y el clan nuevo de los fríos.
— Bocones— espetó Jared mirando a Paul y Jacob quienes no supieron que responder.
— Empecé a sentir curiosidad, obviamente no sabía que eran lobos hasta que empecé a leer— se detuvo en una página en concreto señalando una parte del texto subrayado—. "Q’waeti’ agitó sus manos y, tras oirse un trueno, convirtió a los dos lobos en personas, sin darles opción, porque creyó necesario hacerlo, por el equilibrio del tiempo." Equilibrio del tiempo: obviamente fue mucho tiempo atrás, antes de Cristo cuándo los vampiros comenzaron a crecer en número— explicó rápidamente teniendo toda la atención de los integrantes, Jacob se puso a su lado para mirar igual que el resto el libro—. Después hubo una pequeña leyenda sobre el primer monstruo que tuvo que enfrentarse su tribus— cambió otra vez de página rápidamente hasta detenerse y señalar con su dedo — Daskiya, una mujer que raptaba a los niños de su tribu para comérselos, pero una vez se llevó a una joven un poco más adulta y quién logró derrotarla, probablemente transformándose en lobo y acabando con ella.
— Vaya— soltó Emily quién también se había acercado y miraba a la pequeña chica con una sonrisa.
— ¿A quién más le haz dicho sobre esto?— preguntó Sam entrcerrando sus ojos.
— A nadie. Se que quiero saber los secretos, pero por al se llaman secretos y prefiero que se mantengan así para mantener la balanza de, ya saben, lo sobrenatural y lo normal.
Paul sonrió abiertamente y se levantó rodeando a la chica en un abrazo.
— No sabes cuánto tiempo llevó esperando a decírtelo, pero las órdenes no me lo permitían— se separó mirándola con una media sonrisa—. Ahora sabes lo genial que somos.
— Hablando de genial, una amiga vio a un enorme lobo azabache ¿Era alguno de ustedes?
Todos miraron a Sam quién bajó ligeramente su cabeza rascando su nuca. Clare supo que era él, al igual que supo que era el alfa. Tanto respeto y autoridad no han de ser por nada.
— ¿Y también tienen que ver con los asesinatos de los cinco excursionistas?
— ¿Qué? ¡No!— exclamó al instante Jared indignado—. Fue un asqueroso chupasangre que vuelve una y otra vez.
Un vampiro matando a gente, esto no era bueno, pensó al instante Clare. Ya suficiente miedo les tenía a los que mataban a sangre fría después de lo de James, si su vida dependiera deseaba no toparse otra vez con uno de esa clase.
Clare comenzó a sentirse abatida, tanto que sus piernas comenzaron a temblar ligeramente y con su mano temblorosa tuvo que dar más oxígeno.
— ¿Clare?— preguntó Jacob al ver como la chica había comenzado a temblar en su lugar. Al ver que su respiración se agitaba miró a los demás con preocupación— ¡Esta teniendo un ataque!
— Rápido, llevemosla a un hospital— ordenó Sam poniéndose de pie al igual que los demás, pero la castaña rojiza los detuvo al instante.
— Yo puedo, solo necesito salir un momento. Me siento encerrada— dijo casi sin aliento, con ayuda de Jacob y Paul quienes la tenían de cada lado la llevaron hacía afuera de la casa y la dejaron sentarse en el pórtico.
Recordó los ejercicios de respiración para calmarse que le enseñaron en sus terapias ante un ataque de pánico, respirar lentamente y concentrar su mirada en un punto fijo. A los cinco minutos ya estaba bien, calmada y respirando con normalidad.
— Por tu reacción diría que ya tuviste un encuentro malo con uno de ellos— habló con calma Sam poniéndose en cuclillas frente a la chica quién después de unos segundos asintió— ¿Estás bien? ¿Fue uno de los Cullen?
— No, fueron vampiros nómadas. Tres, pero uno era cazador— informó a la manada quienes estaban a su alrededor guardando su distancia para no sofocarla—. Descuiden, los Cullen lo destruyeron lejos de Forks.
— Bueno, hicieron bien— Sam tocó su hombro dando un ligero apretón—. ¿Quieres un té o algo?
— Estoy bien, aunque creó que paseare un momento por el bosque, es lo que más me ayuda en mis crisis.
— Iré contigo— hablaron al instante Paul y Jacob para después mirarse ligeramente irritados el uno al otro.
— No, Jacob, tu te quedaras. Aún no sabes controlarte bien, iremos a practicar. Después Clare vendrá a almorzar— lo último dijo mirando a la castaña rojiza con una pequeña sonrisa.
— Gracias, Sam— agradeció devolviendole la sonrisa.
— Paul, si le sucede algo traela corriendo— ordenó Emily firmemente a lo que el moreno asintió al instante.
Ambos comenzaron a caminar por el bosque, adentrándose más y más. Clare ya se sentía mejor al estar rodeada de vegetación, de oír a los pájaros, el viento moviendo las copas de los árboles y ese olor a tierra húmeda que tanto amaba.
— Así que eres un metamorfo.
— Prefiero: hombre lobo, si no te molesta— dijo mirándola con una sonrisa divertida.
— Me agrada. Por cierto, sabías que hay un Síndrome de Licántropo, es básicamente en que las personas que lo padecen piensan que son lobos y actúan como estos.
Paul la miró con incrédulidad.
— ¿Te enteras hace unos minutos que somos hombres lobos y ahora me das clases de una enfermedad mental? ¿Te das cuenta de lo extraño que es eso?
La castaña rojiza hizo una mueca caminando unos pasos más adelante ya que Paul se había detenido en cuanto hizo la pregunta.
— Después de conocer la existencia de vampiros es cuando mi mente se abrió exponencialmente.
Paul llegó a su lado para seguir caminando a la par.
— ¿Qué tanto? ¿Creés en brujas o momias que vuelven a la vida?
— Brujas, tal vez. Momias...Bueno, siempre puede haber alguna maldición del más allá que traiga a muertos a la vida.
— ¿Qué los vampiros no están físicamente muertos?
— Boom. Momias vivientes— bromeó la castaña causando la risa en el moreno, pero a los segundos se detuvo, volvió a hablar sin percatarse que su amigo se había detenido y miraba a su alrededor aletra—. Sabes que en la edad en que la inglesa...— Paul al instante se acercó a cubrir su boca tomándola por sorpresa.
— Shh. Algo se acerca— susurró en el oído de la castaña, se separó y ambos miraban a todos lados—. Esta cerca, cuándo me transforme subirás a mi...
— ¡Paul!— chilló con terror al ver que algo había derribado al chico, pero en los segundos que él estaba en el aire se transformó en un gigantesco lobo con pelaje gris que impactó contra un árbol soltando un pequeño quejido de dolor. Iba a dar un pasó en su dirección, pero una fría mano la detuvo sujetándola del cuello de su chaqueta llegando a alzarla más de unos treinta centímetros sobre el suelo. Ahí la vio, esa piel pálida, ojos rojos oscuros y ese cabello rojizo como el fuego— ¿Victoria?
Paul lanzó un aullido que los demás lograron escuchar, era un aullido de ayuda inmediata.
— Vamos— ordenó Uley a su manada.
Todos se convirtieron y corrieron rápidamente por el bosque al encuentro de Paul y Clare.
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¡Y SE PRENDIÓ ESTA VAINA!🔥
Clare sabe el secreto y Victoria aparece en el mismo capítulo ¡BOOM! Mega drama que hay en la historia.