300k readings gracias x tanto :'D 😭😍
Dejo la notita aquíarriba para que comprendan el cap que se viene.
Las tres primeras partes en cursiva es el pasado (la infancia) de Namjoon. Luego de la leyenda "2 años atrás" dejará de haber cursivas, pues será el tiempo del cap anterior, donde los personajes ya son adultos jóvenes.
Espero darme a entender :p
Si no es así, pueden hacerme cualquier pregunta. Disfruten el cap <3
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⊰✩⊱
─Vuelta en la intersección 15, por favor─Pidió amablemente la mujer de piel aperlada, para luego seguir con su labor de contornear sus abultados labios con el lápiz rojo potente que sostenían su dedo índice y pulgar.
─Mami... ¿A dónde vamos?
La mujer suspendió nuevamente su tarea para posar sus grandes y delineados ojos en los de aquel pequeño que yacía sentado en el asiento a su lado.
─A un lugar fabuloso cariño, te fascinará─Fue lo único que salió de sus labios antes de volver a mirar el pequeño espejo y continuar con su labor.
─ ¿En serio? ¿Es un lugar con juegos?
─Amor, ¿Por qué mejor no te pones a ver las calles?
El pequeño de piel morena asintió para sí mismo a la vez que fruncía sus labios en una linda muequita, comprendiendo que su mami se encontraba suficientemente ocupada como para responder alguna otra "pregunta sin sentido" de esas que él hacía muy a menudo.
Sin más que hacer, el chiquillo juntó sus manitas en su regazo y haciéndole caso a la mujer que tanto amaba, se dedicó a observar por la ventanilla todo increíble lugar por el cual el taxi andaba, sus ojitos brillando en demasía al presenciar el hermoso paisaje.
Era nueva, la colonia a la que estaban entrando. Las casas eran grandes, muy, muy bonitas, rodeadas de inmensos jardines donde yacían hermosas flores y árboles enormes. Definitivamente, jamás había estado ahí antes, de ser así claro que lo hubiera recordado. Era muy diferente aquella zona a la cual él y su madre estaban acostumbrados, no había baches, ni topes, tampoco basura tirada o algo fuera de lo normal, el pequeño incluso estaba seguro de ver completamente resplandeciente aquel lugar.
─Woha...─De sus pequeños labios salió, justo cuando el taxi giró a la derecha y comenzó a subir una especie de colina, colina en la cual yacía en su tope una hermosísima y grandísima casa. El menor, con sus ojitos llenos de un resplandeciente brillo, abrió su boquita formando una "o" la cual describía a la perfección su inmenso asombro.
─Identificación por favor─Dijo al chofer del taxi, uno de los guardias que estaban en la entrada de aquel enorme portón negro, la mujer de labios rojos interviniendo de inmediato.
─Tome─Habló a la vez que le extendía al guardia lo que el menor pudo reconocer como su identificación─Soy Kim Yuh Na, tengo una cita con el señor Min Doo Hwan.
El hombre asintió devolviendo el plástico a la mujer, para luego hacer una seña a su compañero y dejar el auto pasar.
Los ojitos del chiquillo no daban crédito a lo que veían, pues al cruzar el portón, un panorama muy bonito y diferente le llenó. Él jamás pensó en poder apreciar algo como aquello, de hecho, él pensaba que ese tipo de lugares solo existían en las novelas y películas que su madre solía ver en televisión. Por esa razón, nunca se le pasó por la mente que algún día él mismo estaría tan cerca de aquella mansión que se magnificaba ante sus ojos, rodeada de árboles verdes y frente a una enorme fuente que expulsaba sin cesar cascadas de agua perfectamente cristalina.
El auto se detuvo al mismo tiempo en el que el chiquillo de piel ámbar salía de su ensoñación, viendo como su madre intercambiaba algunas palabras con el conductor para luego de unos segundos bajar.
─Gracias─Dijo la morena, a la vez que abría la puerta─Andando Namjoon.
El mencionado la siguió sin pensarlo dos veces, sus pequeñas piernitas intentando avanzar aquellos grandes pasos que su madre daba con esos tacones puntiagudos, los cuales resonaban siempre que chocaban contra el piso.
─¡Anda cariño!─Lo apresuró la mujer yendo hasta él y tomando su mano para que caminara a la par junto a ella, el menor haciendo un doble esfuerzo por caminar aún más rápido sin tropezar.
Luego de subir unos escalones y encontrarse frente a la enorme puerta blanca, la de cabellos negros tocó esta misma, esperando pacientemente a que alguien escuchara su llamado. No tuvo que pasar mucho tiempo, pues un hombre con vestidura formal y peinado cargado en fijador, apareció una vez que la puerta se abrió.
─Señorita Kim─Habló el hombre, Namjoon sorprendiéndose por la increíble formalidad en sus palabras─ Adelante, el señor Min la está esperando.
La mujer asintió girándose a su hijo y doblando un poco sus rodillas para quedar a la altura de él.
─Cariño, ¿Por qué no me esperas sentado ahí?─Señaló uno de los escalones que se encontraban a un par de metros─Mami no tardará.
El pequeño, no muy convencido pues no le gustaba para nada quedarse solo, asintió. La mujer sonrió y después de revolver los cabellos negros de su hijo, elevó su postura y entró.
Soledad fue lo que envolvió a Namjoon después de que el hombre con traje cerrara la puerta, un repentino airecito asaltándolo y provocándole un ligero temblor.
Está bien, su mami dijo que no tardaría.
Recordando las órdenes de la morena, el menor, con pasitos vacilantes, dirigió estos mismos hacia aquel escalón que su madre había señalado momentos antes, para poder sentarse en él.
1, 2, 3... decidió contar el número de flores que se encontraban plantadas en los rosales que tenía en frente, prometiéndose a sí mismo que al terminar con dicha labor, su madre saldría de aquella casa, pero no, eso no ocurrió, no al menos antes de que se le apareciera aquella personita.
─ ¡Hey niño! deja ahí esas flores.
Un chiquillo de cabellos negros, un poco más bajito que él, apareció de la nada y se acercó hasta donde el morenito se encontraba, este sin saber qué hacer cuando el desconocido niño se plantó frente al rosal, mirándolo a él con un ceño notoriamente fruncido.
─ ¿Quién eres y por qué juegas con las flores de mi madre?
─Uhm, yo no... yo no jugaba─Murmuró el moreno, sintiéndose ligeramente intimidado por el contrario─Solo las miraba.
─Pues no las mires, cierra los ojos o yo qué sé.
¡Ash, mocoso grosero! cualquiera hubiera pensado aquello, pero no Namjoon, no. El pequeño Nam, quien a su corta edad era una pequeña persona sumamente comprensiva, sabía que solo había una razón justificable para que cualquier humano se comportara de tal manera grosera.
─ ¿Has tenido un mal día?─Cuestionó inocente, viendo con sus lindos ojitos como el azabache dejaba de mirar las flores, para mirarlo a él.
─ ¿Eh?
─Yo... una vez leí que cuando una persona no está feliz, es porque tuvo un mal día... ¿Has tenido un mal día?
El pequeño pelinegro, sin saber muy bien qué contestar, cruzó sus bracitos sobre su pecho y con una linda muequita en sus labios, respondió─Yo... no lo sé ¿Cómo sería tener un mal día?─Cuestionó simplemente, encogiéndose de hombros.
─Oh pues... tal vez ¿Tus padres te han regañado?
El azabache negó, sus piecitos subiendo los 3 escalones que lo separaban de aquel niño, para luego sentarse a un lado de este.
─Mi padre nunca me regaña, siempre está ocupado así que nunca lo veo y mi mamá, uhm─Su mirada vacilante cuestionaba en sí sería grato decir lo siguiente o no, al final optó por decirlo─Mi mamá se fue muy lejos. Hace tiempo que no la veo, pero mi nana dice que ella siempre me está cuidando...
"Oh" fue lo único que pudo pronunciar Nam al escuchar aquello. Okey, el pequeño podía darse una leve idea del porqué el temperamento del contrario, por esa razón, intentando empatizar con él, aportó.
─Yo... yo no tengo papá─Confesó─Mamá dice que él se fue cuando yo nací por qué no me quería─Se encogió de hombros, restándole importancia a lo último mencionado.
─Ah...─Ahora fue el turno del contrario para expresar ─ ¿Y tu mamá? ¿Ella si te quiere?─Cuestionó inocentemente.
─Sí─respondió sin dudar─Ella me quiere mucho ya que siempre, siempre ha estado conmigo...─Pero calló sus palabras al recordar la situación del menor, quien solo asintió al escuchar esa respuesta.
─Que bueno que te quiere. Al menos tienes a...─El desconocido azabache dejó de hablar y se levantó rápidamente para luego ir detrás de una columna de concreto cuando escuchó el sonido de la puerta principal.
─Namjoon, cariño─Del interior del hogar salió la mujer de cabellera larga y piel morena que momentos antes había entrado.
─ ¡Mami!─Namjoon expresó yendo hasta su madre y abrazando sus piernas con cariño, la mujer correspondiendo solo por un par de segundos antes de apartarlo rápidamente.
─Nam, cielo...─bajó un poco su cuerpo y posó sus oscuros ojos en aquellos de su pequeño─Mi vida ¿Te gusta esta casa?
─ ¡Si!─No tardó en contestar─ ¡Esta muy grande y muy, muy hermosa!
─Ohu bueno, me alegra mucho que te guste Namie porque...uhm veras─Vaciló un poco, por un momento sintiéndose incapaz de soltar las palabras que estaban al borde de sus labios─Mami decidió dejarte aquí.
La bonita carita del moreno formó un lindo gesto de confusión al escuchar aquello—¿Q-qué mami?
─Verás Nam... Mami tiene que ir a un lugar donde no dejan entrar niños, por eso no puedes acompañarla. Tienes que quedarte aquí.
─Pero...─El menor habló, la angustia subiendo hasta su pecho a tal punto de hacerlo sentir querer llorar─Mami ¿Cuánto... cuánto tardarás?─Cuestionó, su pequeño labio inferior temblando al ver a su madre negar.
─Tardaré lo que tenga que tardar, cariño─Soltó con simpleza, recobrando su postura al ponerse de pie.
─P-pero...
─Oh vamos Nam, eres un niño grande, no llores.
El pequeño morenito, torpemente, llevó sus manitas a su rostro intentando limpiar aquellas lagrimitas que habían resbalado sin querer.
—M-mami... yo, no quiero que me dejes...
─Mamá no se está muriendo o algo, cariño─dijo, en un estúpido intento por calmar a su pequeño─Aparte, no te estoy dejando en una casa fea, ya viste─Señaló el jardín y posteriormente la mansión─Este lugar es enorme, aparte tiene una gran biblioteca... te gusta mucho leer ¿no? te divertirás mucho aquí.
Pero no, ni aún escuchando dichas palabras, el corazón del pequeño podía dejar de doler.
─M-mami, yo...─Hablaba en voz rota─Yo quiero ir con-contigo...─Y soltando un gran suspiro lleno de dolor y sentimiento, se aferró a las piernas de su madre, abrazando estas mismas en un desesperado intento por no dejarla ir.
─ ¡Namjoon basta!─Vociferó la mujer─No seas infantil y suéltame, ya.
Ante el frío tono de voz de la morena, el pequeño Nam no vio más remedio que dejar de abrazar a aquella persona que tanto amaba. Aquella que lo había cargado en su vientre por nueve meses, aquella que lo había cuidado y dado amor por un poco más de seis años y aquella que justo ahora se estaba yendo sin más.
Separándose lentamente, el pequeño corazoncito del moreno se quebró en cientos de pedazos una vez que vio a su madre alejarse de él. Ese sonido tan familiar, ese su sonido favorito el cual eran los tacones de esa mujer que tanto adoraba, alejándose cada vez más de él.
Sin voltear siquiera, Kim Yuh Na bajó los escalones para luego caminar con prisa hacía aquel taxi que todo este tiempo la estuvo esperando.
Y así fue como, con el corazoncito roto, la mirada nublada y su llanto dolorosamente suave, Min Namjoon a sus cortos 6 añitos de edad, fue que experimentó el terrible sentimiento del abandono.
⊰✩⊱
─Min Yoong-ie se ve realmente apuesto.
El pequeño azabache, frunció su ceño al verse a sí mismo al espejo y ver la ridícula manera en la que su nana le había vestido.
─No quiero─Soltó, quitando el estúpido moño color negro que estaba postrado sobre el cuello de esa camisa tan incómoda─No me gusta esta ropa, nana Lee─Puchereó juntando ambos brazos sobre su pecho.
─Cariño, tienes que usarla. Esta noche será muy especial para tu padre. Habrá una enorme fiesta en el jardín y tu estarás en ella ¡servirán tus bocadillos favoritos!─Explicó la mujer de mayor edad.
─ ¿Una enorme fiesta? ¿Namie también estará?─Ambos, tanto el pequeño como la mujer, giraron a ver a aquel chiquillo de ojos brillantes que todo este tiempo había estado en la habitación y miraba a lo lejos la bonita ropa que su nuevo hermanito se había estado probando.
─Uhm eso...─Sin saber qué hacer, la mujer solo bajó la mirada, no queriendo decir directamente que el señor de la casa le pidió a ella personalmente que por ningún motivo dejara salir al morenito de su alcoba─ ¿Por qué no te pruebas este otro traje? Apuesto a que te gustará más─Optó por simplemente evadir la pregunta y ver que el azabache de nombre Yoongi, obedecía sin insistir.
─ ¿Hay algo para mí, nana Lee?─El chiquillo de piel canela se le acercó, sus pasitos vacilantes deteniéndose a un par de centímetros de ella.
─Cielo...─Se agachó frente a él, tomando sus pequeñas manitas mientras que su corazón se apretujaba al ver la esperanza de ahora si ser tomado en cuenta en un asunto familiar, bañar los ojos del menor─Me temo que esta vez...
─Tampoco me quieren ahí─Terminó bajando su mirada hasta posarla en sus zapatitos─Lo entiendo, no se preocupe nana Lee.
La mujer, con su pecho lleno en lamento, acarició aquellos cabellos color carbón que se relucían ante ella con la única intención de dar cariño a aquel que, sin aviso alguno, había llegado a esa casa hace un poco más de un año.
─Lo siento mi niño. Te prometo que esta noche me quedaré a tu lado y te leeré tu cuento favorito ¿qué te parece?
Namjoon solo se dedicó a asentir, sintiendo como las caricias de la mujer bajaban hasta su mentón para luego sentir como elevaba este mismo.
─No llores cariño─murmuró limpiando aquellas gotitas que habían resbalado por las mejillas canela del menor─Ya sabes cómo es el señor Min. Él es frío a veces.
Es frió siempre, quiso corregir, no entendiendo el porqué, si el hombre era de aquel modo, había accedido a cuidar de él. No entendiendo el porqué hace más de un año le había adoptado, si apenas había cruzado palabras con él, si apenas y notaba su presencia cuando pasaba justo a un lado, si apenas le dirigía la mirada aquellas pocas veces cuando desayunaban los tres juntos; Si jamás había sido incluido en reuniones familiares, si nadie aparte de aquel hombre, Min Yoongi y su Nana sabía que él también residía ahí; Sí siempre que alguien visitaba la casa se le ordenaba a él encerrarse en su habitación y no salir hasta que se le dijera...Nam no entendía el porqué había sido aceptado en esa casa aquella vez que su madre lo dejó ahí.
¿Por qué estaba ahí? ¿Por qué su madre lo había dejado justamente ahí? ¿Por qué el señor Min le había adoptado para luego fingir no verlo? ¿Por qué?... el pequeño Nam de 7 añitos de edad, no podía dejar de cuestionarse aquello tan constantemente.
(*)
Ya iba a ser un poco más de media noche y la velada aún no terminaba.
Namjoon, a las penumbras de su habitación, veía a través de sus blancas cortinas transparentes, como los invitados de su padre seguían conversando plácidamente en el jardín, mientras que reían y pasaban el rato, tomando de sus copas de lo que Namjoon pudo deducir como vino.
Tenía sed, el moreno, quien había cenado pasadas las 8 de la noche, ya tenía sed y su vasito de plástico color azul, que su nana había traído para él horas antes lleno de jugo, ahora se encontraba completamente vacío.
Tenía tanta, tanta sed...
Los invitados están afuera... si sale a la cocina por un poco de agua, es difícil que noten su presencia ¿verdad?
Con movimientos lentos y vacilantes, Nam abrió la puerta de su habitación, deteniéndose para revisar si no se encontraba nadie en el pasillo, pero al ver completamente solo este mismo, continuó con su objetivo.
Bajó las enormes escaleras con rapidez y como un rayo se adentró a la cocina, envolviéndose en tranquilidad al percatarse de que se encontraba en completa soledad.
Sin prisa, se subió al banquito que su nana había puesto especialmente para él y Yoongi, y tomó de la loza un vaso de plástico limpio. Aún sobre el taburete, el menor abrió la llave y se dispuso a llenar el recipiente con agua del grifo. No fue hasta que el líquido transparente rozó el borde, que el morenito estuvo satisfecho de su acción. Sin embargo, justo cuando se disponía a bajar del banquillo con el vaso lleno entre sus manos, una delicada e infantil vocecita diciendo "¿Quién eres tú?" le hizo sobresaltar a tal grado de resbalar y caer de pompis al suelo, el agua derramándose sobre ambas partes de su pijama.
─ ¡Oh! ¿Estás bien?
La infantil voz cuestionó a la vez que el morenito escuchaba como unos pasos apresurados se dirigían a toda velocidad hasta él y a pesar de que Namjoon se encontraba un poco molesto por lo ocurrido, no pudo decir absolutamente nada cuando, al elevar la mirada, pudo encontrarse con unos hermosos orbes resplandecientes en preocupación.
─ ¿E-estás bien?─Volvió a cuestionar la pequeña personita de cabellera larga, ojos brillantes y pucheritos sumamente tiernos, a aquel que se encontraba tumbado en el suelo con su pijama de animalitos bañada en agua.
─Uhm s-si...─Respondió el moreno no muy convencido, poniéndose de pie sin dejar de mirar a aquella chiquilla frente a él.
Era hermosa, con vestidito celeste claro, zapatos negros y calcetas de holanes, cabellera azabache brillante y aquel tierno brochecito de flores que sujetaba delicadamente la parte derecha de su flequillo, Namjoon no estaba seguro de haber visto algo tan bello en toda su corta vida.
─ ¿Seguro que estás bien?─Su carita bañada en angustia, solo confirmaba al pequeño Nam que aquella niña era un perfecto ángel, mucho más cuando ésta tomó una franela que se encontraba en la isla para ir nuevamente hacía él y ayudarlo inocentemente a secarse─Esto... esto no funciona─Puchereó al borde del llanto, al dar un par de toquecitos con la tela sobre la parte superior de la pijama del contrario y ver que la franela no absorbía. Tenía tantas ganas de llorar, pues que el morenito frente a ella se encontrara totalmente empapado, prácticamente había sido su culpa─Llamaré a mamá para que...
─ ¡No, espera!─Namjoon la tomó del brazo y la nena solo logró pucherear aún más al solo pensar que podría ser regañada.
─L-lo siento...─Susurró, un par de lagrimitas saliendo de sus preciosos ojos y rodando por sus rosadas mejillas─F-fue mi culpa...
Pero Namjoon negó rápidamente─ ¡No! no fue tu culpa, yo... me caí solo. Por favor, no te sientas culpable.
Suspirando, la menor frotó sus ojitos con ambas manos, a la vez que volvía a posar su mirada en aquella del niño frente a ella─ ¿En-en serio?
─Si, no llores por favor─Y delicadamente, llevando sus dos manos a la carita contraría, el pequeño Nam limpió con inocencia aquellas lágrimas que anteriormente había derramado la menor.
─Pero tu ropa...
─Mi ropa secará pronto. No te preocupes por eso─Tranquilizó a la pequeña quien presumía tener una edad similar a la de él─M-me llamo Namjoon. Kim... digo Min Namjoon ¿Cuál es tu nombre?
Oh.
─Ji-soo... soy Kim Jisoo.
⊰✩⊱
2 años atrás.
─Namjoon, contéstame
Luego de aparcar el auto, el de piel morena dejó de mirar hacia el frente, para posar su mirada en aquellos hermosos ojos que llevaban rato esperando por una respuesta.
─Si, hice eso...
─ Pero ¿por qué?─Cuestionó la chica sin comprender─ ¿Por qué carajo lo haces?
─ ¿No es obvio Jisoo? Seok Jin vive en un mundo completamente diferente al que vivimos nosotros. Mi hermano no merece a alguien como él. Yoongi tiene que salir con una persona que esté a su altura. No con alguien que se la vive en bus solo por no tener los recursos suficientes para comprarse un buen carro.
─Estas hablando de mi mejor amigo ¿Te das cuenta de eso?
─Lo sé cariño... pero tienes que aceptar que Seok Jin no está a nuestra altura.
─ ¿Por qué? ¿Por qué no tiene carro? Joder ¿te estás escuchando?─Gruñó ya al borde de la desesperación.
─No es solo el carro. El estatus social...
─Namjoon, ¡el estatus social es una mierda!─Soltó sin más─Ellos están enamorados ¿te importa eso siquiera? ¿Has visto la felicidad de tu hermano últimamente? ¡Él ama con su vida a Seok Jin! ¿Puedes entender eso?
El moreno no contestó, solo se dedicó a llevar su mirada nuevamente hacia el frente, su mano derecha rozando el volante.
─Soonie, no peleemos por favor─Susurró sin mirarla. Él realmente odiaba discutir con la chica.
─Entonces deja de amenazar a mi amigo─Dictó, su mirada aún fija en aquella que no la miraba─Solo déjalos ser felices, Nam. Deja esa relación en paz y...─Suspiró, su corazón ablandándose al mismo tiempo en el que llevaba una de sus manos hasta cubrir esa color canela que no sostenía el volante─Y... concentrémonos en nosotros.
Ahora si Namjoon la miró, su alma iluminándose y su corazón saltando de furor cuando la chica se acercó a él con la única intención de depositar un suave beso en una de las esquinas de sus labios.
─Qué dices ¿eh?
─Lo haré...─Murmuró sonriendo suavemente, para luego llevar la mano que sostenía el volante hacia la parte trasera del cuello de la chica y empujarla con cuidado hasta hacer chocar de nueva cuenta sus labios, esta vez sumiéndose por más tiempo en aquellos sentimientos apenas encontrados y aceptados por ambos.
Claro que lo iba a intentar, por ella... todo lo iba a intentar.
⊰✩⊱
─ ¿Que mierda estás diciendo?─La fría mirada del hombre frente a él le intimidó a tal punto de bajar la propia hasta hacerla posar sobre sus relucientes zapatos.
─Lo siento padre─Inclinó su cuerpo hacia adelante en 90 grados─ No puedo seguir con esto─Confirmó─Ya no estoy dispuesto a amenazar más a Seok Jin y menos a hacer algo de tal gran magnitud.
Pero lo siguiente, no lo vio venir. El hombre aquel que semanas antes le había prometido la dirección de la empresa y un matrimonio con la hija de su más grande accionista, el señor Min, estrelló con fuerza la palma de su mano en su mejilla derecha, haciéndolo a la vez desbalancear ligeramente.
En asombró, Namjoon elevó su cristalina mirada, ambas manos presionando la parte anteriormente golpeada de su cara.
─¿Q-ué?
─ ¡¿Te dije acaso que podía levantarte?!─Gruño el hombre, Namjoon entendiendo rápidamente y volviendo a inclinar su torso en reverencia en tanto las lágrimas rebasaban el borde de sus ojos amenazando con salir y exponer completamente su debilidad.
─Eres una puta mierda Namjoon. Jamás debí dejarte este trabajo a ti─Bramó el hombre─¿Así es como planeabas dirigir mi compañía? Creí que serías capaz, por un jodido momento te creí capaz para dejarte todo esto a ti, pero ya veo que me equivoque...
─Padre, por favor yo...
─ ¡Cállate!─Y una bofetada más llegó a la mejilla izquierda del moreno─Está claro que fue un error mío. Está más que claro que no debí aceptarte en mi casa ese día─dijo, refiriéndose a cuando su amante fue a su casa y dejó a quien decía ser su hijo a su entero cuidado─Jamás debí darte educación, ¡jamás debí presentarte como parte de mi familia!
A ese punto del reprendo, los ojos de Namjoon ya se encontraban derramando lágrimas sin cesar. Le dolía, le dolía que el mismo hombre que un par de años atrás le había confesado solo a él ser su padre y no su padrastro, justo ahora se estuviera arrepintiendo de haberlo recogido, de haberlo aceptado...Dolía porque era como sentir de nuevo el abandono de su madre, era como sentir de nueva cuenta el desprecio de sus compañeros del colegio al decirle que él era un maldito huérfano... "un pobre perro abandonado que había llegado a desgraciar la vida de los Min"
─Lárgate─Esa palabra fue la único que lo hizo despertar de los recuerdos de su pasado─Si tú no eres capaz de hacer un trabajo tan sencillo, yo mismo me encargaré...
─P-padre, por favor, Min Yoongi, mi hermano, él... no puede hacerle esto a él.
─ ¿Acaso pedí tu estúpida opinión? Eres un maldito bastardo de mierda, y personas como tú no merecen meterse en asuntos de mi familia.
Y esa última frase terminó de romper aún más su desgraciado corazón. Esa última frase terminó por destruirlo, por quemarlo vivo. ¿Sus recuerdos del pasado? no eran una pesadilla, no, era la maldita realidad personificada en aquellos dos seres que le dieron la vida hace año, en aquellos dos seres que se atrevieron a abandonarlo, a dejarlo, en esos mismos seres que no tuvieron el maldito valor para cuidarlo...
─Lárgate.
Y sin decir o hacer una cosa más, el de piel canela, hizo una última reverencia, su alma rompiéndose al dar media vuelta y salir del lugar.
⊰✩⊱
─Kim─El chico pelinegro ignoró su llamado, por el contrario, se dispuso a acelerar el paso hasta entrar a su vergel─Acaba con esto─Pidió logrando que esta vez, el mayor si se detuviera.
─ ¿Qué?
─Tu relación con Yoongi. Tienes que pararla ya─Casi suplicó.
Seok Jin quiso reír, pero al último simplemente optó por bufar con notorio enfado.
─Me pregunto por qué carajo me sigues diciendo esto Namjoon. ¿Qué es lo que hay detrás?─Cuestionó calmado, no queriendo perder por ningún momento los estribos.
─Simplemente aléjate de él.
─Ya, ¿Es por lo que me dijiste hace tiempo? Que según tú, yo no estoy a su "altura"─Utilizó comillas en la última palabra, mientras caminaba lentamente hasta quedar frente a él─Que mi estúpido estatus social no se compara en nada con aquel que ustedes tienen, ¿Es eso?
Namjoon, sintiendo su frente punzar repentinamente, llevo una de sus manos hasta ella, la necesidad de aclarar todo de una maldita vez, invadiéndolo de sobremanera.
─Yo solamente te lo estoy advirtiendo─Logró decir─Termina tu relación con mi hermano antes de que sea demasiado tarde.
─ ¿Me estas amenazando?
No claro que no, mi padre te arruinará. ¡Mi padre es el que te destruirá!
─Seok Jin, yo solo....─Pero no pudo confesar nada, pues al llevar por un instante su mirada hacia su derecha, logró distinguir aquel auto que su padre solía mandar para seguirlo, para investigarlo. Regresando sus ojos hacia su mayor, lo único que pudo hacer, producto del miedo, fue tensar notoriamente su mandíbula y acabar─Solo termina con mi hermano.
Y sin decir o hacer algo más, el de piel morena dio media vuelta y caminó, se alejó de aquel al que, contra su voluntad, había estado amenazando para que se alejara de su hermano.
Una vez que estuvo lejos, fuera del campo de visión del contrario para ser más exactos, dos hombres arribaron a él, hombres que identificó claramente como trabajadores de su padre, y que a la fuerza le hicieron entrar al coche que momentos antes le estaba siguiendo.
(*)
─N-No lo hagas... n-no po-por favor...─Suplicó Namjoon mientras que con todas sus fuerzas intentaba liberarse del toque de los fortachones que anteriormente lo habían llevado hasta ahí.
─Ya lo hice─Soltó el hombre sin el más mínimo atisbo de pesar─O bueno, más bien dicho, tú ya lo hiciste.
─ ¿Q-ué?
─Te lo dije en el pasado ¿no? no me gusta que las cosas se hagan a medias. Así que, lo que te pedí, como todo buen padre, lo terminaré por ti.
─Papá que estas...─Pero no terminó cuando el hombre fue hasta él, y del interior de su saco, tomó su teléfono celular.
─Min Namjoon, hijo te agradezco enormemente por enviar ese paquete al hotel en donde tu hermano y el estúpido de Seok Jin celebrarán su asqueroso aniversario─Agradeció caminando nuevamente hasta su escritorio, solo para sentarse en él. El teléfono del moreno aún entre sus manos─Reconsideraré el pedido que me hiciste, ese de poder casarte Kim Jisoo, la hija de mi mayor accionista, a cambio de alejar a ese muerto de hambre de tu hermano.
─Padre no, por favor─Al borde del llanto, Namjoon habló, mientras que el mencionado escribía algo en su teléfono celular─Papá escúchame, ellos, ellos no merecen sufrir esto. Ellos se aman─dijo sin pensar, notando como su padre hacía una mueca de entero asco, intentando cambiar el rumbo, continuó─Mi hermano y Seok Jin pueden seguir con sus vidas, pueden seguir juntos, yo seré él que haga crecer esta compañía. Yo la cuidaré por ti cuando te retires, n-no necesitas a Yoongi en este proyecto. No necesitas emparejarlo con alguien de su maldito estatus social tampoco, no necesitas que él...
─ ¡Cállate!─Ordenó alzando la mano que anteriormente estaba escribiendo en el táctil del aparato─Cállate y escucha esto...
Y lo que comenzó a leer su padre le robó el aliento, aquello que había escrito en su teléfono en un mensaje de texto para Seok Jin, le robó por completo el alma.
¿TID...? ¿lo que había escrito su padre era verdad? ¿Seok Jin tenía un hermano con esa enfermedad? y si era cierto... ¿su padre en verdad era capaz de destruir a todo una familia solo por su maldita codicia?
─Si en verdad no quieres ver como tu hermano es arrastrado a un hospital mental, encárgate de hacer absolutamente todo lo que viene escrito ahí...─Terminó de leer el último texto enviado, y los ojos de Namjoon solo lo podían mirar con repudio y con terror.
Claro, tenía terror. El moreno tenía tanto miedo al pensar en lo que podría ser capaz de hacer su padre solo por dinero, solo por la maldita ambición de tener más.
Sacrificar la vida de una familia, sacrificar la salud mental de un chico ajeno a toda esta mierda, pero sobretodo, sacrificar en todos los sentidos los sentimientos de su propio hijo... aquel al que no llamaba bastardo.
─Papá, no... no lo hagas por favor.
─Muy tarde, ya lo hiciste─Soltó, Namjoon cerrando los ojos con intensidad mientras que ese simple acto las lagrimas retenidas brotaban sin más─Jodido marica─Susurró el hombre al ver la infantil actitud de aquel que llamaba hijo─Secretario Kang, tenga esto...─el mencionado, llegó hasta él y tomó con ambas manos aquella caja que le era extendido, el logotipo de la empresa, aquellos dos triángulos entrelazados, resaltando en la caja de cartón.
─¿Otro paquete, señor?─Cuestionó el hombre, recordando aquello que horas antes había sido enviada al los penhouse de hotel Western.
─Así es, pero esta vez quiero que lo dejen en el buzón de la familia Kim.
Eso inmediatamente llamó la atención del menor.
─Como ordene señor.
Y luego de ver al hombre retirarse, Namjoon cuestionó─¿Qué era eso? ¿No fue suficiente con lo que has hecho?
─Con lo que tu has hecho hijo, recuérdalo─Aclaró─Y no, sabes que para mi jamás es suficiente.
─¿Qué era eso?─Volvió a preguntar.
─Uhm, nada relevante. Solo una increíble invitación a Seok Jin, para que continué con sus estudios en el extranjero, con todo pagado ¿No es fabuloso?
Eres un maldito hijo de mierda, y a pesar de que quería decir aquello, no lo hizo, pues lamentablemente aún le rendía respeto a ese monstruo.
─¿P-por qué lo haces?
─¿No quedó claro Namjoon?─Pero no, jamás quedaría claro para el menor─Seok Jin tiene que largarse, salir por completo de la vida de tu hermano y la mejor manera para que lo haga es yo mismo mandarlo muy, muy lejos.
─ No puedes hacer eso.
─Claro que puedo hacerlo, tengo suficiente dinero y una excelente amenaza para obligar al chico a dejar el país.
─Papá...
─Y tú...─Lo interrumpió antes de que pudiera hablar─Espero que esta vez por lo menos mantengas el hocico cerrado. Nada de decirle una palabra a tu hermano. Mucho menos decirle que Seok Jin dejó el país. Si llegas a hacerlo, si me llego a enterar de que Min esta buscando por cielo, mar y tierra a ese mal nacido gracias a que tu le dijiste la razón, pagarás las consecuencias Min Namjoon. Definitivamente, te arrepentirás...
*
*
*
Ah caray, me encanta el drama... :v
Ahora ya no es Taemin el malo woeons, si no este hijo de puta xp
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Lxs amo ❣️