"¿Aún estoy a tiempo?", le pregunto a Griffin preocupado. "Debo llegar al directorio"
Griffin me sonríe y suelta el pedazo de carne ensangrentado. Hago una nota mental de mandar luego a alguien a limpiar este desastre. Si no lo limpiamos nosotros, nadie lo hará. Es una más de las funciones que el Grupo De la Cruz cumple.
"¿El directorio es lo que te preocupa?", me replica el vampiro. "Estás un poco tarde para eso, humano. ¿En dónde has estado todo este tiempo? Cosas han estado sucediendo mientras no estabas"
"¿Algo grave? ¿En dónde está William?", pregunto preocupado. No confío en Griffin. Debo llegar a mis fuentes confiables. Murphy siendo la primera de la lista.
"Eso es fácil. William está por ahí dando vueltas cazando mercenarios. Después de que nos atacaran directamente durante la reunión del directorio, salimos a contraatacar. Pensamos que tú estabas involucrado en el atentado, de hecho"
"No, no. Yo fui raptado. He estado en un sótano. Acabo de escapar"
"Mucho me temo que William no lo ve de esa manera"
Yo me quedo parado y temo lo peor. Todo este tiempo mi seguridad y la de mi familia estaba garantizada por la confianza que tenía William en mí. Yo siempre he apostado a que él reconoce mi valor. Que sin mí no puede manejar el Grupo De a Cruz. Que la complejidad de la contabilidad y la administración serían demasiado para él.
"Tú", le digo. "Tú arreglaste que me secuestren. ¿No es cierto?"
Griffin asiente con la cabeza lentamente. Su sonrisa me comienza a parecer lo más tétrico de toda la situación.
"Tú querías que no esté presente en la reunión del directorio. Para eso contrataste a este Piojo. A este Duncan. ¿Es la empresa que han empezado, Starmerc, también tu idea?"
"Por supuesto", responde y se queda parado exactamente en donde está, a pesar de que yo me estoy alejando lentamente. Asumo que parte del plan de Griffin es deshacerse de mí. "Mercnet ha tendido a ser uno de los proveedores que más dinero hace del Grupo De la Cruz. Si quería replantear el negocio entero, tenía sentido que parte de la nueva escena sea una nueva empresa que brinde ese servicio"
Lo que dice me deja paralizado. Griffin, un vampiro, está asumiendo el control del negocio. Esto no me suena nada agradable. Si eso es una opción, ¿para qué nos necesitarían a nosotros los humanos?
"¿William está al tanto?", pregunto preocupado. Dudo mucho que el vampiro mayor haya aprobado todo esto.
"En algún momento se lo intenté exponer. No le interesó. Digamos que por omisión tengo su aprobación", Griffin pone sus manos detrás de su espalda. "¿Era ésa tu última carta?"
Hay personas que se paralizan ante el peligro. Que cuando hay un temblor se quedan exactamente en donde están, a pesar de ser muy inteligentes y racionales en su vida diaria. Que no pueden responder una pregunta crucial en una entrevista vital. Yo no soy de ese tipo de gente. No podría serlo. Trabajar con monstruos que en cualquier momento me pueden partir el cuello con un solo movimiento hace que tenga que saber improvisar en el acto o estar expuesto a ser cena de uno de ellos constantemente.
No tengo una respuesta para la pregunta de Griffin. Pero puedo pensar en una si me da un segundo.
"Me necesitas", digo instintivamente. Es lo primero que digo porque es lo que más ha estado presente en mi cabeza todo este tiempo. "El Grupo De la Cruz es un monstruo. Tiene gerencias y áreas y fondos e inversiones. Me necesitas para manejarlo todo"
"Pienso reducir y simplificar", me responde. "Pensé que eso había quedado claro. Laura te lo dijo. Te dijo que el plan era simplificarlo todo. De hecho, tú eres un obstáculo. Representas al viejo orden. A cómo eran las cosas antes. Conmigo todo será más simple. Reduciremos la organización. Mantendremos los fondos y las inversiones a largo plazo. Todo lo demás tendrá que irse"
"Pero... La gente... El Grupo De la Cruz le da trabajo a tanta gente..."
"Especialmente la gente. No entiendo por qué tenemos nosotros que mantenerlos. Que se vayan. No son nuestra responsabilidad"
"Oh, pero sí la es", le insisto. "Si no existiera esta relación laboral entre ustedes y todos ellos, ¿creen que las autoridades no se habrían enterado ya de que gente desaparece? Los familiares de tus víctimas no dicen nada porque dependen de ustedes. Porque saben que si abren la boca, serán despedidos y les quitarán todo lo que tienen. No es solo el dinero. Es mucho más que eso. Es la dependencia laboral"
Griffin me mira y duda. Eso era todo lo que quería. Que dude por un momento. Luego me mira más fijamente. La duda se ha ido. Como un globo lleno de helio que un niño soltó.
"No, lo siento", me dice y da un paso hacia mí. La sangre le gotea de la boca por los lados, haciendo su sonrisa más macabra. Unas gotas caen sobre su camisa blanca, la cual tiene desabotonada hasta la mitad del pecho, mostrando su piel blanca y venosa. "No has sido convincente"
Necesito pensar en algo rápido. Necesito improvisar.
Y en ese pequeño lapso de tiempo que tengo antes de que me coja y me mate, se me ocurre algo que no tiene nada que ver con el problema inmediato. Al final de cuentas, Rebeca Oliva y su filosofía alternativa empresarial es mi aliada. Griffin ha puesto a Laura y a otros contra mí. Pero Rebeca ha sido una carta impredecible en este juego. Una carta que funciona a mi favor.
Si salgo vivo de ésta, quizás deba apoyarme más en ella. Quizás sea la solución a este problema.
"Pues bien", dijo Griffin acercándose lentamente. "Puedes correr si quieres. Pero ambos sabemos que no huirás. Aunque harás mi noche más entretenida"
Yo lo considero y luego miro alrededor. Busco algo que pueda usar como arma. No lo encuentro.
Entonces lamento no haber tenido el tiempo para hablar con mi familia. Espero que Alicia y los chicos sepan qué hacer en este nuevo escenario que Griffin parece estar queriendo aplicar. Cierro los ojos.
Escucho un golpe, pero no siento nada. Considero que así es como se sienta morir. Un golpe tan fuerte que te saca el alma del cuerpo para que no sufras más que, pues, morir propiamente dicho. No obstante, cuando abro los ojos me sorprendo que la experiencia de morir haya dejado mis ojos en modalidad manual y que aun los pueda abrir a voluntad.
Frente a mí veo movimiento borroso. Esto es lo que pasa cuando dos seres super rápidos se enfrentan uno al otro.
Griffin está peleándose con Roonie Mendelson, dios lo bendiga. O quien sea que se aplique en estos casos, considerando que se supone que los vampiros no son criaturas de dios.
Como sea, decido no desperdiciar la oportunidad y salir corriendo.
Les doy la espalda y corro, pero sigo escuchando los golpes. Griffin y Roonie se siguen peleando. Personalmente no tengo idea de quién ganará. Por un lado, Roonie se dedica a esto. Es una especie de mercenario que no puede morir, porque ya está muerto. Por el otro, Griffin parece tener una energía salvaje alrededor de él. Quizás sean sus orígenes o quizás sea el hecho de que tiene muchísimo que perder. No lo sé.
Como sea, no pienso quedarme a ver cuál es el resultado de este encuentro. Así que corro por la calle Abastos sin un rumbo definido. No tengo claro a dónde me conviene ir. Me vendría bien una orientación de algún tipo.
"¿Erwin?", me llama alguien de un lado de la calle. Yo miro y encuentro a quien que no veía hacía tiempo, pero en quien he estado pensando mucho esta noche.
"¿Papá?", pregunto y camino hacia él. Apenas está a suficiente distancia, me coge del brazo y me jala dentro de un callejón oscuro. Mi padre Johnny Martin ya está jubilado y nunca tendió a ser un hombre de acción. Él fue más bien un ejecutivo clásico. Un hombre que dirigía todo desde su escritorio. Nunca antes lo había visto en la calle de noche en un callejón sin su personal de seguridad. "¿Qué haces aquí afuera de noche?"
"Erwin, ¿en dónde has estado? ¡Todos te están buscando!"
"Fui raptado, papá. ¿Qué haces tú aquí afuera?", insisto. "Es peligroso"
"Por supuesto que es peligroso, idiota. Tuve que venir porque tu esposa, la madre de mis nietos, está llorando porque no sabe nada de ti desde que saliste a trabajar hace varias horas. Y ahora hay una especie de golpe de estado dentro del Grupo De la Cruz y tú has desaparecido y hay gente que está muriendo, Erwin. Y se supone que tú eres el maldito responsable de todo este lugar. ¿Qué cuernos está pasando? ¡Respóndeme eso!"
"¡No lo sé!", le respondo. "No sé nada. Sé que de alguna manera están aliados Griffin y Laura y el Piojo..."
"¿El Piojo? ¿Y ése quién es?", pregunta mi padre levantando las cejas.
"¡Tampoco lo sé! Pero es así de chiquito", le indico poniendo mi mano a la altura de mis costillas. "Esto es un caos, papá. Y si queremos arreglar todo necesitamos a William. Hay que llegar a él"
"¿Estás seguro?", me pregunta él hablándome más bajo. "¿Estás seguro de que no queremos que se maten entre ellos? Ésta es la oportunidad que estábamos esperando, Erwin. Huyamos de aquí. Perdámonos en la confusión"
Yo lo pienso por un momento y llego rápidamente a la conclusión de que ésa no es una opción. Que Griffin no permitirá que yo deambule por el mundo sabiendo todo lo que sé del Grupo.
"Tú ve. Anda a mi casa, recoge a Alicia y a los chicos. En el segundo cajón de mi mesa de noche hay un sobre. Ahí hay instrucciones para llegar a un departamento vacío que he mantenido todos estos años al norte de la ciudad. Cuando lleguen ahí encontrarán todo lo que necesiten para huir fuera del país. Vayan. Yo tengo que quedarme"