La terminal en la que nos encontramos se encuentra completamente ajetrada, cosa que es algo más que normal en el aeropuerto de JFK. Hay gente yendo y viniendo en todas las direcciones, algunos con prisa y otros como si tuvieran todo el tiempo del mundo. Hay reuniones de familias, parejas y amigos; al mismo tiempo que algunos pasajeros no tienen nadie que los reciba. Me gusta observar todo a mi alrededor cuando estoy en un aeropuerto. Creo que es uno de los pocos lugares en el mundo en los que realmente se puede apreciar la diversidad y del ser humano en su máximo esplendor.
''Los pasajeros del vuelo 778 con destino a Los Ángeles, por favor dirigirse a su puerta para comenzar el proceso de abordaje''
La voz que sale por los parlantes anuncia el vuelo de Luke. Intercambiamos miradas de tristeza ya que es hora de que se vaya. Se lo explico a Mia mientras tomo su libro para colorear y sus lápices para guardarlos dentro de su pequeña mochila. Nos ponemos de pie y Luke levanta a Mia y la carga para después comenzar a caminar con ella en brazos en dirección a su puerta de embarque. Por suerte ya entregamos la maleta de Luke y nos estamos ahorrando el fastidio de tener que arrastrarla por toda la terminal.
Una vez divisamos la puerta, nos detenemos frente a esta y llega el momento de la despedida.
-Adiós princesa, te voy a extrañar mucho.- le dice Luke a Mia mientras baña su pequeña carita con muchos besos.- Pórtate bien si?
-Yo también te voy a extrañar papá Luke.- responde abrazándolo fuerte y mi corazón se enternece al escucharla decir eso.
Seguidamente Luke la deja con delicadeza en el suelo y es mi turno de decirle adiós.
-En serio tienes que irte?- pregunto envolviéndo mis brazos alrededor de su cuello al mismo tiempo que el me toma de la cintura.
-No sabes como quisiera quedarme- dice y planta un suave beso en mis labios.- Voy a tratar de estar de vuelta para la boda, pero no puedo prometer nada.
-Está bien- respondo haciendo un leve puchero.- Vas a hacernos mucha falta.
-Y ustedes a mi, muchísima.- me besa de nuevo pero esta vez es un beso más largo y con más pasión que el anterior.- Te amo.
-Yo más.
Ambos sonreímos y justo cuando nos separámos se vuelve a escuchar el anuncio de su vuelo por los parlantes, por lo que ya no lo podemos posponer por más tiempo. Se aleja de nosotras y va hacia la entrada del control de seguridad. Se da la vuelta y se despide una vez más con un ademán de mano que tanto yo como Mia le devolvemos y luefo desaparece de nuestro rango de visión.
Tomo la mano de Mia y empezamos a caminar, cruzando nuevamente toda la terminal de salidas nacionales hasta llegar a la puerta de salida. Busco un paso de cebra y luego de asegurarme de que es seguro cruzar la calle, sujeto a Mia con fuerza para que no lo haga por su cuenta hasta que llegamos al estacionamiento. Busco nuestro auto por la sección en la que recuerdo que Luke lo estacionó al venir y luego de un par de minutos logro divisarlo. Desbloqueo el seguro y abro la puerta trasera para después subir a Mia y sentarla en su silla para niños. Le pongo el cinturón cerciorándome de que la silla esté bien sujeta y luego cierro la puerta, rodeo el capó del auto y subo al asiento del conductor.
Prendo el auto y enseguida el CD con música de Disney que mis padres compraron para Mia comienza a sonar, y la verdad es que no me quejo porque desde mucho antes de tener una hija ya me encantaba escucharlas seguido. Arranco el auto y comienzo a conducir guera del estacionamiento para luego adentrarme en la enorme avenida yhacer el relativamente largo camino a casa.
Con Luke ahora fuera de la ciudad, finalmente puedo pensar y procesar aquel momento que estuve bloqueando de mi mente desde ayer en la tarde. Luego de que Alex y Juliet se fueron decidí enfocarme totalmente en Luke y brindarle mi atención al cien por ciento para así poder ignorar unas cuántas horas más aquel beso que jamás debió ocurrir. Ordenamos la casa, vimos películas, cenamos pizza en familia y en la noche Luke y yo tuvimos relaciones... Mantuve mi mente ocupada y me esforcé en que Luke no se diera cuenta de que algo había pasado o que estaba actuando de alguna manera extraña. No quería pelear con él, mucho menos un día antes de que se fuera y luego de que se portó tan bien tanto con Alex como con Juliet y sobretodo después de cómo reaccionó a la noticia del embarazo.
Pero por más que quisiera ignorarlo y pretender que nada pasó y seguir cómo si nada, sé que no es posible y no sería la reacción más madura de mi parte. Pienso y pienso y le doy mil vueltas a la situación en mi cabeza, y aún así no encuentro alguna explicación razonable del que llevó a que nos besemos. Y digo ''nos'' porque no fue solamente él quien me besó a mi, fue algo recíproco. No puedo evitar preguntarme: Hice algo que le diera a entender que quería besarlo? Le dí alguna señal que lo confundió de alguna manera respecto a nosotros? Lo único que se me ocurre es que debido a Mia y a los preparativos de la boda, hemos estado pasando muchísimo tiempo juntos y puede que eso haya hecho que los sentimientos de antes suban a flote; y a eso hay que agregarle el hecho de que estábamos en mi antigua habitación, donde compartimos un sin fin de momentos y experiencias juntos. Sin embargo, ambos estamos más que contentos en nuestras relaciones, por lo que me encuentro envuelta en un gran dilema emocional.
Y es justamente por eso que no sé que hacer. Obviamente que tengo que hablar con Alex al respecto, pero tampoco quiero hacer un gran drama de esto ya que no significó nada y la verdad es que preferiría que no haya ningún tipo de incomodidad entre nosotros. Debería llamarlo o ir a su casa? Tampoco quiero incomodarlo... Pfff, por qué tenía que pasar esto?
Para cuando termino con mi soliloquio ya nos encontramos a tan solo un par de cuadras de la casa de mis padres. Me detengo en un semáforo en una intersección y observo ambos caminos en frente mío. Sé que si sigo recto voy a llegar a la casa, pero también sé que si doblo a la derecha puedo seguir manejando unas cuántas calles hasta llegar al departamento de Alex. A pesar de que nunca he estado ahí, tengo la dirección ya que él me la dio en caso de emergencias y sé exactamente cómo llegar.
El semáforo se pone en verde y yo pongo mi guiñador y arranco, tomando la decisión de ir ahora. Cómo dice el dicho: No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy. Pienso si sería mejor llamarlo para dejarle saber que estoy en camino y para preguntarle si se encuentra en casa pero me desanimos. Alex debe estar en la misma posición que yo, y conociéndolo seguramente trataría de posponer esta conversación el mayor tiempo posible, así que decido arriesgarme y esperar que todo salga bien.
Bajo la velocidad una vez que creo que me encuentro en el barrio correcto y tengo que admitir que es muy lindo. Hay un parque en el centro y alrededor un montón de edificios bastante modernos. Jamás había estado por esta zona, pero se ve que es bastante tranquila y en desarrollo. Bajo la ventana y observo con concentración los números de cada edificio hasta que encuentro el de Alex. Busco un parqueo pero aparentemente solo tienen estacionamiento subterráneo, asi que no tengo otra opción que estacionar en frente del edificio.
Apago el auto y miro hacia el asiento trasero por el retrovisor. Al parecer el trayecto adormeció a Mia, ya que se encuentra con los ojos cerrados y completamente dormida. Obviamente no la puedo dejar en el auto, así que no me va a quedar otra que cargarla hasta el departamento. Bufo y solamente espero que el edificio tenga un ascensor.
(-Narra Alex-)
Nunca fui mucho de usar tablas de Excel ni mucho menos de las matemáticas, pero esto de tener que controlar el presupuesto para la boda no me deja otra opción, y decir que es estresante es poco. Si bien Juliet y Hunter (más la rídiculamente cara planeadora de bodas) se han estado encargando del asecto logístico; yo me la he pasado tratando de ajustar cuentas y tratar de gastar lo menos posible. Naturalmente que quiero que Juliet tenga la boda de sus sueños, pero eso significa gastar un poco más de lo que podemos permitirnos. Yo sería feliz con algo pequeño, con solo nuestra familia presente seria suficiente; pero ella ha estado soñando con este momento desde que era niña: una enorme ceremonia, el vestido perfecto, cuarteto de cuerdas, buffet, barra libre... Y quién soy yo para negárselo? Sería muy egoísta de mi parte.
Es por eso que aquí estoy, utilizando uno de mis pocos días libres para calcular cuánto debemos y ver como inevitablemente nuestras deudas se agrandan y acumulan. Suspiro. A pesar de que tengo un trabajo fijo en una firma de abogados, recién estoy empezando y mi salario no es demasiado alto por así decirse. Y a todo esto hay que añadirle los gastos que vamos a tener una vez llegue el bebé: el médico, la ropa, los pañales... Eso solamente es al principio; luego viene el colegio, la universidad... Dios, son dieciocho años que tengo que planear una manera de proveer para ellos. Y no es cómo si jamás hubiera querido tener hijos; pero pensaba tenerlos más adelante cuando mi vida tuviera más estabilidad económica y viviera en una gran casa a las afueras de la ciudad en un lindo barrio y con una cerca blanca alrededor.
Pero si hay algo que la vida me ha demostrado éste último tiempo es que por más que uno quiera las cosas no siempre salen cómo uno las planea, y lo único que se puede hacer es adaptarse a las circunstancias y sacar lo mejor de cada una.
Bostezo. Anoche no pude dormir nada ya que no podía dejar de pensar en Kendall. Qué estaba pasando por mi cabeza en ese momento, y por qué se me ocurrió la gran idea de besarla? Todo iba tan bien entre nosotros. Finalmente habíamos hablado sobre nuestra ruptura y ya no había ningún tipo de resentimiento, arreglamos el tema de la custodia de Mia e incluso nuestras respectivas parejas se llevaban bien el uno con el otro. Por qué tenía que hacer semejante estupidez? Pero ahí me tienes, siempre metiendo la pata.
Obviamente que Kendall siempre me va a parecer atractiva físicamente. Es decir, por algo me enamoré de ella hace tantos años. Pero lo que jamás me hubiera esperado al volver a ser parte de su vida es que de cierta forma los sentimientos por ella vuelvan a florecer. Si soy honesto, no he dejado de pensar en ella desde que la vi en aquel vestido rosado la noche que fuimos a cenar los dos solos y tuvimos nuestra primera conversación seria respecto al pasado. Por más que pasen los años, todavía tengo sentimientos por ella. Supongo que la frase ''dónde hubo fuego cenizas quedan'' tiene algo de razón no?
No puedo permitirme pensar en ella de esa manera. Luego de que me rompió el corazón, juré olvidarla y logré hacerlo con éxito hasta hace tan solo un par de semanas; cuando ella decidió volver y poner mi mundo de cabeza. Pero estoy a punto de casarme y de tener un hijo con una chica increíble y a la cuál realmente amo, así que no tengo planeado separarme de ella en ningún momento. Y de todas maneras, pensar tanto en esto no tiene ningún sentido ya que claramente ella no está interesada en mi. Independientemente del hecho de que está comprometida con lo que parece ser un buen chico, cuando la besé me apartó y salió de la habitación a toda velocidad. Lo único que hizo ese beso fue crear una situación incómoda para ambos.
Observo mi escritorio en dirección hacia dónde mi celular se encuentra. Suspiro y estiro mi brazo para tomarlo y buscar el contacto de Kendall. Dudo un par de segundos y estoy por presionar el botón de 'llamar' cuando el sonido del timbre me interrumpe. No estoy esperando a nadie, así que no tengo idea de quién puede ser. Bloqueo mi teléfono y lo pongo en mi bolsillo para luego ponerme de pie y hacer mi camino desde mi habitación hacia la puerta del departamento.
La abro y veo a Kendall, quién tiene a Mia en brazos dormida profundamente.
-Hey- digo soprendido al verla aquí.- Cómo estás?
-Bien, y tú?- contesta.
-Bien también.- respondo. No sé que más decirle ya que no sé porque está acá y porque no sé cómo interactuar con ella luego de lo sucedido.
-Te encuentro en un mal momento? - pregunta mirándome de pies a cabeza y es ahí cuando recuerdo que lo único que traigo puesto es un buzo plomo y mi torso se encuentra totalmente descubierto.
-No, para nada- digo.- Lo siento, no esperaba visitas. Ven, déjame ayudarte.
Estiro mis brazos y ella me entrega con delicadeza a Mia, expresando inmediatamente una sensación de alivio una vez quito el peso de ella. A pesar de que el edificio si tiene un ascensor, Mia ya no es un bebé y no es tan liviana que digamos. Kendall entra en el departamento y cierra la puerta detrás suyo mientras yo procedo a caminar hacia mi habitación para depositar a Mia en la cama y así no tener que despertarla. Se ve tan adorable cuando duerme, podría quedarme mirándola todo el día. Tomo una manta que se encuentra a los pies de la cama y la cubro, plantando un suave beso en su frente.
Recuerdo que tengo que buscar algo para cubrirme, así que voy hacia el clóset y tomo una polera negra y me la pongo. Después salgo de mi cuarto entrecerrando la puerta y voy nuevamente hacia mi sala, donde Kendall se encuentra parada, observando a su alrededor.
-Ponte cómoda.- digo señalando el sofá, invitándola a sentarse.- Quieres algo de tomar?
-Un vaso de agua estaría bien- responde una vez toma asiento.
Asiento y voy a la cocina en busca del agua. Sirvo dos vasos y procedo a darle encuentro a Kendall en el sofá. Le entrego uno de los vasos y me siento al lado de ella. Ambos le damos un trago al agua y aprovecho de observarla. Trae puesto un lindo vestido blanco con un estampado de girasoles, sandalias amarillas y su cabello cae suelto sobre sus hombros. Su rostro se encuentra libre de maquillaje, exceptuando sus labios que tienen un labial de un leve color rosado.
-Perdón por venir sin avisar, es que estábamos volviendo de despedir a Luke del aeropuerto y aproveché para desviarme hacia acá- explica Kendall.
-No hay problema- digo.- Esperemos que Luke pueda volver para la boda.- menciono y noto que ella se tensa. Probablemente se siente culpable de alguna manera por el beso?
-Si...- dice y le da otro trago a su vaso de agua.-Bueno, la razón por la que decidí venir es porque quería hablar contigo y creo que sabes sobre qué.
-De hecho si. Yo estaba por llamarte antes de que tocaras la puerta- hablo.- Quería disculparme por el beso. Me dejé llevar y nunca debí haberte faltado el respeto de esa manera. Puede que haya confundido el cariño que te tengo por algo más y actué sin pensar. Lo siento.
Ella me mira sorprendida, cómo si no se hubiera esperado una disculpa de mi parte.
-Gracias- responde y sonríe.- No sabes lo nerviosa que estaba porque no sabía cómo reaccionar ni cómo iba a afectar nuestra relación, además que no quería lastimar de ninguna manera a Luke y a Juliet; así que escucharte decir esto significa mucho para mi. Aparte, no quisiera que la paternidad compartida de Mia se vuelva incómoda. Yo te veo solamente como un amigo y me alegra saber que no hay ningún malentendido y que tú me ves de la misma manera.
-Amigos, exacto- digo sonriendo, a pesar de que sus palabras duelen un poco.
-Entonces estamos bien?- pone una mano sobre la que yo tenía en el sofá y me mira fijamente.
-Más que bien- contesto, causando que ella sonría y luego aleje su mano.
-Genial- dice dejando su vaso aún sin terminar sobre la pequeña mesa e frente del sofá.- Ya que ya resolvimos esto y mi conciencia está tranquila, creo que es hora de irme.- Se pone de pie y yo hago lo mismo- Lamento haber interrumpido tu tarde.
-No tienes que irte- hablo rápido. Ella se frena de tomar su cartera y yo aclaro mi garganta.- Es decir, acabas de llegar y yo no estaba haciendo nada importante. Además Mia está durmiendo y no creo que sea muy buena idea despertarla de su siesta. Por qué no te quedas un rato, por lo menos hasta que Mia se levante?
-Oh- exclama.- Supongo que tienes razón... Seguro? No tienes que sentirte obligado a invitarme a quedarme.
-No es una obligación, me encanta tenerlas aquí- utilizo el plural para que no piense mal luego de toda la situación.- Podemos ver una película y ordenar una pizza, o lo que tu quieras- ofrezco.
-Qué hay de Juliet?- pregunta.
-Está fuera de casa, ya sabes, no falta para la boda y aunque no especificó exactamente dónde estaba yendo me dijo que tenía algo que ver con eso- respondo y ella asiente.
-De acuerdo. Ahora que lo pienso, pizza y una película suenan bien- sonríe.
Le devuelvo el gesto y le señalo el control de la televisión, diciéndole que elija la película que quiera en Netflix mientras yo pido la comida. Si mal no lo recuerdo, solíamos pedir la mitad de champiñones y la mitad de salami, así que una vez que selecciono esos sabores en la aplicación recibo un mensaje de confirmación diciendo que la comida va a estar aquí en 15 minutos.
-La comida no tarda en llegar-Bloqueo mi teléfono y al ver la película que seleccionó ruedo los ojos. -Ken, has visto esta película un millón de veces- digo apuntando a la pantalla.
-No es verdad- responde llevando una mano a su pecho, fingiendo estar ofendida.- Es mi favorita; y con la universidad, Mia, el trabajo y el hecho de que a Luke no le gusta no la veo hace mucho. Por favor?- hace un puchero con sus labios y me mira con ojos de perrito.
-De acuerdo- termino cediendo, no solamente por la manera en la que me está mirando ahora, sino porque recuerdo que ''Diario de una pasión'' también era la película favorita de su hermano y significa mucha para ella.
Ella aplaude feliz y una vez me siento a su lado en el sofá, le da a reproducir y pone su total atención en la pantalla. Yo la miro de reojo, e inevitablemente me veo transportado a cuatri años atrás cuando hacíamos lo mismo y esbozo una leve sonrisa.