''Ya es hora''

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Acaricio con suavidad la espalda de Mia mientras nos encontramos sentadas en uno de los sofás de la sala. Su llanto se va calmando lentamente hasta que finalmente se detiene. Se queda en silencio sin moverse de la posición en la que estaba, abrazada a mi con sus brazos rodeando mi cuello y su cabeza apoyada en mi hombro.  Todo este tiempo yo muerdo mi labio inferior para reprimir que las lágrimas salgan, no quiero que mi hija me vea llorar, eso sólo la va a lastimar.

Nos separo lentamente y veo su rostro. Sus ojos se encuentran un poco brillosos por haber estado llorando, pero yo le sonrío y ella me devuelve una tierna sonrisa. Acomodo un poco su cabello detrás de sus orejas y dejo un suave beso en su frente. 

-Quieres desayunar cariño?- pregunto, aunque ya sé la respuesta.

-Si!- contesta ya un poco más animada.

-De acuerdo, siéntate en el sofá y ve un poco de televisión mientras yo te preparo algo si?

Ella asiente y se acomoda frente al televisor. Tomo el control y prendo el televisor. Busco algún programa de los que le gusta hasta que finalmente encuentro uno y lo dejo, notando que se alegra al ver a sus personajes favoritos. Me alejo y camino hacia la cocina, dónde saco un recipiente y vierto un poco de cereal con leche en este. Hago mi camino de vuelta hacia donde se encuentra ella y se lo entrego. Le dejo un beso en la cabeza mientras ella comienza a comer diciéndole que estaría arriba por un momento y luego bajaría.

Salgo de ahí y voy hacia las escaleras para luego subirlas y dirigirme a mi habitación. Entro en esta y dejo la puerta a medio cerrar para así poder escuchar a Mia si necesitaba algo. Me siento en la cama y miro a mi alrededor. La maleta de Luke se encuentra abierta en el suelo con varias prendas de ropa tiradas por el suelo, seguramente la desordenó al subir a buscar sus ropa para vestirse y salir de la casa con un portazo.Sin siquiera darme cuenta comienzo a llorar. 

Definitivamente esta es la pelea más fuerte que hemos tenido jamás, y eso que habíamos tenido grandes peleas antes. Me siento realmente mal conmigo misma. Jamás debería haberle ocultado la verdad. Debería haberle dicho quién era el padre de Mia desde un principio y así me hubiera evitado todo este dolor. Él tiene toda la razón de estar molesto, pero no tiene porque llamarme egoísta.

Si, estuvo mal lo que hice, pero yo tengo mis razones y él ni siquiera se dignó a escucharlas. Yo pensaba decirle todo a Alex apenas me enteré del embarazo, pero no se pudo y el tiempo pasó, así que simplemente decidí dejarlo así. Era lo mejor para todos, tanto como para él, como para mí y para mi hija. Luego conocí a Luke y el aceptó a Mia tan bien que no pensé que iba a ser necesario siquiera mencionarle a Alex, pero nunca me imaginé que nos íbamos a volver a encontrar y mucho menos que se iban a conocer.

Ahora todo está mal. Luke ya no quiere ni verme y tengo miedo de haberlo perdido. Yo realmente he llegado a quererlo, lo amo, y no quiero estar sin él. Ni siquiera sé si va a querer perdonarme, pero si lo hace, es obvio que va a querer que le diga toda la verdad a Alexander, y no creo estar preparada para eso. Digo, no podía simplemente llegar después de cuatro años y decirle: ''Alex, te presento a tu hija''. Simplemente no creo que sería capaz de enfrentarme a su reacción. Si Luke reaccionó así no me quiero ni imaginar cómo va a reaccionar él.

Además que gracias a la cena que tuvimos pude notar que está realmente enamorado de su prometida. La manera en que la mira y habla de ella lo hacen totalmente notorio y más que obvio, y aunque verlo feliz con alguien más causa una sensación extraña dentro mío, me alegro por él. Es por eso que no puedo llegar y arruinarle todo diciéndole que tiene una hija.

Escucho la voz de Mia llamándome desde la sala, por lo que respiro hasta calmarme y limpio los restos de lágrimas que quedan en mi rostro. Salgo de mi habitación y bajo las gradas hasta llegar donde Mia se encuentra. Ya terminó su desayuno, así que decido que lo mejor va a ser que nos demos una ducha y luego hagamos algo juntas para distraernos.

Caminos CruzadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora