Hospital

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(-Narra Kendall-)

Apenas se corta la llamada me pongo de pie y comienzo a buscar mis cosas con la mayor velocidad que puedo. Mis ojos se encuentran aguados y me dificultan la visión pero no puedo evitarlo. Mi corazón late a mil, tengo la respiración agitada y estoy temblando.

''Mia se desmayó''. 

Esas tres palabras no dejan de dar vueltas por mi cabeza una y otra vez sin parar. Mi hija está desmayada y en camino al hospital. Decir que estoy asustada es quedarse corto. No sé qué le pasó ni cómo está, sólo sé que perdió la conciencia y nada más. Mierda, jamás debí haberla dejado ir con Alex. No quiero buscar culpables, pero si se hubiera quedado conmigo nada le hubiera pasado.

Tomo solamente lo más importante, mi celular y mi billetera y salgo de casa. No pienso tomar el auto ya que no me encuentro en condiciones para manejar, así que corro lo más rápido hacia la avenida y estiro un brazo para parar un taxi.

Por suerte no pasan más que un par de minutos hasta que finalmente uno se detiene frente mío. Sin perder tiempo me subo en éste y le doy la dirección del hospital. El chófer arranca inmediatamente y yo saco el celular de mis bolsillos y le marco a Luke. 

Espero un par de tonos hasta que finalmente contesta:

-Hola amor, que pasó?- me dice e inevitablemente rompo en llanto.-Kendall, estás bien?

-Mia- es lo único que logro decir.

-Mia qué? Ella está bien? Kendall, dime algo, me estás preocupando.- habla rápido y puedo notar la inquietud en su voz.

-No, no lo está. Estoy en camino al hospital ''Mount Sinai'', se desmayó.- logro decir y me quedo callada.

-Dios- exclama él.-Voy enseguida, espérame ahí.

-Luke?- hablo con voz suave sintiendo el nudo en mi garganta formarse.

-Si amor?

-Tengo miedo- digo y muerdo mi labio para no romper en llanto otra vez.

-Tranquila. Todo va a estar bien si? No te preocupes.- me tranquiliza pero la verdad es que no sirve de mucho.- Te amo.

-Bien. Nos vemos allá. Yo también te amo- le digo y luego cuelgo la llamada.

Guardo mi celular en mi bolsillo nuevamente y me recuesto sobre el asiento al mismo tiempo que cierro mis ojos y suelto un gran suspiro. 

Trato de poner mi mente en blanco y evitar pensar en cosas negativas ya que eso lo único que va a hacer es preocuparme más de lo que ya lo estoy. Si algo llegara a pasarle a Mia... Ni siquiera quiero imaginármelo. Ella es mi vida entera, si algo malo le ocurriera me moriría.

Veo a través de la ventana y logro divisar que ya nos encontramos a sólo un par de metros del hospital. Mis nervios aumentan considerablemente al igual que mi angustia y mis ganas de ver cómo se encuentra mi hija. 

El taxi se detiene en la entrada principal de éste y luego de agradecerle y pagarle el viaje, me bajo y corro directamente hacia la puerta y voy directamente hacia Urgencias ya que supongo que es ahí dónde Alex la ingresó.

Me acerco a la recepcionista quién al verme frente suyo levanta la vista de la computadora y me mira.

-Hola, Hospital ''Mount Sinai'', en qué puedo ayudarle?- me pregunta con amabilidad.

-Hola, vengo a ver a mi hija. Mia Alexandra Smith. Llegó desmayada con su padre, Alexander Smith. Sabe dónde se encuentra?

-Un momento por favor-dice y vuelve su atención a la pantalla de la computadora. Teclea un par de veces y luego vuelve a mirarme.- Se encuentra en la habitación 216 en el segundo piso, área de Endocrinología. 

Caminos CruzadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora