Flashbacks

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(-Narra Alex)-

Me encuentro recorriendo la tienda de artículos de boda junto con Juliet mientras buscamos los adornos y las invitaciones para el gran día, y aunque quería prestar atención a las opciones que la encargada nos estaba mostrando, no podía hacerlo. Estaba muy distraído, no solo hoy, sino desde hace un par de días, desde que vi a Kendall.

No puedo dejar de pensar en ese encuentro. Es decir, yo jamás pensé que volvería a encontrármela en la vida, por lo que decir que el verla en aquel supermercado me sorprendió sería poco. Repaso el momento varias veces al día, sin poder evitarlo los recuerdos vuelven a mi mente.


Flashback:

Estaba atravesando el pasillo esperando a que Juliet volviera de buscar un par de bolsas de leche, cuando mi vista se posó en una mujer que se encontraba poniendo unas cuantas manzanas en una bolsa de plástico. La vi parecida a Kendall, pero eso no podía ser. Ella se había ido a vivir al otro lado del país, porque estaría aquí?

La observé con mas detenimiento y al parecer ella se dió cuenta porque giró su cabeza con disimulación, y cuando lo hizo, la reconocí. Era ella. Su largo cabello negro caía sobre sus hombros y sus hermosos ojos verdes me miraban con confusión. Me habrá reconocido? Se veía aún más hermosa de lo que la recordaba. Se veía mayor, más madura, pero aún así se veía preciosa. Por instinto comencé a caminar en su dirección, no se porqué, pero para cuando me di cuenta ya me encontraba frente a ella. 

Dios. Mi corazón comenzó a latir con fuerza. El tenerla frente mío después de tantos años me puso tan nervioso, justo como lo hacía cuando estábamos juntos. Que debía decirle ahora?

Veo como me observa con curiosidad, analizando cada facción de mi rostro, al igual que yo lo hago con el de ella. Cada rasgo de su rostro se ve igual a como lo recordaba, a como lo había memorizado la última vez que la vi. La noche en que la terminamos.

-Hola Kendall, eres tú?- digo admirando su cuerpo y luego volviendo a posar mis ojos en su rostro. 

Dios, porque pregunté algo tan tonto?

-Hola Alexander. Si, soy yo- responde con una cierta sequedad, pero no le presto atención, ya que escuchar su voz después de tantos años me descoloca.

-Wow, te ves... diferente- le digo después de pensar un momento en que decir. Diferente en realidad no era la palabra que buscaba, pero fue lo primero que salió.-Por un momento no te reconocí.

-Lo mismo digo- habla, y luego no dice nada más.

Odio este silencio. Era tan incómodo. Jamás pensé que el volver a encontrarme con ella iba a ser así, y que ninguno de los dos tendría algo que decir. Decido romper el silencio.

-Que haces aquí?- pregunto. Y en serio estaba intrigado por la respuesta.

-Vine de compras- me contesta, y no puedo creer que no haya entendido que no me refería a el supermercado.

-Me refiero a aquí, en Nueva York.- hablo con incomodidad.- Pensé que nunca volverías.

Me arrepiento de haber dicho eso inmediatamente al ver su reacción. Ni siquiera sé porque lo dije.

-Yo, bueno...Vine de vacaciones. A visitar a mis padres, ya sabes.- responde con cierto nerviosismo.

-Me alegro. Que tal California? Terminaste de estudiar?

-Me falta un año y acabo con la carrera de Biología Marina. Tú?

Me relajo al darme cuenta de que la conversación comienza a fluir y la incomodidad se hace cada vez menor.

Caminos CruzadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora