Más que solo ADN

380 29 12
                                    

(-Narra Kendall-)

Las lágrimas siguieron sin dejar de salir por una cantidad inmesurable de tiempo, al menos para mi. Con mis brazos rodeando mis rodillas y mi cabeza apoyada en éstas, dejé salir toda mi tristeza y mi dolor tras haber escuchado a Alexander decir todas las cosas que dijo y haberme amenazado con quitarme a mi razón de vivir.

Luke escuchó mis llantos y vino preocupado a consolarme, sentándose a mi lado para después comenzar a abrazarme. Inmediatamente rodeé su cintura con mis brazos y enterré mi cabeza en su pecho. Él me susurra palabras tranquilizadoras a pesar de que aún no sabe qué es lo me ocurre, pero yo estoy bastante segura de que sabe que tiene algo que ver con el que alguna vez fue el amor de mi vida.

Lentamente me voy calmando hasta que finalmente dejo de llorar y puedo respirar con tranquilidad. Escucho a Mia jugar en la sala completamente ajena a lo que estamos viviendo en éste momento y por un breve segundo sonrío, feliz de saber que mi hija no está sufriendo por el egoísmo de su padre, por lo menos no aún. Me separo de Luke y me suelto de su abrazo. Él me mira con ojos preocupados mientras yo me limpio las mejillas con ambas manos para borrar los restos de lágrimas que aún puedan quedar en ellas. Inhalo y exhalo varias veces para así poder aplacar mi ira y mi dolor, ambos sentimientos mezclados debido al horrible momento que acabo de pasar, y así poder explicarle a Luke exactamente qué es lo que acaba de ocurrir. 

-Amor, ya te encuentras mejor?- pregunta Luke mientras con delicadeza acomoda algunos mechones rebeldes detrás de mi oído.

-Ya estoy tranquila, pero no mejor- respondo y puedo notar la tristeza que denota mi voz, y sé que Luke también lo hace ya que su mirada de preocupación no desaparece.

-Qué pasó? Te hizo algo ese idiota? O más bien, qué fue lo que te hizo para ponerte de ésta manera?- me dice enfadado, no conmigo sino con él, obviamente.

-Es más que un idiota- acoto.- Todo iba bien. Yo no podía de emoción al ver a mi hija finalmente conocer a su padre biológico y que se hayan llevado tan bien y hayan tenido esa conexión inmediata, sabes?- hablo y él asiente, dándome a entender que continúe.- Luego cuando fue hora de que se vaya, lo acompañé hasta la puerta y me dijo que Mia era la niña más hermosa del mundo, que con solo verla la amó y me agradeció por conocerla. Hasta ahí todo perfecto. Yo le dije que era lo menos que podía hacer ya que tenía derecho de conocerla. Obviamente ahora que lo hizo, no podía sacarlo de su vida verdad? Entonces le recordé que dentro de un mes nos volvíamos a California, por lo que sería bueno que nos sentemos a discutir los días de visita para que planeé sus viajes y todo eso.- siento como el nudo en mi garganta comienza a formarse.- Y su respuesta no me la esperaba.

-Qué fue lo que te dijo, Kendall?- pregunta ansioso.

-Me dijo que si creía que se iba a perder un día más de su vida y que iba a dejar que me la lleve otra vez estaba muy equivocada.

-Qué?- me interrumpe Luke.- Y qué es lo que piensa hacer para evitarlo?

-Me amenazó diciéndome que me consiga un abogado, ya que quiere pelear por la custodia.- suelto de golpe.

Luke no dice absolutamente nada, simplemente veo cómo sus manos se forman en puños y su respiración comienza a agitarse. Cierra los ojos y tensa su mandíbula.  Puedo ver las venas en sus brazos marcarse y sé que está por comenzar a gritar y a golpear cualquier cosa que se encuentre a su alrededor si no lo tranquilizo. Es por eso que poso delicadamente una mano en su hombro, causando que abra los ojos y me mire fijamente con la rabia reflejada en sus iris verdes.

-Luke, cálmate por favor- hablo casi en un susurro, pero él se pone de pie y comienza a jalar su cabello en signo de frustración.

-Cómo quieres que me calme!?- dice casi gritando.- Tú crees que voy a poder estar calmado cuando éste imbécil quiere venir y llevarse a Mia? No se lo voy a permitir. Quién se cree?

-Es el padre, Luke.- hablo poniéndome de pie igualmente. 

-Discúlpame Kendall pero él no es el padre. Podrá tener su ADN, pero el ser un padre es mucho más que eso. Un padre tiene que estar presente para su hija, saber todo sobre ella y que ella sepa que uno está ahí para ella. Y déjame decirte que aquí el único padre de Mia soy yo, y no voy a permitir que me la quiten- habla llevando una mano a su pecho. 

-Tienes toda la razón.  Tú has sido mucho más que un padre para Mia aún sabiendo que ella no era tuya, y no sabes lo mucho que eso significa para mi, para las dos.- doy un paso más cerca suyo para mirarlo de frente.- Pero él no lo ve de esa manera. Además que él va a argumentar que no sabía de su existencia, lo que es completamente verdad.

-Entonces... si iremos a juicio?- pregunto asustada.

-Claro que iremos. Voy a ayudarte a conseguir el mejor abogado de la ciudad y juntos vamos a pelear por mantener a la niña con nosotros.- toma mis manos y las besa suavemente.

-Luke, no tenemos tanto dinero cómo para pagar un abogado tan caro. Además... qué pasa si perdemos el juicio?- digo agachando la mirada para que no vea mis ojos comenzando a aguarse.

-Escucha- dice tomándome de la barbilla para que lo mire.- Por el dinero no te preocupes, trabajaré más horas o algo, ya nos las arreglaremos. Pero déjame prometerte algo: Voy a hacer lo que sea necesario para que Mia se quede con nosotros si?

Asiento y él me atrae en un fuerte y muy necesitado abrazos. Me rodea con sus fuertes brazos mientras yo aspiro su varonil aroma. Suelto un suspiro. Estar entre sus brazos y escucharlo decir esas cosas me hacen sentir segura por un  breve momento. Realmente lo amo. Sólo espero que todo salga cómo dice él y que ganemos la pelea por la custodia, porque si perdiera a Mia realmente no sé lo que haría.

En ese momento, escuchamos unos pequeños pasos venir en nuestra dirección y no pueden ser de otra persona que de nuestra pequeña princesa, por lo que nos separamos y en ese mismo momento ella aparece.

-Mami!- grita mientras corre hacia mi. 

Me agacho y ella salta a mis brazos. La recibo y la levanto para después darle un sonoro beso en su mejilla que la hace reír.

-Hola hermosa- le digo mirándola con adoración.- Quieres que te prepare algo de comer?

-Si, tengo hambre- responde mientras soba su pancita.

-De acuerdo, vamos a preparar algo.

Dicho esto, la sostengo con una mano para con la otra tomar la mano de Luke y los tres juntos caminar hacia la cocina. Una vez llegamos a ésta, la siento sobre la encimera y la dejo a cargo de Luke, quién la entretiene haciéndole cosquillas.

Escuchamos cómo la puerta de la casa se abre y vemos que son mis padres que acaban de volver con varias bolsas de compras. Me acerco a ellos y luego de saludarlos con un beso respectivamente los ayudo con las bolsas. Mientras comienzo a acomodar todo en la nevera ellos saludan a Luke y luego lo reemplazan en el cuidado de Mia. Él aprovecha de dejarla con ellos y se acerca a mí para charlar.

-Vas a decirles?- me pregunta suavemente para que solamente yo escuche.

-No, no voy a hacerlo.- respondo rápidamente mientras guardo el último ítem de las bolsas en la nevera y la cierro.

-Por qué? Creo que deberíamos hacerlo, podrían ayudarnos- me dice pero yo niego con la cabeza.

-Hasta que la demanda no sea presentada oficialmente no pienso decirles nada. Sería preocuparlos en vano y mis padres ya no son jóvenes, así que no quisiera que se enfermen por algo así.

-Está bien, si tu dices no les diremos nada- termina aceptando y luego deja un suave beso en mi cabeza.

Luego se aleja y vuelve con mis padres y Mia, quienes se encuentran sentados alrededor de la mesa. Yo comienzo a preparar un poco de pasta para todos sin dejar de pensar en el enorme problema y largos días que se nos vienen desde el momento en el que Alexander presente la demanda. Pero que pasa si no lo hace? Si hablo con él y lo convenzo de no hacerlo? No sé si es buena idea, pero por lo menos debería intentarlo, cualquier cosa por mantener a mi hija conmigo. Y si en realidad lo hace? Hay tantas preguntas, dudas y miedos rondando por mi cabeza en éste momento que prefiero apartarlas hasta que sea hora de dormir y pueda meditar sobre todo ésto. Por ahora voy a disfrutar de mi familia y de nada más.

Caminos CruzadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora