Arreglaban los adornos que los mayores habían traído desde el extranjero. Estaban sumamente concentrados en dejar el interior de la casa con un retoque más llamativo. Los cambios siempre sientan bien en cualquier ámbito, por lo que no desaprovecharon el tiempo y se pusieron en marcha para cumplir su objetivo.
Al finalizar fueron al supermercado. Ambos menores de la casa ofrecieron en ir por las compras que hacían falta, por lo que Sophie solamente aceptó y aprovechó de encargarse de unas cuantas cosas.
— Jackson, por cierto vienen los Choi almorzar con nosotros, para que no se tarden mucho, vayan con cuidado —dijo la mayor con una sonrisa ladina.
Ellos eran amigos desde toda la vida con los Wang. Se conocían desde antes de que incluso Jackson naciera, por lo que éste antes mencionado se llevaba bien también con Youngjae. Quién era unos tantos años menor que él.
Durante el camino Jackson no aguantó mucho tiempo para volver a tomar la mano de Mark, echaba de menos esos pequeños actos que ya había estado acostumbrado. No quería ser absolutamente cruel pero... quería de cierta manera volver a estar solo junto con su pequeño para volver a la vida que ambos llevaban y por supuesto que también extrañaban. Aunque en las noches aprovechaban de hacer todo lo que en el día deben de abstenerse, no era lo mismo, necesitaba tener esa libertad que tenía antes, pero trataba de pensar en positivo, pronto su madre con el señor Tuan se irían nuevamente por lo que quedarían solos. Ojalá ese día no tarde demasiado...
Llegaron a un parque, unas tantas cuadras más estaba el supermercado, pero no lo evitó. Llevó al menor hasta una bancas y se sentaron. Se ganó una mirada extraña y llena de curiosidad.
— ¿Porqué estamos aquí, Seunie hyung? Su mamá dijo que fuéramos a comprar rápido, ¿No es así? —preguntó confundido.
Jackson pasó ambas manos en su rostro algo frustrado. Necesitaba salir de la rutina que tenían que volver adaptarse, tomar un poco de aire fresco con la persona indicada era lo único que podía querer con necesidad en estos momentos.
— Dediquemos al menos un breve tiempo para nosotros dos, ¿O soy el único que extraña tus besos durante el día? —bajó el tono de su voz volteándose a ver al menor.
Lentamente fue extendiendo su mano para llegar al rostro ajeno y atraerlo al suyo. Esa mirada que le dedicaba Mark, unos que reflejaban deseo... provocaban que las ganas de comerle la boca fueran intensas.
Estaban a unos cuántos centímetros de distancia, morían por unir sus labios y disfrutar de la mágica sensación que les producía aquello. Pero una voz familiar para el mayor se hizo presente, maldijo en todos sus adentros por no dejarlo al menos unos putos instantes besar a Mark.
— ¡Jackson!
Ambos con cara inexpresiva dirigieron la mirada al dueño de esa suave voz. Jackson se puso de pié junto con Mark y soltaron un suspiro sincronizado.
— Youngjae...no te esperaba por aquí —dijo con asombro, era cierto, no esperaba que lo vería antes de lo dicho y claro...tampoco esperaba esa interrupción que lo dejó hirviendo de rabia en sus adentros.
El castaño sonrió amablemente e hizo un ademán.
— Hoy tú madre nos invitó a tu casa, y por casualidad del destino me encontré a ustedes dos aquí —sonrió ampliamente mostrando su dentadura.
Desde lejos se vió la señora Choi acercándose a dónde estaban ellos, se saludaron amablemente. En realidad a la familia se les destacaba por su gentileza, amabilidad y la gran empatía que siempre demostraban. Tanto Mark como Jackson querían tener sus tiempo a solas, pero al menos no fueron interrumpidos por alguien que detestaban, de todos modos... Youngjae era lo más agradable que podría haber.
— Bueno Youngjae, vayan a comprar, entonces yo me adelantaré, capaz y Sophie deba estar esperando por mí —dijo ésto último para voltear y tomar su rumbo a la casa de la antes mencionada.
Jackson quedó inmóvil unos instantes al escuchar esa desición. No es que le molestara la presencia de Youngjae pero...quería estar solo con Mark, aunque tampoco tenía ese maldito lujo de decirle que quería tal cosa. Estaba jodido.
¿Porqué el destino estaba en contra que ellos dos se dedicarán un tiempo para demostrarse el cariño y las falta de caricias que se tenían?
Mark solamente hizo una mueca, captó la expresión de Jackson pero no quería hacer sentir mal al castañito, por lo que restaba de camino al susodicho lugar iban conversando de temas triviales. Había pasado un tiempo desde que se habían visto, por lo que trataron de sacar tema todo lo que habían hecho.
~•~
Más de media hora les tomó en poder realizar todas las compras y que su turno finalmente llegará. Estaban exhaustos, llevaban tanto peso, más la calor...no ayudaba en nada. Pero lo hicieron. Lograron llegar a la casa de Jackson con éxito a pesar de querer tirar todo a la mierda.
La señora Choi, Soyeon, junto a Sophie se dedicaron hacer la comida mientras hablaban de ciertos temas que...en un tiempo eso saldría a la luz.
Jackson, Mark y Youngjae estaban sentados en el sofá mientras colocaban unos videojuegos para pasar el rato mientras esperaban el almuerzo.
La tarde se pasó bastante tranquila, rieron, contaron algunos chistes, vieron vídeos chistosos, contaron anécdotas que se les venía a la mente y finalmente tuvieron que detenerse una vez que ambas señoras se sentaron al lado de los chicos.
— Sophie me ha contado que en unos días volverán a New York, ¿Estarás bien? —preguntó con cierta preocupación.
Es que ella era así, podía parecer incluso tu propia madre. Aunque en estos momentos Jackson tenía ganas de decirle que no era necesario que se preocupara. Lo único que esperaba era que su madre junto con Raymond viajarán de una vez por todas porque ya no daba más y necesitaba de su pequeño. Sin embargo, sonrió falsamente y ladeó su cabeza un par de veces antes de responder.
— Tanto yo como Mark los echaremos de menos, pero lo entendimos y respetamos la desición que decidieron tomar —relamió sus labios con ansiedad y fue borrando su sonrisa formando una fina líneas en sus labios.
— ¿Pero ustedes dos estarán bien aquí solos? Ni yo aguanto tanto sin mi mamá, aunque me imagino que tienen sus métodos para matar el tiempo, ¿No? —dijo Youngjae con seriedad lo último, pero luego hizo esa sonrisa que tanto lo caracterizaba.
Jackson y Mark se miraron unos cortos segundos con extrañeza. Debian admitir que...eso sí había sido extraño o al menos así se sintió. Pero disimularon eso, por supuesto.
— Seunie y yo solemos pasar el tiempo leyendo, sí, sí, tengo unos libros de terror que me gusta coleccionar. También como fuimos a la playa, pasábamos en el mar y yendo atracciones que habían allí. ¡Muy divertido! A pesar que sí los estábamos extrañando al menos supimos como distraernos para que eso no nos afectará tanto —dijo está vez Mark con una voz firme, pero manteniendo esa suavidad suya.
Por supuesto que todo eso era una total mentira, es decir, sí habían ido a la playa e ir al mar de vez en cuando y todo eso. Pero claramente no desperdician su tiempo en tantas cosas y solamente sabían besarse, acariciarse y preocuparse por el otro. Se dedicaban el tiempo totalmente para ellos dos. Y claro, nuevamente, eso no podía ser dicho.
Extrañamente las expresiones de los tres: Sophie, Soyeon y Youngjae se pusieron un poco más serios pero a la vez fulminadores. Se sentía extraño. La atmósfera que se creaba era incómoda...
— Oh, ya veo...a mí también me gusta muchito coleccionar libros Mark, algún día deberíamos ir a una biblioteca y dedicar el tiempo en ver libros. ¿Qué dices? —preguntó con emoción y entusiasmo.
Mark sonrió tímido, en realidad ni siquiera leía o tenía esa colección de libros que había comentado. Pero tenía que seguir con la mentira.
— P-por supuesto, algún día deberíamos ir...—rió bajito y se mantuvo en su lugar.
Las preguntas estaban invadiendo a ambos, pero supieron contestarlas con normalidad. Podían mentir super bien y eso era lo que les mantenía relajados por ahora. A la hora del postre llegó Raymond con helado bañado con salsa de chocolate para todos los presentes.
— Igualmente considero la idea que tenía antes —dijo la señora Sophie sonriente — Y esa es que cuando yo me vaya tanto Youngjae como Soyeon vengan aquí de ves en cuando para asegurarse que ustedes dos estén haciendo todo lo que dicen, digo. Porque la preocupación de madre siempre estará...claro —susurró lo último.
Jackson se atragantó con el helado y expandió sus ojos con sorpresa. No podían hacer eso, maldita sea, sólo necesitaba estar solo con su Markie.
¿Qué carajos estaba pasando? ¿Porqué de alguna manera...todo se estaba sintiendo tan jodidamente extraño?
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borrar, escribir, borrar, escribir, borrar y escribir....
sí me tardé fue netamente porque no estaba conforme como me estaba quedando todo esto ni podía ordenar las ideas que tenía en mi cabeza y se me dificultaba plasmarlo aquí.
pero finalmente pude :) y sorry por la espera, por supuesto.
espero que les guste.
¡cuídense pollitos!