Luisa me vio salir agobiada y de inmediato me agarró el brazo frenándome.
—¿Qué ha pasado, Rosie?
—No se acuerda de mí, Duncan... ¡no me recuerda! ¡Sophia no me dijo esto!
—Cariño, tranquilízate, vamos a hablar con el doctor que atendió a Duncan.
Sorbí mi nariz y Luisa caminó conmigo hacia la recepción.
—Hola, buscamos al médico que ha atendido a mi nieto, Duncan Hamilton.
—Un momento —el hombre de recepción se giró para coger un teléfono y tras hablar unos minutos, volvió a nosotras.
—El doctor Smallet bajará enseguida.
Luisa asintió mientras yo simplemente miraba a un punto fijo. No terminaba de asimilar que mi chico, mi novio, mi vida entera, mi salvador, se había olvidado de mi.
—Hola, ¿me buscaban?
Una voz masculina se oyó a nuestro lado y Luisa le sonrió al supuesto doctor.
—Hola doctor, queríamos saber el estado en que se encuentra el marido de mi nieta, se llama Duncan Hamilton.
—Oh ¿no le han informado los otros familiares?
—No, no lleguemos a tiempo —susurró Luisa tirando una falsa lágrima.
—Esta bien, vayamos a mi despacho.
El doctor Smallet empezó a andar hacia su despacho, mientras nosotras le seguíamos. Al entrar se sentó tras el escritorio y nos dejó dos sillas a nosotras.
—Bien, Duncan ha sufrido un golpe bastante fuerte. Hemos detectado una amnesia postraumatica. Se define como el periodo de tiempo que va desde el momento en que se produce la lesión hasta que el paciente recupera la capacidad de almacenar y evocar nueva información.
—¿Y eso como de cura? —preguntó Luisa.
—La forma de ayudarles a orientarse, afianzar sus recuerdos y almacenar nueva información es dándole los datos nosotros mismos, con frases cortas y con información clara. Los terapeutas cognitivos y neuropsicólogos usamos para ello el aprendizaje sin error, que consiste en informar y no preguntar, ya que los pacientes aprenden mejor si se les impide que cometan errores durante el aprendizaje, porque la presencia de respuestas erróneas refuerza el error.
—Dios mío, ¿pero recuperará la memoria?
—Hay probabilidades de que si, muchísimas, pero siempre esta esa pequeña parte que no. Por otro lado, sus recuerdos también trabajarán para hacerle recordar, y puede haber, que no es seguro, un lapsus que le haga recordar todo.
—Vaya...
—Es difícil de entender, yo lo sé, pero hay que tener esperanzas y paciencia. Usted, que es su novia o mujer, debe ser su mayor apoyo.
Yo no podría ser su mayor apoyo, porque era su mayor pesadilla, su mayor dolor, su mala suerte. Yo era el dolor de la gente, mataba todo lo que tocaba. Y Duncan no merecía pasar por todo esto.