Capítulo 14
—Estás enojado...
No me hablo solo miraba lo que había roto.
Como este hotel era realmente caro, tenía toda su decoración, todo lo que lo rodeaba era comprado y salía todo muy caro... mucho dinero.
—Lo siento...
Larry me dio la espalda y se dirigió al baño no se ha que hacer, pero yo había vuelto a la realidad y estaba completamente arrepentido de lo que había pasado, realmente arrepentido.
—No sé qué me ocurrió...
Me acerque a la puerta del baño.
—Larry me ha agarrado un ataque.
Sentí la canilla de agua abrirse y luego cerrarse. Luego un suspiro, supongo que estaba contando hasta diez para no tomarme del cuello y asfixiarme. Debe ser eso...
Mire el jarrón y lo recordé cuando entramos a la habitación discutiendo. Era largo rojo bien fuerte, y delgado bastante alto que me hizo sentir culpable por haberlo arrojado al suelo... dos flores largas que tenía ahora estaban sueltas en el suelo.
Me acerque a la puerta para comprobar como estaba todo, y no sentía más nada dentro del baño...
— ¿Larry?
Se abrió la puerta del baño rápidamente y salió Larry con cara seria, enojada, un poco incomoda y me miro de mal modo.
— ¿Sabías cuánto debe costar un jarrón de esos?
Me latió fuertemente el corazón y al no saber qué hacer ni que decir, negué con la cabeza indignado, apenado y totalmente arrepentido.
—No lo sé...
— ¡Por eso lo rompes de esa manera y no piensas que luego vamos a tener que pagar mucho dinero por eso que ni siquiera es nuestro!
Me sobresalte porque su manera de decirlo realmente me asusto y me dejo realmente cautivado la manera de decirlo.
Mire de nuevo el jarrón y me desilusione por mi actitud pero lo más chocante no solo era el hecho de que había roto el jarrón, si no la bronca y la ira que iba sentido antes de hacerlo, realmente me dejo pensando...
Nunca me había sentido de esa forma, ni siquiera cuando mis compañeros de escuela me agredían terriblemente y me hacían sentir mal no me daba tanta bronca como cuando estaba discutiendo con Larry.
Quizás estos días no eran los míos, se notaba en mi cuerpo que estaba muy nervioso, de hecho yo me empezaba a notar, agotado, con un poco de dolor agudo en una parte de la frente haciéndome saber que se trataban de migrañas, bostezaba todo el tiempo y me pesaban los ojos. Quizás fue una descarga que no pude controlar, porque moví mis dos manos solas, sin pensar porque si lo hubiera hecho no hubiera pasado esto.
—Lo siento...
—Eres adolescente entiendo y haces idioteces como estas, porque quieres hacer lo que tú dices pero no voy a dejar que hagas lo que quieras por tus caprichos...
—Tuve un ataque de ira... Es tremendamente jodido, Larry...
El me miro por unos segundos y se me cristalizaron los ojos.
— ¿Estas bien? —Me pregunto.
—No...
Porque la verdad es que no estaba bien. No me había reconocido, estaba bien que venía acumulando bronca con esto de Serena y conocer a Brianna me había alterado un poco la cabeza, pero ¿Dónde está el Yannick que sabía controlarse?
Recordé a esa persona igual a mí que vi en el auto de la abuela. No quería ser como esa persona, no quería que los demonios que reconocí que los tenía en mi cabeza, me controlen, me manejen y hagan de mi un desastre.
—Sé que estas mal por lo de Serena, pero Yannick no se puede cambiar....
Asentí.
—Ya acorde firmamos unas cosas y es todo un tema.
—Entiendo.
Y la verdad es que estaba mintiendo... ¡No entendía nada! ¿Cómo podía firmar papeles sin mi autorización?
Eso era como una violación, me está obligando a la fuerza a hacer algo que no quería solo porque tenía el control sobre mí, porque era mi productor, porque ahora podía hacer lo que quería conmigo como dirigían a Serena sus productores.
Era un golpe duro, realmente enterarte de cómo sería mi vida ahora en adelante y me descomponía un poco.
—No tendrías que haber firmado nada por mí...
Dije.
—Tranquilo, no hagamos de esto un problema... solo serán unos meses...
— ¿Unos meses?
—Si...
—Está bien.
Larry se dirigió al jarrón tirado en el suelo y lo miro con un poco de pena, luego con su zapato oscuro movió algunos pedazos esparcidos que había.
—Qué bueno que lo aceptes.
—No lo acepto, pero es algo que no se puede cambiar ¿Verdad Larry?
—Si.
Y su afirmación fue chocante y rompió algo de mí por dentro...
Fuimos a la recepción para confirmarle a la mujer que estaba detrás del mostrador que accidentalmente se nos había roto un jarrón de la habitación en donde estábamos hospedados. Ella dijo que se encarga de que lo vayan a limpiar y luego de cobrarnos los recargos. Pero lo dijo todo con una sonrisa... y para nada alterada.
Luego me separa de Larry que la verdad que nuestra relación estaba un poco tensa y me fui a la habitación de Jayden donde estaba empacando todo porque dentro de un rato nos íbamos a España.
Nos iríamos lejos de aquí...
Solo espero volver a ver a Brianna.
Nos sentamos en la cama y le conté todo lo ocurrido con el jarrón y Larry. Él se quedó en silencio escuchándome con el rostro serio, sé que estará pensando que estoy un poco nervioso y que el objeto saldrá muy caro.
—Sucedió todo muy rápido...
— ¿Pero porque?
—Me dio ira... Jayden... ¿Lo comprendes?
Mi amigo se quedó un rato en silencio, sin comprender bien lo que había dicho porque no me contesto nada.
— ¿Te encuentras bien?
—No.
Hicimos contacto visual y me rompí a llorar... una sorpresa para mí así que por lo tanto me tuve que tapar el rostro con las dos manos.
Luego sentí las manos cálidas de mi mejor amigo que me atraían y me abrazaban en un gran abrazo y nos quedamos quietos por unos segundos.
Todo estaba en silencio, solo se sentían mis llantos y mi voz gimoteando a causa de tanto llorar... no lo puedo creer que me esté pasando esto.
—Tranquilo.
Me separe de él.
—Es que no entiendes fue un sentimiento horrible que no pude controlar, mis manos actuaron solas...
—Ya paso, solo era un jarrón...
Negué con la cabeza y le tome la mano suavemente.
—No lo entiendes, no es por el objeto si no por mi actitud.
Él se quedó mirándome con sus ojos verdosos y confundidos. Yo estaba temblando porque cada vez que recordaba esa situación me amargaba... creía que se obtenía todo lo que deseaba en este último tiempo iba a hacer mucho mejor para mis estados de ánimo, pero se ve que no... otra vez me estaban atormentando ellos...
No quería que mi mente se ocupara de ellos, no quería que ellos regresen a perturbarme como antes que estaban en casi toda mi rutina diario, dándome comentarios realmente desanimadores, realmente todo el día vivía con miedo, creí que eso con el tiempo se iba a ir, pero veo sigue presente y eso me dolió más que romper el jarrón.
— ¿Recuerdas cuando te conocí en clases de guitarra?
Le pregunte a mi amigo que se había quedado callado por mi alteración, porque no entendía a lo que le tenía miedo.
—Si.
— ¿Cómo me veías?
— ¿Qué?
Me pregunto confundido.
—Me veías bien... ¿O mal?
Le pregunte haciéndole entender a donde quería llegar con mi pregunta, quería que se diera cuenta a lo que le tenía miedo.
—Inseguro...
— ¿Pero bien o mal?
Se quedó un rato pensando y me imaginaba que de seguro que estaba tratando de recordar al Yannick de dieciséis años de edad. Una melancolía venía a mi cuerpo cuando me enteraba que ahora tenía unos dieciocho años y esa época aunque no hayan sido los mejores días de mi vida, habían pasado y ya no se iban a recuperar más...
—Más o menos.
—Estaba mal, Jayden... incluso más mal de lo que te imaginas...
Asintió y volvió a abrazarme mientras acariciaba mi espalda de un modo amistoso para calmarme más...
—Yo... estaba muy asustado, vivía con miedo... —Dije con la voz temblorosa y aunque me siguiera abrazando iba a seguir hablando —Oye... tengo miedo de volver a caer en esa depresión terrible que no me dejaba vivir...
—No vas a volver a hacerlo...
— ¿Cómo sabes?
—Tienes que ser fuerte, Yannick... seguir con la vida, ahora tienes compromisos y cosas que hacer, no puedes caer en una depresión...
Me imagine a mí en una habitación, arrojado, sin bañarme una semana, alcoholizado y drogado. Larry tendría que obligarme a levantarme porque había confirmado conciertos en lugares y yo no estaría preparado para hacerlos...
No quería terminar de esa manera.
No quería hacerlo.
Tendría que ser fuerte como decía mi amigo.
—No concentres tu mente en eso, porque te va a pasar, sigue adelante y ataques de ira todos los tienen...
Sentí la suave voz de mi amigo mientras yacía abrazándolo con los ojos cerrados.
— ¿Los tienes?
—No...
— ¿Entonces?
—Pero conozco a gente que los tiene...
Y mejor era cerrar la conversación porque no quería cansar a mi amigo con mi negatividad de siempre, pero él me conocía, ya sabía que irradiaba de negatividad estaba en mi naturaleza ser de esa manera.
De hecho ya estaba cansado de pensar así, quería tratar de pensar en luz como otras personas pero lo único que pensaba era en oscuridad.
—Bueno, está bien...
Me levante y nos fuimos a seguir preparándonos para las maletas.
Cuando bajamos Larry le estaba entregando un sobre a la recepcionista mientras susurraba "un lo siento" en sus labios.
De seguro era el jarrón.
Trate de apartar la vista de esa escena y dirigirme a las demás personas que me acompañaban en la gira.
Me saludaron y se arrimaron para hablarme, los pocos tiempos que me veían siempre se mostraban realmente interesados.
Algunos se encargaban del sonido, de las luces, y de conectar los equipos de música para mis shows en vivo, otros no tenía bien en claro todavía para que funcionaban o para que estaban, pero era todo un equipo grande.
Luego vi a Larry apartándose de la recepción con cara seria y diciendo que nos vayamos en las combis que nos estaban esperando para llevarnos al aeropuerto.
Hacía meses que venía haciendo esto, y al principio era todo magnifico, sacaba mi celular i phone para sacarle fotos a todo lo que veía, pero en los últimos meses simplemente solo tomaba mis maletas e iban hacia donde todos iban, ocultándome con una capucha porque debes en cuando habían flashes.
Me acerque a Larry para preguntarle una serie de cosas.
— ¿Dónde está John?
—Tuvo que viajar a Latinoamérica para hacer algunos recados...
— ¿Latinoamérica?
Me contesto rápido y tranquilamente así que pude deducir que no estaba tan enojado como creía...
—Así es...
Subimos a la combi que nos pertenecía en silencio.
Dentro de ella, me quede un rato en silencio porque estaba un poco incómodo y nervioso por la discusión de hace un rato. Fácil de olvidar.
— ¿Costo muy caro?
—Si.
Y eso fue lo uno que obtuve...
— ¿Estás enojado?
—No.
Larry estaba raro pero tranquilo, eso me ponía los pelos de punta la verdad que no lo toleraba. Los tiempos con el ya no eran los de antes, definitivamente Larry no era como lo había conocido... no actuaba de esa manera.
—Lo siento.
—No hay problema.
Y esa fue nuestra conversación durante todo el trayecto hasta el aeropuerto, y supuse que estaba muy enojado.
Luego me fui al lado de mi amigo Jayden con quien me empezó a contar un montón de curiosidades de famoso que yo poco le prestaba atención en estos últimos tiempos. Asentía y mis preocupaciones seguían en mi cabeza...
Durante el trayecto en el aeropuerto fui fotografiado por algunos paparazzis, y sentí que me lanzaban algunos gritos.
Me pidieron más de cinco autógrafos y tres selfies con chicas jóvenes que de seguro me escuchaban...
El aeropuerto estaba bastante vacía pero la poca gente que había pudo reconocerme lo cual estaba sorprendido.
Mi álbum debut estaba llegando muy lejos, según las noticias de internet y eso me asustaba pero a la vez me entusiasmaba.
Cuando subimos al avión, me senté con Jayden y Larry se sentó con una persona que todavía no la conocía muy bien, pero que siempre estaba con nosotros.
—Esto de viajar... me encanta...
Me dijo Jayden.
—A mí ya me aburrió.
—Que amargo...
Se rio y comenzó a mirar su ventanilla porque siempre se sentaba del lado de la ventana, lo cual ya me estaba molestando.
Larry se dio vueltas con una leve sonrisa y nos miró a los dos rápidamente.
— ¿Cómo están?
— ¡Bien...!
Dijo Jayden y yo sonreí levemente que también estaba bien...
—Serena está viajando en su avión personal...—Continuo diciendo.
— ¿Ah sí?
Dije no tratando de parecer tan sorprendido.
—Así es Yannick, se va a Suecia como nosotros...
— ¿Por qué?
Pregunto inocentemente mi amigo.
—Tienen que hacer más fotos ahí...
Me guiño el ojo y luego se dio vueltas para seguir conversando con su amigo... ¿Esto era una guerra?
Me quede helado mientras sentía la mirada de Jayden penetrar mi rostro. Él sabía que algo estaba yendo mal...