[KTH]
⊰✩⊱
Una fuerza magnética me hace despertar, me arrastra y me saca de la oscuridad. Completamente abatido, abro de a poco mis ojos, acostumbrándome a la tenue luz que había en aquel frío y oscuro lugar.
Rojo, mis manos están bañadas en ese color. La intranquilidad consume mi pecho, lo agita y siento como el aire se escapa de mis pulmones al percatarme de aquello que sostiene una de mis manos. Un cuchillo. Suelto el artefacto rápidamente, temblando, y sin saber lo que exactamente pasa, me entran unas ganas inmensas de soltarme a llorar al visualizar, a través de mi mirada borrosa, aquella desgarradora imagen frente a mí.
Jungkook está ahí, con los ojos fuertemente cerrados, mientras que con una de sus manitas intenta presionar uno de los costados de su abdomen, justo donde salía... ese liquido rojo.
Llevo ambas manos a mi rostro, importándome poco dejar manchas de sangre en el. Escaneo al castaño frente a mí y el temblor de mi cuerpo se intensifica cuando me doy cuenta de todo lo que, probablemente, ha pasado. De todo lo que he causado.
Uno de mis demonios apuñaló a Jeon Jungkook o más bien...mis propias manos lo hicieron.
"¡Te lo advertí!"
Gritó en mi mente mi propia voz.
"Te advertí que si seguías aferrado a este cuerpo algo malo iba a pasar"
Para ese momento, el llanto ya me había consumido por completo. La poca fuerza de voluntad que tenía para seguir, desvaneciendo.
"No eres fuerte Kim Taehyung, no eres capaz de salvar a Jeon!"
Quería hundirme, quería regresar. Quería sumergirme nuevamente en la oscuridad y dejar que alguien más se hiciera cargo de este dolor, quería que todo terminara, simplemente quería...
"Si eres fuerte joder, él miente. Solo mira hacia adelante, mira a Jungkook"
Quería regresar, pero...
"Solo míralo a él"
...Pero no podía hundirme. Ya no me podía esconder, no cuando él me necesitaba.
A como pude, limpié las lagrimas que permanecían en mi rostro y me acerqué con suma delicadeza hasta tomar con mis brazos al castañito frente a mí. Al elevarlo, él, sumergido en su inconsciencia, soltó un quejido de infinito dolor, un quejido que me alarmó.
─Tranquilo mi niño─Supliqué sosteniéndolo con fuerza entre mis brazos─Todo...todo va a estar bien.
*
Abrí los ojos cuando sentí la presencia de alguien más, esa misma persona cubriendo mi cuerpo con una manta.
─M-mamá
─¿Taehyung?
Asentí rápidamente, no quería que dudara quien era.
─Cariño, pensé que dormías.
Pero no podía hacerlo, no cuando él aún no había despertado.
─N-no... solo, solo quería descansar un poco los ojos.
Me reincorpore, levantando mi torso y sentándome en el sillón de aquella sala de espera.
─¿Por qué no vas a casa con Jin-ie y duermes un poco? No has dejado el hospital más que para irte a bañar, pero siempre regresas rápidamente─Señaló acariciando mis cabellos. Su rostro reflejando preocupación─Necesitas descansar.
Negué─Estoy bien ma... no te preocupes─Intenté tranquilizarla pero su expresión de preocupación permaneció.
─Cariño, es la primera vez que permaneces por mucho tiempo afuera. No quiero que el cansancio cause repercusiones en tu estado.
Volví a negar, pero esta vez con una media sonrisa en el rostro─Estoy bien─Aseguré─Me siento bien, pero hay un chico dentro de una de las habitaciones que no lo está y...─Bajé un poco la mirada cuando mis ojos comenzaron a amenazar con picar─ No podre dormir bien hasta que él despierte.
─Bueno...─Suspiró dándose por vencida y poniendo la manta en mis hombros─Al menos descansa un poco aquí ¿Quieres que te consiga una habitación para que puedas dormir?
─Estoy bien aquí, en serio.
Y después de aquello, una de sus superiores la llamó pidiendo de favor que checara la presión arterial del paciente de la habitación #28
─Tengo que volver a trabajar. Cualquier cosa que necesites por favor dime─dijo al mismo tiempo en que se ponía de pie─ Y no te saltes tus comidas, Jungkook no despertara si no comes...
Y se alejó, regalándome una sonrisa al final. Suspiré, con notorio cansancio y me volví a recostar.
Okey no iba a mentir, moría de sueño. Los párpados de mis ojos pesaban siempre que parpadeaba y los bostezos de mi boca eran cada vez más frecuentes. Perdí la noción del tiempo, no sabía cuántos días había estado en el rol protagónico, solo sabía que no había habido otro momento en el que hubiera permanecido tanto. No obstante, algo muy dentro de mi mente, sabía el por qué, quería verlo bien a él.
─Tae...─Otra voz femenina me llamó.
─S-señora Jeon─Me volví a reincorporar rápidamente mirando a la mujer castaña que se acercaba a mí, aquella que que tenía una infinita amabilidad y una sonrisa tan parecida a la de Jungkook─¿T-tiene noticias?
─Así es...─Se sentó a mi lado y me sonrió─Ya despertó.
Aquellas palabras me devolvieron el alma al cuerpo, sentí mi nariz picar y mis ojos rápidamente se inundaron en lágrimas de alivio.
─ ¿E-en serio?─Ella asintió y mi boca se extendió en una enorme sonrisa al mismo tiempo en el que una lágrima rodaba por mi mejilla─¿Puedo verlo?─Me apresure a preguntar, poniéndome de pie.
─Claro que puedes Tae, pero justo ahora se encuentra con el doctor Park. Tendrás que esperar un poco.
Asentí comprendiendo y tomando asiento nuevamente. Había esperado todo este tiempo para verlo bien, claro que podía esperar un poquito más.
Hee Sook, la madre de Kookie, se acercó a una enfermera y le dijo algo acerca de que Jungkook necesitaba analgésicos, luego de eso la vi desaparecer por un pasillo para minutos después verla reaparecer pero ahora con un vaso en la mano.
─Luces cansado, Tae─Señaló la castaña mientras se acercaba a mí y me entregaba la bebida─Toma esto, te ayudara un poco...
Tomé el vaso y por reflejó olfatee el contenido. Uhm, café... hace tiempo que no tomaba café. Le sonreí a la mujer y después de regalarle una pequeña reverencia como agradecimiento por la bebida, le dí un sorbo al líquido caliente.
─Señora Jeon...─Llamé al cabo de unos segundos, ella, sentada a mi lado, giró a mirarme.
─¿Si?
─Y-yo...─Sentí mi voz quebrar y automáticamente bajé la mirada─Y-yo lo siento─Solté. Era algo que había querido decirle desde que Kookie había sido internado en aquel lugar.
─¿Lo sientes?
Ella preguntó y yo asentí.
─Todo...─Mi vista se nubló automáticamente, suspiré profundamente para calmar mis deseos de llorar─Todo fue mi culpa.
Un suspiro por parte de ella, fue lo que se escuchó después de decir aquello. Se removió un poco en su asiento y yo no fui capaz de levantar en ningún momento mi cristalina mirada.
─Tae, no digas eso...
─P-pero... yo lastimé a su hijo─Insistí en la verdad, mi pecho doliendo al pronunciar aquello─Yo-yo lo apuñalé.
─Cariño en serio, no te hagas esto─Ella se acercó un poco más a mí─No tienes por qué atormentarte así.
─Pero es la verdad, señora Jeon─Elevé mi mirada, y me encontré con esos comprensivos ojos castaños que me recordaban tanto a una sola persona─Yo...─Mi labio tembló y no fui capaz de decir algo más.
El tiempo pasó resumido en un par de minutos, minutos en los cuales dejé sentir mi pecho fatal mientras mantenía mis ojos posados en mis manos propias que jugaban entre sí. Repentinamente, un ligero toque acarició el flequillo de mis cabellos y solo tuve que elevar un poco mi mirada para verificar que, efectivamente, la madre del castañito era la que había posado delicadamente su mano en mis hebras verdosas.
─Te puedo decir algo─Ella comentó y yo asentí rápidamente, viéndola a los ojos─Ayer, tu mamá, el doctor Park y yo, tuvimos una charla, te diste cuenta de eso ¿Verdad?
─Uhm sí─Confirmé, recordando aquella plática que los adultos tuvieron en la cafetería y que yo no podía escuchar, según doctor Park, por mi bien.
─Bueno Tae, no sé cómo te tomes esto, pero yo sé lo que padeces─lo sospechaba, a este punto, claro que ella ya tenía que saber lo fracturada que estaba mi mente, de otra manera probablemente yo me encontraría en prisión─El doctor Park me explicó con detalle cómo es que funciona tu mente. Sé que haces las cosas involuntariamente cariño, uhm no, más bien sé que tú no las haces─Corrigió, su mano regalándole otra caricia a mis cabellos, para después verla suspirar─Aunque, no te voy a negar que... por un momento, yo pensé en olvidar todo y llevarme a Jungkook a casa.
Admitió un poco avergonzada, sin embargo, la simple mención de aquellas palabras me hicieron alarmar. Ella pensaba en alejar a Jungkookie muy lejos... de mí.
─¿E-en serio?
─Mh─Afirmó─Por un momento incluso, me arrepentí por...por permitir que te conociera, porque inevitablemente se involucró en tu caso, porque inevitablemente arriesgó su vida. Me arrepentí simplemente por dejarlo venir aquí.
Bajé mi mirada, sintiendo mi pecho oprimirse y mis ojos picar con intensidad una vez más. Yo lo entendía, yo entendía a la perfección que la señora frente a mí estaba en todo su derecho de proteger a su hijo y alejarlo a toda costa de aquello que lo lastimara y le hiciera mal. Ella inclusive estaba en todo su derecho en demandarme a mí y a mi familia por poner a Jungkook en riesgo y por estar a nada de arrebatarle la vida. Entonces, si yo ya sabía que ella estaba en todo su derecho de desconfiar, ¿Por qué me había dolido tanto su declaración? ¿Por qué si por un momento yo mismo había pensado en alejarme de Jungkook, por su propia seguridad, el simple hecho de imaginarlo yéndose de mi lado, me dolía mal?
No, quería. Una vida sin Jungkook, no la soportaría.
Fue por eso que me dolió, fue por eso que las palabras de la señora Jeon se habían sentido como terribles perforaciones en mi pecho.
─Sin embargo...─Ella continuó, posando ahora sus manos sobre aquellas mías que inconscientemente se encontraban temblando─Todos esos pensamientos de arrepentimiento se esfumaron rápidamente cuando me dí cuenta de que, a pesar de todo lo malo, quería agradecerte─Y una vez más en aquel instante elevé mi mirada, está siendo tan borrosa al posarse en los ojos castaños de la mujer. Ella limpió una lágrima que sin darme cuenta había dejado rodar por mi mejilla y continuó─Taehyung, yo no sería capaz de alejar a mi hijo de aquel que le devolvió la vida y mucho menos podría ser tan egoísta para alejarlo a él de su propio destino.
Hubo algo, el sentimiento que guardaban las palabras anteriormente pronunciadas, que me hicieron llenar mi pecho de una emoción extrañamente indescriptible.
Su propio destino... cuando quise preguntar por el significado de aquello, la mujer ya había alejado el vaso de café a medio terminar que aún se aferraba a una de mis manos y con emoción me había hecho levantar de mi asiento.
─¿Estás listo?─Y todo mi cuerpo tembló cuando escuché esa cuestión.
─L-listo...
La mujer asintió de acuerdo y después de limpiar toda seña de llanto en mi rostro con ambas de sus manos, tomó mi brazo para luego hacerme caminar junto a ella. Ambos dirigiéndonos a los cuartos de observación.
─Tengo entendido que hace tiempo no lo ves─dijo ella─Pero estarás bien─Confirmó, mi mente, extrañamente, creyéndole.
¿Cuándo había sido la última vez que vi a Jungkook antes de hundirme otra vez?
Mi mente vagó por varios recuerdos y sonreí con melancolía cuando una imagen en específico se hizo presente en mi cabeza.
Jungkook... mi Kookie besaba a una chica.
Mordí mi labio inferior y bajé la mirada para posarla en mis pasos. La última frase de la señora Jeon haciendo eco en mis pensamientos. "Estarás bien, estarás b..."
No.
"No eres fuerte Taehyung"
Otra vez esa voz irrumpiendo toda voluntad.
"Pero claro que eres fuerte" Y otra más respondiéndole "No por nada permaneciste todo este tiempo afuera solo para ver a Jungkook bien"
Solo para... ver que se encontraba bien.
─Tae─La amable voz de la castaña interrumpió las voces en mi cabeza. Detuve mis pasos en secó y elevé la mirada solo para volver a sentir nervios al ver que estábamos frente a la habitación asignada al menor─Cariño...─Me llamó la mujer nuevamente─Hay otra razón por la cual dejé todo en las manos del destino...─La miré atento, esperando por aquella respuesta que me sorprendió pero a la vez me alarmó─Fue porque decidí confiar en ti Tae. Decidí... confiarte a Jungkook, así que... tienes que luchar. Tienes que dar todo de ti para protegerte y protegerlo a él. Así como lo hiciste esta última semana, tienes que dar lo mejor de ti para permanecer en el protagonismo y no dejarte romper...¿De acuerdo?
Lo dudé, claro que lo dudé, pues mi inseguridad, mis temores nublaban la respuesta positiva a aquella cuestión, sin embargo, al final lo acepté. Claro que daría lo mejor, si se trataba de Jungkook, siempre daría lo mejor de mí.
─Cuente con ello, señora Jeon.
─ ¡Perfecto!
Dando por terminada la conversación, la mujer castaña giró su cuerpo para quedar frente a aquella habitación. Jeon Jungkook se podía leer en la plaquita postrada justo a un lado de la puerta marcada con el número 56.
Solo cuando vi a Hee Sook dar un par de golpecitos en la madera, fue que me di cuenta la manera tan rápida en la que mi corazón andaba. Abrió la puerta un poco y pronunció algunas palabras. Escuché la voz de mi psicólogo y luego la de él.
Si alguien me preguntara que es lo que me gustaría escuchar por el resto de mi vida, diría que esa voz. La bonita, suave y dulce voz de Jeon Jungkook.
Sonreí para mi mismo al darme cuenta de mis propios pensamientos y el zoológico dentro de mi despertó en el momento en el que la señora Jeon abrió la puerta completa y mi vista cayó en aquel hermoso castaño que se encontraba en el interior de la habitación.
─Kookie...─Susurré, unas locas ansias de tomarlo en mis brazos, apareciendo.
El solo me miró, sus ojitos iluminándose con demasía y sus mejillas pintándose tenuemente de un ligero color rosado.
Apreciar a Kookie en ese adorable estado, era lo mejor de la vida.
─Bueno...─La masculina voz de mi psicólogo se escuchó, haciéndome sumergir de mi ensoñación con él─Los dejamos solos...
─Si. Pasa Tae─dijo la mujer tomando mi mano y arrastrándome levemente al interior de la habitación─Estaremos en la sala de espera por si necesitan algo.
─Aun así, tomen todo el tiempo que quieran para hablar─Dicho aquello después de recibir una suave palmada en el hombro por parte del doctor Park, ambos adultos salieron de la habitación, dejándome a mí y al niño de ojos bonitos completamente solos.
Nuevamente, no supe cuánto tiempo pasó, pero sus ojos atraparon los míos, ninguno de los dos dijo algo. El silencio era tranquilo, para nada incómodo. Era esa clase de silencio que disfrutas cuando lo compartes con la persona adecuada. Esa clase de silencio donde las palabras no hacían falta, pues estas eran reemplazadas por las caricias de las miradas.
Me acerqué lentamente, porque así mis pies lo quisieron, sin despegar ni un segundo mis ojos de los de él. Me acerque lo suficiente hasta que pude sentir su calor corporal y hasta poder apreciar más de cerca sus hermosas mejillas bañadas en adorables pigmentos rosados. Sonreí y él me imitó.
─Taehyung...
No era una cuestión, él sabía que era yo. No hizo falta una confirmación tampoco, ni mucho menos un saludo previo, pues de un momento a otro Jungkook tomó una de mis manos y me jaló hacia él, envolviendo después sus propios brazos en mi cuello.
Decir que me encontraba asombrado era poco, decir que mi corazón iba a explotar tal vez eran las palabras correctas para describir el estado en el cual me encontraba.
Con sumo cuidado, para no lastimarlo, correspondí el abrazo, él hundiendo su carita en mi cuello.
─Hyung, te extrañé.
Susurró y yo juré quedarme sin alma por un momento. ¿Ha-había escuchado bien? pero él lo confirmó cuando me lo repitió con palabras bañadas de sinceridad.
─Te extrañé mucho.
⊰✩⊱
─K-kooki yo no...─Desvié la mirada para disimular el color rojo que probablemente se había colado en mis mejillas después de escuchar su petición─No-no quisiera incomodarte.
─Hyung, no me incomodas...─Sus grandes ojitos me miraron, el brillo aun resplandeciendo en ellos aunque un halo de preocupación acompañándolo─Por lo que dices, no has dormido adecuadamente en una semana─Señaló─Necesitas descansar. Ven aquí...
Mordí mi labio inferior con algo de duda. Rasqué la parte trasera de mi cuello y cuando él extendió una mano hacia mí, dejé que tomara mi muñeca y me arrastrara delicadamente hasta quedar postrado a su lado, justo en ese espacio que minutos antes él mismo había hecho para mí en la cama.
─Listo hyung...─Él se acomodó haciendo muequitas de dolor siempre que hacía cualquier movimiento—Ahora puedes descansar...—dijo mirándome a los ojos, luego de quedarse quieto y yo quise llorar por toda su linda atención.
¿Cómo era posible que él, estando lastimado, se preocupara de esa manera por mí?
─Estoy bien, kookie en serio...—Habíamos quedado de frente, cada uno en un lado de la cama y con solo simples centímetros separando nuestro calor corporal.
─No lo estás─Susurró, observando todo detalle de mi rostro─Luces cansado porque no has dormido bien...
─Si no he dormido bien es porque yo he decidido no hacerlo─desvié la mirada de él─No podía dormir sabiendo que tú estabas en esta condición... por mi culpa.
─ ¿Otra vez?─Me miró con ojitos acusatorios─Hyung no fue tu culpa ¿Cuántas veces tengo que repetirlo?
─Kookie, mis manos fueron las que te apuñalaron.
─Pero no fuiste tú. Fue él...
─Uhm, en realidad... fue mi trastorno─Señalé aun con la mirada baja─Es como si hubiera sido yo el que te lastimó.
Mis ojos se nublaron y una delicada caricia que rozó el dorso de mi mano me hizo levantar la mirada al autor de dicho toque.
─Yo se que tu nunca serias capaz de hacer daño a alguien...─La profundidad de su mirada acarició mi alma, solo sus ojitos tenían la habilidad de hacerme sentir tan bien─Hyung, ya no te atormentes con eso. Tú no eres malo, por favor deja de pensar en eso. Tu solo eres víctima de...
─De mis propios demonios.
─De tus recuerdos Tae.
─K-Kookie─Mi voz se quebró y el roce de mi dorso se convirtió en un toque completo cuando el castaño puso su mano entera sobre la mía─Q-quiero... quiero liberarme─Un sollozo salió de entre mis labios y fue cuando me di cuenta de las lágrimas que se resbalaban sin vergüenza por mis mejillas─Qui-quiero no tener que preocuparme de que un día al dormir no vuelva a despertar, o despertar después de años. Y sobre todo, no quiero tener que preocuparme por el miedo de que una de mis fracciones te vuelva a lastimar─Me quebré─No me perdonaría si eso volviese a pasar.
Y lloré. Lloré como un niño pequeño frente a él, la vulnerabilidad regresando a mí, y la promesa hecho a la señora Jeon, queriendo rendir.
─Hyung...
Ante el llamado, levanté mí mirada lentamente, mi vista nublada posándose en sus hermosos ojos.
─Todo va a estar bien.
Me aseguró, elevando tímidamente sus manitas hasta mi rostro vacilando el posarlas o no en el. Al final lo hizo y con suavidad limpió, con las yemas de sus dedos, las gotitas que habían bañado mis mejillas. Todo mi ser sintiéndose tan débil en el acto. Cerré los ojos, disfrutando sus inocentes caricias. ¿Era normal sentirse tan bien, con la presencia de una sola persona?
—Todo va a estar bien—repitió.
—Pero Kookie—Abrí los ojos para volver a posarlos en su mirada—¿Y-y si él vuelve a tomar el control? ¿Y si, como la última vez, yo me vuelvo a hundir y jamás vuelvo a salir?
—No dejaré que pase eso—Me aseguró con desbordante sinceridad—Y si pasa te prometo...─Bajó un poco sus ojos dibujando una pequeña y apenas notable sonrisita en sus bonitos labios─Te prometo que te traeré de vuelta...
— ¿Hum? pero... ¿Cómo?
—No te preocupes por eso hyung—murmuró mirándome directo a los ojos, yo sintiendo todo un maremoto después de reparar en el inmenso brillo que llenaban los suyos—Yo sé como traerte de vuelta...
Sinceridad, pureza; sus palabras, su mirada me dejaba tan tranquilo. Asentí no queriendo indagar más. Me recosté por completo en la cama sin despegar mis ojos de él, hasta sentir que estos comenzaron a pesar nuevamente. En cada lento parpadeo que realizaba, apreciando la belleza del chico frente a mí, quien tímidamente y al ver mi estado tan vulnerable, comenzó a elevar su manita hasta dejarla posar delicadamente en mi mejilla. Sonreí ante el cálido tacto, deseando el solo poder disfrutar de esa sensación por un millón de años más.
Sin luchar más contra el cansancio, me deje caer rendido en los brazos de Morfeo, disfrutando de toda la calidez que me embriagaba estando a un lado de mi favorito ser. Dormí sin más, dejando atrás cualquier preocupación y sobre todo dejando atrás cualquier otra voz.
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01/04/2020
Hola<3
Fue un capitulito con mitad y mitad: Mitad de algo que ya tenia escrito y mitad de algo nuevo.
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Y me despido con mi frase favorita "Tenganme paciencia con las actualizaciones"
Grax por leer hasta el final.
Las amo mucho ¿ok?
❤