Octubre 2013.
Tao estaba emocionado por la noche que le esperaba, miraba a su amigo JongIn igual de contento, en cambio Heechul se le veía serio, apenas había hablado durante el trayecto, como si se estuviera mordiendo la lengua por no decir lo que pensaba.
Siwon aparcó en el descampado que había anexa al hanok, donde se jugaba partidas ilegales de póker, y estaba bastante de buen humor sabiendo que esa noche sus ganancias se iban a incrementar el doble.
-Bueno chicos, id para dentro y tú JongIn, no te separes de Heechul.
-Siwon, no soy ningún niño, sé apañármelas bien-se quejó JongIn cruzando los brazos.
-Qué coño vas a saber tú alma cándida, cuando te diga basta de jugar, lo haces ¿entendido?-le advirtió Heechul señalándolo con el dedo índice.
-¡Heechul!-protestó todavía más haciendo un berrinche.
-Y luego dice que no es un niño...-ironizó Heechul desabrochándose el cinturón de seguridad-vamos JongIn, papi te lleva al parque de atracciones-le invitó abriendo la puerta del coche del asiento de atrás.
-Vete a la puta mierda Heechul-le increpó saliendo de muy malas maneras del coche.
-Adiós JongIn-se despidió Tao con la mano algo incómodo por la situación.
Siwon volvió a poner la primera marcha, prefería llevarlo él mismo dónde se hacían esas peleas ilegales.
No era un sitio que soliera frecuentar, no le divertía demasiado este tipo de cosas, ver a dos tipos liarse de hostias hasta que uno acabara ko, pero bien lo valía ir allá, estaba seguro de que iba a ganar el 3% de lo que ganase Tao con las peleas.
Al final decidió pactar con Zuny que el trato no fuese por seis meses, si no por pelea, le pareció más justo ya que por culpa de su vida de idol tenía una agenda muy apretada y no podía ir cada fin de semana.
Lo que no cedió fue con JongIn, el acuerdo eran seis meses, pasado ese tiempo, el trato expiraba.
Llegaron a un viejo almacén a las afueras de Seúl, otra de las guaridas de la Kkangpae, ubicado en uno de los distritos más deprimidos de la ciudad.
No era un lugar para pasear con la familia, la delincuencia estaba a la orden del día y la policía hacía la vista gorda en ese distrito tan conflictivo.
-Tao, las normas para la pelea son las mismas que cuando estuviste en China-le iba comentando mientras iban saliendo del coche.
-Ajá, muy bien.
-Vamos, te tengo que presentar primero a la persona que organiza el cotarro, es alguien muy cercano a Zuny.
-Pues vamos vamos-le decía muy emocionado.
Entraron en ese viejo almacén, había una pelea que estaba en curso y a Tao le sorprendió que fuesen enmascarados, simplemente llevaban un pantalón deportivo corto y protectores en rodillas y codos.
Siwon localizó a la persona que organizaba esas peleas, curiosamente ignorando la que se estaba realizando, estaba solo fumándose un cigarrillo y mirando a través de su móvil.
-Hola Scar.
-Hola Siwon, esperaba que vinieras, Zuny me avisó que te pasarías hoy ¿Éste es el chico? ¿No es del Exo?-le preguntó asombrado.
Tao se bajó la gorra un poco intimidado, temiendo que no le dejara pelear por ser famoso.
-Sí, es un crack con la lucha, deberías verlo.
-Te creo Siwon, espero que el muchacho lo valga.
-¿Ya sabes las reglas Tao?
-Sí, algo me contó Siwon.
-Bien, la cosa es muy sencilla, se gana al tercer round, salvo si hay dos ko seguidos, fácil ¿no?
-Sí, lo comprendo.
-Bien, veo que no has traído máscara, no te preocupes, te prestaré una pero la próxima vez te traes la tuya.
-Ok, muchas gracias Scar.
Una mujer se aproximó hacia ellos, impactándole de sobremanera a Tao, fue un chute de adrenalina verla en esos pantalones de cuero marcando ese culo prieto que casi lo empalma.
-Cariño, dice Go que quiere hablar contigo.
-Ok, ya voy nena.
Tanto Tao y ella se quedaron mirándose mutuamente, dándose cuenta rápidamente Siwon de lo que estaba sucediendo y sabiendo que esa mujer era prohibida.
-Bueno chicos, ahora preparamos la pelea, primero dejarme hablar con el gilipollas de Go, a ver qué coño quiere.
-Descuida Scar, por aquí andaremos-le dijo humildemente Siwon.
Ya se marcharan los dos dejándolos solos, Tao seguía embobado mirando ese culo delicioso viendo cómo se contoneaba y al final Siwon tuvo que darle un codazo.
-Tao, es la mujer de Scar y sabes por qué se apoda así ¿verdad?
Tao tragó saliva poniéndose nervioso, tampoco veía nada malo que mirase, para eso tenía los ojos ¿no?
-Pero si le dobla la edad a ese tipo.
-¿Y? Olvídate de ella, es intocable-le advirtió mirándolo seriamente pero comprendiendo sus deseos.
Esa chica estaba buenísima y no sería la primera vez que alguno se le insinuara, con el consiguiente regalo de Scar, haciendo honor a su apodo.
Tao se concentró en la pelea para alejar esos pensamientos pecaminosos, no era tan estúpido para jugársela de esa manera, el mar estaba lleno de mujeres exquisitas pero sus ganas de pelear solamente tenían cabida en esa lona de ring.
YiFan dio por finalizada su cena, satisfecho de haber comido algo original de su tierra, añorando esos sabores agridulces y con el entrañable recuerdo del cerdo al estilo Hunan cuando estuvieron en Changsha, para asistir a un programa de televisión y teniendo la oportunidad de conocer a la familia de YiXing.
Sencillos y encantadores, pero mostrándose crítico internamente de por qué su familia lo expuso en los medios siendo apenas todavía un mocoso que no sabía ni atarse los cordones de los zapatos.
Rinah entró en la cocina, llevando simplemente una bata y no se sorprendió al ver a YiFan, una de las chicas la había avisado, para ponerla al tanto.
-Hola YiFan, no esperaba verte hoy-le comentó dirigiéndose a la olla-tendrás que esperarte para el siguiente servicio, quiero cenar primero y además tengo la habitación ventilándose.
YiFan arrugó sus cejas, notándola muy cansada y hasta cierto punto alicaída, no estaba seguro si le pasaba algo.
-¿Te dio mucha caña el cliente?
-YiFan...
-Tranquila, tengo toda la noche para que te recuperes, te quiero ver 100% operativa.
-Vete a la mierda...-murmuro ella con cierto hastío en su mirada.
Los dos permanecían en silencio, ella absorbía esa sopa ignorando su presencia, procurando evitar los ojos de YiFan y él sin embargo sentía que sobraba en ese sitio.
-Oye si es por lo de Yuri, yo no tengo la culpa.
-No es por lo de Yuri.
-Entonces que es, por qué estás así ¿volvió ese cabrón a molestarte?-le preguntó preocupado.
-¡NO YIFAN! ¿QUIERES CERRAR LA PUTA BOCA Y DEJARME CENAR TRANQUILA?
Él se removió en su asiento, con ganas de responderle, pero prefirió levantarse y salir de la cocina.
-Estaré en tu habitación, no tardes.
Obtuvo el silencio por respuesta y aquello lo cabreó más, estaba por marcharse y mandarlo todo a la mierda, pero no lo hizo, se metió en su cuarto, levantando las sábanas del pecado y la lujuria, haciendo una bola y tirándolas al suelo.
Rebuscó en su armario unas nuevas, le gustaba ese olor a limpio y vio sus sábanas preferidas sin usar, unas blancas con ribetes dorados por los lados, le encantaba el tacto de ese algodón tan suave.
Comenzó hacerle la cama, hacía años que no lo hacía y le resultó gracioso recordando a su madre y las broncas que tenía por ello.
Siempre le decía que por ser el hijo de una familia acaudalada no implicaba ser un guarro y no tener cuidado con las cosas, y así cada mañana antes de irse al colegio, se veía obligado hacerse su propia cama.
Cómo odiaba hacer eso y cómo la echaba de menos ahora.
Se tumbó en la cama cuando terminó y reflexionó sobre él mismo, qué tipo de persona era y si algún día volvería a enamorarse como le pasó a Minseok.
"El desgraciado de Minseok" pensaba YiFan, un amor imposible por él ser un idol y ella una puta.
Rinah volvió a la habitación, se había duchado y su olor a lima irrumpió en sus fosas nasales.
-Sí que tienes prisa por follar...-le dejó caer ella.
-Joder Rinah, estás muy rara hoy-le comentó sentándose-ahora entiendo cuando la gente dice eso de "donde hay confianza, da asco".
Ella lanzó una risotada sin hacerle caso, buscó en su armario un camisón semitransparente y sin importarle que la estuviera observando, se desnudó delante de YiFan y él se volvió a maravillar de esas caderas anchas y morenas.
-Bien, qué quieres hacer hoy ¿empiezo con una mamada?-le preguntó posicionándose encima de él.
-La verdad es que no-le respondió sacándosela de encima y dirigiéndose a la puerta-ahora vuelvo.
-¿¿Ahora te entraron ganas de mear??
YiFan se reía mientras volvía al salón y cogió la mochila que se dejó antes, observando a Yuri sentada en un rincón del sofá viendo algo en la tele, al menos esa era la imagen pero sintió que no la estaba prestando atención.
-¿No tienes clientes hoy Yuri?
-No, dejé la noche en blanco por si venía Minseok.
-Vaya, eres una romántica Yuri ¿Sabes cómo acabaron Romeo y Julieta?
-YiFan, a veces puedes llegar a ser realmente odioso, pero sabes, al menos tengo a alguien en quién apoyarme y que sé que me quiere-le respondió irritada girándole la cara.
YiFan se quedó blanco ante esa respuesta, él no echaba de menos tener ese estado de enamoramiento, aunque entendía que mucha gente lo necesitaba para seguir adelante, como era el caso de Yuri o Minseok.
No les culpaba, incluso le pareció bonito que ese par de desgraciados se curasen las heridas, al menos ya no se las lamían como antes.
Él sabía que su única cura era salir de la SM.
Volvió a la habitación, donde Rinah permanecía estirada sin nada más que hacer que esperarlo.
-Qué es eso YiFan.
Él la sonrió y abrió la mochila, apareciendo montones de páginas con letras gigantes del alfabeto coreano, ella se sorprendió preguntándose si esa noche le había dado por jugar a ser profesora y alumno.
-Cuando me dijiste que ya tenías los papeles en regla me alegré mucho por ti-le decía mientras preparaba una libreta, sacando dos lápices y una goma-ahora el siguiente paso es que estés preparada para enfrentarte al mundo de afuera.
-¿Qué cojones me estás diciendo?
-No puedes siempre depender de Yuri, debes aprender a leer y escribir.
-Qué tonterías estás diciendo por dios...
-Qué pone aquí-le señaló una letra con el lápiz.
-YiFan...
-Te he preguntado que pone.
-Es una A.
-Bien ¿y esta?
-Una E.
-¿Y esta frase?
Ella se quedó callada, teniendo dificultades para poder leerla, no era totalmente analfabeta, las primeras palabras que aprendió en coreano fueron lascivas y obscenas, sus proxenetas querían que supiera algo del idioma para que pudiera entenderse con el cliente.
-No lo sé Yifan-se sinceró avergonzada.
-Pone "Exígete mucho a ti mismo y espera poco de los demás. Así te ahorrarás disgustos" ¿sabes quién la escribió?
-No soy tan inculta YiFan, esa frase es de Confucio.
-Exacto, pues aplícate el cuento y vamos a ponernos a ello.
Rinah lo miró con ciertos visos de tristeza, no llegaba a entenderle, cómo podía llegar a ser un ángel en un momento dado y demonio en otros.
-Por qué haces esto YiFan, no estás obligado a ello.
-No, no lo estoy, lo hago porque me da la gana y no te voy a explicar mis motivos.
-Sólo mi marido me trataba con afecto-murmuró tornándose su mirada vidriosa-sólo él me respetaba...
Un llanto ahogado brotó de su garganta, desconcertándolo completamente, no sabía qué hacer y entre más tiempo pasaba, ella peor se ponía, hasta que la rodeó con sus brazos, dejando que esas lágrimas fluyeran arropada en su pecho.
Se sentía extrañísimo y jamás en la vida se hubiera imaginado encontrarse en esa situación con ella.
-Hoy es el cumpleaños de mi marido, por eso preparé esos platos especiales de mi etnia, quería que supiera que esté donde esté, aún le sigo queriendo y recordándolo todos los días de mi mísera vida.
Para YiFan, todo aquello cobraba sentido, admirando que después de tanto tiempo, aún le siguiera recordando, acunaba ese sentimiento de ternura acariciando sus cabellos mientras ella seguía derramando ese dolor por todos estos años de ausencia del único hombre que amó.
-Rinah...y por eso mismo, estoy seguro que a él le gustaría que tuvieras una vida mejor-le susurró mirándola a los ojos.
-Eso crees...
-Sí, y yo voy ayudarte.
Ella seguía pensando en su marido, y pensó que tal vez YiFan tuviera razón. En todos estos largos años, su vida se había acumulado de experiencias traumáticas y dolorosas, tal vez iba a siendo hora de tener un poco de luz a esa existencia vacía sin su marido y sin su hijo.
-Gracias YiFan.
Él sentía ese cálido abrazo agradándole esa sensación de cariño, se sentía bien y cerraba los ojos pensando en las palabras de Minseok cuando fueron una vez a ver a las chicas.
"Un mundo mejor"
Se levantó contrariado, ante la mirada atónita de Rinah, comenzó a dar vueltas sobre la habitación hasta que contempló la ciudad bajo sus pies.
-¡JODER!-exclamó golpeando la ventana.
-¿Y a ti qué te pasa ahora? ¿Eres bipolar?
-Rinah-le dijo aproximándose a ella-toma estas grafías y escríbelas encima, ve practicando, tengo que hacer una cosa.
Ella asintió tragando saliva, no entendía por qué estaba tan enfadado y él sacó su móvil buscando el número de Minseok.
-¿Hola? ¿Pasa algo?-preguntó Minseok omitiendo su nombre por estar donde estaba.
-Dónde estás Min, voy a buscarte.
-¿Qué?
-Hay una persona que me va volver loco con sus lagrimones, así que dime dónde estás y voy a buscarte.
Minseok sonrió, incluso sus ojos parecían humedecerse y el resto de los miembros no entendían muy bien lo que estaba pasando, los que estaban más cerca intentaba mirar la pantalla para saber quién era, hasta que Kyungsoo lo descubrió y lo deletreó con su boca al resto.
-Ahora íbamos al karaoke, Gun no está llevando para allá-le informó para que supiera de la situación.
-¡Vaya! ¿El doberman está con vosotros? Pásamelo anda, quiero hablar con él.
-Está bien YiFan.
Cuando Gun escuchó ese nombre, se le erizó los pelos de la nuca, ese chico era un potro desbocado muy difícil de tratar, aún seguía mosqueado porque no volvió a la fiesta y estaba deseando tenerlo enfrente para cantarle las cuarenta.
-Hola Gun, me dijo Min que vais a un karaoke, quédate con él en la furgoneta porque iré a buscarlo para llevármelo.
-¿Me lo dices en serio YiFan?
-¿Eh? Pues sí. Vuélveme a ponerme a Min.
-¡¿CÓMO TIENES LOS COJONES DE DECIRME ESO YIFAN?! ¡¡DIME DÓNDE ESTÁS PORQUE SERÉ YO EL QUE VAYA A BUSCARTE!!- le gritó histérico harto de sus constantes desafíos.
Pero YiFan no se iba amedrentar, al contrario, su carácter frío y calculador era su mejor baza para sacar de quicio todavía más a Gun, cosa que adoraba.
-Pues va ser que seré yo el que me acerque Gun. Realmente me conmueve tus ganas de verme, no pensé que me tuvieras tanto aprecio...
-Me cago en tus muertos YiFan.
-Gun, sabes tan bien como yo que no tendremos nuestras merecidas vacaciones hasta el año que viene, así que baja un poco esos humos y al menos deja que me lleve a Minseok esta noche.
-No.
-¿No?
-No YiFan, es más pienso reportar al señor Lee lo que estás haciendo, se te acabó el chollo de ir por la vida como si fueras el rey de la jungla.
De pronto se oyó una tos exagerada al otro de la línea del móvil, YiFan tosía como un poseso y hasta parecía que iba a sacar la bilis por la boca, era tan escandaloso que hasta los chicos lo escucharon, preocupándose de sobremanera.
-La madre que me parió-murmuró YiFan-pues creo que me estoy resfriando o vete tú a saber si algo peor, y ya sabes lo contagioso que es esto ¿verdad? No le conviene a la SM que de golpe cuatro miembros de Exo se pongan enfermos repentinamente ¿no crees?
Gun estaba alucinando por las argucias de YiFan, esa manera sutil de plantar un boicot delante de sus morros justo en plena producción del álbum y con toda la campaña de invierno del grupo ya en marcha.
Tenía dos opciones, o no ceder un ápice o ceder siendo consciente del peligro de ello.
Echar a YiFan del grupo iba a costar más de lo que se imaginaba, viendo las sonrisas del resto de los miembros, siendo consciente que lo estaban apoyando moralmente y precisamente ahora a Exo se rumoreaba que le iba a caer un otoño plagado de premios.
YiFan no podía faltar, al menos no por ahora.
-Está bien YiFan.
-¡Fantástico Gun! Y ahora pásame a Min.
Gun obedeció de malas maneras, pasándole el móvil bruscamente a Minseok y éste atónito porque no se podía creer que YiFan lo hubiese logrado.
-Gra...gracias YiFan...-le susurró poniéndose a llorar como un niño.
-Hostias Min, tú tampoco ¿vale? Y que conste que esto no lo hago gratis, algún día me devolverás el favor.
-¡Cuándo quieras amigo mío!
Se oyó la risa de YiFan a través de la línea, hasta que por fin colgó y volvió a mirar Rinah, que estaba concentrada en los ejercicios que le había ordenado.
¿Por qué se sentía tan bien? ¿Esto es lo que se siente cuando alguien se siente querido?
Baekhyun y yo estábamos cenando en uno de estos sitios típicos cubiertos de lona y que para calentarse había estufas portátiles.
Lo habíamos decidido así para recordar aquellos tiempos que no teníamos ni un won y nos veíamos obligados a comer en estos sitios baratos.
Pero éramos felices, muy felices y ajenos a lo que se nos venía encima.
-YooRa, cómo vas de dinero-me preguntó mientras cogía un trozo de cerdo de la sopa.
-Voy bien, te recuerdo que yo también trabajo y en casa entran dos sueldos más.
-¿Cuánto dinero te ha pasado la SM ya?
-No sabría decirte Baekhyun, pero...-me quedé callada porque me costaba decirle que habíamos cogido algo de dinero de esa cuenta.
-¿Qué sucede YooRa?
-Es que hará unas semanas se nos rompió la tele y mi padre me pidió si podía sacar algo de dinero para comprar una nueva.
Él miró, aunque no sabía qué cara estaba poniendo por llevar la máscara, temía que se molestase que usásemos el dinero de Baekkie para esas cosas.
-YooRa, el dinero está para cuando se necesita, si os hacía falta una tele nueva no veo nada de malo que lo sacarais de la cuenta de Baekkie, a fin de cuentas ellos se desviven por él, agradezco de verdad que tenga unos abuelos tan maravillosos.
Me emocionó oírle decir eso, mis padres eran un pilar en mi vida actual, gracias a ellos podía estudiar, dejarles a Baekkie por si me tenía que ir a trabajar o incluso me animaban a salir con mis amigas de vez en cuando para divertirme, como ahora.
-No puedo negar que siento que tengo los mejores padres del mundo-le decía orgullosísima.
-Y en cierto modo, eres cómo eres gracias a ellos.
-La verdad es que sí...
-Pues eso YooRa, cuando puedas me dices cuánto hay exactamente, tengo que hacer números.
-Podría hacerte cotitular de la cuenta, así tendrías pleno acceso.
-No YooRa-me decía negando con la cabeza-por precaución es mejor que no, no puedo presentarme en el banco para firmar el acceso, sería señalándonos.
Qué estúpida había sido, cómo no me había dado cuenta antes, por eso siempre me hacía los traspasos por internet.
-En ese caso, te daré mi clave.
-Tampoco, supongo que tendrás todas tus cuentas vinculadas y eso sería invadir tu intimidad.
-¡Pero Baek!
-Cariño, sólo dime cuánto dinero hay exacto y lo dejamos ahí ¿sí?
-No estoy de acuerdo, mi dinero es tu dinero, supongo que a la larga nos crearemos una cuenta en común-seguía empecinada.
-Mira que eres cabezota...
-Herencia de mi madre-le respondí divertida.
Él se rio por mi comentario, asintiendo con la cabeza porque ya sabía que no habría manera de hacerme cambiar de opinión.
-Baek, tengo una cosa para ti-le dije muy contenta.
-¿¿En serio??¿ A ver a ver?
Saqué de mi bolso un sobre blanco cerrado y lo puse encima de la mesa, acercándoselo, sabía que le haría mucha ilusión.
No tenía ni idea qué cara estaba poniendo cuando abrió el sobre, y la verdad es que lo lamentaba, era uno de esos momentos en que me hubiera encantado poder ver sus ojos, y sin embargo allí estaba, pasando las fotos de una mano a otra en silencio.
-Pensé que ya era hora de ir actualizando el álbum que te regalé para San Valentín.
-YooRa...ha crecido tanto...-murmuró bajito, tanto que tuve que emplearme a fondo para entenderle.
-Sí, ya sabes que los críos crecen rápido cuando son tan pequeños, quiero que en la medida de lo posible seas partícipe en su vida.
-Amor, de verdad gracias, no sabes lo importante que esto para mí, es quiero muchísimo a los dos.
Él seguía pasando las fotos mientras yo le iba comentando, le veía emocionado, señalando todas las fotos y escuchando su risa detrás de esa máscara que me entraban ganas de arrancársela.
Juntó todas las fotos cuando acabó y las guardó en el sobre, se estaba llevando un pedacito de mi vida y la de Baekkie en imágenes.
El roce de su mano sobre mi brazo hizo que me estremeciera, movía sus dedos con afecto y aunque no pudiera verle, sabía que quería decirme algo importante.
-YooRa, tengo toda la noche libre, hasta el día siguiente...
-¿Toda la noche? ¿Cómo lo has hecho?
-Es una larga historia, pero oficialmente estoy en casa de mis padres enfermo, comprendes lo que quiero decirte.
-Pero Baek, les dije a mis padres que estaría en casa a la una, no me siento cómoda tener que mentirles de nuevo-le dije hecha un mar de contradicciones.
-Cariño, llevamos tres años nadando en un mar de mentiras, comprendo que te sientas mal por ello pero tenemos muy pocas posibilidades de estar juntos-intentaba convencerme.
Suspiré, posiblemente remando hacia mi lado más egoísta, justificándome que también merecía un poco de alegría en esta vida.
-Entonces debería llamarlos para decirles que no vendré hasta mañana por la mañana.
-Sí, diles que te vas a casa de Minah o de SuJin o mejor aún, de MinSu, que como es más mayor se quedarán más tranquilos.
No pude evitar entristecerme cuando la nombró, el otro día nos estaba comentando de sus problemas financieros con su negocio, no podía competir con las franquicias y mantener esos productos de calidad que vendía, porque si algo tenía de especial su pastelería era que el 70% de su producción era artesanal, es decir, hacía los dulces ella misma.
Pero los números no le cuadraban, siempre compraba la materia prima de la mejor calidad y se veía obligada a subir los precios para obtener algún beneficio, algo que muchos clientes no apreciaban.
-¿Y esa cara YooRa?
-MinSu está pasando una mala racha, como siga así se verá obligada a vender la pastelería-le explicaba lamentándome.
-¿Tan mal le va? ¡Pero si todo lo que hace está buenísimo!
-Claro que lo está, pero no puede competir con los precios de la competencia.
Se quedó unos segundos callado, sobándose las manos entre sí y aunque no pudiera verle la cara, sabía que estaba tramando algo.
-YooRa, el mes que viene tenemos que hacer un anuncio para Lotte, puedo sugerir a los de publicidad que la pastelería de MinSu es ideal para hacer el spot, según me dijiste la ubicación es muy buena, con impresionantes vistas a la ribera de Cheonggyecheon, que hablen con los de Lotte a ver qué sale.
-¡Oh sí!-aplaudí emocionada-además diseñó la tienda como si fuera una pastelería francesa, tiene mucha luz y se puede vender el producto de Lotte como artesanales, haciendo una analogía con los pasteles que hace MinSu.
-YooRa ¿seguro que no te equivocaste de carrera? Es una buena estrategia de marketing, veré lo que puedo hacer y cuando sepa algo, te digo ¿vale?
-Gracias amor, si al final hacéis el anuncio allá, atraerá a los clientes y será un balón de oxígeno para ella.
-MinSu nos ha ayudado mucho, por ella haría lo que hiciera falta-me dijo guiñándome un ojo.
Y era cierto, ella era la que posibilitaba nuestros encuentros, ya sea en su casa o nos llevaba un lugar apartado donde pudiéramos disfrutar los tres.
No era devolverme el favor, era la posibilidad de ayudarla y estaba segura que Baekhyun lo intentaría con todo su repertorio de persuasión, porque si algo tenía él era labia.
-YooRa, deberías llamar a tus padres, luego me gustaría ir a un sitio.
-¿Adónde?
-Voy a pagar la cuenta y vamos ¿ok?
-¡Pero dime dónde!
-Ais, impaciente, igualita que Baekkie...-me dijo entornando los ojos.
-Hombre Baek, en todo caso sería al revés, y tú tampoco es que seas un portento de la paciencia.
-Je, lo dicho llámalos y nos vamos.
-¡Baek!-protesté.
Pero ni caso que me hizo, ya sacaba su billetera para pagar mientras que yo encendía mi móvil, deseando que no les sentara mal que pasara la noche fuera, pero es Halloween y se supone que es una noche para pasarla bien con los amigos.
Y en nuestro caso una oportunidad única para poder estar juntos.
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Yo de este capi, me quedo sobre todo con la escena de YiFan y Rinah, me pareció muy emotiva y mientras las escribía tenía hasta un nudo en la garganta.
Y volvemos a sacar ese carácter contradictorio de YiFan, cosa que me encanta porque no sabemos por dónde te va salir.
Ni qué decir el tema de Tao, ya tengo la maquinaria lista para narrar "su tema" y los problemas que le acarreará.
Claro luego está nuestra parejita ¿antesala de lo que va pasar?