(Antes que nada quiero agradecer a las personas que han leído los capítulos, ¡Ya hay 131 vistas y 8 votos! Les agradezco mucho a los que leen, me da igual si son pocas o muchas personas, lo que importa es que se toman su tiempo para leer lo que hago, sin más que decir aquí va el capítulo)
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--Sabes Damian, tu hermano es algo molesto-- Comentaba irónica la chica demonio mientras ingresaba nuevamente a la habitación del petirrojo.
--Aunque puedo ver porque lo respetas-- añadió cerrando la puerta con su magia, llevando las 2 tazas de té consigo.
Después de colocar la taza del chico en la mesa de noche, se sentó en el borde de la cama, esta vez más segura y controlada de sus acciones, definitivamente no iba a repetir la insensatez que estuvo a punto de cometer hace no más de media hora.
"Hasta tu sabes que no fue una insensatez, deja de mentirte"
Tendría que meditar un buen tiempo después, ese día no tenía mucho control de sus emociones, y considerando que son el catalizador para la fuerza de sus poderes, tenía que mantenerlas a raya, lo último que necesitaban ahora era una demonio sedienta de sangre asesinando a todos por igual.
--Oye, te traje tu té favorito, te hace falta-- susurró divertida mientras le daba pequeños empujones con su codo para molestarlo.
No hubo ni un sonido.
Rachel volteó buscando el porqué de su no respuesta, su sonrisa se mantuvo cuando vio que se volvió a dormir, de la misma forma que antes.
Se quedó de nuevo observando su rostro, memorizando cada detalle, pero había una diferencia esta vez, no fue como hace unos minutos que lo miró, algo no andaba bien.
"No esta respirando"
La hechicera sin perder el tiempo dejó su propia taza de té en la mesa junto a la otra, acercó su cabeza girándola para que su oído pudiera escuchar su respiración.
No sintió nada.
Alarmada revisó si su corazón seguía latiendo, colocando su mano en su pecho esperando lo peor.
Aun seguía latiendo, pero cada vez menos.
Desde la misma mano que estaba en su pecho, empezó a emanar su característica magia de color negro, mientras que su otra mano se encontraba punteando la frente del petirrojo, enviando energía por su dedo índice.
"Te dejo un misero segundo, ¿y piensas que te puedes morir?"
Su cuerpo estaba muriendo lentamente, cada segundo su temperatura descendía a niveles peligrosos.
Rachel sabía que tenía que hacer pulsaciones con su magia para devolverlo a la vida, en un movimiento toda la habitación se transformo en un pentagrama de color lavanda oscuro, entregando un fuego fatuo que envolvía a las dos aves, principalmente al petirrojo.
Recitando su extraño lenguaje proveniente de Azarath, el pecho y la frente de Damian empezaron a brillar tenuemente a través de las manos de la hechicera.
--Azarath, Metryon, Zinthios-- Repitió su antiguo y eficaz mantra que le ayudaba a estabilizar sus emociones, cada palabra salía de su boca calmadamente, necesitaba toda la concentración para poder reavivar sus pulmones.
El pentagrama de la habitación se apagó bruscamente, solo por un segundo hasta que desapareció convirtiéndose en polvo, moviéndose en una danza por todo el cuarto hasta las dos manos de la chica cuervo.
El polvo estaba apagado cuando llegó a las manos de Raven, pero una vez que hizo contacto con su portadora, brillaron con una intensidad suave, se metían entre sus dedos hasta dentro del chico.
Después de varios segundos, Rachel terminó su hechizo cayendo cansada al lado del ex-robin.
De verdad que no fue intencional, nunca lo había planeado, pero justamente cayó al frente de su durmiente rostro, admirando cada detalle nuevamente, era como un regalo que solo ella podía ver, una faceta que no se la mostraría nadie, una que solo podía tener ella.
Para evitar otro quiebre emocional, se levantó lo más rápido que pudo, verificando si había funcionado su complicado conjuro.
"Sé que estás aquí, no vas a morir, no aún, no así..."
Temblorosa y ansiosa acerco su oído al pecho, sabía que funcionó, no había de que preocuparse, solo... solo necesitaba corroborarlo, necesitaba saber que esta a salvo.
Un latido apacible, sin irregularidades.
Para evitar que aún estuviera en la misma situación, postró el dorso de su mano al frente de su rostro, justamente debajo de la nariz.
Una suave brisa, que volvía y salía en segundos.
Rachel simplemente cedió ante el cansancio que conllevo todo su esfuerzo, cayendo de espaldas contra la estructura de la cama, necesitaba dormir, urgentemente.
Con la única energía que le sobraba en el cuerpo, se levantó para irse de la habitación no sin antes dejarle una nota al causante de su cansancio.
Te traje tu té favorito, disfrutalo.
Atte: R
No hacia falta mencionar lo que ocurrió, mientras no preguntara, no iba a decir nada.
Antes de poder salir enteramente de la habitación, el comunicador de Robin empezó a sonar, Raven volteaba para verificar si atendería, al parecer su sueño profundo lo dejó excluido del mundo, con un suspiro irritado, se acercó para contestar, obviamente era Nightwing.
–¿Qué?– Quería acabar con este asunto e irse a descansar.
–¿Raven? ¿Porqué contestaste tu?–
Después de unos segundos, por si solo logró deducir porque no pudo atender.
–¿Está bien?– Su pregunta salió en un susurro.
--¿Porqué estás susurrando?-- La forma en la que habló extrañó a la hechicera, el no era del tipo de quedarse callado o hablar bajo, siempre que llamaba lo hacía gritando o haciendo cualquier otro tipo de ruido para molestar.
El causante de la llamada se quedó callado por unos largos segundos, Rachel estaba esperando, irritándose cada vez más conforme se alargaba la llamada.
--Es por su padre, lo tengo al lado y no quiero que se entere que le pasó algo mientras seguimos investigando--
--Hubieras empezado por ahí-- suspiró aburrida y cansada --El está bien, solo... tuvo un pequeño problema, nada que no pudiera manejar--
--Sé que fue así, pero no te sobreesfuerzes Rachel, no hay necesidad de que pongas tu vida en cuidarlo--
"Si tan solo supieras lo equivocado que estás"
--Si eso fue todo, adiós Dick--Colgó brusca colocando el comunicador en la pequeña mesa.
Volvió a mirar al petirrojo durmiente, como si estuviera buscando algo, antes de irse trazó un pequeño símbolo en el pecho de Damian, en caso de que estuviera en peligro y su Empatía no fuera capaz de sentirlo, era difícil, pero podía pasar.
Antes de irse, miró con dulzura al chico. Acomodó su almohada y su sabana para que estuviera más cómodo, no sin antes darle un pequeño beso en la frente.
--Duerme bien Damian-- Habló en un pequeño hilo de voz justo después de darle ese pequeño gesto con un dejo de serenidad y afecto.
Al salir de la habitación para embarcarse hacia la suya, se permitió sonreír un poco, dejando que el color escarlata subiera por su garganta hasta ambas mejillas.
--Estás enloqueciendo, chica tonta-- Habló para si misma entre pequeñas risas, era increíble todo lo que ha cambiado durante todo este tiempo, un cambio bueno, se lo atribuía a todo su equipo, pero sabía quien fue el principal motivo de su transformación.
--Niño tonto...--
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–Bruce, esto está fresco, demasiado diría yo– cuestionó Nightwing mientras tomaba una muestra de sangre.
Batman solo gruñó en respuesta, buscando en todo el apartamento algún indicio de que alguien estuviera todavía en el lugar, como dijo su compañero, todo está muy fresco, parece hecho hace menos de media hora.
El detective le hizo una seña de que se callara, había escuchado un ruido en una parte.
Puede que Nightwing no lo pudo escuchar, pero Batman gracias a la tecnología de su capucha, podía escuchar diferentes niveles de sonido.
Siguiendo la procedencia, que parecía manifestarse en el baño, se arrastró por la pared silenciosamente hasta que estuvo de frente a la puerta. Sacó una pequeña granada aturdidora preparándola en su mano. Con la mirada le dijo a Nightwing que se preparara, no sabían quien o quienes habría dentro.
Antes de siquiera poder actuar, la misma puerta del baño fue lanzada violentamente a través de una explosión provocada desde dentro, puerta que golpeó a Nightwing sin tiempo para reaccionar.
Batman solo miró al que estaba dentro, al igual que él, estaban esperando a que el otro actuara, cualquier pequeño movimiento y empezaría la huída.
El desconocido enmascarado tuvo la iniciativa y lanzó un cuchillo al pecho de Batman, que esquivó con facilidad, pero ese pequeño segundo que utilizo el detective para esquivar su lanzamiento, aprovechó para salir corriendo de la habitación en dirección hacia la ventana, era algo ilógico si lo pensabas, estaban a más de 15 metros de altura, tuvo que tener un plan.
Y efectivamente lo tenía, una vez que se lanzó, desplegó un gancho parecido a los que usaba el murciélago, que no tardo en empezar una persecución.
Al terminar de balancearse cayeron ambos enmascarados en un techo cercano, sin tiempo que perder, el principal sospechoso empezó a correr seguido por el detective.
Por más que tratara, por más cosas que le lanzara al murciélago este no se rendía, lo esquivaba todo con una sincronía perfecta, cada vez más cerca de el.
Seguían saltando de tejado en tejado, ya lo tenía respirando en la nuca prácticamente, estaba aterrado, no sabría que podría hacerle si lograba atraparlo, o que le harían sus superiores.
Solo se escuchaba los pasos acelerados de los dos corredores por el techo, hasta que sin previo aviso, solo se escuchaba uno.
El perseguido se tomó un momento para voltear y detenerse, ya no estaba ahí, pareció haberse esfumado.
Cansado y aterrado, se volteó nuevamente para terminar de irse, pero ahí estaba, con el semblante más amenazante que había visto en su vida.
--Tu vienes conmigo-- mencionó secamente la figura alta vestida de murciélago.
Se quedó pasmado, mirando con horror al vigilante nocturno, nunca había visto nada parecido en todos sus años como sicario, ya sabía porque todos le tenían miedo.
Antes de que pudiera reaccionar un rápido y preciso golpe se dio en la nuca del sicario, noqueandolo al instante. Batman lo amordazó y esposó, asegurándose de que no escapara.
--Nightwing, ya terminé por aquí, ¿estás bien?-- se comunicaron mediante su capucha y auriculares de Nightwing
--Si Bats, estoy bien, ¿quien es nuestro hombre?--cuestionó adolorido el joven debido al golpe directo la puerta explosiva.
--Después me encargaré de eso, primero hay que revisar si hay concordancia en el asesinato con el anterior.--
--Ya me me hice cargo, es de la misma forma Bruce, exactamente igual, la única diferencia es la persona, no entiendo porque matarían al que les hace sus joyas-- Se preguntó Nightwing por la extraña elección de víctima.
--Estoy contigo en eso, pero lo más seguro es que no querían dejar cabos sueltos, recuerda que estamos en la misma ciudad de los titanes, tarde o temprano íbamos a encontrarlo, y por lo que sabemos era una persona honesta y sin antecedentes criminales, aunque... -- Se quedó analizando la situación en silencio.
--¿Bruce?--
--Si tiene el mismo pentagrama y la misma forma de asesinato, probablemente estén buscando hacer lo mismo que con los titanes hace poco--
--¿De nuevo? Y yo que pensaba que solo mataban por represalia--Cuestionó con un punto valido.
--Podría decirte que eso es, pero si fuera así serían a miembros cercanos a los titanes, no tendría sentido que mataran al azar, necesitan enviar un mensaje, su psicosis les obliga a que sus objetivos sepan que son ellos.--Se explicó el detective mirando el amanecer en Jump City, eran ya las 5 de la mañana.
--Dick, no creo que encontremos nada más ahí fuera de lo mismo, aseguro que has encontrado el mismo amuleto, ¿no es así?-- Preguntó el detective mientras llamaba a su aeronave con un botón en su antebrazo.
--Si eso mis... ¿Cómo lo...? Olvídalo-- Omitió con quien estaba hablando.
--Llama a la policía, te recogeré en la azotea, tienes 3 minutos-- Terminó de hablar mientras subía al sospechoso a la parte trasera de su jet, subiendo el después.
3 minutos pasaron y Nightwing ya se estaba colocando en el asiento del copiloto, mirando inquisitivo a su mentor.
--Habla--Rompió el hielo Bruce mientras despegaban.
--¿Qué piensas hacer?--preguntó temiendo lo que iba a hacer el temido caballero nocturno.
--Conseguir respuestas--Respondió a secas --Nos vamos a Gotham--
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Era un lugar oscuro, ni una pizca de luz, todo estaba en una negrura inconmensurable, en silencio absoluto, solo se escuchaba un pequeño flujo de agua a lo lejos.
--¿Hola?-- Habló un hombre con un saco en su cabeza impidiendo su visión, esposado a una silla de metal clavada al suelo.
--¿HAY ALGUIEN AHÍ?-- Gritó en búsqueda de que alguien le respondiera, sin mucho éxito empezó a entrar en pánico.
--¡¡AYUDA!! ¡¡POR FAVOR ALGUIEN AYÚDEME!!-- Siguió exclamado a todo pulmón sin tener una idea de lo que estaba pasando.
--Grita todo lo que quieras, nada ni nadie vendrá a salvarte-- una voz ronca y gruesa se remarcó en las paredes del lugar.
el sicario ahora estaba aterrado, necesitaba salir de ahí, necesitaba salir ahora.
--Ropa militar, equipo de punta tecnológica, buenas habilidades atléticas, pasamontañas característico del ministro de sicariato en East Coast. Eres un sicario contratado por los hermanos sangre, ¿no es así? Sin mencionar el mismo medallón que tenías en tu bolsillo--
Pasaron los segundos y obviamente no iba a responder.
--No es necesario que respondas, ya lo sé todo--Su voz seguía indiferente.
De pronto se le quito el saco de la cabeza, permitiendo tener mejor visión, pero fue en vano, no había nada, todo estaba oscuro, pero había algo, habían dos ojos blancos al frente de él, estáticos que comunicaba su amenaza.
Los ojos se empezaron a acercar lentamente, con pasos que resonaban por toda la cueva.
Al estar frente a frente, ojos blancos contra los marrones del atado, su frente empezaba a sudar con el solo hecho de estar frente a esta extraña criatura.
--Vamos a hablar-- Mencionó el hombre alto con figura de murciélago, mientras una luz proveniente de un taser se asomaba por su mano, revelando su identidad.
--Oh dios--