- Regulus, lleva a Harry a su habitación- pidió James al menor de los Black, el ojiplata entendió que el hombre quería que los dejara solos así que obedeció rápido y en silencio.
Cuando el niñero estuvo fuera del alcance de visión el hombre de gafas volvió a hablar.
- Sígueme- ordeno y guío al otro hasta la sala en donde el ojiazul sin necesidad de que se lo dijeran tomo asiento- ¿Como ha ido todo?- pregunto mirando cualquier cosa excepto a su amigo.
- Bien supongo- respondió Sirius buscando conectar su mirada con la del otro pero este lo evitaba a todo costo- ¿Aun no soportas verme?- pregunto sonriendo con tristeza.
- Sirius tu no lo entiendes...
- Lo entiendo James, entiendo que me odias, Lily murió por mi culpa, aquel día si yo no le hubiera prestado atención al mensaje en mi celular... Si ella no hubiera subido al auto conmigo... Si jamás tu y yo nos hubiéramos conocido... Ella estaría viva...- el ojiazul sintió un nudo formarse en su garganta quería llorar pero no podía, debía ser fuerte.
James no contesto, solo bajo la mirada y sus manos comenzaron a temblar de rabia e impotencia.
- Puedes reclamarme, golpearme, decirme que me odias- el ojiazul volvió a hablar-, pero no me pidas que me aleje.... Lo he hecho durante tres años, he huido para evitar el dolor que me produce que ni siquiera soportes mirarme, pero ya no más Cornamenta, soy tu amigo y le prometí a Lily asegurarme de que estuvieran bien, así que... Solo desahógate y vuelve a ser el mismo de siempre...
- Sirius tu realmente no lo entiendes...- James tembló aun más mientras negaba con su cabeza desesperadamente.
- ¿Que no entiendo? Que yo mate a Lily, que me odias, QUE TODO ES MI CULPA...- grito molesto el ojiazul poniéndose de pie para enfrentar a su amigo.
El hombre de gafas se levanto y por primera vez en años miro directamente a su amigo, revelando la tristeza en sus ojos.
- Yo fui el que envié ese estúpido mensaje, YO MATE A LILY- James confeso al fin.