- Listo, ya envié un mensaje al número que decía el cartel- Regulus mostraba feliz a su amigo el mensaje que envió.
- ¿Enviaste todos tus datos?- pregunto el ojinegro.
- Si, escucha: "Buenas tardes, leí su anunció sobre la búsqueda de un niñero y me gustaría trabajar para usted, soy un estudiante universitario de 24 años pero en este momento me encuentro libre y me gustaría laborar, estoy deseoso de poder cuidar a su hija o hijo, estoy disponible para cualquier horario, espero me tomé en cuenta, gracias".
- Regulus...
- ¿Si Sev?
- Olvidaste poner tu nombre.
El ojiplata se puso pálido al ver su error.
- ¿Qué hago? ¿Le envió un mensaje más con mi nombre?- el menor de los Black indagó nervioso.
- Eso te hará ver torpe.
- Sev ¿Qué hago ahora?
- Déjalo así tal vez no lo note.
- Claro, no va a notar que le pidieron empleo sin un nombre- contesto sarcástico el ojiplata.
- Hay gente así en la vida.
- Como sea- suspiro el ojiplata- tengo que ir a ayudar al profesor- le dio el celular a Severus- si llaman contesta y propón una cita con el empleador.
- ¿Y por qué yo?- el ojinegro odiaba hablar por teléfono- llévate este aparato y contéstalo tú.
- Sabes que el profesor odia los celulares aún fuera de lecciones.
- Pero Reg...
- Tranqilo es casi imposible que llamen de una vez- el menor de los Black se deprimió- es más, es casi imposible que llamen sin el nombre.
Severus al final acepto sin mucho ánimo.
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- ¿Por qué no entran llamadas ni mensajes?- se quejaba James con su amigo.
- No lo sé, tal vez porque el cartel era muy soso y hasta sospechoso- respondió el castaño rodando los ojos hacia un lado.
- ¿Tú crees?- pregunto inocente el hombre de gafas.
Remus le iba a responder algo muy feo cuando el celular del otro sonó.
- ¿Un mensaje?- pregunto el hombre para acercarse a leer el mismo con su amigo.
- Si parece que alguien quiere el empleo.
Remus leyó bien el mensaje y miro extrañado a su amigo.
- Esto... Cornamenta ¿No notas nada raro en ese mensaje?
- Umm... no.
- Ya sabes un pequeño detalle ausente.
- Yo veo todo normal.
- El nombre James, no puso su nombre.
- Oh, no lo había notado- el castaño sintió ganas de golpear a su despistado amigo- pero qué más da, ocupo un niñero.
- Si y él fue el único que respondió el anuncio.
- Bueno entonces ten llámalo y dile que venga- el hombre de ojos avellana le paso el teléfono a su amigo.
- ¿Por qué yo?
- Porque suenas confiable y amistoso.
- Es cierto con tu actitud de ermitaño asustas a cualquiera.
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Severus leía un libro cuando el celular de Regulus sonó, hizo un puchero de molestia pero al final contesto.
- Diga.
- Esto.... Buenas tardes... Hablo para lo del trabajo- Se escucho una voz simpática al otro lado de la línea.
- Si- fue todo lo que contesto el pelinegro.
- Bueno queríamos saber si podría venir para arreglar los detalles.
- Si.
- Bien le enviaremos la dirección por mensaje.
- De acuerdo.
Severus colgó y suspiro agotado.
"Demasiada charla Regulus me debe una" pensó el universitario.
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- ¿Bueno Monny que dijo?- pregunto James cuando su amigo término la llamada.
- El dijo que sí.
- Genial y ¿Cómo se escuchaba? ¿Te pareció alguien confiable o peligroso?- indago preocupado el hombre de gafas.
- Umm... Se oía como alguien inusual.
Fue todo lo que pudo decir el castaño.