Capítulo 8
"Serena"
—Sí, que haces aquí...
Ella siguió convencida de que no sabía nada de lo que hablaba así que juste valor para explicarle algo que entienda rápidamente.
—Larry me envió...
Cuando me escucho, enseguida se acercó a mi rostro y me lo tapo con las dos manos para que no digiera mas nada.
Me aparte y asentí.
—Entendí...
—Okay.
—Bueno...
—Hay que tener mucho cuidado, Yannick.
Me tomo del brazo y me saco por completo de la habitación, donde estábamos, siguió caminando hasta una habitación que se ve que sabía dónde quedaba, se ve que esta no era la primera vez que estaba en una fiesta de esta casa.
La habitación estaba vacía y había un pequeño balcón donde me metió allí y se quedó ahí parada sin mirarme.
—Lo siento mucho por interrumpir.
Ella estaba sentada despeinada mirando hacia la nada... pensando, quizás. En muchas cosas y pensando en que estaba tremendamente borracha.
—No de todas formas, gracias.
Respondió finalmente.
— ¿Por qué?
—No quería acostarme con el...
Abrí los ojos como platos y no supe que responderle, porque sus acciones habían demostrado todo lo contrario antes de que viniera.
—Sé que pensaras que soy hipócrita.
—No...
—Pero ya estoy cansada de acostarme con todo tipo de hombres y luego olvidar esa noche en la que hice algo tan importante como ellos que fue compartir mi cuerpo con ellos...
Lo dijo con la voz quebrada como si lo pensara ya hace tiempo pero no se dio cuenta que de verdad divertirse no era tan bueno como todos creían...
Terminaba arruinando a la persona...
Nunca lo hice de esa manera, drogándome hasta volar, emborracharme hasta no poder levantarme ni poder caminar, y acostándome con miles de mujeres.
No funciona para mí la diversión de esa manera.
— ¿Y porque lo sigues haciendo?
Le pregunte angustiado mientras apoyaba mis manos en el balcón que reflejaba una noche hermosa.
—No puedo parar.
— ¿No puedes parar o no quieres?
—No lo sé...
—Simplemente diviértete de otras maneras...
Ella me miro por unos segundos y luego negó con la cabeza.
— ¿De otras maneras?
Pregunto mientras sacaba un cigarrillo de su bolsillo.
—Claro, tienes dinero y puedes viajar... a muchas partes.
— ¿Y eso para ti es diversión?
—Si...
Todo quedo en silencio y solo escuchaba la música electrónica sonando mientras muchos de allí gritaban como si estuvieran en un concierto de Rock. La gente de allí estaba toda loca, en realidad no, eran las sustancias toxicas que los hacían perder la noción del tiempo y descargar toda su energía.
—Bueno antes eso era diversión... ahora ya me aburrí, conozco casi todas las ciudades más hermosas de todo el mundo...
Que suerte, pensé.
—Pero esto no es la manera correcta...
—Si eres mi novio falso vas a tener que aceptarlo...
—De hecho yo no quiero serlo...
Ella bostezo y me miro con sus ojos brillantes y su maquillaje corrido. Realmente parecía cansada o mejor dicho agotada...
—Lo vas a hacer...
—Sí, lo sé.
Y no quise decir más nada porque quizás la angustiaba más de lo que estaba y lo menos que quiero es que pasara eso, porque estaba aquí por una razón. Por Larry que querían que las cosas fueran de esa manera.
Mire hacia abajo y estaba la piscina que había visto cuando vine a la fiesta, vacía pero el agua se movía como si hubiera viento que la empujara.
—Veo que te has puesto la ropa que te mande.
Me sobresalte y la mire rápidamente y sentí como mis mejillas ardían.
— ¿Tú la has mandado?
— ¡Claro!
—No me gusta...
—Te queda muy ridícula...
— ¿Si? Gracias no usare más esta ropa...
Dije mientras cruzaba los brazos y un poco enojado porque creí que la ropa la había elegido Larry, no ella. Si sabía que ella la había elegido, ni siquiera me la había probado, vendría la fiesta con la ropa que me gusta usar...
Fui un tonto que seguí las reglas de la princesa.
No sabía nada y me enoje porque mi ignorancia.
—Que lastima... —Dijo Serena mientras se limpiaba el maquillaje desprolijo, tenía las mejillas sonrojadas pero sabía que era porque estaba acalorada por la fiesta, y no por mí —Algo de eso te hace ver bien...
Creo que ella ya no se pondría colorada por ningún chico, ella ya tenía la suficiente experiencia para enfrentarse a cualquier chico.
No era como yo, principiante que no sabía nada de las relaciones amorosas porque apenas había tenido una novia.
Serena ha salido como con cinco chicos famosos que veían fotos que salían en las distintas revistas pero no creo que solo haya salido con ellos, sino que ha tenido muchos amores fugaces de un día o de 3 días como me acababa de confesar.
Estoy tan mal por ella...
Necesitaba ayudarla.
Necesitaba que alguien la abrazara y le digiera que iba a estar a su lado pase lo que pase. Pase todo lo que pase si era bueno o malo... alguien tenía que apoyarla, pero no confió en ella todavía, no sé cómo es en realidad.
—Lo siento por todo.
Le dije sin pensar.
Ella me miro rápidamente y luego su boca se torció en forma de una sonrisa.
—Tú no tienes que pedir perdón Yannick yo soy la que tengo que pedirte perdón... por hacerte que vengas a esa fiesta por nuestros productores... yo acepte la idea antes que nada ¿No?
Me miro con ansias y con curiosidad para ver lo que le respondía.
—Te perdono.
—Gracias.
Dijo ella sonriendo.
—Gracias.
—De nada.
La mire y ella no me estaba mirando, solo estaba con su vista hacia adelante mirando las pequeñas estrellas, iluminadas que se veían esta noche.
No lo sé, pero me encantaría estar mirando este paisaje por días enteros, sin tener que esperar ordenes de aquellas personas o sin tener que estar cantando, viendo cámaras, viendo gente gritando o enojada.
Solo ver un paisaje que no te hace nada malo, te respeta tal como eres, y puedes estar en silencio sin que nadie te moleste. Lo más hermoso.
—Hay que irnos...
Dijo Serena.
— ¿A dónde?
—A mostrarnos para toda la gente...
Suspire y mire hacia arriba mostrando irritación porque reconozco que yo nunca estuve del todo seguro en ese trato, decidieron por mí, por ser mayoría y eso me parece que es tremendamente injusto.
Quería mostrarle al mundo realmente cuando esté preparado de tener una novia, y que realmente lo fuera.
—Vamos que para toda la gente voy a ser tu primera novia a los diecisiete años de edad que tienes...
—Claro.
Camine hacia la puerta del balcón para salir e ir al lugar que quería que vayamos para que nos tomaran las estúpidas fotos y poder buscar a mi mejor amigo y retirarme de esta fiesta antes de que nuestra curiosidad gane y hagamos cosas de las cuales mañana nos vamos a arrepentir... cuando sentí la voz de Serena que decía mi nombre.
Me voltee a mirarla.
—Sé que no soy la primera...
— ¿Qué?
El corazón se me acelero cuando lo dijo.
Tenía razón, no era la primera chica con la que iba a salir de mentira, porque realmente yo tuve una novia importante que fue la primera, y que la guardo en mi corazón a pesar del maldito tiempo que haya pasado.
—Cheryl... ¿No es así?
¿Cómo lo sabía? De seguro ahora mi rostro estaba totalmente blanco como un papel más de lo que habitualmente se mostraba.
Mis piernas temblaron y se me formo una bola grande y dura dentro de mi garganta que me impedía contestarle a lo que había dicho.
—Lo siento no quería sacar el tema pero de verdad me daba curiosidad saber del tema, hablarlo contigo... ¿Sabes?
Dijo después de todo en un tono de voz seco que me permitía enojarme más de lo que estaba enojado, hacía que mi estómago reviente.
Baje la mirada porque no estaba dispuesto a mirarla, con lo que había dicho ¿Cómo se atrevía? ¿Cómo se dignaba a nombrarla? Tenía ganas de ir al frente de ella y gritarle en su cara que no se meta en lo que no le importa.
— ¿Yannick?
— ¿De dónde lo sacaste? —Expulse las palabras que me tenían mal porque no podía abrir la boca para decirlas, como siempre.
—Ah eso no importa...
— ¿Qué no importa?
Levante mi ceja y ella se dio cuenta de que realmente había tocado mi punto débil, realmente estaba alterado y perdido.
Hablar de Cheryl con gente que todavía no conocía, no era lo mío. Todavía estaba en un duelo profundo del cual me está costando mucho superarlo y que saquen el tema para una conversación cotidiana no me estaba ayudando para nada, es más me hacía peor... era como tocar una herida que tenía y apretarla del modo.
—Esto.
—Claro que importa y mucho.
—Alguien lo dijo en un sitio web...
— ¿Qué? No te entiendo...
—En noticias del mundo de la fama.
— ¿Y qué?
Lo pensé un poco mejor y me di cuenta que Serena estuvo en su hermosa computadora, buscando información sobre mí.
Vaya, que de verdad me persigue.
— ¿Estabas buscando información sobre mí?
Ella no se sonrojo ante la pregunte que le hice, solo cerro unos segundos los ojos y asintió lentamente para que me diera cuenta que estuvo indagando en sitios de internet sobre mis novias...
—Pensé que eras gay...
—Vaya que declaración...
Ella se rio fuertemente.
— ¿Por qué?
—Bueno no tenías novia...
— ¿Y?
—Que casi todos los chicos de ahora tienen novias...
Que básica que es, dios mío.
No lo puedo creer que toda mi vida hasta hace unos días había estado enamorado de esta chica tan básica.
Había sido un amor tan platónico parecido a lo que decía Platón de su mundo de las ideas, tan hermoso, que podía declarar que me pasaba días enteros pensando en que ella era la mujer más hermosa de todo el mundo, en todos los aspectos que la miraba.
— ¿Y quién sabe sobre Cheryl? Yo nunca le he contado a nadie...
Dije mientras miraba hacia el paisaje que hace unos minutos atrás estábamos mirando silenciosamente.
—No lo sé...
El enojo se fue disminuyendo bastante rápido para lo que creí que se iba a ir... me dirigí a donde iba a estar antes y abrí la puerta del pequeño balcón para salir.
El calor de la casa volvió a impregnar mi piel.
Ahora en la cama de esa habitación se hallaba una chica y un chico besándose fuertemente, y parece que estaban ocupados porque no se apartaron cuando yo y Serena pasamos de una forma tranquila para dirigirnos a la salida de esa habitación.
Ella me tomo de la mano y sentí un escalofrió recorrer mi espalda...
—Tienes que decirle a todo el mundo que estamos empezando algo...
— ¿Empezando algo?
—De a poco...
—Entiendo.
Caminamos y bajamos las escaleras en donde estaba toda la gente bebiendo de mas, riéndose, gritando, saltando, bailando, besándose, tocándose y entre otras cosas que mejor no decirlas. Ella apretó mi mano para no separarnos en ese completo caos.
Fuimos hasta el patio donde había una chica tomando una bebida en una silla de verano al lado de la pileta.
—Hola Allison.
— ¡Serena!
Se dieron un beso en la mejilla porque realmente se conocen, se ve que habían tratado juntas para varios asuntos pendientes.
— ¿Cómo estás?
Pregunto Serena.
—Muy bien.
Y la chica dirigió la vista hacia mí, tan curiosa como todo el mundo hacía. Mi corazón latió con fuerza y no sé porque estaba tan nervioso.
—Yannick...
—Hola...
—Eres más lindo en persona...
—Gracias.
—Yo soy Allison la fotógrafa y paparazzi que les va a tomar las fotos esta noche para que su romance salga a la luz...
Serena se rio junto a ella, haciéndome temblar y sonreír falsamente.
Nos explicó todo lo que teníamos que hacer, nos dijo que teníamos que actuar naturalmente porque en las fotos se notaba cuando estabas nervioso o tenso.
Me va a costar... pero puedo hacerlo.
Todo es para que Larry este contento y satisfacerlo ya que gracias a él puede grabar un disco y saltar a la fama...
Estábamos frente a la cámara, mire la mano de Serena mientras estaba unida con la mía e hicimos contacto visual.
Ella sonrió levemente y yo solo la miraba seriamente.
Luego callados nos dirigimos a unos asientos al lado de la piscina. Podía sentir como mi cuerpo temblaba al tener que fingir con alguien que me gustaba.
—Olvídate de que Allison está aquí tomando fotos...
Dijo ella en voz baja.
Y me hizo recordar a Cheryl...
—Relájate.
Cerré los ojos y asentí.
Ella tomo un mechón de mi pelo negro azabache y lo envolvió entre sus dedos, mientras sonreía y yo veía sus dientes blancos como la nieve.
Su perfume a frutilla me impregnaba mi nariz y me hacía poner la piel de gallina. Sentí su risita mientras pensaba que en alguno de unos árboles más para allá estaría Allison con su cámara profesional tratando de tomar fotos que no se vean bien, tratando de que todo esto era natural que nosotros habíamos tenido química desde que nos vimos y no podíamos dejar de reírnos mientras estábamos juntos por eso decidimos venir a esta fiesta juntos.
Pero trate de olvidar la parte comercial...
Apoye una mano mía en su hombro frio y ella me miro la mano. Nos quedamos unos 30 segundos así, y yo no sabía cómo moverme hasta que ella apoyo su cabeza en mi hombro y nos quedamos así por un rato...
— ¿Dejaste de pensar en la promoción por un momento?
—Por un momento... si...
Y luego ella apoyo sus labios en mi mejilla haciéndome estremecer y que mi respiración sea irregular...
Estaba al lado de mi amor platónico de toda la vida, no sé si dios me estaba ayudando en todo esto por todo lo que había sufrido años anteriores...
Pero era demasiado para mí en tan poco tiempo. No sabía qué hacer con tanto, esto ya me estaba agotando...
—Si me dejas puedo tomarme como a una droga...
Me dijo ella en el oído bajamente para que nadie lo escuchara nadie, solamente yo, para hacerme sentir especial.
No dije nada y seguí mirando la piscina como el agua se movía lentamente y como brillaba haciéndome doler la vista.
Luego pose una mano en su pierna... para que nos quedemos así solo un rato más.