VIVIENDO CON EL ENEMIGO (En e...

By RUDE_SWEET19

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"PARA VENCER A EL ENEMIGO, PRIMERO GANATE SU CONFIANZA" Cat Smith tenía una vida generalmente aburrida, ha... More

Antes de leer.
Prólogo.
1. La llegada.
2. Los Foster
3. Panda
4. Fiesta de bienvenida.
6. A limpiar.
7. Las 20 preguntas.
8. El hermano guapo
9. La niña de papá.
10. Odio los lunes
11. Simplemente no te quiere.
12. Sorpresa.
13. ¿Cómo que novio? ¿Cómo que sin compromiso?
14. Stripers y un lo siento.
15. Pijamada con chicos. Parte 1
16. Pijamada con chicos. Parte 2
17. Karaokes, decepciones y vodka
18. Visitas inesperadas y Leo.
19. ¿Qué pasó ayer?
20. La mejor venganza es el perdón.
21. ¿Apostamos?
22. Te necesito aquí.
23. Let's go to the beach, bitch. 1/2
24. Let's go to the beach, bitch 2/2
25. Bebe o muere.

5. ¿Dónde está Seth?

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By RUDE_SWEET19


Unos incómodos rayos de luz hicieron que mis ojos se abrieran poco a poco, sentía un inmenso dolor en la cabeza, parpadee varias veces mientras mis ojos se acostumbraban a la luz del lugar, mi boca se sentía pastosa y prácticamente me era imposible tragar saliva. Intenté levantarme impulsada principalmente por el deseo de un vaso de agua, pero justo en ese momento me di cuenta de que no estaba sola, una mano reposaba en mis caderas atrayéndome hacia la calidez de un cuerpo tras mío. Giré mi cabeza tanto como pude para identificar a la persona y que Dios me ampare, Ryan yacía plácidamente dormido allí, sus espesas pestañas reposaban en el inicio de sus mejillas y pequeños sonidos salían de sus labios entreabiertos.

-¿Que demonios?
Escuchar mi propia voz también fue una sorpresa, parecía que hubiese gritado varías horas sin parar y ahora lo único que quedaba de mi voz luchaba por salir. Rápidamente lleve mis manos a mi cuerpo, aún tenía mi vestido, algo arrugado y arremangado en los muslos pero estaba allí. Aparté la mano de Ryan de mi cadera y me senté en la cama con brusquedad haciéndolo despertar.

-Buenos días, invasora.-su voz mañanera sonaba mucho mejor que la mía. Se talló los ojos con los nudillos, lo que provocó que un poco de ansiedad se apoderada de mi, nadie debería tallarse los ojos.

-¿Disculpa?-Mi voz apenas y se escuchó.
Se rió.

-Suenas como el tipo de Terminator-Se sentó también, la sabana se le resbaló por el torso desnudo.-Disculpa aceptada-se encogió de hombros.

-¿Que haces aquí?-tomé la sabana y me cubrí las piernas maldiciendo el frío mañanero.

Las cejas de Ryan se fruncieron e inclinó la cabeza para mirarme con curiosidad.

-Aquí duermo.

-Qué...-le eché una rápida mirada al lugar, las sabanas negras, la pantalla plana frente a mi... Esta no era mi habitación-¿Por qué me trajiste aquí?-exclamé.

-¿Qué hice qué?-enarcó una ceja.

-¿Me trajo Cheetos?

-¿Quién es Cheetos?-preguntó con su sonrisa de listillo. Cuanto le divertía la situación.

-No entiendo nada-chillé sosteniendo mi cabeza que para ese momento se sentía anormalmente pesada.

-Veamos-Ryan se levantó, solo llevaba los jeans arrugados de la noche anterior, recogió su camiseta verde militar del suelo y se la puso-Esto es lo que puedo decirte, aproximadamente a las 4 am envié a Alison a casa en un taxi, eché a los borrachos caídos en el jardín y subí hasta aquí para dormir, pero tú estabas extendida en mi cama cual estrella de mar y te negaste a levantarte, te envié hasta el rincón y me acosté-relató.

Sentí el calor subir hasta mis mejillas pero no era suficiente contra el arrebatador frío de otoño, me abracé en busca de calor y desvié la mirada de la suya. Pequeños fragmentos de recuerdos aparecieron frente a mi, me había despedido del chico de la pista de baile y de Cheetos y el equipo, me sentía muy mareada y decidí subir hasta mi habitación para dormir, solo que al parecer había subido un piso de más y había terminado en la cama de Ryan.

-Hay muchas más habitaciones en la casa-murmuré.

-¿Por qué iba a querer dormir en otra habitación?Esta es la mía-se cruzó de brazos.-Vamos, si te cuesta recordar estoy seguro que Amy aclarará tus dudas-extendió su mano hacia mi pero estaba lo bastante avergonzada para aceptarla, así que aun abrazada me levanté de la cama. Ryan me dio otra de sus sonrisas y se acercó hasta la puerta a nuestro lado, demoró unos segundos y volvió con una sudadera negra.-Estas temblando y apenas es agosto, esperemos que no te congeles en invierno-me extendió la prenda, la miré unos segundos y volví a mirarlo a él-Está limpia, siempre lavo mi ropa-frunció levemente el ceño.

-No es... Olvídalo, gracias-agarré la sudadera y la deslicé rápidamente sobre mi cabeza.

Lo seguí hasta la planta baja, no sin antes revisar entre las sábanas por mi teléfono, terminé encontrándolo tirado junto a una de las patas de la cama con la batería completamente muerta. Una vez abajó analicé el desastre frente al cual me encontraba, el piso estaba mojado en parte y pegajoso también, solté un chillido de asco cuando mi pie descalzó aterrizó sobre un líquido colorido que supuse había sido una gelatina. Los muebles estaban tirados en todo el lugar, la alfombra estaba completamente empapada y del candelabro colgaban varios rollos de papel higiénico y algunos sostenes. Aterrada me dirigí a la sala de estar, solo encontré la silla reclinable volteada, pensé que allí la cosa había ido mejor hasta que me fijé que ya no estaba la pantalla plana o el equipo de sonido.

-Carajo.

Esquivando las sustancias del suelo llegué hasta la cocina. Amy hablaba tranquilamente con Ryan mientras tomaba una taza de lo que parecía ser café y frente a ellos, en el mesón, Mia se acurrucaba dormida con una de mis cobijas y abrazando una botella vacía.

-Hola, Cat-Amy me recibió con su deslumbrante sonrisa-Espero que no te moleste, le puse a Mía una de tus pijamas-explicó.

-Está bien-respondí aún asimilando el desastre a mis espaldas-¿Ya viste...?

-Claro que si, son unos animales, nunca había visto algo como esto-en su gesto había preocupación-Te juro que los chicos de la escuela no son así, debieron ser los del vecindario...

-Eso fue mi culpa-dijo Ryan. Por primera vez desde mi llegada lo vi ponerse incómodo-Yo los invité, creí que si tú y Seth conocían más gente a la larga les agradaría el lugar...-se aclaró la garganta-Lo limpiaré todo, lo prometo.

-No es tu culpa-dije sin pararme a pensarlo-Seth y yo aceptamos esta fiesta, somos responsables-me pasé una mano por el enmarañado cabello con frustración.-Hablando de Seth, ¿Lo han visto?

-No desde que se lo quité de encima a Mia hace unas horas-comentó Amy.

-¿Cómo dices?

-Fue graciosisimo, ella ni siquiera tiene idea de que es tu hermano-Amy puso su taza de café en el fregadero-Estuvieron juntos toda la noche, Cambell y yo los acompañamos un rato, pero cuando él se fue yo me quedé a echarles un ojo hasta que Mia ya parecía lo suficientemente ebria para tomar alguna buena decisión, así que me la lleve a tu cuarto, la cambié, y cuando volví a bajar Seth ya no estaba.-señaló a Mia aún dormida en el mesón.-Luego ella bajo de nuevo lista para continuar la fiesta hasta que finalmente se durmió allí. 

-Tal vez está en la piscina-dije más que nada para tranquilizarme a mi y me dirigí a la puerta del jardín trasero.

-Lo buscaré en los cuartos-dijo Ryan tras de mi.

Seguí el camino del jardín hasta llegar a la piscina, alrededor no había más que basura, no había rastro de mi hermano. Me acerqué más hasta el agua, y aunque estaba llena de suciedad y espuma, logré identificar algo grande en el fondo... Era la maldita pantalla plana de la sala de estar.

-No no no
Lo primero que pensé fue en saltar a por ella, pero me detuve en el borde, ya nada podía hacer, estaba completamente arruinada y seguía siendo una cosa material, lo importante ahora era Seth.

Volví llena de frustración a la cocina.

-¿Tienes un cargador?

-En mi bolso-Amy tomó su carísimo bolso de una de las butacas y sacó el cable.-El mío está cargado, ¿Quieres que lo llamemos de allí?-preguntó retorciendo un mechón de su cabello, su rostro reflejaba cómo me sentía.

-No me sé su número-gruñí. ¿Como podía ser tan tonta? Seth era mi única familia en este lugar y no me había aprendido su número telefónico.

-¡Se lo dio a Mia anoche!-exclamó Amy esperanzada y comenzó a buscar en los costados de nuestra amiga.

-Oye, oye...-se quejó Mia somnolienta-Invítame a cenar primero-se rió aún dormida.

-Diablos-Amy incluso metió las manos bajo la espalda de Mia-¡El sostén!-dijo y metió la mano en la parte delantera para sacar su teléfono-¡Ual-lá!

La vi comenzar a buscar en el aparato con el ceño fruncido en concentración, unos segundos después rodó los ojos y sonrió.

-Bonito ojos azules-me enseñó la pantalla con el contacto de mi hermano mientras negaba con la cabeza.

-¡Vamos!-la apuré.

Amy se llevó el teléfono a la oreja y tras varios segundos más colgó haciendo una mueca.

-Intentaré otra vez-dijo repitiendo la acción.

-Nada en los cuartos-Ryan entró por la puerta un tanto agitado-La buena noticia es que están intactos-añadió.

-Suficiente tenemos ya con este piso-dije.

-Demasiado estrés para que apenas sean las 6-bromeó Amy aún esperando en el teléfono.

-Diablos-una preocupación más llegó a mi con gran rapidez. Miré a Ryan-¿A que hora llegan Martha y Javier?

-A las 7-respondió y descifrando mi mirada rápidamente añadió:-Los llamaré, les diré que Joseph les dio el día libre-sacó su teléfono del bolsillo y comenzó a marcar.

Enchufé mi teléfono en el toma corriente de la pared y traté de calmarme a mi misma respirando hondo.

-Oigan-nos llamó Mia sentándose en el mesón con mi cobija cubriéndola desde la cabeza-¿Que pasa con sus caras?-se burló-Ehh ieh ieh, que no pare la fiesta, don't stop the party-cantó sin caer ni un poco en el ritmo original.

-Seth no aparece-le dije.

-¿Quién es Seth?-preguntó bajándose del mesón.

-Mi hermano.

-Tal vez se fue a seguir la fiesta en otro lado-levantó la botella vacía-Deberíamos hacer lo mismo.
Amy se acercó hasta ella y la quitó la botella de las manos.

-Te haré café-colgó el teléfono y me miró apenada.-Nadie responde.

-Carajo-de nuevo me pasé la mano por el cabello con frustración.

Mia, ajena a cualquier disturbio se abrigó más y comenzó a caminar hacia la puerta de la cocina.

-Iré a poner más música.

-Suerte con eso-me apresuré a decir-El equipo de sonido no está, ah y por si fuera poco el Tv está en el fondo de la piscina.

Ryan se llevó una mano a la cabeza.

-Hijos de...

-¿Te robaron?-Mia se detuvo abruptamente para mirarme-Revisaré sus casas, ¿Me escuchas? Patearé a toda su maldita servidumbre y revisaré cada maldito cuarto de...

-¿Cómo harás eso?-Amy la miraba desde el otro lado del mesón mientras ponía el agua en la cafetera-Ni siquiera yo podría decirte quien estuvo aquí anoche.

-Tú estuviste bien toda la noche...-los grandes ojos de Mia se achinaron en sospecha-¿No te tomaste el tequila?-preguntó francamente dolida y luego de darle un repaso a la cocina, exclamó:-¡También se lo robaron!

-¿Es en serio Mia?-la reprendió Amy. Dejé de prestarles atención y me concentré en encender mi teléfono. Debía llamar a mamá, no había de otra. Iba a tener que venderle hasta mi alma para que me ayudara a remplazar la pantalla plana pero por lo menos le ahorraría los pleitos con papá, quién seguramente no tendría miramientos para enviarnos de vuelta a casa, y aunque eso fuera todo lo que yo quería no permitiría que fuera a costa de la decepción de mi madre. Ignoré los mensajes de Esteban, mi mejor amigo del instituto, cuando fueron apareciendo frenéticamente en la pantalla y busqué en el marca rápido el número de mamá, estaba a punto de hacerlo y de recibir el regaño de mi vida, pero una llamada entrante me lo impidió.

-¿Seth?-mi voz salió más emocionada de lo que esperaba.

-Eh no-respondieron.

Fruncí el ceño y le di una mirada a los chicos impacientes que tenía delante, luego volví a mirar el nombre de contacto de mi hermano en la pantalla.

-¿Quién es?-pregunté temiendo la respuesta.
Por favor que no sea la policía.

-Soy Jeff y creo que tengo algo que te pertenece-respondió.

-¿Que dice?-preguntó Mia en lo que creo que ella consideraba un "susurro".

-¿Qué dices?-pregunté igual de confundida y puse el altavoz-¿Mi hermano está contigo?

-¿1.85, castaño claro, de ojos azules, y con solo un tutu? Si, está tirado en mi piscina-respondió con la mayor normalidad.

-¿Cómo carajo pasó eso?-pregunté mirando a los chicos. Amy se encogió de hombros con la misma expresión de pena y Mia tenía una mueca pensativa.

-Tampoco tengo idea-me dijo Ryan.

-Mira no quiero ser grosero, pero seria genial si pudieras recogerlo ahora, debo ir a la escuela y no quiero que a mi madre le de un infarto cuando lo vea aquí medio desnudo.

-Claro, iré de inmediato, gracias.

Anoté la dirección del chico y Ryan se ofreció a llevarme. Fui a mi habitación por un par de zapatillas, no sin antes lavarme los pies y salí corriendo al estacionamiento donde mis tres acompañantes me esperaban metidos en el auto deportivo de papá.

-No-me crucé de brazos frente a ellos-Escoge cualquier otro, no quiero más daños costosos por hoy.

-Este es el que siempre me presta-Ryan se encogió de hombros y como si quisiera dejarlo más claro alcanzó unas gafas de sol ubicadas junto a la palanca.-Es que no me gusta presumir-se puso los lentes y me regaló una sonrisa con todos los dientes

-Si quieres conduzco yo-se ofreció Amy amablemente sentada junto a él.

-No no, tu déjalo así-me apresuré a decir y me senté junto a Mia en la parte de atrás. Entre Toreto rubio y Ryan... Pues prefería a Ryan.

Afortunadamente el chico vivía cerca del vecindario. No me sorprendió la casa ostentosa, tal vez ya me estaba acostumbrando. Lo que si me sorprendió fue su impecable jardín que sobrevivía apenas a los vientos de la época, imaginé que alguien con mucho amor y paciencia debía cuidarlo muy seguido.

Ya en la puerta toqué el timbre rogando porque el chico no se hubiera cansado de esperar y se hubiera ido, pero gracias al cielo no fue así. La puerta se abrió de inmediato sin darme si quiera el tiempo de quitar mi dedo del timbre.

-Gracias a Dios-los ojos castaños del chico estaban puestos en Ryan y Amy parados tras de mi. Tomó unos segundos para que bajara la mirada hasta donde estábamos Mia y yo.

-Mierda, que alto eres-comentó Mia envuelta aún en la cobija. Le di un codazo pero ella me ignoró-Es cierto, podría dislocarme el cuello si intento mirarte mucho tiempo-dijo echando su cabeza más hacia atrás.

El chico se rió.

-Yo te conozco-dijo Ryan. Voltee a verlo. Se había quitado los lentes e Inclinaba la cabeza entrecerrando los ojos.

-Pasen-el chico se hizo a un lado y mantuvo la puerta abierta para nosotros. Seguimos hasta su sala y esperamos a que cerrara.

-¿De dónde?-insistió Ryan. Rodé los ojos, quería ir corriendo a la piscina a revisar que Seth no tuviera algo roto pero me pareció grosero si íbamos a empezar con presentaciones.

-Estamos juntos en literatura desde el primer año-el chico recogió su mochila del sofá y se la puso sobre el hombro-Soy Jeff Tyson-sonrió algo incómodo-Tú eres Ryan Foster.

Ryan asintió fríamente, parecía de igual forma incómodo por no saber quién era el chico. Se aclaró la garganta y sonrió.

-Un placer-dijo.

Amy, tratando de aligerar al ambiente para todos, se echó el cabello para atrás y estiró su mano hacia Jeff.

-Yo soy...

-Amaya Foster, lo sé-la interrumpió sujetando su mano.

-No vamos a ninguna clase juntos...-apuntó Amy retirándose del apretón.

-Lo sé-la sonrisa de Jeff se amplió un poco. Mia y yo compartimos una mirada significativa.

-¿Estás seguro que estudias en East Wolves High?-le preguntó Mia-Yo jamás te he visto.

Me resistí a darle otro codazo.

-Pues que bien por tu cuello-sonrió-Supongo que no irán hoy-nos dio una rápida repasada. Debíamos parecer sacados de una película de comedia barata.

-No, todo se salió un poco de control-dije remarcando lo obvio-Soy Cat, por cierto-asentí sonriendo.

-Lo supuse, todo el vecindario hablaba de tu fiesta, las calles fueron una locura está madrugada-rió.

-Fue la noche de sus vidas-apuntó Mia con orgullo.-Debiste ir.

El chico volvió a sonreír con incomodidad.

-No suelo aparecer sin invitación-comentó. Se formó un silencio incómodo que rápidamente se llenó cuando Jeff se aclaró la garganta-Vamos, los dejaré con su chico, ya llego muy tarde-pasó a nuestro lado y nos guió hacia la piscina que resultó ser de interior.

Casi me desplomo del alivio que sentí cuando vi a mi hermano sentado en el borde de la piscina con los pies metidos en el agua, sano y salvo... bueno, semidesnudo también, pero sano y salvo. Al rededor de su cadera se apretaba un tutú rosa chillón y su cara se fruncía en una mueca que conocía bien en el. La resaca.
Iba a avanzar hasta él pero una mano se cerró en mi antebrazo deteniéndome de golpe. Voltee hacia Mia que me miraba con los ojos bien abiertos.

-¿¡Tu hermano es Bonito ojos azules!?


N/A

Holaa. Ha pasado mucho desde que hice una nota de autora :)

A partir de aquí comenzaré a publicar un capítulo por semana, esto porque aún no he terminado de editar hasta el final y no quiero publicar todo lo que llevo hasta el momento para después dejarlos esperando mucho como solía suceder. Vamos lento pero seguro (Eso espero).

Gracias a los que siguen aquí y bienvenidos a los que apenas llegan. Deséenme suerte con este nuevo intento.

Hasta la próxima semana <3

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