Disfruten 7u7
Bon
Hablé con mi padre. No me golpeó ni nada, pero me lanzó una dura mirada antes de pedirme que me fuera mientras caminaba a su habitación y azotaba la puerta.
Espero que pienses la cosas.
Bonnie me dijo que podía quedarme en su casa todo el tiempo que necesitará. Es un amor.
Toqué la puerta al llegar y después de unos minutos está fue abierta por un chico muy sonriente.
–Adelante –Se hizo a un lado para dejarme entrar–. Llevemos tus cosas a mi habitación.
Tomó una de mis maletas y se encaminó a la habitación más cercana, yo le seguí.
Su casa era más pequeña que la mía, sólo contaba con una recámara, la cocina, el baño y la sala. Bonnie me había contado hace tiempo que lleva más de un año viviendo sólo y que se sentía muy feliz de compartir con alguien. Tan lindo.
Acomodamos mis cosas y después nos fuimos a la sala.
–Gracias por dejarme quedar –Le dediqué una sonrisa, me incliné y besé su mejilla.
–Sé que no es mucho pero espero que sea suficiente.
Quería decirle que con estar juntos yo ya era demasiado feliz, al final opte por no usar las palabras. Volví a acortar la distancia entre nosotros y esta vez dirigí mis labios a los suyos.
Me tomó por los hombros y yo agarré su cabeza, profundizando el beso. Tengo tantas ganas de ti.
Al separarnos, recosté a mi hermoso novio sobre el sofá, me quitó la camiseta y después me acerqué a su rostro de nuevo. Besándolo y mordiendo su cuello, provocándole un gemido sonoro.
–Deberíamos ir a la habitación –Susurró en mi oído, dándome un escalofrío de arriba a abajo.
Nos levantamos del sofá y caminamos de la mano hasta la habitación. Al llegar, Bonnie se deshizo de su camiseta y pantalón, quedando en ropa interior. Yo me quité mi pantalón.
Nos colocamos sobre la cama y sólo tardamos unos segundos en buscar los labios del otro. Pasé mis manos alrededor de su cintura, acariciándole.
Me coloqué encima suyo mientras seguía besándolo, bajé a su cuello y después a su pecho. Bonnie se estremecía y gemía más cada vez. Le quité la prenda que le quedaba con los dientes, revelando poco a poco su miembro.
Me disponía a meterlo a mi boca hasta que me detuvo.
–Espera... –Me detuve de inmediato– Date la vuelta.
Su rostro se enrojeció haciéndome descifrar a lo que se refería. Me giré quedando con su entrepierna a centímetros de mi rostro y la mía a centímetros de la suya.
Ahora sí metí su miembro en mi boca, subía y bajaba mi cabeza lentamente.
Bonnie tomó mi miembro e hizo lo mismo con un poco más de timidez. Tengo que estar soñando, su boca es tan...
Estuvimos así unos minutos, luego me bajé de él, abrí sus piernas y me acomodé en medio de ellas. Dirigí mi mano a su boca indicándole que lamiera 2 de mis dedos, me miró sensualmente mientras lo hacía.
Metí un primer dedo a su interior y esperé para ver su reacción antes de meter el segundo, soltó algunas lágrimas.
Empecé a mover mi mano levemente tratando de no hacerle daño. En cuanto sentí que comenzaba a mover sus caderas buscando más, saqué mis dedos y los remplacé por mi miembro. Yo también quiero más.
Los gemidos de Bonnie iban al compás de mis penetraciones, su voz me hacía perder el control por completo.
El sudor caía por mi frente, sus gemidos llenaban la habitación. ¿Podía esto ser mejor?
Tomé su miembro subiendo y bajando mi mano alrededor de este. Ambos estamos al límite. Un par de embestidas bastaron para que terminaramos. Nuestras respiraciones estaban muy agitadas y nuestros cuerpos bañados en sudor.
Mi miembro seguía duro y Bonnie lo notó.
–Preparaté, aún no hemos acabado –Me dijo, guiñando un ojo.
Continuará...
Ahre