Abrí los ojos y por un momento me alarmé, estaba tan cansado que había olvidado el hecho de que dormí dentro de una serpiente. Salí de ella no sin antes tomar el núcleo amarillo. Pensé que al sacar el núcleo, el cadáver de mi víctima se desintegraría, pero no fue así.
Mire hacia arriba y un rayo de luz me dio directo en los ojos haciéndome entrecerrarlos. Por las tensiones del momento no me había dado cuenta de que el paisaje es muy bonito; los árboles son altos y se mueven como si bailaran con el viento; y los haces de luces se reflejan entre la timidez de las copas.
«A veces te encuentras tan absorto con tus problemas, que no te das cuenta de estas pequeñas cosas»
Di un gran suspiro.
«Este mundo tan cruel me ha regalado un buen momento, pero es hora de seguir adelante»
—Apreciación.
Use la habilidad en la esfera amarilla.
[Núcleo de bajo rango]
«Ni siquiera me dice que rango es, ¡Maldición!
Espera... ahora que recuerdo, los aventureros a los que espié afuera del gremio dijeron que un núcleo amarillo equivalía al pago de una misión rango F»
Lo guardé para darle un uso en otra ocasión, ya que en medio del bosque no era de utilidad y ya que mi ropa estaba desgastada no tuve más remedio que llevarlo en las manos.
Sin rumbo fijo y sin saber la ubicación del hombre que tenía que seguir lo único que logre pensar es en usar nuevamente "detección de huellas".
«Ha pasado un día desde que empecé esta misión, no sé si la persona que montaba a caballo seguirá por aquí»
— ¡¡¡¡Ayuda!!!! — Escuche un grito.
Volteé rápidamente en todas las direcciones, pero no pude ver nada.
«Ahora que recuerdo adquirí una habilidad de mejora del oído»
Cerré mis ojos e intenté concentrarme para escuchar de dónde provenía el grito, pero por alguna extraña razón solo escuchaba el viento. Dos minutos intentando enfocarme rindieron fruto.
— ¡Ayúdenme, no quiero morir! —La voz parecía de un hombre en plena juventud.
Empecé a caminar hacia la dirección de aquellos gritos, intentando ser lo más cauteloso posible, en caso de que fuera una trampa o en su defecto me encontrara criaturas más fuertes que yo.
Entre más me adentraba al bosque este parecía señalar un camino, era como si el conjunto de árboles te guiara hacia tu destino.
También estaba el hecho de que en mi trayecto no hubo más criaturas, era como si algo las alejase de ese lugar.
Ya no logré escuchar ningún sonido extraño, pero mi nariz se activó, así pude oler leña quemándose y por un momento recordé el incendio en el Bosque Atrar.
«Esto puede ser malo»
—Escape —active mi habilidad solo para estar seguro en caso de necesitar la velocidad necesaria para la huida.
Camine quince minutos los cuales fueron duros sin calzado, pero llegue a un claro en el cual había una roca enorme de aproximadamente cuatro metros de altura justo en medio.
Me quedé observando la situación detrás de un árbol para no exponer mi ubicación y seguí rodeando para saber con exactitud de dónde provenía el olor. Al llegar al lado contrario me pude dar cuenta que la roca enorme era realmente una cueva, la cual tenía tallada una calavera gigante y justo en la entrada había dos campamentos. Estos estaban hechos de palos y una tela enorme la cual servía para protección del clima e insectos.
Afuera de la casa de acampar se podía ver una pequeña fogata y alrededor un grupo de cuatro personas listas para lo que quise suponer era el desayuno. Los comensales eran los integrantes del grupo llamado "Furia Roja" pero note algo extraño en sus rostros.
Justo en el momento en que pensaba salir y acercarme, el más excéntrico del grupo volteo hacia donde me encontraba y nuestras miradas se cruzaron.
«¿Me está viendo a mí? ¿Cómo es que...»
El chico llamado Gurien, sin perderme de vista movió su mano e hizo un gesto para que me acercara, así que no me quedo más opción que salir a su encuentro.
Entre más me acercaba podía escuchar la plática con lucidez.
—Les dije que había alguien observándonos, a veces me sorprende que todos sean placas de plata — El hombre que describí como un loco dirigía la plática.
— ¿Acaso crees que importa el rango en momentos como este? — Yoshua el joven rubio expresaba su inconformidad.
—Lo mejor será calmarnos y pensar en alguna solución — esta vez fue Albert quien hablo.
—Perdón por interrumpir su plática —dije — no era mi intención espiarlos.
— ¿Pero qué rayos es ese olor? — Clare la chica "maga" fue quien hablo esta vez —huele a carne putrefacta y ¡viene de él! — me señalo con el dedo al mismo tiempo que hacia una cara de asco, mientras, llevaba su otra mano a la nariz para dejar de olfatear el aroma.
El olor era consecuencia de haber dormido dentro de la serpiente, pero por algún extraño motivo la chica observo mis pies los cuales estaban a la intemperie.
—Ya déjalo Clare, es un cazador probablemente lo hizo para esconder su olor de las bestias ¿No es así? — El hombre de la cicatriz era realmente amable — ten toma estos zapatos de cuero al menos te ayudaran en algo — los saco de un bolso grande y me los acerco.
—Gracias... — a pesar de que sabía la verdadera razón del aroma, no dije nada más.
—Y ¿a qué has venido aquí, cazador? — las palabras que sonaron con desdén vinieron del joven "noble".
—Para ser sincero —tome un respiro — escuche gritos de ayuda y quise ver de dónde...
Las cuatro personas se levantaron y me miraron fijamente; se veían nerviosas y ansiosas, acción que me hizo sospechar a mí.
— ¿Los gritos te guiaron hasta aquí? ¿Cómo es que tienes tan buen oído? ¿Acaso tuviste algo que ver con ella? — el joven rubio me bombardeo con preguntas que para mí no tenían sentido.
— ¿De qué hablas? — lo dije seriamente con una cara de confusión.
— ¡Cállate Yoshua! y tú, dinos todo, no omitas ningún detalle — el líder me miró fijamente con tanta desesperación que me dio escalofríos.
— Esta bien...
Nos sentamos y empecé a explicar la situación desde que me levante, omitiendo el duelo con la serpiente neón.
—...estos eran de un hombre joven, pero ya que su voz era lejana tome una dirección al azar y corrí, así llegue aquí.
— ¿Acaso dijiste, hombre joven?— Albert, el hombre con la armadura preguntó.
—Así es ¿por qué? — mi confusión solo crecía.
—No es nada — la mujer contesto mi pregunta sin siquiera voltear a verme.
—Por cierto ¿No había otra mujer con ustedes? —hable con normalidad. Asumí que estaba haciendo algún tipo de trabajo.
Solo alcance a ver qué Clare puso su cabeza entre sus rodillas mientras las abrazaba, los demás agacharon la mirada con tristeza y resignación.
—El problema es que... —el escudo del grupo hablo solo para ser interrumpido.
— ¿Por qué vas a contarle a un desconocido nuestros problemas? — el joven "arquero" fue quien hablo.
—Cállate, cualquier cosa puede ser de utilidad; ven sígueme — me hizo una seña y empezó a caminar.
Nos alejamos lo suficiente sin entrar al bosque.
—Aquí está bien — volteo a verme y se sentó de una forma que parecía iba a ser regañado por su madre.
Tome asiento sin hacer ninguna pregunta.
—Conozco muy bien la fuerza y el nivel de los que nacen bajo la protección de Dioses Menores y sé que no podrás ayudarnos de la forma en que nos gustaría, pero si estoy contándote esto, es porque, es de conocimiento común que los cazadores son buenos rastreadores —dio un suspiro muy grande y la historia comenzó — Como te había dicho anteriormente nos dirigimos al laberinto Dédalos, no sin antes matar todo lo que encontrábamos en nuestro camino. Al llegar a la entrada, nos preparamos para superar los primeros niveles, pero nuestra sorpresa vino con el "Jefe del segundo nivel: Goblin Invocador".
La puerta a esta sala estaba destrozada, aun así preparamos nuestros hechizos y entramos, pero solo estaba un hombre cubierto de pieles sosteniendo al monstruo de su garganta, levantándolo como si esté no fuera nada. Después de hacer una pregunta que no escuchamos el goblin susurro algo, pero al parecer no quedo satisfecho y quebró la tráquea del monstruo. Al ver la escena Clarisse no pudo evitar hacer un ruido, por lo que el hombre notó nuestra presencia y después de un grito hubo una explosión de sombras las cuales se desvanecieron junto con nuestra amiga — agachó la mirada—Después del incidente salimos del laberinto y buscamos a nuestro "soporte" pero como lo habrás deducido, no encontramos nada. Desde entonces hemos estado afuera de la mazmorra con el fin de obtener algo de información que nos ayude a encontrarla a ella o a su captor.
Lo pensé un poco, pero yo también estaba buscando a ese sujeto.
—Está bien les ayudare a cambio de una moneda de plata.
«Tenía que sacar un beneficio; así por lo menos no perdería la recompensa de la misión en caso de fallarla»
— ¿Solo eso? Está bien.
—Pero quiero su valor en monedas de cobre.
«Así sabré el valor estimativo de una moneda de plata»
—Lo siento pero no traigo cien monedas de cobre en mi bolso.
«Así que cien monedas de cobre equivale a una moneda de plata; ahora me siento estafado»
—Bueno, entonces aceptare la moneda de plata — lo dije con aire de grandeza, me sentía satisfecho por haber aprendido algo nuevo.
—Muy bien, regresemos con los demás e ideemos un plan —se sentía el vigor de sus palabras.
Nos levantamos, sacudimos y nos dirigimos hacia los otros integrantes. No di ni tres pasos cuando escuche nuevamente.
— ¡Mamá! ¡Ayúdanosh, no queremosh morir! —La voz era de un niño
— Por favor señorfh, no nosh haga nadaf — gritó otro infante mientras lloraba.
— ¿Escuchaste eso? —Le dije a Albert — ¡esto es malo, debemos apurarnos!