(No al spoiler)
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Cho Baek Hee: Personalidad masculina de tan solo 15 primaveras vividas.
Un chico con energía... mucha, mucha, MUCHA energía.
─ ¡Hey, hey! ¡Suelta eso!─Gritó el de cabellos castaños al que parecía un remolino andando─¡Te puedes lastimar!
─ ¿Eh? ¿Quién lo dice?
El chiquillo de cabellos grises corría de un lado a otro, evitando a toda costa ser alcanzado por un molesto Jeon Jungkook.
─Por favor Baek ¡Detente!
─Noup...─dijo el menor mostrando todos sus dientes en una divertida sonrisa─ Me detendré hasta que hyung me deje cortar su cabello.
El quinceañero se detuvo en seco y Jungkook tuvo que correr al lado contrario cuando vio al peligris ir hacia él con esas enormes tijeras en mano.
─¡Baeeeeek!─Chilló el mayor huyendo de aquel que quería acercarse a su cabello para, probablemente, deshacerse de cada mechón.
Sí, luego de que Mina cayera profundamente dormida y desapareciera en lo más profundo de la mente de Taehyung, el alter que tomó el control fue aquel chiquillo quinceañero de personalidad animada. Ese chiquillo que, al solo despertar, sonrió de oreja a oreja cuando vio al castaño y como todo niño travieso el cual era, se echó a correr haciendo y deshaciendo todo objeto que se atravesaba en su camino. Jungkook pensando seriamente en lanzarse por la ventana, al ya no poder con la intensa actividad del que llevaba más de dos horas como cabra despavorida andando de un lado a otro.
─ ¡Cho Baek Hee! ¡No te acerques a mi cuello con eso!
Alrededor de la estancia, por la cocina, por la lavandería, el baño, rumbo a las escaleras y por todo el segundo piso, Jungkook tuvo que emprender una carrera alrededor, literalmente, de toda la casa, para no ser alcanzado por aquel joven de personalidad alegre.
Aquello era mucho para su pobre y, casi nula, condición física, sin embargo, Baek parecía no ceder.
─Baek Hee solo quiere jugar con hyung~...─Cantó entre risas, brincando como venadito en primavera mientras intentaba alcanzar a ese chico de cabellos con color similar al chocolate─ Baek Hee solo quie-oh... ¡Una moneda...!
El menor soltó las tijeras para centrarse en tomar la moneda que se encontraba en el suelo.
Bendito sea el señor.
Jungkook, exageradamente, dejó caer su cuerpo al piso, su pecho subiendo y bajando de forma errática debido al cansancio, sus ojos cerrándose por un momento y su antebrazo limpiando las gotas de sudor que resbalaban por su frente.
El definitivamente había cumplido con sus horas de ejercicio de todo el mes.
─Hyung~...─Canturreó una voz muy cerca de su oído y tuvo que abrir los ojos de golpe ante el repentino llamado─¡Vamos a la tienda!─Chilló el chiquillo de cabellos grises mirándolo fijamente con una sonrisa de oreja a oreja, mientras que en sus ojitos explotaban chispas de una enorme emoción.
─No...─Jadeó Jungkook, controlando apenas su pesada y casi muerta respiración─ Me has hecho correr un maratón, estoy demasiado cansado como para ir a la tienda...
─Aahee ¡pero hyuuuuung...! ─Alargó el menor frunciendo sus labios mientras hacía aparecer un bonito y abultado puchero en ellos en tanto encarnaba las cejas tiernamente y cruzaba sus brazos de forma "molesta"
Jungkook al ver su bonita expresión sonrió enternecido y cerró los ojos nuevamente. Simplemente, ese chiquillo, era mucho para él en todos los sentidos.
─¡Baek Hee quiere ir a la tienda!
Y luchando contra aquella bonita y suplicante voz, contestó─ Baek no, tal vez cuando llegue tu mamá para que ella te acompañe y...─Pero detuvo abruptamente sus palabras cuando, al abrir los ojos, vio que el peligris ya se encontraba corriendo hacia la puerta de salida─¡Baeeek!─Expresó, las carcajadas del menor resonando por todo el hogar.
─Gukkie hyung no alcanzará a Baek~
Dicho esto el menor abrió la puerta de entrada, miró hacia atrás y después de dedicarle una traviesa e infantil sonrisa a su mayor, salió.
Jungkook, con el alma en la mano, intentó detenerlo. Se levantó de un salto y corrió con todas sus fuerzas para llegar a la entrada, pero para cuando llegó a ella el menor ya había azotado la puerta.
Olvidando sus zapatos, o más bien importándole poco aquel detalle, salió descalzo del hogar y corrió como si su vida dependiera de ello. Cruzó el jardín, atravesó la reja y su vista comenzó a viajar desesperadamente por todo espacio que abarcaba la calle. No obstante la angustia lo azotó al no ver rastro o alguna seña del menor.
Oh... Por Dios.
─¡Baek!─Llamó sintiendo como su corazón se disparaba por la angustia─¡Joder!
El castaño se echó a correr calle abajo, rezando en el trayecto para que el menor de los Kim dejara de jugar a las escondidas y se le ocurriera aparecer.
─¡Baeeek!─Volvió a vociferar sin obtener respuesta, deteniéndose al ver como repentinamente un vehículo familiar se frenaba de golpe frente a él.
─ ¡Jungkook!─Reconoció aquel familiar tono de voz y todo su ser palideció.
─O-oh h-hyung...
Seok Jin bajó de dicho vehículo junto a Young Mi, quien miró a Jungkook sorprendida aunque sus ojos llenándose de preocupación.
─ ¿Pasa algo?...─Preguntó la mujer a su huésped y al verlo desesperado y sin querer dar respuesta, repitió ─Jungkook─ Insistió y el mencionado solo pudo ver como la opacidad de su propia vista aumentaba debido a la inquietud y sofocación.
─Y-yo... intenté detenerlo... l-lo juro─ Habló con rapidez, gracias a los espasmos que irradiaba su cuerpo─ P-pero él, n-no... y luego empezó a brincar y a correr por toda la casa... hasta que salió y-y no pude detenerlo... y-yo...
─Hey, hey Kook ─Sintió sus hombros ser tomados por las manos de su mayor mientras esté, siendo empático con su sentir, suavizaba su mirada para tranquilizarlo─ A ver, respira... ¿Puedes hablar despacio y con más claridad?─El castaño asintió, sus ojos al borde del llanto─ Muy bien... ahora ¿Qué pasó?
─Tae... digo, ¡Cho Baek Hee, escapó!
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─Lo lamento mucho, todo esto es mi culpa...
La señora Kim, caminaba de un lado a otro por toda la estancia, con los ojos llenos de angustia e inquietud.
El reloj marcaban las 8 de la noche y el chico de personalidad pequeña aún no aparecía.
─Tranquilo Jungkook─Le tranquilizó el mayor al entrar al salón sosteniendo una charola con tres tazas de té ─Baekie suele ser un poco travieso, ya a hecho estas cosas anteriormente.
─P-pero... ─Insistió─Él dijo que quería ir a la tienda y yo me negué...─Confesó, bajando la mirada al arrepentirse por no haber cumplido ese pequeño capricho al menor─¿Debería ir a buscarlo otra vez?
─No, no, no te preocupes─ Negó su hyung mientras le entregaba una tácita del líquido relajante─ Ya lo buscamos por dos horas alrededor de la zona. Por ahora solo hay que esperar.
─Oh... ¿Debería llamar a la policía?
─Mamá, no creo que la policía lo comience a buscar hasta dentro de 72 horas...─Señaló Seok Jin dando igualmente, una taza de té a su madre─Recuerda que esto ya ha pasado anteriormente y Baekie siempre regresa.
La pelirroja soltó un suspiro de entera resignación y tomó asiento a un lado de su huésped, su mente queriendo creer las palabras de su hijo.
─Mejor... ─Continuó el mayor─ ¿Por qué no se calman y esperamos un poco a ver si aparece? Tal vez él...
Pero las palabras del azabache callaron cuando el timbre de la entrada principal sonó y la señora Kim se levantó como bala, apresurándose en ir al encuentro de aquel llamado.
─Dios mío ¡Baek!─Expresó al abrir la puerta.
─ ¡Mamá!
El menor saltó a los brazos de la mujer que llamaba madre y ella lo estrechó entre sus cálidos brazos.
─ ¡¿Donde te habías metido, jovencito?!
─Oh... ─Se separó y mostró lo que sostenían sus manos─Fui a la tienda...
─ Mira quien se dignó a aparecer...
─¡Aaaeeeew hyung!~─Chilló con entera emoción al ver a su hermano mayor. Éste al igual que su madre, se dirigió hacia él y lo estrujó en un abrazo.
─Pequeño mocoso...─ Le habló cariñosamente, aunque "regañándolo" mientras revolvía sus cabellos grises─ ¿Sabes lo preocupados que nos tenias?
El menor sonrió de manera infantil mientras se dejaba ser mimado por su hermano mayor.
─Lo siento, hyung
─ ¿Crees que con un "Lo siento" es suficiente?─Seok Jin levantó una ceja en modo desaprobatorio y negó antes de decir lo siguiente─ Estás castigado...
─¡Ahh perooo hyuuuuung!─El menor chilló, sus pies y brazos sacudiéndose en forma de un lindo berrinche─Baek no quiere estar castigado...─Continuó mirando suplicante al mayor mientras cerraba y abría sus ojitos rápidamente.
Jungkook apareció entonces y su corazón se iluminó enternecido al apreciar tal escena que el menor de todos se encontraba regalándole a los adultos.
Definitivamente, Cho Baek Hee, era la parte más bonita, dulce y encantadora de Kim Taehyung.
─Mmh, no lo sé...─Continuó el pelinegro, ahora más en tono de broma─Mamá, debemos castigarlo ¿Cierto?
─Claro, se portó realmente mal─Apoyó Young Min, luchando por estaba reprimir una risita.
─P-pero...─El foquito de Baek se encendió recordando lo que cargaban sus manos─ ¡Les traje dulces...!
Ah cierto los dulces...
Elevó las bolsas de papel y le extendió una a Jin y otra a su madre.
─Bueno, eso es suficiente para mí─dijo su hyung, tomando lo que le era ofrecido─Estas perdonado, campeón.
La sonrisa que dibujó el peligris después, iluminó el alma de todos los presentes.
─ ¡Oh... Kookie hyung!─Chilló mientras se dirigía al castañito que miraba la escena desde lejos y, de igual manera, le extendía una de las bolsitas─A ti te traje galletitas...como tu nombre.
Jungkook las tomó sonriente y Seok Jin abrió la boca en forma de "o" al percatarse de la gran cantidad de bolsas que cargaba el peligris.
─Oye oye, espera...─Interrumpió─ ¿De dónde sacaste todo eso? ¿Te la pasaste toda la tarde robando dulces?
─ ¡Hyung! No los robe, mi amigo me los compró...
─ ¿Amigo?─Preguntaron los tres presentes al unísono.
─Sipi, mi amigo...─Las pálidas mejillas de porcelana del menor, se bañaron de un bonito color carmín al momento de confirmar aquello.
─Así que... ¿Mi Baekie volvió a hacer amigos?
El mencionado asintió, el color escarlata aumentando y esparciéndose gradualmente por la mayor parte de su rostro.
─Sí mami, uhm bueno, solo uno─Confesó─ Estuve toda la tarde con él...
─Baek, sabes que es peligroso acercarse a extraños ¿Cierto?
─ ¡No, no mami! ¡Mi hyung me cuido! aparte, no es un extraño─ Habló rápidamente, buscando todos los medios para que su madre no le obligara a dejar de ver a su amiguito─ Jugó conmigo a los videojuegos y me compró todos estos dulces. También dijo que era muy tierno.
Espera, espera ¿tierno? ¿no es extraño? ¿hyung? entonces... ¿es mayor?
¿Qué?
La cara de los presentes era todo un poema, sobre todo la de Jungkook, quien automáticamente frunció el ceño al escuchar tan repentina y molesta confesión. Baek era un niño inocente y sin maldad, el castaño definitivamente no dejaría que se aprovechan de la ingenuidad y pureza de ese pequeño.
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10/02/2020: Baekhee<3
I love Him and
I loveu ❤