Esto tiene que ser una broma. Es que acaso la vida me odia? Hay algún plan del universo para conspirar contra mí y hacer que absolutamente todos mis planes salgan mal?
Juliet no puede estar embarazada. Cómo puede ser posible? Es decir, obviamente que tenemos relaciones bastante seguido; pero yo siempre uso protección y sé lo rigurosa que es ella con las pastillas anticonceptivas.
La observo fijamente sin decir ni una sola palabra. Ella pasea su mirada, tomándose turnos entre mirar la prueba de embarazo y mirar mi rostro. Abre ligeramente la boca con ademán de hablar pero no dice absolutamente nada. Siento que tengo que decir algo, y al ver su nerviosismo siento Juliet también espera que lo haga; que reaccione de alguna manera ante semejante noticia.
-Estás segura?- es lo único que se me ocurre preguntar, con la esperanza de que pueda haber habido algún tipo de error.
-Si... Eso creo- contesta con voz temblorosa al mismo que extiende la prueba hacia mi para que la tome.- Dos rayas significa positivo. Además, no me ha llegado el período.
Observo el palillo y efectivamente dos rayas azules están claramente reflejadas en este. Pestañeo y luego me doy la vuelta para dejar la prueba sobre el mesón del baño y luego volver a enfocarme en Juliet. Puedo ver que sus ojos se encuentran llorosos y mi corazón se encoge al verla de esa manera. Ninguno de los dos se esperaba el comenzar una familia tan pronto, así que me imagino que está tan o más asustada que yo.
Me agacho para quedar a su altura y tomo sus manos.
-Quieres tenerlo?- pregunto antes de decir cualquier otra cosa.
-Claro que quiero tenerlo- responde casi instantáneamente.- Obviamente estoy muerta de miedo, pero eso no significa que quiera abortar.
Luego de escucharla decir eso, a pesar de mis miedos, sé que es exactamente lo que tengo que hacer.
-Mira, sé que este no es el mejor momento para tener un bebé y no estaba para nada planeado- digo y suelto un leve suspiro para después continuar.- Pero sé que vamos a encontrar la manera de hacerlo funcionar. Vamos a balancear nuestros horarios, conseguiré un mejor trabajo y me voy a asegurar de que no les falte absolutamente nada.- ella esboza una leve sonrisa y yo se la devuelvo. Paso una mano por su cabello y acomodo un mechón detrás de su oreja.- Si te pedí matrimonio fue porque quiero pasar el resto de mi vida contigo, y que mejor que comenzar nuestra vida juntos que con un bebé?
-Pero... que hay de Mia y Kendall?- pregunta un poco temerosa.
La verdad es que no había pensado en ellas ni en como se iban a tomar la noticia hasta este momento. Les afecta tanto como a nosotros, porque esto significa que Mia y el bebé son medio hermanos, oficialmente familia por sangre. Wow, si hace cuatro años cuando terminamos me hubieran dicho que mi vida y la de Kendall estarían tan entrelazadas como lo están ahora jamás me lo hubiera creído. Tendremos que encontrar la manera de que se vean seguido y formen un vínculo a pesar de la distancia. Sé lo importante que es la familia para Kendall, por lo que estoy seguro de que podremos solucionarlo.
-Yo hablaré con ellas y estoy seguro de que se alegrarán.- contesto y ella sonríe.
-Vamos a tener un bebé.- me dice ya con alegría que me contagia inmediatamente.
Vamos a tener un bebé.- contesto y ambos reímos.
Seguidamente ella rodea mi cuello con sus brazos en un fuerte abrazo el cual yo correspondo sin perder tiempo. La abrazo con fuerza para transmitirle todo mi amor y para asegurarle de que todo va a estar bien.
No sé como lo vamos a hacer, pero si de algo estoy seguro es que voy a estar presente en la vida de este niño todos los días de su vida; y no pienso perderme ni un minuto de esta. A pesar de que sé que Kendall no lo hizo a propósito, gracias a que no me dijo que estaba embarazada ni me avisó cuando Mia nació, me perdí cuatro años de su vida que por más que quiera no voy a poder recuperar. Es por eso que ahora pienso hacerlo bien desde un principio.
Luego de que planto un suave beso en sus labios nos separo y me pongo de pie. Le extiendo una mano para ayudarla a levantarse y luego de que lo hace salimos del baño. Entrelazo nuestras manos y comienzo a caminar guiándola hacia la cocina para prepararnos el desayuno.
Ella me sigue y yo siento como la sonrisa de mi rostro no desaparece. Aunque al principio me asusté y dejé que el pánico se haga presente en mi, lentamente estoy saliendo del estado inicial de shock y la alegría sea lo único que mi corazón sienta. Si al conocer a Mia sentí que mi corazón creció inmensamente y que no había nadie a quién pudiera amar más en el mundo, no me imagino como va a sentirse el ser padre nuevamente.
Wow. Con tan solo veintidós años estoy esperando a mi segundo hijo. Dios, no quiero ni imaginar cómo reaccionaría mi madre al enterarse... Tal vez, es momento de llamarla y tratar de arreglar nuestra situación. Desde que se mudó a Seattle y yo volví a Nueva York por Kendall no hemos hablado mucho ni nos hemos visto. Realmente me gustaría que mis hijos tuvieran una abuela presente, así que arreglar nuestras diferencias no sería tan mala idea. No es que tengamos una mala relación completamente, es solo que nos distanciamos por diferentes motivos y es algo que siempre me ha molestado, porque es mi madre y la amo con todo mi corazón.
Juliet está por sentarse en una de las sillas altas frente al mesón pero la detengo para observarla de pies a cabeza atentamente, en busca de algún cambio físico que denote su embarazo.
-Alex, si estás tratando de ver si mi panza está más grande te vas a tener que esperar un poco. - ríe.- Recién voy dos meses de embarazo, es algo pronto para que ya haya engordado no crees?
-No puedo esperar- le digo y ella se cruza de brazos.
-Para que engorde?
-No, tonta- digo y esta vez soy yo el que ríe.- No puedo esperar a que el bebé crezca.
-Mas te vale- dice y me da un golpe juguetón en el hombro para después tomar asiento.
Es hora de comenzar a preparar el desayuno y luego de pensar un rato en qué es lo que voy a hacer me decido por unos simples panqueques. Es nuestro desayuno favorito, y además fue lo que le hice la mañana siguiente de nuestra primera vez juntos la noche en la que la conocí; por lo que me parece algo significativo al mismo tiempo que delicioso.
Pongo música desde mi iPod y comienzo a cocinar. A pesar de las insistencias de mi novia no dejé que me ayude. Ahora que sé que está embarazada no pienso dejar que haga mas de lo necesario.
En eso, la puerta del departamento se abre inesperadamente y tanto yo como Juliet nos sobresaltamos un poco. Miramos en esa dirección y siento alivio al ver que se trata de Hunter, quien al vernos se ve igual de sorprendido y asustado como nosotros.
Me había olvidado totalmente de que le había dado una copia de las llaves del departamento.
-Hey, qué haces aquí?- le pregunto ahora más tranquilo al saber que no se trata de ningún ladrón ni nada por el estilo.
-Hola Alex, pensé que no estabas en casa- contesta y ríe incómodo, mirando a Juliet quién se ve visiblemente incómoda. La observo y noto que solamente trae puesto una camiseta de tirantes celeste y ropa interior blanca, así que claramente es por eso.- Venía a...
-Buscarme a mi para llevarme a una reunión con la planeadora de bodas para ultimar los detalles- lo interrumpe para luego hablarme a mi .- No quería fastidiarte con más preparativos ni nada de eso ya que sé lo mucho que lo odias, así que le pedí a Hunter que me llevara, pero lo olvidé totalmente. Además, no sabía cuánto ibas a tardar haciendo deporte y... Espero que no te moleste- dice mordiéndose el labio inferior.
-No, para nada- contesto y ella suspira.- Gracias por salvarme de esta- le digo a Hunter y el ríe.
-Para que están los mejores amigos eh?- dice sonriéndose mientras pasa una mano por su nuca.
-Pasa, ven a desayunar.- lo invito y él entra al departamento cerrando la puerta detrás suyo.
-Yo voy a ir a bañarme y a vestirme y de ahí me les uno si?- dice Juliet poniéndose de pie rápidamente mientras Hunter se sentaba en la silla al lado suyo.
Asiento y ella comienza a caminar hacia nuestra habitación. Hunter y yo la observamos alejarse y yo inmediatamente le doy un golpe en la cabeza cuando recuerdo que se encuentra en ropa interior.
-Auch!- se queja causando que yo me ría con fuerza.
-Deja de mirar a mi novia idiota- le digo jugando y él ríe.
-No es mi culpa que tenga tan buen cuerpo- contesta y amenazo con darle otro golpe pero me detiene. - Basta hermano, sabes que es jugando. Tienes mucha suerte, lo sabes no?
-Si, realmente me saqué la lotería- le respondo y el embarazo inmediatamente se viene a mi mente.-Hey, tengo que contarte algo.
-Qué cosa?- pregunta curioso mientras agarra el vaso de jugo de naranja que le extiendo y le da un sorbo.
-Juliet está embarazada.-Termino de decir esto y él se atora con el jugo y comienza a toser bastante.-Estás bien?- pregunto preocupado.
-Si, todo bien- dice una vez que se calma.-Está embarazada?
-Así es- afirmo sonriendo.- Voy a volver a ser padre.
-Wow, me alegro mucho por ti hermano- dice y se para para después venir hacia mi y darme un abrazo.
-Gracias, estamos muy contentos- le digo una vez nos separámos.
-Hace cuánto lo sabes?- pregunta cuando vuelve a su asiento.
-Me lo dijo hace un rato. Recién tiene dos meses por lo que todavía es pronto para estar cien por ciento seguros pero aún así- explico mientras sirvo los panqueques en nuestros respectivos platos, ya que sé que durante el primer trimestre todavía puede haber pérdidas.
-Dos meses eh? Genial...- dice y come un pedazo de panqueque.- Ya pensaste en como se lo vas a decir a Kendall?
-No, pero estoy seguro que se lo va a tomar bien. Eso espero al menos.
Continuamos charlando mientras comemos cuando Juliet vuelve a aparecer, esta vez ya vestida y maquillada. Trae puesto un vestido amarillo con margaritas blancas, una chamarra de jean y converse blancas. Su rubio cabello está recogido en una coleta y el maquillaje apenas es notorio. Se ve hermosa, y puede que sea mi imaginación, pero siento que tiene un brillo extra; quizás por el embarazo.
Vuelve a tomar asiento y comienza a desayunar con nosotros. Conversamos y reímos sobre diferentes temas, nada en especial. Todo va excelente hasta que en un momento dado noto que Juliet deja con delicadeza los cubiertos a un lado del plato de panqueques y su rostro denota preocupación.
-Todo bien amor?- pregunto, haciendo que Hunter también le preste atención.
Ella no dice absolutamente nada, simplemente lleva una mano y cubre su boca. Segundos después, se pone de pie y corre a través del pasillo hacia nuestra habitación y puedo escuchar el golpazo que le da a la puerta del baño.
-Le pasa algo? Se encuentra bien?- me pregunta Hunter un poco asustado.
-Tranquilo hermano, deben ser los mareos matutinos- le digo casi cien por ciento seguro de que se trata de eso.
-Oh, tienes razón- dice y suspira con alivio.
Lo observo frunciendo el ceño.
-Por qué tan preocupado?- cuestiono y él abre los ojos bastante al escuchar mi pregunta.
-Por...Por nada, pero ya sabes que Juliet es una amiga muy importante y no quisiera que se enfermara, mucho menos antes de la boda- contesta con rapidez.
Estoy por acotar algo cuando Juliet reaparece, y aunque se ve un poco pálida no muestra ninguna otra señal de que siente otro dolor y malestar.
Me acerco a ella y tomo su rostro con ambas manos para mirarla y planto un suave beso en su frente.
-Odio tener náuseas todo el tiempo- habla haciendo puchero.
-Me lo imagino.- contesto, y la verdad es que debe ser horrible.- Si te sientes tan mal deberías cancelar la reunión con la planeadora de bodas no crees?
-No, no puedo- responde.- Faltan solo dos semanas y quiero que todo sea perfecto.
-Solamente te necesito ahí para que sea perfecto, no necesito nada más.
Ella sonríe y seguidamente me besa con suavidad. Le sigo el beso sin perder tiempo hasta que nos vemos interrumpidos por el sonido de alguien tosiendo, y es ahí cuando recuerdo que Hunter también se encuentra ahí.
-Lo siento hermano, no queríamos incomodarte- digo riendo una vez que nos separamos.
-Ya estoy acostumbrado- contesta.- Juliet, si quieres llegar a tiempo tenemos que salir ahora.
-Cierto, no quiero dejarla esperando.- le dice y luego se voltea para hablarme a mi.- Seguro que no quieres venir? Podemos esperar a que te cambies y...
-No, está bien. No quiero atrasarlos más.- respondo.- Pásenla bien y, Hunter, gracias por ayudar a Juliet.
-No hay de qué.
Termina de decir esto y luego de que Juliet planta un suave beso en mi mejilla ambos salen por la puerta principal.
Me quedo solo en la casa y comienzo a limpiar los restos del desayuno, aprovechando el hecho de que me encuentro solo para procesar la noticia que acabo de recibir; en lo mucho que mi vida va a cambiar y también en cómo es que se lo voy a decir Kendall.
Solo espero que todo salga bien.