A Través De Ti [Hidalgos#2] ✔...

By Ariana_Godoy

87.8M 6.1M 8.4M

¡'Hidalgos' la trilogía original de Wattpad que inspiró las películas de Netflix! La última película se estr... More

Prólogo
1. "¿Qué se siente vivir con tres chicos hermosos?"
2. "Las chicas siempre quieren más que solo sexo."
3. "Tú eres la excepción."
4. "Te he dicho que olvides ese nombre."
5. "¿Qué estas haciendo, Apolo?"
6. "Estas disfrutando esto, ¿no?"
7. "Eres muy fácil de complacer."
8. "Creando un espacio."
9. "¿Qué es lo que quieres, Artemis?"
10. '¿Y si me estoy equivocando?'
11. 'Hola, Iceberg.'
12. "Hola, sexy."
13. 'Ellos ya están grandecitos, van a estar bien'
14. "¡Dios, lo siento tanto!"
15. "¿The bro code a la mierda?"
16. "Claudia, a ti te estaba esperando."
17. "Es por él, ¿No es así?"
18. "Más tonto eres tú."
19. "Esto fue una mala idea."
20. "Mierda, esa chica te tiene mal"
21. "No estoy hablando contigo."
22. ¿Jugando rudo, no?
23. "Nunca es tarde para cambiar tu vida, Artemis."
24. "Artemis, no me gusta la oscuridad."
25. "Haces que me duela el corazón por tí."
26. "Mi silencio es su respuesta."
27. 'Pensé que ya me habías derretido.'
28. "¿Cómo no querer a este hombre?"
29. "¿Enamorada yo? ¿De ese Iceberg?"
30. ¿Estás coqueteando conmigo, Artemis?
31. "Eres muy sexy, Artemis Hidalgo."
32. "Hice algo estúpido."
33. "Ya nos conocemos, ¿no es así, Claudia?"
35. "No juegues con algo así, Claudia."
36. "Ya soy un desastre."
Capítulo Final
Epílogo
¡A través de ti en papel!

34. ¡Cómo me has preocupado!

1.7M 155K 156K
By Ariana_Godoy

- 34 -

CLAUDIA

Luz muy blanca...

Eso es lo primero que veo al despertar, mis ojos parpadean incómodos al intentar acostumbrarse a la intensidad de esa luz, que pasa de ser borrosa a una vista clara de una lámpara blanca en un techo que no reconozco.

¿Qué pasó? ¿Dónde estoy?

Una ola de mareo me recorre al tratar de organizar mis pensamientos. Recuerdo que estaba en la empresa, la reunión, la Sra. Marks robandose mi idea, luego Alex, vomitar y salir por aire fresco y ahí me encontré con Artemis.

Luego me puse de pie y...

¿Y?

Oscuridad.

¿Me desmayé?

Toso un poco y echo un vistazo a un lado. Estoy acostada en una camilla de hospital, una vía intravenosa en mi brazo izquierdo.

—¿Claudia?— la voz de Gin viene del lado contrario que estoy mirando así que giro mi cabeza hacia la fuente de su voz, —Oh Dios, despertaste.— ella se levanta de un sofá que está a un lado de la habitación, la preocupación estrecha su pequeño rostro, —¡Cómo me has preocupado!

Ella camina hacia mí y toma mi mano.

—¿Cómo te sientes?

Mojo mis labios resecos para hablar.

—Estoy bien.

—Ah no, por favor, no me vengas con esa mierda de que estás bien, que no pasa nada. Por eso has terminado en el hospital de esta forma.

—Gin...

—No, Gin nada, debo avisar al doctor que has despertado y más te vale seguir todas sus recomendaciones para que te mejores.

Gin parece leer la pregunta en mis ojos, ¿y Artemis?

—Artemis ha ido por comida, el doctor recomendó darte algo saludable de comer cuando despertarás.

—¿Está bien?— pregunto porque lo conozco, Artemis nunca ha sido bueno en los hospitales o manejando situaciones en la que he estado enferma. Él se preocupa demasiado.

—¿En serio te estás preocupando por él?— Gin alza una ceja, —¿Quién es la que está en una camilla de hospital ahora?

—Solo sé que se preocupa de más.

—Y con razón, que te le has desmayado en los brazos, mujer, ¿Qué esperas?

Hago una mueca al mover mi brazo izquierdo, la intravenosa ardiendo un poco.

—Por favor, dime que no han llamado a mi madre, no quiero preocuparla.

Gin bufa.

—Es que te preocupas por todo el mundo,— ella suspira, —tranquila, no le hemos avisado a tu madre, sabemos que le puede causar una crisis de nervios.

—¿Qué me ha pasado? ¿Qué ha dicho el médico?

—Pues no mucho, te han mandado a hacer un montón de pruebas de sangre pero él sospecha que es anemia o alguna deficiencia nutricional o algo así ha dicho, ¿es que no estás comiendo?

—Por supuesto que estoy comiendo, he tenido un par de semanas estresantes, es todo.

—Claudia, puedes mentirme a mí todo lo que quieras pero al doctor tienes que decirle la verdad, si no estás comiendo a las horas o si te estás saltando comidas o si comes cualquier cosa para ahorrar tiempo en tu día, debes decírselo.

No le digo nada y ella me da una mirada de desaprobación.

—De acuerdo, lo prometo.— le digo para tranquilizarla. Gin me abraza con cuidado.

—Casi me muero cuando Artemis me llamó,— murmura y se separa, sosteniendo mi rostro, —no vuelvas a asustarme así, no te lo perdonaré.

—Claro porque fue mi decisión terminar aquí.— bromeo para aliviar su triste expresión, —me encantan los hospitales.

Ella me da una palmada ligera sobre mi hombro.

—Iré por el doctor, quedate tranquila.

—Gin, tengo una intravenosa y una bata de hospital, no voy a ninguna parte.

—Nunca está demás contigo, eres muy terca.

—Solo ve.— le hago señas con las manos de que vaya por el médico.

El Dr. Brooks es un señor bastante mayor, con cabello blanco, cejas gruesas del mismo color y una sonrisa de boca cerrada muy al estilo de médico que quiere tranquilizarte.

—Hola, Claudia, soy el Dr. Brooks, ¿cómo te sientes?

—Un poco débil y confundida.— confieso.

—Tengo los resultados de tus exámenes,— él revisa los papeles sobre un tablero café que tiene en sus manos, —Lo siento, tengo que preguntar por cuestiones legales de privacidad, ¿estás de acuerdo con que te informe de los resultados y tu diagnóstico frente a tu amiga?

—Si.

Gin se para a mi lado y toma mi mano, lo agradezco porque el miedo ha comenzado a fluir en mis venas, ¿y si es algo serio? ¿y si estoy realmente enferma? Nunca en mi vida he sufrido alguna enfermedad seria, ni siquiera resfriados fuertes, la única vez que he estado en el hospital ha sido cuando me operaron de apendicitis y ni siquiera me fue tan mal. Aprieto la mano de Gin y ella me susurra que todo va a estar bien.

—De acuerdo,— el doctor ojea sus papeles, —bueno, Claudia, al parecer yo tenía razón, tu conteo de hierro está muy bajo indicando un cuadro de anemia. No es nada del otro mundo, se puede tratar una vez que encontremos lo que la ha causado.— un suspiro de alivio deja mis labios, —y lo hemos encontrado.

—¿Qué lo ha causado?— en mi mente he repasado todas mis escenas comiendo apresurada, o saltándome una comida. De verdad, debí prestarle más atención a mi cuerpo.

El doctor me sonríe.

—Estás embarazada.

Mi mundo se detiene por completo ahí mismo, me quedo mirando al doctor sin ser capaz de decir nada, de emitir cualquier tipo de respuesta. Gin abre su boca, soltando mi mano en sorpresa.

—Felicitaciones.— el doctor habla de nuevo, como si quisiera sacarme del trance en el que estoy.

—Yo no... eso...— mis murmullos son incoherentes, todo me da vueltas, —yo estoy tomando la píldora, eso es imposible.

Gin está petrificada a mi lado, el doctor suspira.

—Quisiera decirte que la píldora no falla pero lamentablemente si existe la posibilidad de un embarazo, en especial si te saltas una dosis o no eres constante.

—Pero yo he sido constante, yo—

Y en ese momento, Artemis abre la puerta y yo ni se como respirar.

Artemis se queda ahí parado, una mano en la manilla, la otra con una bolsa de comida. Se ha quitado la corbata y la chaqueta de su traje, ahora solo anda en camisa blanca y pantalones. Sus ojos cafés buscan los míos, y él arruga sus cejas al ver mi expresión que honestamente, no tengo ni idea de cual sea.

—Gracias a Dios has despertado,— el alivio en su rostro se desvanece al no tener respuesta, —¿Todo bien?— Artemis termina de entrar, poniendo la bolsa sobre la mesita al lado del sofá.

El Dr. Brooks le da una sonrisa y vuelve a mirarme como si preguntara silenciosamente si debe seguir hablando y yo meneo la cabeza.

—Bueno, te dejaré para que descanses,— agrega el doctor, —recomendé que pasarás la noche aquí para darte algunos nutrientes por la vena y poder monitorearte, si mañana te sientes mejor, podrás irte a casa.

—Muchas gracias, doctor.

Artemis se acerca y se inclina sobre mí, besando mi frente.

—No tienes idea de lo mucho que me asusté.— susurra antes de separarse. Y yo aún estoy sin palabras. Es que ni siquiera estoy respirando bien, mis manos han comenzado a sudar sobre mi regazo.

No puedo estar embarazada. Yo me cuidé, yo siempre he sido tan responsable, siempre he tenido claro lo que quiero para mi vida, cuando lo quiero. Un embarazo no planeado no es algo que imaginaría para mi, nunca se me habría cruzado por la mente.

No sé que siento, ni que pienso, ni que hacer. Me he quedado congelada. De pronto, me invaden unas inmensas ganas de llorar, mis emociones son un desastre en este momento.

—¿Claudia?— la voz preocupada de Artemis a mi lado me hace levantar la mirada y verlo ahí, tan apuesto con su ligera barba alrededor de su definida línea de la mandíbula y sus ojos preciosos que son tan cálidos cuando me mira y no soy capaz de decirle nada. Gin sale a mi rescate.

—Está un poco atontada desde que despertó.— ella miente porque sabe que estoy asimilando todo.

—Oh,— Artemis vuelve a la mesita a sacar la comida, organizado las cajas, —debes estar hambrienta.

Gin y yo nos miramos y ella mueve su boca para decirme algo sin producir sonido alguno.

'¿Pero qué ha pasado, Clau?' puedo leer sus labios.

'No sé, yo me cuidé.' le respondo.

Artemis vuelve a nosotros y yo le sonrío encontrando mi voz.

—Gracias.— él pone una caja frente a mi y es arroz blanco con un pollo que se ve jugoso y todo va bien hasta que veo los pedazos de tocino a un lado, alrededor de unos ponquecitos gourmet.

Oh no, no tocino.

Aprieto mis labios antes de cubrir mi boca con la mano, meneando la cabeza. Gin parece entender y aparta la caja de mi vista lo más rápido que puede. Artemis nos mira confundido.

—Estoy muy sensible a los olores,— explico, cuando ya no siento nauseas, —es por...

—la anemia,— termina Gin por mi, —el doctor nos ha dicho que Claudia tiene anemia.

Gin le explica lo que dijo el doctor sin decirle lo del embarazo, obviamente sé que debo decirselo pero necesito asimilarlo primero, necesito mi tiempo para poder contárselo, es que aún no me lo creo.

El resto de la tarde transcurre borrosamente, respondo y hablo de forma automática, es como si mi cuerpo estuviera ahí pero mi mente se hubiera quedado en esas dos palabras: Estás embarazada.

Al caer la noche, Gin se despide luego de darme un abrazo con fuerza asegurándome que todo estará bien. Yo ya me he rodado para estar acostada de lado en mi camilla, Artemis está sentado en el sofá a unos pasos de mi.

—Descansa.— su voz es tan suave en el silencio de la habitación, —te cuidaré toda la noche.

—Estoy bien.

—Claro,— murmura, —tan bien que has terminado en el hospital.

No digo nada y solo lo observo, él está sentado, inclinado hacia delante con sus codos sobre sus rodillas, su manos unidas frente a él, siempre apuesto. Y entonces pasa... me lo imagino con un bebé, cargando un niño o una niña y se me aprieta el corazón porque es una vista preciosa en mi mente.

Vas a ser papá, Artemis.

¿Cómo puedo decirlo cuando no sé como va a reaccionar? No es algo que planeamos, acabamos de empezar nuestra relación, no somos adolescentes pero aún somos jovenes, él tiene sus responsabilidades, yo las mías, ¿y si su reacción no es lo que espero? Me aterra que reaccione de mala manera o que me culpe de alguna forma, los dos tuvimos sexo pero yo le dejé terminar dentro con la seguridad de que me estaba cuidando, él confió en mí de alguna forma, ah, ya ni se que pienso, mi cabeza es un desastre.

—¿Qué piensas?— la curiosidad en sus ojos es obvia.

—Muchas cosas,— suspiro, —gracias por estar aquí.

—No tienes que agradecerme nada, Supergato siempre será tu héroe personal.— me guiñe el ojo y eso me hace sonreír.

—Últimamente has estado super cursi,— bromeo, —ya no quedan rastros del Iceberg.

—Es lo que pasa cuando te acercas mucho al fuego, supongo.— me responde, juguetón.

—Artemis...

—¿Si?

Aprieto mis labios y los relajo, escogiendo mis palabras, sin saber si es el momento o no, pero me doy cuenta de que nunca será el momento perfecto, que tengo que decirlo y ya.

—Hay algo que debo decirte.— la seriedad en mi voz lo hace tensarse, él separa sus manos.

—¿Qué pasa?

—Yo... eh,— lamo mis labios, —estoy embarazada. 


--------------

NOTA DE LA AUTORA: ¡YA! No me maten por dejarlo ahí, calma, pueblo. Bajen las antorchas, y... ey, tu, baja el cuchillo también. No nos pongamos violentos, esto no es Heist. El próximo capítulo veremos la reacción de Artemis ante esta noticia.

Y aquí demonos amor porque es nuestro primer bebé Hidalgo T_T estoy tan emocionada. Ares y Apolo serán tíos, Artemis será papá. No puedo con esto. 

No olvides votar para que puedas asistir al babyshower Hidalgo. 

Aquí este video que dejé allá arriba porque #TheFeels are real. 

#SeLesQuiso

Muakatela

Ariana G. 

Continue Reading

You'll Also Like

95.5K 8.2K 15
Jungkook decide terminar su relación con Jimin de tres años. Y Jimin simplemente no sabe sobrellevar el peso de un corazón roto. -', Historia complet...
150K 11.3K 23
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca. -¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen. -Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a e...
289K 10.8K 11
Típico que tienes insomnio y te llega un mensaje cuando estabas a punto de quedarte dormida. Para colmo, están coqueteando contigo y tú, entre todas...