Camino arduamente hacia un árbol mientras Harry continúa dando pasos hacia mí.
-Lydia -detiene sus pasos y recorre su cabello con sus manos con frustración-. No voy a hacerte daño, joder...
- ¿Qué es lo que pasó en mi sueño? -reavivo el tema de nuevo.
¿Qué pasa si Harry no es quién dice ser? ¿Qué pasa si en un ángel malvado como lo es Damian y está tratando de engañarme para matarme con más facilidad? ¿Y si de todas maneras no fuera mi ángel guardián?
- ¿Qué es lo que pasó en tu sueño? -repite cruzando sus brazos sobre su tonificado torso.
Miro hacia el suelo y pongo algunos mechones de mi cabello sueltos detrás de mis oídos antes de continuar. Le cuento a Harry mi sueño y sobre cómo me desperté en medio de un profundo arroyo y de cómo vino y me estranguló, pero me aparté, hasta que tomó el control y me agarró de nuevo.
-Mierda -Harry camina de un lado a otro.
- ¿Qué? ¿Qué es lo que significa? -le suplico por una respuesta.
-Damian -escupe Harry-. Damian nos está enviando un mensaje...
- ¿Un mensaje?
-Sí, un mensaje -repite Harry-. Damian va a hacer que te mate. Tiene el poder de colarse en tus sueños y controlarlos.
Entrecierro los ojos.
- ¿Va a hacer que me mates?
Harry asiente.
-Probablemente está intentando decirnos algo, darnos una pista, advertirnos. No lo sé.
Siento que pierdo el equilibrio y rápidamente me agarro a la corteza de un árbol para sujetarme.
Voy a morir. Creo.
-Lydia, necesitas relajarte -Harry camina hacia mí y me agarra del brazo con su mano. Esta vez dejo que lo haga.
-Harry, no estoy a salvo. Piénsalo -presiono una mano contra mi rostro y niego con la cabeza-. Tengo a Damian y a la policía detrás de mí. Por si fuera poco, he apuñalado a alguien en el hospital. Puedo estar en serios problemas, o peor, puedo ser enviada a algún tipo de hospital psiquiátrico. Pueden pensar que he sido la que provocó el accidente y mató a su familia.
Harry me acerca a su cuerpo.
-No. No dejaré que eso suceda. Quiero morir protegiéndote. De esta forma sólo podremos correr, correr y alejarnos de la dichosa Portland hacia algún lugar lejano. Dónde no nos conozcan.
Asiento y cambio de tema.
-Tengo hambre. ¿Cómo se supone que vamos a conseguir comida?
Harry mira hacia todas partes mientras juega con el dobladillo del cuello de su camiseta.
-Uh, hay un arroyo cerca. Lo dejamos atrás mientras huíamos de los policías.
-Odio el pescado, pero está bien. Si significa que conseguiremos comida, lo comeré -me quejo, agarro un cuchillo y subo por unos troncos en la misma dirección por la que se ha ido Harry.
Mientras nos acercamos a ese arroyo, me doy cuenta de que se parece al de mi sueño. Es escalofriante. ¿Es aquí donde voy a morir? ¿Es aquí donde Damian tiene planeada mi muerte? Doy un traspié, pero Harry me sujeta por los hombros.
- ¿Qué? ¿Qué sucede, Lyd? -me pregunta, muy preocupado.
Parpadeo algunas veces, asegurándome de que esto no sea un sueño.
-E-es el lugar de mi sueño -tartamudeo.
-Cálmate. Sólo vamos a conseguir comida y nos iremos de aquí -Harry recorre mi espalda con su mano antes de empezar a caminar por la orilla y mirar alrededor. Después de varios minutos luchando, finalmente Harry saca un pez.
- ¡La cena! -grita con una media sonrisa en su rostro.
Sonrío y caminamos de vuelta a nuestro pequeño campamento.
-Enciende una hoguera -me dice Harry pasándome dos palos y un tronco.
Los deposita sobre mis manos y no tengo la menor idea de que hacer.
-No sé cómo hacer una hoguera...
Harry bufa.
-Sí que sabes.
Ruedo los ojos y empiezo a frotar los dos palos juntos. Empiezo por la parte de arriba y termino yendo hacia abajo. Un humo comienza a alzarse del tronco y, finalmente, se enciende una llama.
- ¿Ves? Te lo dije -Harry me sonríe con superioridad mientras cuelga el pescado de un cuchillo sobre el fuego. Me siento sobre un tronco y envuelvo la manta alrededor de mi cuerpo. El ambiente es frío y nublado.
- ¿Harry? -le pregunto.
- ¿Sí? -se concentra en darle la vuelta al pescado.
- ¿Qué hora crees que es? -descanso mi cabeza sobre mis manos mientras mis rodillas soportan mis brazos.
Mira hacia el cielo y después a mí.
-Quizá las seis. De la noche.
Mis ojos se ensanchan.
- ¿Cuánto tiempo hemos dormido?
-Supongo que durante todo el día -responde como si no fuera gran cosa.
Me estiro y voy de un lado para el otro.
-Después de comer necesitamos irnos. Necesitamos coger nuestras cosas y correr para adentrarnos más profundo en el bosque. Los policías nos persiguen y no se detendrán hasta que hayan registrado cada pulgada de este bosque.
Harry arranca un pedazo de pescado y se lo lleva a la boca.
-Cálmate, nos adentraremos más pero tienes que dejar de pensar que te van a coger.
Me acerco y me siento a su lado mientras le doy un mordisco al pescado. Es desagradable, pero necesito algo para llenar mi estómago. También necesito que todo desaparezca de mi mente.
-Termínatelo -me dice Harry pasándomelo.
Le pego un último bocado y me fuerzo a tragarlo. Arrojo las sobras al fuego y contemplo como Harry pone más troncos sobre las llamas para avivarlas. Emerge humo de las llamas naranjas y contemplo como se alza mezclándose con el aire.
- ¿Los echas de menos? -Harry me contempla, frunce el ceño y abraza a una almohada.
Me lleva algunos minutos recordar de quiénes está hablando, pero finalmente recuerdo porqué todavía estoy aquí.
- ¿A mi familia? Por supuesto -respondo sinceramente.
-No lo transmites tan a menudo... -Harry juega con sus dedos mientras mira hacia su regazo.
Muevo la cabeza y observo el fuego arder en la oscuridad.
-Eres fuerte, Lydia. Eres tan fuerte que ni siquiera lo sabes -Harry me mira, sus ojos jade llenos de valentía.
Continúo negando.
-No, no lo soy.
-Sí... -duda Harry-. Sí lo eres.
-Solamente los echo de menos... Desearía que esto nunca hubiera pasado.
Harry asiente lentamente.
-Pero si esto nunca hubiera pasado, nunca me habrías conocido...
De repente, se escucha el sonido de un disparo en la distancia. Harry y yo miramos en todas direcciones. Mi corazón palpita rápidamente contra mi pecho y mis ojos sobresalen de las cuencas.
- ¿Qué ha sido eso? -pregunto mientras Harry me acerca a él.
-Apaga el fuego -me pide. Rápidamente me separo y agarro un puñado de tierra del suelo, intentando apagarlo. No quiero pisar el fuego con mis pies desnudos.
-No te muevas -susurra Harry en mi oído y posa su mano sobre mi boca mientras nos desplomamos contra el suelo conmigo en su regazo. Me cubre como si fuera un escudo humano.
Escuchamos una risa en la distancia, y no precisamente una agradable.
Rápidamente apoyo mi cabeza sobre el torso de Harry y firmemente cierro los ojos. Envuelvo mis manos alrededor de su espalda.
Otro disparo se hace presente, y entonces se escuchan perros ladrar. Cierro los ojos lo más fuerte que puedo y trago saliva.
-Es Damian. Ha vuelto -me susurra Harry acercándome a él.
- ¡Sé que estáis por algún lado, tortolitos! -se ríe.
Detengo mi respiración. Estoy asustada y la más mínima respiración puede provocar que Damian nos encuentre.
- ¡Salid! -esta vez su voz está cerca. Como si estuviera detrás de nosotros.
Levanto la cabeza del torso de Harry y miro por todas partes, miro por entre los árboles y balanceo la cabeza hacia la izquierda cuando alguien me coge del pelo.
Chillo mientras golpeo y pego puñetazos hacia el aire, intentando encontrar el cuerpo de Damian en la oscuridad.
- ¡Déjala! -grita Harry.
-No puedo... -Damian ríe, una risa malvada -No la maté las dos primeras veces. ¡Tres veces no, encanto!
| Damn. No sé, pero soy fan de Damian. Esa última frase que dice... me descompone jajajaja. Será porque tengo más inclinación hacia los chicos malos, idk.
En fin, ya aparece Damian de nuevo. ¿Creéis que conseguirá acabar con Lydia? ¿Lo impedirá Harry? ¿Confiará Lydia en Harry? ¿Qué decís?
Gracias por seguir leyendo a pesar de mis tardanzas y bienvenidas a las nuevas lectoras (que por cierto me gustaría que se manifestaran en algún comentario). ¡Votad y comentad! Ily <3 |