Es una pena, pero ya no tengo oportunidad de ir a hablar directamente con mi esposa. Murphy me prohibe salir del edificio. Me asigna dos agentes de seguridad: Marta Lock y Jimmy Yupanqui. Ambos están parados frente a mí en mi oficina, mientras yo espero junto a Murphy. Un grupo de ocho agentes fueron asignados a tratar de seguir la pista de Laura Franken. Hasta ahora no han encontrado nada.
"Me sorprende", comenta de pronto Murphy. En la habitación sentado a mi costado también está Dante, en calidad de amigo mío, preocupado por mi bienestar. "Esto no cuadra para nada con el perfil de Laura"
Yo me encogo de hombros. Estoy de acuerdo con ella. Ésta no es la Laura que conozco. Ésta es una Laura nueva.
"Algo le ha pasado", digo. "Algo ha sucedido que le ha hecho cambiar su orden de prioridades"
"Tendría sentido", comenta Murphy y luego saca su celular. En su línea de trabajo, termina siendo más mortal que su pistola, que también carga. Marca un número. "Jordan, ¿ya sabemos en dónde están esos dos imbéciles?"
Yo la miro y dudo por un momento. Por supuesto que se refiere a Morgan Fix y Ana Jonas, los dos agentes que envió a comenzar a investigar la situación con Laura. En teoría su misión es identificar quién contrató a Laura. Han pasado dos horas desde que fueron designados y hace unos minutos anunciaron que ya tenían algo que reportar.
Demasiado conveniente. Justo cuando estamos lamiéndonos las heridas por el ataque de la asesina en nuestro propio edificio. En nuestras propias oficinas centrales, en el medio de la calle Abastos. Es algo bastante preocupante. Es un golpe duro para Murphy y su división, que se supone que debe mantenernos seguros. Sí, claro que Laura Franken es la mejor en su rubro y que si alguien puede encontrar una manera de hacerlo, es ella. Pero aun así Murphy tendrá mucho que explicar en cuanto caiga el sol y nuestros empleadores salgan de sus escondites.
Yo también, por supuesto. Aunque aquí yo soy la víctima. Estoy seguro que tendrán simpatía por mí. Eso espero, por lo menos.
Sin embargo, eso no es lo que me hace dudar. Resulta que no he compartido con Murphy o con Dante la propuesta de Laura. Ella llegó donde mí para sugerirme que me una a un plan que tiene para eliminar a todos los vampiros. Tiene sentido que si quisiera destruir a los De la Cruz de un solo golpe, necesite mi ayuda. Lo que no me queda claro es en qué estaba pensando ella. Yo soy leal a ellos. Nunca los traicionaría.
Así con todo, aquí estoy habiendo ocultado ese detalle a mi gerenta de riesgo y seguridad. ¿Por qué?
Lo que le he dicho a mi gente es que Laura vino donde mí, me dio un susto y luego se retiró. Que no me dijo nada ni me disparó ni me hizo daño. Sé que suena demente, pero toda la situación está bastante extraña. Cuando Murphy llegó donde mí, fue lo mejor que se me ocurrió y ahora no puedo cambiar mi historia. Pero eso no es lo que me preocupa.
Lo que me preocupa es que en menos de una hora el sol se habrá ocultado. Los De la Cruz se irán despertando y querrán saber qué fue lo que pasó. Ellos tienen la habilidad de leer la mente de los humanos. No pueden sacar datos concretos o recuerdos precisos, pero pueden sentir cuando les estás mintiendo o cuando les estás ocultando algo. Si uno de ellos se da cuenta de que yo, el confiable Erwin Martin les está ocultando algo, podrían tomar medidas.
Contra mí o contra mi o contra mi familia. Eso es lo que quiero evitar por el momento. Ésa es mi principal preocupación.
"Ya no estés nervioso", me dice Dante. Se ha sacado su saco y se ha remangado la camisa. Está a mi lado y está preocupado por mí. Es mi amigo de toda la vida y es natural que me acompañe. No obstante, a él tampoco le he contado nada. No puedo hacerlo. En cuanto menos gente sepa de lo sucedido, será mejor. Menos mentes que los vampiros podrán leer. "La están persiguiendo en este momento. Ya la agarrarán"
Además debo considerar que Dante es un bocón. No puede controlarse. En cuanto sabe un secreto tiene que salir a contárselo a todos. No le conviene a nadie que él sepa lo que ha pasado.
"Señor", escuchamos de pronto la voz de Isabela, mi secretaria ejecutiva. "Los agentes Fix y Jonas están aquí"
"Hágalos pasar", le digo y me paro para recibirlos. A los pocos segundos la puerta se abre y los dos ingresan.
Ambos son exactamente lo que se espera de ellos. Morgan Fix es alto y corpulento. Tiene ojeras y tez morena, pelo corto y no se ha afeitado en unos días. Tiene ojos cansados. No parece una persona que esté atenta a los detalles.
Pero sí lo está. Sí que lo está. Lo sé bien.
Fix es una de esas personas que si no se dedicasen a exactamente lo que hace para nosotros no habría encontrado nada útil para hacer por la sociedad. Sería un loquito de la calle a medio vestir hablando solo y durmiendo en los parques. Morgan Fix es una persona obsesiva y depresiva. Trabaja para nosotros porque no sabe hacer otra cosa. Le podríamos pagar en costales de papas en vez de dinero y se esforzaría exactamente igual.
Ana Jonas, en cambio, podría dedicarse a muchas otras cosas. Ella es ordenada y procedimental. Tiene en su cabeza claros todos los protocolos y todas las reglas. Es un buen complemento para Fix. Aunque, claro, si no trabajase para nosotros podría ser administradora o contadora o cualquier otra ocupación que requiera de una mente que sabe exactamente en donde van las cosas y cuáles son los límites.
Quizás directora de colegio.
"Se les ve bien a ambos", les dice Murphy a modo de saludo. "¿Me dicen que ya tienen resultados?"
"No fue muy difícil, en realidad", responde Morgan. Su casaca está sucia, rota en un par de lugares. Parece como que ya ha visto su último invierno hacía dos inviernos. "Sólo tuvimos que hacer un par de consultas con contactos"
Luego se sienta en una silla ubicada en una esquina de la oficina. Ana se para a su costado. Parece como si los dos han generado un vínculo. ¿Es ésta la primera vez que trabajan juntos? ¿O ya se conocen de alguna asignación anterior?
"¿Pues bien?", Dante se para frustrado. "¿Qué han descubierto?"
"Primero, nos pusimos en contacto con Bert. Una llamada telefónica fue suficiente", explica Fix.
"¿Quién es ese Bert?", pregunta Dante ahora un poco molesto. Típico de él ser el único en la habitación que no sabe algo. Todos lo miramos de cierta manera que se lo hacemos saber.
"Es el manejador de la red de mercenarios", le explico a mi amigo. Como de costumbre, soy yo el que lo debe poner al día. "Le llaman la Mercnet. Si quieres un trabajo hecho, colocas un anuncio ahí. Los independientes como Laura lo revisan y se ofrecen. Es como funciona ese mercado", me volteo hacia Morgan Fix. "Pero hay algo que no entiendo. Bert no revelaría nunca quién contrató a un asesino. Va contra su código. Además de que no es bueno para su negocio estar revelando esa información"
"Es cierto", responde el hombre. "Si es que hubiese sido contratada. No es el caso"
Me demoro un poco en entender a lo que se refiere. Murphy es la primera en reaccionar.
"¿Qué es lo que estás sugiriendo? ¿Que nadie ha contratado a Laura Franken?"
"Exactamente. Y no lo estoy sugiriendo. Lo estoy concluyendo, que es distinto. Según Bert, nadie ha colgado un pedido de servicio que Laura haya cogido. Eso quiere decir que ella no ha accedido a ningún contrato a través de Mercnet", explica Morgan inexpresivo.
"Y no, no es probable que haya sido contratada por afuera de Mercnet. No tendría sentido", continúa Ana, parada a su costado. "Coger contratos a través de Mercnet incrementa su prestigio, facilita el pago. Laura es una persona obsesiva y ordenada. No iría con su perfil buscar contratos por fuera"
"Pero es posible", completo yo.
"Sí, es posible, pero poco probable", responde Morgan. "Hay algo más. A Mercnet no le conviene meterse con nosotros. El Grupo De la Cruz es un contratador importante. Bert habría desincentivado cualquier intento por colocar un contrato por la cabeza de nuestro CEO. Todo eso nos lleva a pensar que lo que tenemos entre manos es algo completamente distinto"
"¿Todo esto lo han concluido en dos horas?", pregunta Dante levantando una ceja.
"Laura no está detrás de nuestro gerente general por dinero. Lo quiere muerto por otra razón. Eso es lo que concluimos en dos horas", continúa Ana. "Nosotros sabemos quién es Laura Franken. La hemos empleado en el pasado, lo que implica que sabemos cómo piensa. La hemos investigado. No la podríamos encontrar en la ciudad, es demasiado buena para eso. Pero sí sabemos quiénes son sus seres queridos y dónde planea pasar la noche de navidad"
Habiendo dicho eso saca de entre su ropa un folder con papeles que coloca en la mesa que tenemos en el medio.
"Su madre", explica Ana. "Ése es el problema. Su madre fue víctima de un ronin"
Ronin es como llamamos a un vampiro que no tiene clan. Que no está albergado dentro de una organizacón como el Grupo De la Cruz. Los ronin son cazados por humanos y por otros monstruos. Viven desesperados por sobrevivir. No suelen tener muchos aliados y suelen ser fáciles de destruir. Nosotros mismos hemos enviado personal a eliminar ronin que están llamando demasiado la atención.
"No entiendo", comento yo. "¿Qué tiene eso que ver con nosotros? Una asesina tan preparada como Laura podría acechar a un simple ronin y eventualmente matarlo. ¿Por qué tendría que venir tras mí?"
"Yo me hice la misma pregunta", responde Morgan Fix sin pararse de su asiento. "Era obvio que los dos sucesos estaban relacionados. No podía ser coincidencia. Así que indagamos un poco más"
"¿Todo esto en dos horas?", vuelve a preguntar Dante.
"Encontramos algo bastante interesante", responde Morgan. "Llamamos al teniente Tobías. Nos dio acceso al expediente de la madre de Laura. No van a creer lo que encontramos. El ronin que la atacó era un exiliado de la familia De la Cruz"
Antes de que diga el nombre del ronin ya sé a quién se está refiriendo. Esto se está complicando demasiado.