Los fragmentos en la memoria de sentimientos que se pierden, la ausencia, el sufrimiento e inseguridad de los chicos enfrentando su destino.
¿Sería capaz de corregir los errores y equivocaciones y salvarnos a todos? No había comprendido la profundidad y el peso de esa pregunta. Era verdad que quería salvarlos a todos desesperadamente. Nadie merecía morir, desesperarse, ser reprimido ni despreciado. Además de eso, ellos eran mis amigos. Podíamos haber tenido nuestros defectos y cicatrices, haber sido retorcidos y distorsionados. Podíamos no ser nadie, pero estábamos vivos. Teníamos días que vivir, planes que seguir y sueños que cumplir.
Al principio, no pensé mucho sobre eso. Pensé que dependería de cuánto esfuerzo pusiera luego de que descubriera a quién necesitaba salvar y de qué. Eso es lo que pensé. Creí que podría resolver todo persuadiendolos y cambiando cosas. Fui así de simple e ingenuo. Pero eso no era más que un intento de salvar mi propio pellejo. Luego de una serie de pruebas y errores, tuve una realización. No era tan simple salvar a los otros.
Seokjin. 2 de mayo, año 22