Como si pudiera gustarte |#CA...

De MiliJaurello

12.2K 583 497

A Camila Cabello, le encanta el amor. Le gustaba leer sobre el y de vez en cuando, hasta escribirlo. Claro q... Mai multe

SINOPSIS
CAPÍTULO 1
CAPÍTULO 2
CAPÍTULO 3
CAPÍTULO 4.
CAPÍTULO 5
CAPÍTULO 6
CAPÍTULO 7
CAPÍTULO 8
CAPÍTULO 9
CAPÍTULO 10
CAPÍTULO 12
CAPÍTULO 13
CAPÍTULO 14
CAPÍTULO 15
CAPÍTULO 16
CAPÍTULO 17
CAPÍTULO 18
CAPÍTULO 19
CAPÍTULO 20
CAPÍTULO FINAL
EPÍLOGO
AGRADECIMIENTOS
La misma pesadilla
Mi historia era ella

CAPÍTULO 11

414 19 8
De MiliJaurello

Moví mi mano, esta topó con su cuerpo y fue que me di cuenta que la estaba abrazando. Ambas nos habíamos quedado dormidas entre lágrimas, helado que repara el corazón y sonrisas que curaban.

Sonreí. Ella se acomodaba en mis brazos, estaba de espaldas a mí, sosteniendo mi mano aun.

Cerré los ojos y me pegué más a su cuerpo. Suspiré y mi mente me hacía feliz imaginando escenas de un mundo paralelo con nosotras durmiendo y despertando así cada día.

Casi me quedé dormida de nuevo, pero la puerta se abrió y la luz de la lámpara alumbró la habitación.

— Niñas, ya despiértense. Hice comida y ya durmieron mucho. — mi madre caminaba en la habitación de un lado a otro.

Me moví solo un poco, no quería despertar a Lauren.

— Lauren, Camila. Es hora de levantarse. — mi madre abrió las cortinas y ahora si teníamos más fuente de luz que el mismo sol.

Lauren se movió, aún seguía adormilada. Solo se dio la vuelta y se acomodó en mi pecho, pasando sus brazos por mi cintura como si fuera un peluche o una almohada a quien abraza.

Sonreí.

Sin problema mi cuerpo sería su almohada si ella quería.

— ¡Lauren! ¡Ya levántate, joder! Quita tu cara de las tetas de mi hermana. — mi hermana tan amable, gritó. Haciendo que Lauren diera un brinco. Alzó la cabeza y me miró con los ojos entrecerrados.

Miró nuestra posición y luego a mi madre y mi hermana que nos miraban. No estaba de más decir que se había alejada tan rápido como el mismísimo flash.

Mi corazón se apagó y mi cuerpo pedía a gritos su calor de nuevo. Maldecí a Sofi.

— ¿En qué momento nos quedamos dormidas? — preguntó, me hacía la misma pregunta.

Mi madre se acercó a mí. Escuché a Sofi burlándose de Lauren.

— ¿Estás bien? — asentí. — Lo último que sé es que llegaste llorando con Lauren siguiéndote y después un litro de helado en las manos de ella. No me digas solo que sí. — pero volví asentir, ella rodó los ojos.

— ¿Qué le hiciste, idiota? — preguntó Sofi, atacando a Lauren con almohadazos.

— No fue Lauren. Es... Otra cosa. Todo está bien, mamá. — ahora si la adolescente dejó de atacar a Lauren y ahora ella comenzaba a golpear a mi hermana con otra almohada.

Ambas se reían. Parecían unas niñas.

— ¿Problemas con qué? ¿Chicos? — el silencio fue sepulcral. Digamos que mi madre estaba desesperada por un día, darme una plática y consejos sobre chicos.

Iba a quedarse esperando.

Incluso, ambas chicas habían dejado de pelear y miraban atentas la plática. Bajé la mirada. ¿Cómo le digo que "no" sin que crea que hay algo raro?

— Mamá. Claro que no. Todo está bien. — con la mirada le exigí que dejara el tema de lado.

Pero en la orilla de la cama, frente a mí; siguió hablando.

— Mila, puedes hablar conmigo. ¿Te hizo algo este chico? — cubrí mi cara con mis manos. Listo, era incómodo. — Puedes hablar con tu madre de eso.

Negué.

— No hay ningún chico. Por favor, déjalo así. — pedí avergonzada, quitando mis manos de mi cara exasperada. Sofi se rio entre dientes.

No mamá, no es un chico. Es una chica y está aquí al lado. Deja de hablar, joder.

— ¿No? ¿Estás segura? He visto un brillo en tus ojos últimamente, estás muy feliz y sonriente. — ahora si estaba roja. Bajé la mirada, negando. ¿Los padres entendían acaso cuando tenían que callarse? Escuché la carcajada de Sofi y vi la mirada divertida y arrogante de Lauren. — Así que no puedes decir que no hay un chico en tu vida. Lauren, ¿Sabes algo sobre ese chico? — y se atrevió a preguntarle a ella.

Bufé, rogándole que parara. Incluso le dije que era suficiente. Pero me ignoró, esperando la respuesta de Lauren. Sofi seguía riéndose.

— No, no sé nada de él. — contestó Lauren con nerviosismo e incomodidad. Mi madre alzó una ceja, pensando que mentía.

Preferí levantarme y huir.

— Vamos, te dije que pararas. Que esté feliz no significa que sea por un chico. ¿Por qué tienes que asumir que tengo un novio? — negué, poniéndome mis tenis. Lista para la gran huida.

Silencio. ¿Muy revelador lo que dije? Dejé los tenis de lado y alcé la vista. Todos me miraban.

Tragué saliva.

— Listo, me peleé con las chicas y por eso llegué llorando. No preguntes porque. No esperes que vuelvan a venir. — corté, diciéndole la verdad y acabando con la especulación.

***

Estábamos al fin comiendo. Mi madre no se cansaba de preguntar qué había pasado. Lauren estaba a mi lado, cambiando de conversación cada que podía para olvidar eso. Le agradecí con la mirada.

Sofi platicaba sobre la secundaria y demás. Incluso vocifero que tenía novio. Mi padre hizo preguntas, mi madre estaba exigiendo conocerlo.

— Camila, tu hermana ya tiene novio. — indirecta lista de mi madre. Solté un largo suspiro.

— Si, felicidades. — mi hermana conocía mi tono sarcástico, se rio.

— Señora, deje a la niña en paz. Terminará sola y con muchos perros. Porque odia los gatos claro. — mi hermana se atrevió a hablar, mi madre la amenazó con la mirada por decirle así. Le soltó un manotazo y mi padre le dijo que bien merecido. Ella solo se reía.

Nos terminamos de reír cuando mi madre miró a Lauren y le pidió perdón por el escándalo familiar.

— Escuchen. Tengo una amiga que es lesbiana. — el silencio tranquilizador fue roto. Sofi abrió la boca, llamando la atención de todos. La vi, negando. Lauren me miró, conociendo que Sofi sabía todo. — El punto es que le gusta una chica y sus padres no lo saben. ¿Qué puedo aconsejarle para animarla a hablar? — bajé la mirada, jugando con la comida.

Esperé las respuestas. Como no queriendo la cosa, claro.

— Pobres tipos. — empuñé la cuchara. Alcé la vista a mi padre, miró a Sofi y negó por decirlo. — Me refiero que, deberá ser un escándalo. Todos hablarían de ellos y su hija. — negó mi padre.

Mi corazón se encogió en mi pecho. Sofi se odió por hablar y Lauren se mantuvo callada, mirando el plato.

— Tu padre tiene razón. Solo debes apoyarla y darle el tiempo que ella necesite. Va a pasar por muchas cosas, me compadezco. Imagina a los padres, será un problema. — sonreí con amargura, increíble. Seré un problema entonces.

Solté la cuchara, se me quitó el hambre.

— Lo siento, tengo que irme. Ya no tengo hambre. — me levanté, alejándome de la mesa que parecía llena de dos extraños ahora. — Lauren, ¿Vienes? — le pregunté, con la mirada baja.

Ella también se levantó.

— Tío, Ale. La chica no creo que sea un problema, ni mucho menos un escándalo. Sus padres deberían quererla sea como sea. Ella no está haciendo nada malo. La chica merece apoyo, no una carga. — lo primero lo dijo a mi padre, lo último a Sofi. Como si estuviera dándole el consejo a la inexistente amiga.

Amiga que era su hermana y estaba detrás de Lauren, aguantándose las lágrimas.

Llegamos afuera y negué, ya no quería seguir llorando.

— A veces los padres dicen cosas que no quieren. Ya sabes, hablan sin darse cuenta que su hijo podría pasar por lo mismo. Pero ellos solo opinan de los demás como si conocieran su casa. — Lauren intentó calmarme. Puso su mano en mi hombro detrás de mí. Negué.

— ¡Seré un puto problema! Mierda, no puedo creerlo. Solo les importa el qué dirán y ya. ¿Dónde quedó la familia, el amor? Apoyo no es simplemente una palabra. Haces algo que no les gusta y lo olvidan todo, se olvida el puto apoyo. — estaba enojada, caminando de un lado a otro. Estaba gritando mis palabras con decepción.

La chica abrió los ojos, acercándose a mí.

— Camz, no grites. Podrían escuchar. Estás gritando enfrente de tu casa. Estaría orgullosa de que lo digas. Pero sé que te arrepentirás si lo haces de esta forma. Cálmate. — se colocó frente a mí. Me sacudió con sus manos en mis hombros, mirándome de forma penetrante. Como si supiera que sus ojos me calmarían

Lo hicieron.

— Gracias por estar aquí. — asentí. La abracé fuerte y me correspondió sin dudas.

En sus brazos, que ahora eran mi salvación. Se sentía como en casa. Como en familia. Como un apoyo para mi corazón.

Como amor.

***

La preparatoria era difícil. No tanto. Pero sin amigos, podría serlo. Estaba a un lado de ellas porque no podíamos cambiar de lugar. Se sentía terrible estar incomodo en un lugar donde aquello, era lo último que sentías.

Claro, vas a la escuela aprender, todos lo hacíamos o lo intentamos. Pero nunca está de más tener amigos para cuando el estrés y las preocupaciones escolares, están en su máximo punto. Las risas, los buenos momentos y las miradas graciosas; aligeraban cualquier carga que sientas. Es como ir a la preparatoria y aunque sabes que podría terminar mal, estaban ellos para hacerte pasar un buen rato y olvidarte de eso.

Por eso, sentirte solo como yo ahora; era una mierda.

No había palabras, pero si miradas. Miradas incómodas y tensas. Podía ver su enojo en una mirada, ella podían ver el mío en otra. Porque incluso ignorarse, dolía.

Quise hablar con ellas. Pero al término de la clase, se fueron. Está bien, esto iba en serio.

— Pero ¿Que mierda pasó aquí? — Alex habló, confusa cuando ellas se fueron. Me reí. — Me voy un día a visitar a mi madre y resulta que hubo batalla campal aquí. Me perdí de todo por lo visto. — señaló mi chaqueta, bajé la vista. Oh, era de Lauren.

— No pienses mal, solo me la dio. — expliqué. Tenía su olor y me encantaba. Le dije que me encantaba como se miraba en chaquetas. Me salió del alma y no pude detenerlo. Ella sin problema dijo que podría quedarme con esta. — Las chicas debieron decirte, no te hagas estúpida.

Se rio, asintiendo.

— No quiero decir nada malo. Pero, ¿Le crees? — señaló a Lauren hablando con sus amigos. Asentí sin pensarlo. — Es que ambas sabemos que es muy raro, pero si le crees; quiere decir que su amiga es la mala aquí. ¿No ha hecho nada para deshacerse de ella? — Lauren seguía hablando con Blake.

— Al, por favor. No quiero dudar. Ella me prometió que todo estaba bien. — asintió, alzando los brazos. Dijo que no se metería.

Se levantó, sentándose en la silla de Dinah para estar cerca de mí.

A la chica alta la tenía atrás de mí todo el día, incomodo. Al menos ahora no estaban aquí.

— ¿Cómo te fue con tu madre? — hizo una mueca, moviéndose el cabello. Vaya que podía verse sexy sin esfuerzo.

— Bueno, mis padres pelearon. En eso no hay novedad. Pero mi madre trató de ser buena conmigo y convencerme de que me quede de nuevo allá. Me negué. Mi padre está muy cariñoso y agradecido de que me haya quedado con él. Ella está molesta por irme de nuevo. — se encogió de hombros, le sonreí como apoyo. — Sigue sin ser novedad. Lo más raro que me pasó, fue que me miré con esa chica de nuevo.

Eso sí que era impresionante. Abrí los ojos, ella se rio.

— Solo hablamos, me di cuenta de que ya no me gustaba. — me sonrió orgullosa. Le aplaudí.

— Y yo que ya había pensado que seguías enamorada de ella. — negó. — Ojala ser tú. — fingí sacarme una lagrima y anhelar su figura, pues ella si podía seguir adelante.

— Si, pero lo malo es que me di cuenta de otra cosa. — bajó la mirada, alcé una ceja. — Ahora creo que me olvidé de ella porque me gusta otra chica, pero esta chica está hasta los huesos por alguien más. Vaya que me gusta sufrir. — negó por su manera de enamorarse y me reí.

— Eso sí que es suerte. — ironicé. — ¿Quién es? Mierda, ¿Ally? — negó.

— No tiene caso, Cam. — se rio porque pensé en Ally. — ¿Cómo va tu problema? Debe ir bien. — se burló. Sonreí.

— Estoy cada vez más enamorada. No habrá nada aquí y sigo jodidamente enamorada. — ¿Por qué tengo que ser tan estúpida?

Ella se rio, negando.

— ¿Quieres salir un día de estos y no hablar de corazones rotos? — preguntó de la nada. No me pareció nada raro, así que asentí.

Vaya que sería bueno despegarme de Lauren. No me traía nada bueno.

***

— Mierda, es más serio de lo que pensé. — Lauren y yo estábamos en el parque. Me reí, habló con seriedad mientras ambas nos columpiábamos a la par. Los niños querían subir, pero nosotros estábamos en algo importante ahora.

¿Qué? Podíamos ser adultos que les gusta estar en los columpios.

Dejé de comer mi cono de helado y la vi.

— ¿Por qué? No entiendo. — que rico cono de helado era, estaba perdida en el. Pero Lauren hablaba en serio, así que debía poner atención.

— Le gustas. Vaya que eres ciega. — negó, saboreando también su helado. Algo más rico que un cono de helado, era ver a Lauren saboreando uno. Mierda.

Pero entonces, me concentré en sus palabras. Doble mierda.

— ¿A Alex? Claro que no. — me miraba como si fuera estúpida.

— Te dice esas cosas y te habla de una misteriosa chica que le gusta. Luego te invita a salir. ¿No sabes que se estaba declarando? — dejó de sostener la cadena que colgaba al columpio solo para golpearme la cabeza.

— Auch. — me quejé, mirándola por su atrevimiento. — Claro que no le gusto a Alex, solo... — pensé en los acontecimientos, abrí los ojos y Lauren asintió. — Mierda, ¡Le gusto a Alex! — estaba emocionada, a la vez sorprendida y asustada a decir verdad.

La chica rodó los ojos.

— Es muy predecible. Siempre estaba contigo y hablando de ti. Siempre te miraba. Y desde el principio que me golpeó, debió decirte algo. — siguió comiendo su helado, yo preferí dejar el helado aun lado y seguí pensando. Esto era un gran acontecimiento. ¿Qué mierda debía hacer? — La pregunta es: ¿Te gusta a ti? — no supe que responder. Sabía que me gustaba Lauren, pero no sabía nada de Alex.

— Creo que es muy hermosa, graciosa y me encanta su actitud. Es muy sexy. ¿Has visto cuando mueve el cabello? De verdad lo es. — asentí, comiendo de mi helado con mis anteriores palabras. Lauren me miró, casi se inclinó para verme a los ojos.

— Mierda, estás aprendiendo a decir cosas gay. Me encanta. — señaló, me reí por lo bajo. — Creo que deberías salir con ella, inténtalo. Podría pasar algo. — no me sentía tranquila con eso.

Mejor me columpié.

— No lo sé, Lauren. No quiero ilusionarla. — Lauren siguió diciendo que era una romántica y tal vez con mis palabras; supo que pensaba en ella y mis sentimientos que no desaparecían. Luego, tomó la cadena para hacerme parar.

— Deja de moverte, me mareas. — rodé los ojos. ¿Qué sentido tenia irse a un parque, subirse a un columpio y no columpiarse? — Solo es una cita, Camz. Si no te gusta, hablas con ella y listo. Nadie sale herido.

Parecía que tenía sus ideales sobre el amor, y yo otras.

— Bien, lo haré. ¿Qué te parece a ti esto? — ni siquiera sé porque le pedí permiso. ¿Por qué buscaba su opinión?

Pero aun así, me miró. Pensándolo.

— ¿Me estas pidiendo permiso, mi amor? — se burló. Rodé los ojos. — Como tú quieras, Camz. Creo que sería una buena oportunidad. No sale mal si solo lo intentas. Ya sabes.

Sonreí, lo haría. Esperaba que nadie saliera lastimado.

Pero aun así, quise hacerme la indignada y empujé a Lauren. Salió mal. El resto de su helado cayó al suelo.

Solté una carcajada sin poder evitarlo, parecía indignada. Claro que se enojó. Golpeó mi brazo múltiples veces. Me levanté y hui.

Ella corrió detrás de mí. Ambas corríamos entre carcajadas. Ella fue más rápida, tomó mi cintura y ambas forcejeamos el helado que aún seguía en mi mano.

El cono quedó destrozado en nuestras manos, me enojé y la empujé. Después ella soltó una carcajada y se burló en mi cara de mi perdido cono. Me empujó y porque soy torpe, caí al suelo.

La jalé del brazo porque no iba a caerme sola y creí que ella podría salvarme. Error, ambas caímos. Ella cayó encima de mí y ambas soltamos una carcajada.

Golpeó una mano en mi pecho y después se hizo a un lado. Me reí. ¿Por qué siempre tenía que resultar golpeada?

— ¿Por qué me golpeas, idiota? — le di un manotazo. Estábamos frente a frente en el pasto. Me dolía la espalda, pero fue gracioso.

Aunque casi sentí que me quedaba sin aire, pero fue gracioso.

— Lo mereces. Era un buen helado. — negó, añorando el helado que tenía en su mano antes.

— Tú te lo merecías. — la empujé. Mala idea. Ella me golpeó con el cono que antes era mío, tenía su mano embarrada con helado aun. Así que aprovechó para esparcirlo por mi cara.

Ahora si va a pagarlo.

Tomé el helado y me incliné para darle en la cara también, pero tomó mis brazos. Esta vez fui más fuerte y subí encima de ella.

Terminó con el helado en su cara por idiota. Ambas teníamos el helado en la cara.

Ahora si nos reímos a carcajadas.

Tomó mis brazos y me hizo dar vuelta, quedó encima de mí ahora. La adrenalina se había ido, así que ahora si me dio tiempo de reaccionar.

Mis manos eran detenidas por las suyas a mis lados. Tragué saliva. Verla encima de mí, sentada en mis piernas era una maravilla.

— Arruinaste mi cabello. — comenzó. — Y mi helado, claro. — se inclinó y su faceta amenazante y atrevida me encendía.

Pronto, casi todo su cuerpo estaba encima de mí. Pasó su lengua por mi mejilla, saboreando el helado. Sentí mi piel erizarse y guardé la respiración. Sintiéndome muy caliente y nerviosa.

— Te lo ganas. — me sonrió triunfante al ver mi reacción. Se levantó, dejándome así. Luego me ofreció su mano para ayudarme a levantar.

— ¿Cómo puedes hacer eso y actuar tan tranquila? — le dije, aun en trance. Ella se rio de mí. Tomé su mano y me ayudó a levantarme.

— Te prendes con cualquier cosa. — se burló. Sentí mis mejillas enrojecerse.

Lo vas a pagar.

— ¿Si? — me acerqué a ella, puse mis manos en sus hombros y la acerqué a mí. Se quedó helada frente a mí, me reí.

¿Crees que te voy a besar?

Le pagaré con la misma moneda por idiota.

Me acerque a su mejilla y pasé mi lengua por ella, conociendo el sabor del helado de fresa. Subí mis manos a su mejilla, la sentí tensarse. Luego, di un golpe en esta. Después me alejé, riéndome.

— Auch. Yo no te golpeé. — se quejó, sobando su mejilla. — Pero ya entendí porque estabas caliente. — me volteé a verla, alzo ambas cejas de forma pervertida y burlesca.

Me sonrojé y supe que al final, ella terminó ganando. Pues escuché su risa al ver mi reacción.

Continuă lectura

O să-ți placă și

26.8K 1.9K 29
Advertencia: Léelo si no eres débil, luego no me culpes..
846K 126K 101
Toda su vida fue visto de menos y tratado mal por las personas que decían ser su familia, estaba cansado de que todas las noches llorara por aunque s...
8.6K 661 53
momentos con los personajes de la pelicula the lego movie va ver cosas random y ships
111K 5.8K 42
¿Quién podrá enamorar a una rebelde Lauren Jáuregui ?, ¿Será posible que una no tan agraciada Camila ganara su corazón? ¿ Lauren no le gusta que la t...