Agosto 2011
Vacaciones de verano, el mejor mes para cualquier estudiante, es la época de disfrutar, de remojones en la piscina, de quedar con los amigos bien entrada la noche, bueno, en mi caso hasta las doce.
Y no es como el cuento de la Cenicienta, es que mis padres se creían que los hombres malignos salían hacer cosas malas a esas horas.
Yo me reía de su ingenuidad, mientras me acariciaba mi tripita incipiente.
Estaba ya de seis meses, el tiempo pasaba volando y era feliz.
Hace dos días que fuimos a la clínica a hacernos la segunda ecografía, esta vez con la familia al completo.
Papá, mamá, suegro, suegra y su hermano.
Sí, suegro y suegra. Los padres de Baekhyun y ahora nosotros les íbamos a dar su primer nieto.
La noticia sentó mejor de lo que pensé, aunque reconozco que al principio pensé que se iba a cometer un asesinato en mi casa cuando mi padre se lanzó contra Baekhyun y éste atemorizado, se escondió detrás de las cortinas.
No sé lo qué se esperaba, como si se creyese que esas cortinas lo iban invisible como la capa de Frodo.
Mamá intercedió, poniendo un poco de cordura al asunto y poco a poco Baekhyun salió de su escondite, y volvió a ponerse a mi lado, esta vez, cogiéndome de la mano.
"Señor Park, quiero a su hija y queremos tener ese bebé. Estoy dispuesto a casarme con ella"
Así de simple y sencillo.
Mi padre no las veía todas consigo y comenzó una sarta de innumerables de inconvenientes a lo que pretendíamos hacer, empezando por la edad y terminando que no teníamos ni un won ni para comprar unos polvos talco.
Les dije que cuando naciera el bebé, me pondría a trabajar y les vendí la moto de que un idol se ganaba muy bien la vida.
Mi padre escuchó la palabra idol y sus ojos parecían una caja registradora.
Le dio una palmada en la espalda y le invitó a una cerveza.
"Hablemos de hombre a hombre" le dijo mientras que mi madre me abrazó con ternura, acariciando mis cabellos.
"Cariño, las cosas no son como crees, la vida se os va complicar, os vais a enfrentar a problemas que ni imagináis, debes estar preparada mentalmente"
"Mamá, por eso os pedimos ayuda..." le dije buscando un poco de comprensión.
"Y la tienes YooRa, puedes contar con nosotros, os ayudaremos en lo que podamos"
Eso me tranquilizó, por ahora, las cosas iban mejor de lo que me esperaba. Tenía a mis padres de mi lado, a mis amigas y lo más importante, a Baekhyun.
La noticia en su familia fue recibida peor. No los conocía personalmente, pero por lo que me comentó, no les sentó nada bien, creían que ese bebé podría truncar su carrera como idol.
Aparte del rapapolvo que recibió de sus padres por haber tenido sexo sin protección.
El único que intercedió a favor de él, fue su hermano, con un simple a lo hecho, pecho.
Me sonreía viendo a mi familia y a la suya toda junta en la clínica, usando el socorrido qué calor hace ya o cómo estaba el tráfico.
Hablaban poco entre ellos, Baekhyun y yo nos reíamos de la incomodidad que estaban sufriendo, y lo entendíamos, no se conocían de nada y de la noche a la mañana se iban a convertir en familia.
Salimos de la consulta dándoles la gran noticia, el sexo del bebé.
Mi madre y mi padre me abrazaron emocionadísimos y su madre también, alegrándose de que fuera un niño. En cambio su padre y su hermano, nos miraban satisfechos, sabiendo que el apellido Byun se seguiría perpetuando.
"Un mes" pensaba.
En un mes me casaba, lo estábamos preparando todo rápidamente, mi padre exigió la boda antes del nacimiento, supongo que simplemente quería hacer las cosas bien, que mi hijo no fuera considerado ilegítimo.
Para mi padre, estas cosas eran tremendamente serias, y en cierto modo, velaba por mis intereses.
Entré en casa, observando a dos personas que en mi vida había visto. Mis padres estaban sentados, mirando a esos individuos tremendamente serios.
-Hola papá, hola mamá-los saludé dejando el bolso en el perchero.
-YooRa, ven un momento por favor-me llamó mi padre con un tono de voz excesivamente grave.
-¿Sucede algo?
-Buenas tardes señorita Park YooRa, venimos en representación de la SM, no sabemos si Byun Baekhyun le comentó algo de nosotros-se presentó uno de ellos.
Lo primero que pensé es que algo le había pasado, alguna lesión o algo mucho peor, me volteé para mirar a mis padres, que parecían profundamente afectados por la presencia de esos hombres en nuestra casa.
-Sí, algo me comentó que está de aprendiz en su agencia-les respondí guardándome la ansiedad de reprimir preguntarles si él se encontraba bien.
-Señorita Park, desconocíamos que Byun Baekhyun tuviera novia, aunque eso no es un hecho que nos preocupe, al menos no por ahora. Lo que nos tiene desconcertados es que intentaran ocultar el estado en que se encuentra usted.
Aquello me alteró. Me cabreó. Me sulfuró.
¿Qué mierdas tenía que saber la SM de nuestra vida privada?
¿Esperaban que fuésemos corriendo a decirles lo del bebé?
¿Pero qué cojones se creen que son?
-No entiendo por qué deberíamos haber anunciado sobre nuestra situación, cuando es un tema completamente privado.
-Verá señorita Park, por desgracia, ese bebé puede llegar a ser un inconveniente para nuestro artista. No sé si me explico, pero creemos que lo mejor será que guarden las distancias. Nosotros nos comprometemos a que en los próximos diez años usted y su hijo no les falten de nada, es lo que calculamos que nuestro artista estará en nuestra agencia.
Me quedé en shock ¿en serio se creían que me iba a vender por dinero? ¿Por quién me tomaban?
-Hija, a mí no me parece mala idea, Baekhyun podrá seguir con su carrera y tú podrás vivir tranquila sabiendo que al bebé no le faltará nada, además, nos tienes a nosotros-se aventuró a decir mi padre aunque con cierto nudo en la garganta.
-¡Papá!
-Señorita Park, créame que es lo mejor, si a la larga se descubre que nuestro artista tiene un hijo que ocultó premeditadamente, eso puede acabar con su carrera. Es mejor prevenir ahora, para evitar males mayores. No sé si le comentó algo pero el señor Byun Baekhyun ha sido seleccionado esta semana para formar parte de una boyband y se calcula que para principios de año lanzarlos por las redes sociales y darlos a conocer, le puedo asegurar que tiene un futuro prometedor.
Me quedé pensando en todo lo que me decía ese tipo, comenzando a dudar, a dudar seriamente qué lo era lo mejor para mí, para el bebé.
Para Baekhyun.
No podía truncarle así la carrera, por el error que cometimos hace seis meses... pero qué mierdas estoy pensando, yo ya no lo consideraba un error, para mí era un bendición y cada día quería más a mi hijo, ahora que realmente lo sentía, sus movimientos, sus patadas y hasta en alguna ocasión, su hipo.
-Necesito hablar primero con Baekhyun.
-Señorita, ya le dije que la condición es que no vuelvan a tener más contacto entre ustedes.
-¡Tengo el derecho a saber lo que opina Baekhyun al respecto!
-Baekhyun firmó esta mañana el segundo contrato. Legalmente ya forma parte de la nueva boyband y es un artista de pleno derecho de la agencia. A él le explicamos lo mismo que le estamos contando a usted y aceptó las condiciones, nos comentó que no la volvería a verla más.
Mi mundo se partió en dos.
No me lo podía creer, había firmado un contrato sin consultarme, a un mes vista de nuestra boda.
Me resultaba imposible de creer, habíamos creado un mundo maravilloso en estos últimos meses y ahora todo eso se había esfumado de la noche a la mañana, como si yo y el niño le importásemos una mierda.
Baekhyun no es el tipo de persona que se pueda considerar egoísta, tenía que haber algo más para que hubiera firmado ese contrato.
Saqué mi móvil y lo llamé, delante de todos.
-Cariño, no...-me rogó mi madre percibiendo su tristeza en sus ojos.
"El móvil al que llama está apagado o fuera de cobertura. Si quiere dejar un mensaje, hágalo después de oír la señal"
Me quedé como una estúpida escuchando el pitido que activaba su contestador.
Todo lo que me estaba diciendo esa gente, era cierto.
-Ya le dije que nuestro artista había aceptado las condiciones. Si las rompiera, automáticamente lo echaríamos de la agencia y usted no recibiría el dinero que nuestros abogados han calculado durante diez años, en pagas mensuales.
Quería llorar, llorar como una loca histérica por lo que me estaban haciendo esos hijos de puta.
Miré a mis padres, estaban consternados y apenas eran capaces de sostenerme la mirada.
Respiré hondo, si la triste realidad era que iba a ser madre soltera, debía procurarle a mi hijo el mejor porvenir posible.
Aunque ello significara sacrificar mi amor por Baekhyun.
-Deme ese contrato-les dije despreciativamente.
Ellos me lo entregaron, yo simplemente me senté en una silla del comedor, leyendo concienzudamente ese contrato.
Hasta la letra chica.
A modo resumido, lo que iba a firmar es que debía negar la paternidad de Baekhyun, él y yo nunca habíamos tenido ningún tipo de contacto y debía mantenerme alejada de él los próximos diez años.
En caso de romper una de las tres reglas, el contrato quedaba anulado, no sólo cesando el flujo de dinero que me pasarían mensualmente, si no que debería pagar todo lo que me hubieran dado previamente y a Baekhyun se le echaría del grupo.
Aquello no era un contrato, era renunciar a mi felicidad.
El precio de mi felicidad.
Firmé y se lo entregué al tipo.
No dije nada más, me subí a mi cuarto y me tumbé sobre la cama, llorando amargamente por haber firmado mi sentencia de muerte.
Aquellos dos tipos abandonaron la casa con el contrato firmado. Uno de ellos miró el cielo con el sol del ocaso, invadiéndole ciertos remordimientos.
-Choi, crees que hicimos bien...
-¿El qué?
-Mentirle, decirle que Byun Baekhyun había firmado.
-No lo sé, pero es lo mejor para todos. Son unos críos que iban a hipotecar sus vidas por un error, diez años son muchos años Cha y nosotros le ofrecemos a Baekhyun un futuro con más garantías.
Sí, tal vez diez años serían suficiente para saber si aquellos dos tipos tenían razón o no.
Baekhyun estaba animado, contento después de las noticias que les anunció uno de los trabajadores de la agencia.
Esta mañana cuando entraron para entrenar, el mismo tipo les pidió amablemente que entregaran sus móviles, la agencia les iba proveer los últimos modelos de Apple.
Algunos ni lo dudaron, era goloso tener un aparatito que medio planeta deseaba.
Otros en cambio, como Baekhyun o Kyungsoo, mostraron sus reservas, que al menos les dejaran recuperar su lista de contactos o lo que tuvieran dentro del móvil.
El señor amablemente les comentó que no se preocupasen, se les facilitaría la lista de los contactos y todo la información que pudiera haber dentro del móvil, la que considerasen que podían tener. Para animarlos más, les comentó que después del ensayo, el mismísimo Lee Soo-man quería verlos a todos en persona.
Aquello sólo podía significar una cosa.
Habían sido seleccionados para formar la nueva boyband de la SM.
Todos estaban emocionadísimos.
Lee Soo-man miraba a través de la ventana de su despacho, sosteniendo un vaso de whisky en sus manos, jugando con el hielo mientras movía su muñeca.
Tardaron un mes recabar toda la información de esos muchachos, asegurándose que en un futuro no les acarrearía ningún tipo de problema.
Había mucho dinero en juego, muchísimo y no quería echar por la borda todo el dinero invertido en ellos hasta la fecha por algún dato que desconociera.
Baekhyun era su principal problema.
Y gordo de verdad.
Fue llamando uno a uno a su despacho, dejando a Baekhyun el último, no sabía lo que iba a pasar pero tenía claro las condiciones que debería aceptar si quería formar parte de la boyband.
-Estoy nervioso-le confesó Jongdae a Baekhyun.
-Yo también ¿crees que viviremos todos juntos?-le preguntó mientras se sobaba las manos a falta de tener su móvil.
-No sé, supongo que sí, es lo que suelen hacer las boyband-le decía sonriendo-te imaginas Baek, vivir por nuestra cuenta ¡Estoy emocionado!
Baekhyun frunció el ceño, la verdad es que ésa no era su idea, si no irse a vivir con YooRa y el bebé, no ahora, pero sí más adelante, cuando empezara a ganar dinero como idol.
Nadie del grupo sabía que se iba a casar.
Nadie sabía la existencia de ese bebé en camino.
-Sí, yo también lo estoy, me alegro que todos hayamos pasado-le comentó mirando a Chanyeol, que simulaba tocar la batería con sus manos.
Una señorita con gafas salió a la sala de espera, y los fue llamando uno a uno, el tiempo iba pasando, cada vez que salía uno de ese despacho, era indudable la cara de felicidad que enmarcaban sus rostros.
Sehun fue el único que entró con sus padres al ser menor de edad y el que más contento se mostraba, para él vivir por su cuenta siendo tan joven, era un sueño hecho realidad.
Eso y formar parte de una boyband.
Ya sólo quedaba Baekhyun para entrar, todos se habían ido, posiblemente yendo a sus casas para dar el notición y los que no, como era el caso de los chicos chinos, llamarlos por Skype.
Ellos vivían solos, todos juntos en un pequeño apartamento que les facilitó la agencia.
-Señor Byun Baekhyun, le toca a usted ahora.
JunMyeon salía del despacho visiblemente eufórico, más que los demás y le echó un vistazo a Baekhyun, que ya se levantaba para entrar dentro.
-Me hicieron líder Baek.
-Wow JunMyeon, menudo papelón-le comentaba riéndose.
-Ay, espero que no me deis mucha guerra-le respondió guiñándole un ojo-me voy, nos vemos mañana.
-Ciao, hasta mañana.
Por fin le tocaba a él, mira que ya era mala suerte que fuese el último en entrar de los doce que eran, llevaba una hora y media sentado y hasta el culo se le había dormido.
-Pasa Baekhyun, debes de estar de estar aburrido de tanto esperar, siéntate por favor.
-No se preocupe señor Lee, las revistas que había afuera eran interesantes, me entretuvieron bastante.
Era una mentira como una catedral, ni siquiera se las miró, lo único que leía en sus ratos de ocio eran revistas que versaban sobre videojuegos o sobre música, no sobre prensa rosa o de National Geographic.
-Me alegro, cada mes les digo a los chicos que cambien las revistas.
Baekhyun se sentó a la espera de que el señor Lee le anunciara oficialmente que había sido escogido como miembro para la nueva boyband.
Estaba emocionadísimo y loco por contárselo a YooRa.
El señor Lee sacó su contrato y se lo extendió.
-Aquí tienes el contrato Baekhyun, tiene vigencia a partir de hoy hasta los próximos cinco años. Una vez que haya expirado, volveremos a redactar otro.
Baekhyun lo cogió nervioso, todos sus sueños plasmados en ese simple papel.
-Baekhyun, antes de firmar, deberías mirarte este contrato también-le ofreció mostrando una seriedad inusitada.
-¿Qué es?-le preguntó extrañado.
-Verás hijo, no sabíamos de tu condición, no teníamos ni idea de que estabas esperando un hijo y por lo que tengo entendido, el embarazo está bastante avanzado. No pretendo presionarte pero no es conveniente que el mundo te asocie a ese bebé.
Baekhyun alzó sus ojos alterado, si lo que le estaba diciendo el señor Lee era que abandonase a YooRa, no lo iba hacer.
De ninguna de las maneras.
-¿Está insinuando que abandone a mi novia a su suerte?
-De eso también nos hemos encargado, esta tarde dos chicos de la empresa fueron a su casa para exponerle la realidad, tu realidad a partir de ahora y nos comprometimos con ella que seríamos nosotros en vez de ti, los que cuidaríamos de ese niño, al menos monetariamente.
-Creo que se han extralimitado en sus acciones, no tenían ningún derecho en hablar con ella y muchos menos manipularla de esa manera-le increpó muy molesto.
-No hemos manipulado nada Baekhyun. La cosa es muy sencilla, o dejáis de veros por los menos los siguientes diez años o lamentablemente, me veré forzado a que no formes parte de la boyband.
Baekhyun golpeó la mesa violentamente con la mano, vislumbrando lo furioso que estaba, con ganas de partirle la cara a ese tipo por atreverse a meterse en su vida de esa forma.
-Tiene razón, no ha manipulado, simplemente me está chantajeando.
El señor Lee se estiró cómodamente en su silla de ejecutivo, juntando sus manos y mirándolo detenidamente. Sabía que iba a oponer resistencia, lo consideraba hasta lógico, pero tenía un as bajo la manga y lo más importante, tenía veinte años más que él y sabía que las cosas con perspectiva se veían diferentes.
Comenzó hablándole de lo segundo, tampoco quería ser un hijo de puta.
-Baekhyun, eres muy joven para sopesar las consecuencias de tus actos. Comprendo la ilusión de ese niño y estoy seguro de lo mucho quieres a tu novia, pero hijo, los años pasan y con el tiempo te darás cuenta que las cosas cambian. Uno se hace mayor y aparecen nuevos problemas, nuevas prioridades y francamente, alguien como tú que ni siquiera tiene una carrera universitaria, no sé cómo ibas a mantener a tu novia y a ese bebé ¿siendo repartidor de pizzas? Baekhyun, aquí te ofrecemos la posibilidad de ser una estrella de la música y como te dije antes, nosotros nos ocuparíamos de ella y del niño los próximos diez años. Te doy mi palabra.
-¿Tiene algo en contra de los repartidores de pizzas? Francamente señor Lee, sé cuáles son mis prioridades y no pienso dejarla sola-dijo ya levantándose con intenciones de irse.
El señor Lee se mordió los labios, lamentando tener que usar ese as de la manga.
-Baekhyun...ella firmó el contrato.
Él se quedó estático al escuchar esas palabras, no, no podía creérselo, era imposible que hubiera firmado, estaba seguro que antes se lo hubiera consultado a él.
-¿Có...cómo dice?
-Ella firmó esta tarde, se comprometió a no verte en los próximos diez años a cambio de una buena cantidad de dinero.
Sí, se lo dijo maliciosamente de esa manera, para que le doliera más, para provocar en él una terrible decepción y poco a poco ir mimando ese amor que sentía por ella.
Sacó el contrato, extendiéndolo sobre la mesa, invitándolo a que lo leyera.
Baekhyun lo cogió, reconociendo la firma de ella al instante.
Sintió que su corazón comenzaba a sangrar, todo lo que le decía era cierto, había vendido la relación que tenía con él por una buena suma de dinero.
-Baekhyun, lo siento, pero créeme que es lo mejor. Ella y el niño estarán bien y tú serás un gran artista, te auguro un gran porvenir, te lo digo en serio, tienes madera de idol y verás el mundo postrado a tus pies. Confía en nosotros.
Baekhyun dejó aquel papel y se miró el que tenía que firmar para formar parte de la boyband.
Pasaba a formar parte de la SM durante los próximos cinco años, cediendo todos sus derechos de imagen, teniendo la agencia un control absoluto de su vida pública y privada, cualquier acto sin consentimiento sería castigado duramente, incluso con la potestad de echarlo del grupo si la infracción era muy grave. Así mismo, la SM se reservaba los momentos festivos o las vacaciones que pudiera llegar a tener el interesado y cualquier salida que no fuera profesional, había que dejar constancia a alguien de la empresa, en la mayoría de los casos, al mánager.
Seguía leyendo alucinando el contrato, pareciéndole un despropósito todo aquello, en la sección económica, se decía que el 20% de los beneficios que consiguiera la banda, sería para el interesado, el resto, para la agencia.
Dejó el papel sobre la mesa, perplejo por lo que acaba de leer y cogió el papel donde renunciaba a la vida que había tenido hasta ahora.
Renunciar a YooRa y a su hijo.
Cerró los ojos, pensando qué era lo mejor, qué futuro era mejor para YooRa y para el bebé que venía en camino y los volvió a abrir.
Sin vacilar, cogió un bolígrafo que había encima de la mesa y firmó ese papel y luego el contrato, con su copia respectiva para él.
Estaba devastado.
Ni siquiera se despidió del señor Lee, sólo tenía ganas de llorar.
De llorar y esconderse del mundo.
-Espera Baekhyun-escuchó decirle-toma, las llaves de vuestro apartamento, está una de las mejores zonas de Seúl, con vistas a la Torre Namsan, te encantará, puedes mudarte cuando quieras.
"Torre Namsan..."
Aquella Torre significaba muchas cosas para Baekhyun y recordó esa noche cuando subieron para poner su candado rojo.
Bien rojo, para que se viera.
Para que todo el mundo lo viera.
-Gracias señor Lee-le respondió tomando la llaves.
Salió de su despacho y se metió en uno de los baños, llorando amargamente por lo que había perdido y sin poder evitarlo, pensando en ese candado rojo.
😭 😭 😭 😭
Bueno, pues ya le tenemos liada...Bienvenidos al infierno de Baekhyun a partir de ahora ( sry Baek, no sé pq tu persona me inspira siempre hacerte sufrir).