Marzo 2011
Me miraba como si no hubiera nada más en este mundo, concentrado en no perderse en ese delicioso vaivén que me sometía sus caderas mientras me hacía el amor. Gemía a cada embestida suya mientras que él se encargaba se sellarme la boca con sus labios, para evitar que nuestra pasión traspasara esas cuatro paredes.
-YooRa, voy a correrme-me advirtió.
-Quizá deberías frenar, yo aún no estoy-protesté.
-Sólo un poco más...-me insinuó sonriéndome mientras que sus brazos se apoyaron sobre la cama, tensándose y regalándome una visión excitante de su torso completamente desnudo.
Baekhyun lo era todo para mí, estaba enamorada de él y mi anodina vida de estudiante se sacudió cuando un día accidentalmente me lo encontré por los pasillos del instituto.
Me quedé prendada de él, aunque él no de mí.
Me pasé medio curso detrás de él, yo iba a un curso inferior y supuse que me vería como una cría, una niñata más atenta a las últimas tendencias de moda y al kpop.
Baekhyun era bastante popular en nuestro instituto, tenía una banda de rock y asistía todos a sus conciertos.
Aunque odiase su estruendosa música y reventara mis tímpanos.
Me importaba una mierda los conciertos, me importaba él.
Un día me armé de valor y se lo confesé a mi amiga, recuerdo que se acercaba la Navidad y las calles ya se adornaban con las típicas lucecitas, todo un plan orquestado para dar el pistoletazo de salida al consumismo enfermizo.
Recordaré toda la vida cuando cerré mi taquilla y me lo encontré de bruces, sonriéndome confiado y mirándome de lado.
Aquello sólo podía significar una cosa, que mi amiga se lo había dicho. En esos momentos, mi vena asesina rondaba por mi mente pensando en ella, cómo tuvo las narices de decírselo sin mi permiso, había traicionado mi confianza, mientras que mis piernas temblaban ante su sonrisa seductora.
"Te he visto varias veces en nuestros conciertos"
Fue lo primero que me dijo. No podía confesarle que después de cada concierto, me veía obligada a tomarme una aspirina para aliviar mis dolores de cabeza, era insufrible, pero bien valía para poder verlo, estaba completamente hipnotizada por él.
Y después de tres meses, estábamos en mi habitación haciendo el amor.
Sí, haciendo el amor, follando.
Nunca creí en las relaciones que había que ponerle un tiempo para decidir cuándo acostarse con una persona o no.
Empecé a salir con Baekhyun a finales de año, no sabía decir exactamente el día, pongo la fecha por el primer beso que me dio, no tardamos ni un mes es mantener relaciones.
Él lo quería y yo también.
¿Qué hay de malo?
-¡YooRa!
Me gritó con un sonido ronco mientras sentí cómo se corría.
No me lo esperaba, lo miraba exhausto, cayendo desplomado que por poco casi me ahoga. Lo aparté como pude, buscando un poco de aire que su cuerpo me robó, y aún con la incomodidad de sentir su torso aplastarme la cara, logré hablar.
-¿Te importaría moverte un poco?
-Ay...YooRa-susurró todavía bajo los efectos de su orgasmo.
Sí de su orgasmo, porque el mío, ni lo caté.
Maldito.
-Baek, podrías haber avisado.
-¡Pero si te avisé!-protestó poniéndose a un lado.
-¿Eso es avisar? Pues a mí me pareció más bien un anuncio, porque ni me dio tiempo a prepararme-me quejé.
Baekhyun me abrazó, sabía que estaba arrepentido y cuando hacía algo mal, siempre me ponía esos ojos de cordero degollado, buscando mi perdón.
-Lo siento, pero es que me pones a cien, no lo pude evitar, de verdad YooRa.
-Claro claro, y yo me como los mocos...
Me dio un beso tierno en la mejilla, bajando su mano a mi pubis.
-Bueno, eso tiene fácil solución-me insinuó comenzando a jugar con mis pliegues.
-Mmmmm Baek...
Me encantaba el sexo con él, éramos dos personas libres sin pudor, gozando uno del otro sin limitaciones, explorábamos nuestros cuerpos a nuestro antojo y en esa confianza que nos teníamos, sabíamos perfectamente lo que nos gustaba uno del otro.
Conocía qué puntos terminales tocarme para que mi excitación creciera, notaba sus dedos impregnados con mis fluidos recorrer mi sexo hambriento de él, jadeaba cada vez que se acercaba y acariciaba mi clítoris.
Y bien que él lo sabía, el muy maldito jugaba con sus dedos penetrándome y a la vez me estimulaba el clítoris que ya estaba a punto de caramelo, como solía decirme.
-Es realmente morboso notar mi semen dentro y a la vez sentirte tan mojada.
No teníamos vergüenza en decir las cosas tal como eran, al contrario, oírle hablar de esa forma me ponía más, ese lenguaje lascivo me encendía provocando que mi vientre ardiera.
-Vamos nena, quiero ver cómo te corres...
Arqueé mi espalda, notando la rapidez de sus dedos empujando hacia dentro, era jodidamente delicioso sentir como una ráfaga de emociones se concentraban en un solo punto, explosionando violentamente, liberando todo ese deseo acumulado y esparciéndose en cada centímetro de mi piel.
-Pom... pom...pom...me susurró acercándose a mi oreja.
-¿Eh?
-Me encanta sentir tus contracciones, parece que tengan vida propia-me decía riéndose.
-¡Serás idiota!
-Sí sí, un idiota al que quieres con locura.
-No digo que no, pero rompes la magia cuando dices esas cosas en un momento como éste.
Baekhyun fingió estar sorprendido, haciendo una graciosa mueca buscando intencionadamente que me riera, tuve que focalizar en mi mente el suspenso de matemáticas para no darle ese gusto.
Lo reconozco, soy malísima en matemáticas, aunque oficialmente le echo la culpa al profesor porque me tiene manía.
Inmadurez adolescente.
-En ese caso, voy a tener que repetir de nuevo para resarcirme...
Detuve su mano que ya bajaba por mi muslo. Me miró extrañado, preguntándome si me pasaba algo.
Claro que pasaba, y algo muy gordo, mis padres no tardarían mucho en volver y no era plan de que me encontrasen con mi novio y en mi cama haciendo cochinadas.
Para ellos, era la hija pródiga que se cree que lo niños venían de París.
-Baek, mis padres están al caer.
Lanzó un suspiro resignado, comprendiendo la situación y sin mucho más que decir, se levantó de la cama como dios lo trajo al mundo.
-Eres jodidamente atractivo-le dije dándole una palmada en su culo.
-Je, lo sé-me contestó dándose la vuelta.
Cómo mierdas podía seguir teniendo esa erección, no hacía ni veinte minutos que se había corrido y todavía quería más.
-Hazme el favor de vestirte, no es sano para mi salud verte empalmado...
-¿Ah, no?
-¡Baekhyun coño!-exclamé golpeándole con mi almohada.- ¡Sólo falta que entren mis padres y te vean con la tienda de campaña puesta!
-Vale señorita, voy un momento al baño y no es por lo que piensas...me limpio y vuelvo.
Me levanté y observé cómo había quedado la cama, no me jodía tanto que estuviera hecha un desastre, pero sí ver su semen mojándola.
Me fastidiaba una barbaridad, con unos kleenex logré sacar lo más gordo, sabía que luego tendría que usar el secador para eliminar cualquier prueba incriminatoria cuando mi madre las pusiera a lavar.
Por algo será que el semen es blanco, la naturaleza es sabia hasta para esto.
Cogí una colonia barata que compré del súper para estos casos, haciendo que ese olor fuerte a sexo se convirtiera en Eau de flores silvestres del campo.
Sí, eso ponía la etiqueta, ni puñetera idea qué flores eran pero tapaba ese olor de sexo y sudor que era una maravilla.
-¿Nos vemos mañana?-me preguntó cuándo volvió a entrar en la habitación y ahora sí comenzándose a vestir.
-Mañana quedé con SuJin y Minah, Súper Junior tiene un fanmeeting, vamos a ir-le expliqué muy contenta.
-Ajá.
-Qué.
-¿Para ver a tu queridísimo Donghae?
-Em, bueno me gusta, es mono.
Baekhyun terminó de vestirse, algo molesto todo hay que decirlo. No sé si le tenía celos pero a mí me parecía estúpido que los tuviera, a fin de cuentas, jamás en la vida lo conocería, como mucho lo vería de lejos y lanzaría algún gritito.
-Por cierto YooRa, me aceptaron en la SM, estaré en la misma empresa que tu querido Donghae.
A la mierda Donghae. ¿Un novio trainee? ¿Y quién sabe si futuro idol más famoso que PSY?
Me abracé a él muy contenta. Sabía que era su sueño entrar en una agencia, si bien no era el estilo de música que a él le apasionara, me alegraba que uno de sus sueños, se hubiera cumplido.
-No sabes lo que feliz que me haces, ojalá que vaya todo bien y ya sabes, espero que me des entradas VIP para el debut-le dije guiñándole un ojo.
-¡Jajajaja! ¡Ay preciosa! Gracias por apoyarme, te conozco desde hace muy poco y sin embargo, tengo la sensación de conocerte toda la vida-me dijo abrazándome.
-Bueno bueno, pero las entradas iban en serio-insistí.
-No pienso presentarte a Donghae.
-Cabrón.
-Te quiero.
Esas palabras me llegaron al alma, me acurruqué en su pecho, escuchando todavía el eco de esas palabras.
-Yo también te quiero Baekhyun.
🤧 🤧 🤧 🤧
Estoy nerviosa, este fanfic viene a raíz de un sueño que tuve y me pareció interesante explorar la idea de narrar los inicios de Exo cronológicamente y paralelamente, la vida a la que renunció Baekhyun para cumplir sus sueños.
Bueno! Espero que les haya gustado!