Ya decía que tenía algo extraño éste chico, sabía que sus ojos tenía algo que te gritaba que lo descubriera pero no sabía que yo tenia que ver con esa mirada.
—¿Recuerdas la semana de tu llegada?
—¿Y como sabes cuando llegue?—Pregunto frunciendo el ceño.
—¿Puedes parar un segundo de hacer preguntas? Cada vez que intento decirte algo me bombardeas de preguntas— escupe con frustración.
Quede en silencio un momento, ya se notaba la molestia en su voz y la verdad no quería hacerlo molestar, ya sabía lo que podía llegar a hacer.
—Okey, no preguntaré nada por los momentos, así que empieza— digo resignada.
—Bien— suspira—Era muy temprano yo estaba en el pequeño parque cerca de tu casa cuando escuché el alboroto que tenía tu perro, lo vi pasar ya que gracias a mi el gato corrió hacia su dirección, lo perdiste de vista por lo que decidí bajar para ayudarte. Después comenzaste a caminar rápido hasta que empezaste a correr supe de inmediato que estabas asusta por lo que decidí tener una distancia prudente para no alarmarte más— traga saliva y continua—, al empezar a correr caíste gracias a un tropezón lo que causó que te
lastimaras el tobillo, te arrastraste casi todo el momento yo intente ayudarte y toque tu hombro— hizo una pequeña pausa—. La verdad no se que habrás pensado pero buscaste fuerzas de donde no la tenías y te levantaste para poder huir de mí dando pequeños saltos, no pretendía asustarte solo quería ayudar— mira mis ojos con lástima.
—¿Que sucedió luego Askary?—pregunto con un nudo en mi garganta.
—Tu saliste del parque y paraste en medio de la calle— dice a medias.
—Dime que paso después — trago saliva—.¡Habla ya!— grito.
—No viste que justo estaba pasando un auto, trate de llegar antes pero fue inevitable, el auto se había ido a la fuga y tu estabas tendida en el pavimento. Tus latidos eran casi inexistente— Suelta.
— Y...¿Como estaba?— titubeo conmocionada.
— Muy pálida, estabas perdiendo sangre pero no salía de tu cuerpo, tenías una hemorragia interna— recalca—. Tu ropa totalmente sucia, estabas casi muerta Elizabeth.
Escuchar el testimonio de Askary había hecho que me sumergiera en un abismo,casi moría, ¡no lo puedo creer!
— Te convertí porque no era justo dejarte tendida en el pavimento— suspira—. Tu rostro, tu juventud, no podía dejar que murieras tan joven— concluye.
—Pero técnicamente lo estoy— digo desviado mi mirada al vacío.
—Si, y por el hecho de tu desconocimiento es tu demacrada apariencia, debiste haber consumido un poco de sangre enseguida—resopla—, pero seguías inconsciente por lo que te tuve que dejar tendida en la acera de la calle y esperar a que llegaran por ti.
—Es por eso esa sed que me ataca— recalco.
—Si. Ya llevas mucho tiempo sin sangre y me sorprende el hecho de que no hayas atacado a alguien, te has sabido controlar bien a pesar de no saber nada— dice con un toque de orgullo en su voz—. Si no consumes nada de sangre tu estado podría empeorar, podrías caer en un sueño profundo y despertar como una depredadora feroz sin control, sería realmente malo.
—No quiero que eso pase— suelto con nerviosismo.
—Bien, entonces haremos una parada en el banco de sangre.
—¿Banco de sangre? — pregunto atónita.
Mucha información que debía retener, ya sabía que era lo que me pasaba pero me sentía rehacía sobre la idea de consumir sangre, me resultaba escalofriante, pero sí no lo hacia mi distintos episodios extraños se harían más habituales. Ya eran las tres de la mañana y estacionamos aun costado del banco de sangre, el bajó del auto en un chasquido de dedos dejándome completamente sola, me sentía ansiosa pero no en el sentido vampiro, ¡Que anormal suena decirlo! Sino en un sentido de nervioso. Aún no digería todo lo que Askary me había contado era increíble, entonces si los vampiros existían también venía con ellos esa sed de superioridad y soberbia que siempre los caracterizaba, estaba totalmente aterrada, si tan sólo yo no hubiera salido esa mañana quizás sería normal, ahora estoy condenada a una vida que no quiero, a convivir como un ser despreciable, un monstruo, una asquerosa chupa sangre. Esto va más allá de mis principios.
—¡No puedo!— comencé a sollozar —¡Porque a mi!—grité tapándome la cara.
Sentí la presencia de Askary en el auto y en un movimiento rápido limpié las lágrimas que habían logrado escapar de mis ojos, era increíble como podía moverse sin siquiera hacer ruido, alcé la mirada para lograr ver su rostro, la poca luz que había se proyectaba en sus ojos, no podía dejar de observarlo era inevitable ignorarlo aunque era lo que más quería. Divisé que en sus manos habían dos bolsas de color blanco y ya me imaginaba lo que podían tener dentro.
—Supongo que lo de ahí—señalé las bolsas—, es...pues...— no lograba salir esa palabra de mi boca.
—Sangre, es sangre—dice poniendo toda su atención a en mi.
Mis manos temblaban, trataba de hacerme la valiente pero todo esto era demasiado para mi, para mi cordura, saco un paquete repleto de sangre, todo mi cuerpo se erizó con el hecho de pensar en tener eso pasando por mi garganta, yo no dejaba de ver aquel paquete de color carmesí estaba estupefacta. La tendió para que la tomara pero mis manos no lograban funcionar.
—Se que para ti esto es difícil pero debes hacerlo.
Tomé la pequeña bolsa con manos temblorosas, sentir como su contenido se movía era muy desagradable a mi criterio pero seguro que para el raro a mi lado no pensaba lo mismo, no sabía como tomar ni por donde hasta que Askary rompe una pequeña válvula en la parte inferior de la bolsa.
—Bien, esto será muy rápido—.
Cierra los ojos y trata de sentir el olor— pide esperanzado.
Temerosa hice aquello que me pidió, cerré mis ojos y respire muy profundo, lo que paso luego me dejó aturdida. Pude volver a sentir aquel olor metálico, volví a sentir mis colmillos un tanto filosos. Mire a mi acompañante un poco asustada pero lo único que hizo fue un ademán con su cabeza que me invitaba a tomar, si dudar coloqué el pequeño orificio en mi boca y pude sentir como aquel líquido que se deslizaba por mi garganta calmaba aquella sed que me estaba agobiando estos últimos meses. Sin creerlo ya el pequeño paquete estaba completamente vacío pero no me sentía satisfecha, necesitaba más y más. Sin titubear con mis actos arrebaté del regazo de Askary una de las bolsas que contenía varios paquetes de sangre, sin importarme nada clave mis colmillos en el paquete logrando hacer dos pequeños huecos para así tomar aquel líquido que mi garganta pedía.
No demore mucho para terminar hasta con el último paquete que quedaba, mi ropa estaba completamente lleno de sangre, a la vista era una imagen muy bizarra para cualquier persona normal haciendo énfasis en normal, ya que al mirar a Askary este se mantenía sereno sin ninguna cosa que lo atormentara.
—Por lo que pude ver, estabas mucho peor de lo esperado— dice mientras enciende el auto para llevarme a casa.
—Aún no puedo creer que lo hice—digo sosteniendo mi postura recta y mi rostro carente de emoción—. Me siento asqueada— exclamo.
—Es comprensible, pero te acostumbraras a todo esto—dice con sus ojos puestos en el camino.
—¿Como pudiste conseguir tanta sangre?— pregunto confusa.
—Todos tenemos alguna clase de contactos—dice—. Y en mi caso uno de mis contactos más importantes es en el banco de sangre.
—¿Y no se supone que ustedes andan por todos lados tratando de morder persona indefensa?—Pregunto aún más confusa que antes.
Soltó una pequeña sonrisa ladeada ante mi pregunta.
—Algunos lo hacen pero son unos pocos, el resto vivimos de esta manera comprando sangre—dice pensativo.
—¿Porque?—pregunto curiosa.
—¡Vaya! No sabía que harías tantas preguntas... lo hacemos ya que la mayoría queremos conservar la tranquilidad en la humanidad. Por eso decidimos adquirir sangre mediante bancos de sangre así no afectamos a ningún humano.
—¿Entonces cuando en colegios y lugares públicos piden voluntarios para donaciones es para sus necesidades?
—En parte, muchos de esos donativos van a los humanos, pero así logramos pasar desapercibidos.
Entonces no hay duda de que los vampiros existen y que yo soy uno de ellos, tampoco hay duda del porque ninguna persona los había descubierto. Entonces todas aquellos libros que leía en mis tiempos libres donde mencionaban a criaturas chupa sangre, criaturas de la noche o demonios contenían en algún sentido información verdadera, pero como siempre suele pasar al no ver algo simplemente no lo creemos y al no tener pruebas de su existencia las descartamos como reales e inmediatamente cae en la categoría de mitos y leyendas.
No estoy emocionada con esto pero por lo que he notado Askary trata de ayudarme, con que fin aún no se pero se a portado muy amable y comprensivo conmigo, bueno ¡debería! Porque por su culpa tengo que pasar la eternidad tomando algo que me desagrada ¡Sangre!. No estoy molesta pero me siento desorientada, pérdida.
No había vuelto ha abrir mi boca para hacer cualquier otra pregunta, sólo para darle una que otra indicación a Askary el tampoco dijo más nada, seguro para darme un poco de tranquilidad. Estacionó frente a mi casa, ambos seguíamos en silencio pero ya era hora de irme.
—Bueno... Askary, te agradezco el que me hayas traído y disculpa la molestia— rompo el silencio con un tono neutro.
—No tienes porque agradecer, fue un placer, y perdona lo desagradable que fue está noche para ti— Musita con tono lastimero.
¿Que podrías responder ha algo como eso ? ¿Gracias? O el típico "No te preocupes no fue nada".
— Perdón pido yo por cualquier cosa mala que alguna vez haya hecho— sin decir más bajé del auto sin mirar atrás.
Saqué mis llaves de mi pequeño bolso, abrí la puerta sin hacer el mínimo ruido ya que les había dicho a mis padres que ésta noche me quedaría a dormir con Jessica pero bueno mi amiga se fue a la fuga y yo me enteré que soy un vampiro.
Quería probar algo que siempre me llamó la atención de esas criaturas su velocidad, entré a la casa y cerré suavemente la puerta para así hacer mi prueba.
«Bien, entonces hay que hacer».
Corrí hacia las escaleras pero no tan rápido como un vampiro, en realidad corrí como siempre lo he hecho, no dudaba de lo que era pero ¿porqué no podía correr como ellos?, subí las escaleras con cautela para ir a mi habitación, entré y cerré la puerta con seguro. Quería intentar con la fuerza, si Askary pudo levantar su auto con facilidad entonces yo también podía, así que camine hacia mi cama e intente levantar mi cama pero lo que logre hacer fue caer de nalgas al suelo. Estos de ser vampiro no estaba resultando bien ya mañana le preguntaré a Askary el porque no hago esas cosas.
Me sentía cansada pero no tanto como antes, camine hasta el baño sin tantear como antes prácticamente la oscuridad no era problema, logre entrar y encender la luz para así poder mirarme en el espejo. La sensación desorientada que tenía no se compara a la repulsión que sentí al verme, había arruinado mi atuendo por completo, mi camisa blanca estaba arruinada, una gran mancha de sangre la cubría casi por completo, y en las comisuras de mi boca aún podía divisar pequeñas lineas de sangre, asqueada lave mi cara rápidamente y quite toda mi ropa. No podía soporta el hecho de estar repleta de sangre tomé mi camina y la arroje a la basura, abrí la ducha y esperé un momento para que ésta tomara una temperatura templada, al verificar que el agua estuviera bien entré en ella sin pensarlo, el agua caía por mi cuerpo y junto a ella el rastro de sangre que aún tenía. No pude evitar sollozar en silencio por lo aterrada que estaba aún no comprendía de todo.
Acostada en mi cama aún no lograba dormir, tomé mi celular para distraerme un poco.
Cinco mensaje sin leer y Diez llamadas pérdidas.
Las llamadas era de Jessica, de seguro para contarme gran noche o para disculparse por dejarme botada en un club a las dos de la mañana lejos de mi casa.
«Si, de seguro era para eso».
Pero al leer los mensaje quede confundida.
Cuatro de los mensajes eran de mi amiga.
Mensaje
Jessiqueta: eli, ¿donde estas?.
Jessiqueta: te estoy buscando, ¿donde te metiste?.
Jessiqueta: ¡Te estamos esperando afuera!.
Jessiqueta: si te fuiste por lo menos hubieras avisado o enviado un mensaje, espero que estés bien.
No entendía porque en uno de los mensajes ella decía que me estaba esperando si antes de que Askary me trajera la busqué a ella y a su hermano por todos lados, incluso salí y el auto no estaba, volví a mirar los mensajes y compare las horas, coincidían con el momento en que me fui , otro episodio extraño para agregar a la lista. El último mensaje era de ese número desconocido pero lo que decía me dejó aún más extrañada.
Mensaje
Número desconocido: Vampiros sangre pura , Vampiros Convertidos, Creaciones (esclavos) , eso es lo que eres ahora. Una esclava mi pequeña Elizabeth.
Una esclava, ¿yo? ¿Una esclava?, ¿ahora en que clase de broma se estaba convirtiendo todo esto?, la época de la esclavitud pasó hace mucho aunque sabemos que en algunos lugares muy recónditos aún se práctica, pero aquí en mi país eso no existe somos totalmente libres.
No quise seguir el juego pero algo no calzaba en todo esto,¿como era posible que aquella persona supiera de los vampiros? Y como era posible el hecho de que supiera quien era y que ahora pertenezco a ese mundo? No se si preguntarle algo a Askary o mencionar lo de los mensajes, no se nada sobre el como para llevarme a confiar, mi tarea de ahora en adelante será averiguar todo lo referente a al mundo vampiro o encontrar la poca información que hay de ellos.
Ya era muy tarde por lo que lo mejor sería descansar un poco o eso creo, dejé el celular en mi pequeña mesa de noche si antes dejarle un mensaje a mi madre donde le mencionaba mi regreso temprano y que no los quería despertar.
†††††††††††††††††††††††††††††††††††
¡Hola chic@s! nuevo capítulo cargado de misterios.😮😮
Apoyen con likes 🌟y comenten que tal les pareció este capítulo. 😊😊
Besos y abrazos de oso.
E.A.V