Todo es tan frío pero tú tan cálida. Estoy pegada a ti, en los asientos de atrás del autobús. Es por la tarde y tú me insististe en acompañarme al trabajo. Por la mañana te tenías que ir a clases pero no lo hiciste, sólo querías quedarte conmigo en la cama. Te dije que no me gustaba que te las saltaras tanto, pero al rato me convenciste con tus besos, con tus palabras que sólo expresaban lo que me querías. Y a ese punto ya no pude insistir más, sólo quise sentirte toda la mañana.
Y ahora aquí estamos, tu brazo alrededor de mis hombros, el lado de mi cabeza apoyada en tu frente mientras siento tus labios constantemente en mi mejilla. Con una mano te aguanto la cara para presionarte y sentirte más contra mi piel. Los noto besándome tan suave sin despegarte en ningún momento, los arrastras tan lento mojándome. Miro fuera por la ventana y todo es de color, contigo todo se ha vuelto más vivo. Y yo siento tus labios mientras veo desde la ventana como la gente pasa y pasa, y yo sólo escucho como murmuras en mi piel.
"Te quiero, mucho, mucho, te quiero" lo dices tan presionada en mi entre besos.
Te aguanto la cara para apartarte, para mirarte. Joder...tu mirada, me decía tanto. Veo como todavía estás un poco dormida por tus ojos entrecerrados. Miras mis labios muy cerca, ves como me los mojo para ti.
"Y yo mucho más cariño" Digo a la vez que me acerco hasta cerrar el espacio. Te beso despacio, capturándote muy mojado cada vez. Me aprietas la cintura presionándome más contra ti. Te inclinas para acoger todo de mi con necesidad, noto tu lengua tan cálida y gimo de lo bien que se siente tenerte.
"Mmm...mi vida." Murmuro en tus labios entre besos.
Cuando me escuchas decirlo noto que sonríes contra mis labios. Y a mi me entra un ataque de esos, de los que quiero besarte con ansias, de los que te quiero ya. Te lleno los labios de besos sin despegarme, moviendo la cabeza en todas direcciones presionándome suave. Y tú sonríes más en mis labios, eres tan preciosa.
"Me encanta que me llames así" lo dices tan dulce contra mi. Te separas y me sonríes, estamos bien, estamos felices por una puta vez Nat.
"Pues así te voy a llamar desde ahora" digo cogiéndote de las mejillas acercándote y tú aprietas los ojos y sonríes como nunca. Me acerco y no me aguanto en darte besitos por toda tu cara, es que eres adorable, eres mía.
"Mi niña guapa como me da cariño" dices como un bebé mientras te presionas más en mis labios, arrastras tu cara contra ellos. Y yo los dejo pegados en tu piel para que me sientas.
Te escucho y me aparto, te sonrío mordiéndome el labio y es que tenías un brillo en los ojos...sólo conmigo. Todavía con mis manos en tu cara, me acerco para lamerte la mejilla en plan juego, me aparto y termino con una sonrisa. Veo que te gusta y lo hago otra vez. Esta vez me quedo en tu piel, repartiendo muchos besos por la zona mojada, chocando mis labios una y otra vez.
Cuando termino sólo pego mi frente a la tuya, miro toda tu cara, después tus ojos, tan profundos. Suspiro y cierro los míos. Dios...era todo tan perfecto. Tus brazos todavía rodean mi cintura y tú me atraes incluso más, yo casi encima tuya mientras presionas tu cara contra la mía con fuerza, respirándome. A veces chocas tus labios con los míos y te quedas ahí un tiempo sólo sintiéndolos contra los tuyos. Noto que sacas tu lengua un poco y me lames los labios levemente y yo la capturo entre los míos y te succiono suave, sin prisas.
"Qué cariñosa está mi niña hoy ¿no?" Dices en mis labios y yo sólo afirmo muchas veces en los tuyos.
Me aparto para mirarte y es que no puedo resistirte, te miro y te lo quiero besar todo. Me miras con tanto deseo que siento que se me va la cabeza, sólo existes tú en ella. Te cojo la mano que estaba en mi mejilla y las llevo a mis labios mientras te miro atentamente. Hago un camino de besos húmedos por tus dedos, paso mi lengua suavemente cerrando los ojos. Noto como te acercas más a centímetros de mi cara mientras miras como me meto tu dedo en mi boca y es que me encantaba jugar contigo. Me vuelve loca como se te entrecorta la respiración, como soy tu perdición. Juego con tu dedo en mi boca, con mi lengua te acaricio, te lo mojo sin parar. Hasta que lo saco despacio, succionando a la vez. Termino y me muerdo el labio seria, es que te quería a todas horas.
Tu mirada tan cerca, veo como suspiras cada vez y yo sólo me acerco y pego mis labios a los tuyos. Los dejo ahí para sentirte, tus manos en cada lado de mi cabeza sujetandome para mantenerme contigo. Es que me encantas cariño. Sigues y te sigo besando pausadamente, sin ninguna prisa y es que ya el tiempo era nuestro, esto nunca iba a terminar, te juro.
Después de salirnos del autobús, de entrelazar nuestras manos mientras caminamos, de acurrucarme en tu pecho del frío que hacía, era hora de despedirnos. Aún así nuestras manos se mantenían unidas, tú con la carita triste que me pones cada vez que nos separamos.
"Mmm...me quiero quedar más ratito contigo bebé" Digo quejándome en tus labios, mientras siento que me besas con ansias, pero muy calmada. No te despegas de mi ni un segundo, querías sentirme todo el rato. Y es que no somos capaces de separarnos.
"Y yo" murmuras en mis labios con voz triste, a la vez que abres tus labios para capturarme entera. Te inclinas más en mi y te hundes más en mi boca, yo suspiro en la tuya de lo bien que se siente. Se siente tan bien saber que ya nunca más tendré que irme de tu lado. Me separo y me refugio en tu pecho, siento como me envuelves y yo cierro los ojos, el lado de tu cara apoyado encima de mi cabeza. Me gusta que seas tan alta, me siento tan protegida en tus brazos, siento que nadie me hará más daño cuando me abrazas fuerte y no me dejas ir.
"Tengo que entrar cariño, ya es hora" dije desanimada, después de un rato en tus brazos. Me quité de tu pecho para mirarte, cerca de tu cara. Tú te inclinas para chocar tus labios varias veces de forma rápida.
"Si pasa algo, si ves que está fuera o cualquier cosa me llamas ¿vale?" Me dices muy dulce mientras pasas tu mano por mi pelo, el otro brazo por mi cintura manteniéndome contigo. Me quieres tanto. Como me cuidas, como te preocupas por todo de mi.
"No creo que aparezca más Nat, además yo estoy bien, estoy dentro y hay mucha gente. No te preocupes ¿vale?" Digo intentando convencerte, acercándote con mi mano en tu cara. Tú la giras para besarme la mano varias veces, muy suave.
"Sólo llámame por favor" Y sé que todavía te afecta todo, que no lo soportas.
"Vale" Suspiro y cedo. Te lo susurro acercándome a tus labios hasta pegarlos con los tuyos. Y te beso con calma pero a la vez con ansias porque sé que no te veré en estas horas. Me inclino para tener más de ti y tú haces lo mismo. Es que necesitaba besarte todo el rato, cada vez que te veo, que te miro, cada vez que me dices cosas bonitas.
"Ya está cariño que me tengo que ir" Lo digo en tus labios, intento apartarme pero es que cuando lo hago hay algo inconsciente en mi que me hace volver a ti y besarte repetidamente. Y tú haces lo mismo, me aprietas contra ti y me capturas muchas veces inclinándote. Acabamos con una sonrisa, con alguna risa porque es que no podíamos, no podíamos apartarnos.
"¿Ya?" Te pregunto con una sonrisa y tú me susurras que "si" con esos ojitos. Me alejo pero tú todavía me aguantas la mano, pero me la dejas ir poco a poco con tu carita triste y yo te imité. Esto era tan real Nat, tan...es que me haces sentir que lo eres todo, no existe otra cosa que me haga más feliz, sólo tú eres capaz de hacerlo.
Y pasaron los días de esta semana. No me hacías caso Nat, hacías lo que te daba la gana. Te dije que yo estaba bien y tú de alguna forma seguías sin entenderlo, sólo querías tenerme cerca para protegerme, tenías tanto miedo en el fondo cariño. Venías después de unas horas a mi trabajo y te perdías las clases con tal de ver si yo estaba bien, si seguía acosándome.
Era viernes y yo sólo pensaba que en pocas horas podría verte. Pero todavía temprano, te veo al otro lado de la acera, estás allí y a mi ya me empieza a cansar esto. Estás fumando, apoyada en la pared, no haces nada sólo esperas a algo, algo que ya ha terminado. Y te vas y después vuelves a la hora que termino, así estamos.
Termino, salgo por la puerta trasera y tú ya estás en nuestra pared. Tiras el cigarro y te acercas a mi con una sonrisa que me hace olvidarlo todo, pero no del todo. Me acoges en tus brazos muy fuerte, reguardándome del frío. Te acercas al lado de mi cara y me llenas de besos ahí mientras me abrazas por el cuello. Te necesito tanto pero es que no quiero que sigas haciendo esto.
"Nat, cariño" te digo para que me prestes atención, para que me mires a los ojos.
"Dime" dices pero sin hacerme caso, sigues dándome besos por la cara hasta llegar a mis labios. Sólo los presionas muy dulce y yo hago lo mismo sin poder aguantar las ganas. Hasta que me aparto para mirarte.
"De verdad Natalia no sé porque sigues viniendo, llevas una semana saltándote clases para nada. Ya sabemos que ya ha pasado todo cariño, no me pueden hacer más daño, ni a ti." Veo como cambias tu expresión poco a poco, sé que no te gusta lo que te digo y sé que me quieres proteger, pero esto ya era demasiado. Todo ha pasado ya o eso quiero creer.
"¿No entiendes que me importa una mierda las clases? No me importan nada cuando estoy allí y en lo único que pienso es en si estarás bien, si está en esta puta pared esperando a que salgas." Me lo dices molesta, seria y a mi me duele tu dolor. Sufro tanto cuando te veo así, pero es que te estabas obsesionando con esto. Yo sólo quiero seguir hacia delante contigo. Pero tu sigues con lo mismo.
"Así nunca vamos a superar nada cariño, joder es que no sabes cuanto quiero olvidar todo. Sólo quiero vivir una vida normal contigo" Cuando termino te aprieto más contra mi, quiero que sientas que sólo quiero estar contigo, pensarte y sentirte a ti. Tú sólo niegas, no te entra nada en la cabeza, sólo razonas con lo que te dices a ti misma.
"Tú no sabes el miedo Alba, joder que te quiero y que no quiero que te pase nada. Sólo déjame hacerlo, si me deja más tranquila lo haré y punto" Empezabas a alterarte y yo sólo suspiré cerrando los ojos. Estaba cansada y sólo quería que entraras en razón, dejar toda esta mierda ya Nat.
"Haz lo que quieras Natalia, es que ya no sé ni que más decirte" Y por ahora, al menos por hoy me rindo. Sólo quiero abrazarte, dormir contigo, sentir tu cariño y mañana ya será otro día.
Te apartas de mi seria, te noto la decepción, que te duele. Empiezas a andar, esperas a que te siga y lo hago. Te encendiste un cigarro y sé que estabas estresada, que yo te había puesto así. Tú ni me miras, pero si me cogiste la mano y yo te la apretaba para que me hablaras pero tú nada.
"Nat" te dije intentando llamar tu atención, mirándote. Odiaba tus enfados, eras tan difícil a veces.
"Ahora no Alba" dices molesta. Y yo ya me callo, no sé que hacer contigo cuando te pones así.
Estábamos en el autobús y tú mirabas por la ventana. Pensativa y seria. No me tocabas, no me sonreías, ni me hablabas. Y yo ya me estaba desesperando por tenerte cerca, por besarte, joder que llevaba horas sin hacerlo. Todo me ardía por sentir tus manos, todo de ti.
Me acerco a ti y te dejo un beso en el hombro, muy suave, me quedo ahí para sentirte más. Pero tú sigues con tus vistas, sólo te oigo suspirar. Es que te enfadabas como una niña pequeña.
"¿Puedes mirarme al menos?" Y después de segundos lo haces, te veo cansada, que pasas tus ojos por toda mi cara y sé que también quieres tenerme entre tus brazos. Lo deseas tanto que tus ojos me lo gritan.
"No te enfades así conmigo. Te he echado mucho de menos" Te digo con carita de pena y veo como te ablandas poco a poco. Te muerdes el labio por dentro y casi me sonríes. Y yo lo hago, te sonrío y me acerco a ti hasta tener mi frente contra la tuya.
"¿Por qué me lo pones tan difícil?" Me susurras. Y yo choco mi nariz con la tuya, rozándolas una y otra vez.
"¿Qué te pongo difícil?" Digo con una sonrisa tonta, porque es que así es como me ponías.
"Enfadarme contigo" Y yo no aguanté más, me pegué entera a ti y te besé. Te capturé con ganas y tú no te negabas, también me besabas con ansias. Olvidaste todo. Me acogías entera y a la vez soltabas aire aliviada.
"Te quiero" murmuro en tus labios, casi con dolor, porque es tan fuerte lo que tengo dentro por ti que me sale así. Y tú me devuelves las palabras, me dices lo mismo, de la misma manera. Y profundizas en mi, me enseñas que me quieres con tus labios.
No me cansaba de sentirte, no sé de donde salió esto, no sé como acabé contigo. Pero joder, tú eres lo que quiero. Si esto es lo que me esperaba después de todos esos días grises, lo volvería a revivir todo una y otra vez, sólo para volver a estar contigo al final.