Un joven me guía a través de un pasillo donde mis zapatillas resuenan, llegamos a un par de puertas blancas con detalles en dorado y el mismo joven me abre las puertas dejando a la vista un inmenso salón con mesas circulares y sillas, en el techo cuelgan candelabros de cristal, busco con la mirada una mesa desocupada, hay bastantes así que doy un paso para entrar y en ese momento alguien se engancha de mi brazo, giro la cabeza asustada y veo que Siena trata de contener la risa.
—Creó que te asuste
—Oh ¿de verdad?
Ella sonríe y nos adentra al salón, su mirada ni siquiera esta en las mesas, está en una parte del fondo.
—Deberiamos sentarnos en aquella mesa —Siena asiente sin prestarme atención— ¿A quién buscas?
—Al príncipe y a Everett.
—¿Everett es el mejor amigo del príncipe? —Siena asiente— Me hicieron felicitarlo en la entrada
—Les encanta hacer eso; leer las babosadas que les escriben las chicas enamoradas —rueda los ojos— En fin necesito saber quien más va a venir para poder hacer el reportaje.
—¿No tendrás problemas por publicarlo si se supone que los periodistas tienen prohibida la entrada?
—Para este tipo de casos utilizo la muy conocida fuente cercana
Antes de que digamos algo más una chica llega hacia Siena.
—¡Morenaza! —medio chilla— ¡Que gusto verte!
Siena le sonríe
—Hola Kate
—No sabía que vendrías ¿harás un reportaje?
—Tal vez ¿tú que opinas?
La chica se encoge de hombros.
—Que si lo haces entonces yo no tengo oportunidad —ambas se ríen— Y que espero suceda algo jugoso con Everett.
—Eso espero.
—Pero vengan sientense acá —estira a Siena de la muñeca y yo las sigo— Tendremos la mejor vista.
Me detengo cuando veo que Adelaida y su amiga están en esa mesa, resignada me dejo caer en la silla de la derecha de Siena que comienza a hablar con la chica.
El salón comienza a llenarse rápidamente y meseros comienzan a poner aperitivos en las mesas, me pongo a picar trozos de queso y jamón y paseo mi vista por todas las asistentes.
Siento una mirada sobre mí y busco a alguien que este observándome dando con la vista verdosa pero más clara que la mía, de Ada, me mira fijamente y le sostengo la mirada.
—¿Eli?
Parpadeo para observar a mi mejor amiga.
—¿Disculpa?
—Te estaba preguntando que si necesitabas algo.
—Ah no, gracias —ella asiente dubitativa— ¿Quién es ella?
—Una compañera del trabajo, supongo que vino a hacer un reportaje pero tengo un poquito más de oportunidad que ella de que sea publicado —presume con orgullo— Ambas esperamos que Everett hago una de las suyas.
—¿Una de las suyas?
—Suele pasarse un poco de copas y hacer algo tonto.
Se ríe y yo le regalo una sonrisa de boca cerrada.
Sigo picando comida hasta que anuncian la llegada del príncipe, su mejor amigo y más personas que no me suenan de nada, desde donde estoy alcanzo ver perfectamente el pequeño estrado que dispusieron para el príncipe y sus amigos.
—¿Vez al hombre de traje azul marino? —me pregunta Siena y yo asiento, es un hombre moreno que sonríe de oreja a oreja— Ese es Everett y el de traje negro obviamente el rubio es el príncipe de Liechtenstein, los demás son amigos cercanos.
Asiento con la cabeza, el tiempo pasa dolorosamente lento para mí, pues Siena parece haberse metido en una gran charla con su compañera de trabajo, escucho a las demás personas hablar e incluso alcanzó escuchar la risa de Everett.
Cuando estoy por levantarme con la excusa que iré al sanitario los meseros aparecen con el platillo principal, el olor a carne me llega y siento como mi pobre tripa ruge, me obligo a esperar a comer y luego retirarme.
Cuando el mesero pone frente a mi el plato se me hace agua la boca, es carne tipo chuleta bañada en gravy, pasta blanca y una bolita de puré de papá.
Tomo los utensilios y me dispongo a comer, disfrutando cada bocado.
La música suave que estaba de fondo, cambia por una más movida y veo que algunas chicas se mueven ligeramente y cantan estrofas de las canciones.
Cuando termino de comer y estoy dispuesta a marcharme, los meseros recogen las mesas en menos de un minuto y pasan de mesa por mesa con un carrito de postres.
Demonios, porque tengo que ser una fanática de la comida.
Frustrada pero feliz espero por el carrito, cuando llegan por fin a mi mesa tomo un pequeño plato con brownies.
Y así pasan alrededor dos horas más, Siena hablando con su amiga, con las demás chicas de la mesa –menos con Ada y su amiga– y yo comiendo todo lo que nos traen los meseros, una mesa larga con mantel azul marino y con comida, postres y aperitivos es puesta a mitad del gran salón pegada a una pared, la música ahora es para bailar y muchas mujeres se ponen de pie, veo como el mejor amigo del príncipe les hecha unas miradas a algunas.
Dejo reposar un poco la comida, las luces se apagan y el salón pasa de ser una fiesta tranquila a un tipo antro con luces de colores, la música más alta y absolutamente todas las mujeres bailando sensualmente.
—Venga vamos a bailar —me dice Siena y yo niego con la cabeza.
—Tengo que ir al sanitario.
—¿Quieres que te acompañe?
—No, tranquila.
—Bueno, Kate ¿vamos a bailar? —le pregunta a su compañera y la chica asiente, se ponen de pie y desaparecen en la pista.
Suspiro y me pongo de pie para ir a la mesa de comida y servirme algo, me tenía que inventar algo para no bailar, no tengo ánimos.
Llegó a la mesa y me quiero dar de cabezazos porque hace unas horas había decidido disfrutar mi estadía en Liechtenstein y pasarla a lo grande y justo en este momento soy toda una aguafiestas.
—Tal parece Siena no te es tan fiel.
Ni siquiera giro la cabeza para ver a Ada o contestarle.
—Creí que venían juntas pero después de qué ¿tres horas? Ni siquiera a mantenido una conversación contigo.
—No es necesario que estemos hablando todo el tiempo para ser amigas, se que ella tiene más amigas y amigos y no me molesta que esté con ellos
—Tu cara dice todo lo contrario.
Me giro molesta a ella
—¿Y a ti que demonios te importa?
Ada se me queda viendo con sorpresa, supongo que nunca espero que le diera una respuesta tan cruda.
—Nada, sólo me dio un poco de lástima el verte sin hacer nada más que comer —se encoge de hombros— Y vine a decirte que es mejor que no te pongas de pie.
—¿Cómo dices?
—Que no te pongas de pie, tú maldita forma de caminar tan estirada llama la atención, ni siquiera sentada puedes disimular tú postura, menos de pie.
Mi ceño se frunce.
—No te estoy entendiendo.
Ella se acerca un poco más a mí.
—Que aunque quieras pasar desapercibida se nota que eres diferente.
Suelto una risa un poco alta e histérica.
—¿Y qué quieres que haga? —le pregunto— ¿Qué me quede sentada el resto de la velada?¿tú vas a levantarte por mi comida? —me lanza miradas mortales— No me fastidies la noche Adelaida.
—Tú me has fastidiado la vida ¿sabes? —responde con los dientes apretados, noto como sus manos se cierran en puños— Le has fastidiado la vida a todos los Ludwing.
Retrocedo un paso; pasmada, me le quedo viendo y ella me sostiene la mirada.
—¿Porqué me odias tanto? —la pregunta me sale sin que yo pueda retenerla y siento como un vómito verbal está por abandonarme— He tratado de hablar contigo para explicarte las cosas y tal parece tú no quieres ni verme ¿qué tengo que hacer para recuperar a la que era como mi mejor amiga?¿arrastrarme? Porque ten por seguro que no la haré, estoy harta de tus miradas, de tus cuchicheos con tú amiga y de que te metas en mi relación con mis tíos, estoy tan cansada de todo esto y efectivamente no tengo que mendigar por el amor de nadie, han pasado ya más de seis años que me fui y tú sigues teniendo ese rencor hacia mí, no entiendo que es lo que te molesta tanto, no me dejas explicarte nada y tú no me explicas tampoco absoluta...
Me interrumpe
—Ninguna explicación podría borrar los años que no estuviste ¿entiendes eso Eliana? —mi nombre suena a una grosería en su boca— Te largaste y me dejaste ¿dónde quedaron todas las promesas y sueños no cumplidos? No me interesa escucharte porque eso no me quitará todo el rencor que te tengo, has tenido de todo desde que naciste, nunca has tenido que luchar por nada en la vida, no me salgas con esas estupideces de que no tienes que mendigar por amor porque sabes bien que donde pongas tú cara de perrito asustado todos son capaces de perdonarte —hace una pausa pequeña— Todos, menos yo.
Se da la vuelta y siento que algo me asfixia, los ojos se me llenan de lágrimas pero hago de todo por retenerlas, se me entumecen las manos y siento que necesito aire, busco la salida con la vista pero la veo tan lejana que mi vista barre todo el salón buscando otra salida, doy con unas puertas que dirigen al jardín a ambos costados de la larga mesa.
Apresuro el paso para salir, abro la puerta del lado derecho y salgo soltando una bocanada de aire, siento como las lágrimas se me caen, camino varios pasos por el caminito que dirige a una fuente, cuando llego a ella un sollozo se me escapa
No, no, me prohíbo llorar
Me limpio las lágrimas con furia y alzo el rostro a la luna, toma una bocanada de aire y luego lo exhalo lentamente, poco a poco me relajo.
—Sueltame
Me giro asustada para ver quién ha dicho eso, busco con la mirada por la oscuridad de los arbustos, las luces solo alumbran los caminos que guían y se juntan en la fuente.
Sacudo la cabeza, tal vez estoy alucinando
—Ya basta, sueltame.
Entrecierro los ojos y escaneo todo mi alrededor hasta que noto movimiento cerca de la puerta por la que salí, hay un hombre de traje negro arrinconando a una chica, mis pies comienzan a moverse por si sólos y antes de que pueda detenerme o siquiera pensarlo, tomo del brazo al hombre y lo giro y sin esperarlo le suelto una bofetada que resuena en el silencio del jardín.
Mi mano comienza a arder y noto que mi respiración está agitada, veo como la chica –esa que conocí antes del baile– me mira con la boca abierta.
El hombre se lleva la mano izquierda a su mejilla y cuando su mirada conecta con la mía un escalofrío me recorre.
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Muuuuy bien ¿opiniones? ¿comentarios? Jajajajaja para las que leyeron la publicación en mi tablero, la sorpresa era que subiría 3 capítulos seguidos para ustedes como regalo de navidad, así que aquí los tienen.
Por cierto espero que se la hayan pasado genial con su familia/amigos o allegados ayer y que hoy les hayan regalado algo, recuerden que no hay necesidad de algo físico, a veces una comida, una sonrisa, un abrazo e incluso la presencia de su familia es un regalo, mi regalo para ustedes han sido estos tres capítulos, espero los hayan disfrutado.
En otras noticias: he estado hablando con una lectora de la historia y le comenté que tenía varias imágenes promocionales y que se venían partes que merecían un meme así que me dio la idea de hacer un grupo de lectoras en facebook y creó que es una idea brillante ¿ustedes que opinan?
Sería un grupo cerrado donde las que quieran unirse verían esas imágenes promocionales, memes, noticias, adelantos e incluso me gustaría presentarles a los famosos que creó les dan un parecido a los personajes de mi mente.
Por favor comenten que opinan: si les gustaría que hiciera el grupo y si se unirían o si es una pésima idea y mejor sigo escribiendo en silencioxd
Lamento que la nota sea tan largaaaa pero necesitaba contarles eso y saber su opinión🙆
Pdta: en multimedia el vestido que está usando Eliana.