Que bonito queda soñar con todo lo nuestro. Aún sabiendo lo que te tenía que decir. Decidí mantenerlo en silencio cuando escuché tu te quiero. Me eché para atrás, me mantuve callada. El miedo de hacerte daño me frenó. El miedo de perderte también.
Y ahora te pido que me quieras rápido porque me acabaras odiando. Y tú sigues. Ya estamos en tu habitación. Me cubres con tus manos, me sujetas como si fuera a desaparecer en cualquier instante. Siento como escribes que me quieres con tus labios. Te deslizas en mi, te inclinas y sé que lo quieres todo. Te juro que te lo doy todo. Te aprieto el cuello pegándote más a mi boca, quiero acariciar con mi lengua todos tus labios, hacerlo como nadie nunca te lo había hecho.
Me cargas en tus brazos, me sostienes por el culo, te pido con mis ojos que me estampes contra la pared y lo haces. Mis brazos envueltos por tu cuello, nos miramos y veo algo en ti que no puedo explicar. Te veo y quiero llorar, eres preciosa. Te necesito tanto. Tú tampoco puedes más, siento tu rostro en mi mejilla, me respiras, presionas tus labios y los restriegas por mi piel hasta llegar a los míos. Quieres mi humedad, me chupas causando un desastre en mi boca. Sé que no te merezco, pero te juro que te quiero, por favor perdóname por lo que no sabes. En poco tiempo te has convertido en mi vida. Si estoy despierta durante el día es por ti.
Tú cuerpo presionado contra el mío, el mío contra la pared. No había espacios, por favor nunca crees espacios. Te quiero a 0 centímetros y no salir nunca de aquí. Cierro mis labios en tu lengua, te succiono, quiero mezclar nuestra saliva, quiero que todo lo tuyo sea mío. Veo como sufres sexualmente, que tus dedos se hunden en mi piel, que me quieres más cerca pero que ya no se puede más. Sé que eso te desespera.
"Te quiero" Te escucho y quiero vivir. Me das la vida. Te juro que se haría todo imposible si no estás.
Me lo dices en mis labios y yo capturo tus palabras con los míos. Me aparto todavía rozándote, los arrastro contra los tuyos de arriba a abajo, suave, mojándote. Ya no sé ni que hacer para aliviar esto que tengo. Me miras seria, tan intensa ¿Por qué todavía te duele? No debería de doler pero de alguna forma sigue ahí. Putos dolores de cabeza. Aún así, si pudiera tener algo para siempre sería esto.
"Te quiero" te digo derrotada, mi frente en la tuya. Me sujetas la mejilla para mirarme. Pasas tus ojos por todo mi rostro, intentas entender lo que me pasa, pero no lo consigues.
Todo lo que hago está mal. Te quiero pero a mi me odio. Tu amor me da miedo. Nadie me ha querido así. Tengo miedo a que desaparezcas, porque en ese momento también querré hacerlo yo. No soy nada sin ti.
"Pase lo que pase nunca lo cuestiones" Te digo con dificultad. Tú niegas con la cabeza levemente, despacio. Te veo preocupada pero te mantienes en silencio. Sólo presionas tu frente contra la mía, veo como cierras los ojos y suspiras lento como si te costara hasta respirar.
"No sabes cuanto he estado esperando esto" dices y creo que vas a llorar, pero no lo haces. Es sólo tu voz, que se te hace difícil lo de hablar cuando estoy en frente.
"Me tienes aquí " Te levanto el rostro con mi mano en tu mandíbula. Bajo la mirada a la tuya. Te miro y quiero pedirte que nos queramos como putos locos. Quiero apostarlo todo, lo de perder ya se verá después "Quiero estar sólo para ti".
Me miras y yo te pido que lo quiero ya, quiero probarte, quiero comprobar que sabor tienes cuando eres mía. Me quitas de la pared y me llevas a la cama, me sueltas y yo me siento en el borde. Te acerco mordiéndome el labio mirándote desde abajo. Estás de pie entre mis piernas y yo no te las paro de acariciar. Pasas tus manos por mi pelo, me acaricias pero me lo acabas despeinando.
Subo tu camiseta dejando parte de tu piel al descubierto. No me resisto en besártela, en dejar mi humedad, en hundir mi lengua, en succionarte lento pero fuerte hasta dejarte una marca. Noto que tiras de mi pelo, tus manos enterradas en el. Y yo clavo mis dientes, escucho tu desesperación y te juro que te la quiero aliviar.
Paso mis dedos por el borde de tu pantalón bajándolos lentamente mientras te miro hacia arriba. No dices nada y la vez todo con tus ojos. Pasas tu mano por mi mejilla, me acaricias y yo cierro los ojos lentamente. Te lo quito y ahora sólo queda esa pequeña tela. Me lanzo a tu abdomen, paso mi lengua y arrastro mis dientes. Voy más abajo, mis dedos enganchados en el borde de tus bragas, las bajo de un tirón y me arrodillo en el suelo.
Te miro detenida, trago en seco por tu estado, estás mojadísima. Te veo y me imagino todas las cosas impuras que te haría. Dios...nunca había querido algo tanto, eras preciosa.
Miro hacia arriba y veo que no puedes más, que quieres mi boca ya. Voy al interior de tu muslo con urgencia, paso mi lengua para mojarte y te chupo. Mis labios abiertos succionándote, tus manos presionándome. Te dejo marcada la piel, lo miro y pienso que quiero hacerte eso por todo tu cuerpo.
"Alba por favor" me suplicas y yo te lo concedo. Me acerco, mis palmas abiertas en tu culo. Paso mi lengua de arriba a abajo, lento mientras te miro. Veo que coges aire, que suspiras con dolor. Sabías tan bien, espero que esta sea la primera vez de demasiadas. Aprietas tus ojos con fuerza cuando abro y cierro mis labios en todo lo tuyo, te succiono y veo como tiemblas. Te sujeto y te doy la vuelta tirándote a la cama, me voy hacia ti con ansias, paso mis manos por tus muslos abriéndote más. Estás apoyada en tus codos observándome desde arriba, mientras yo de rodillas en el suelo. Me acerco hasta cerrar el espacio, presiono mi lengua. Me hundo en ti, restriego mis labios torpemente por todo. Te veo, veo tus labios entreabiertos, tus manos obligándome a que siga. Te succiono lentamente cerrando mis ojos, eras tan sensible, temblabas. Estás preciosa así. Te acaricio con mis labios, los hundo en tu clítoris, no los despego de ahí mientras choco mi lengua constantemente. Te escucho de fondo y esos gemidos me invitan a todo menos a frenar.
"Así cariño" me acaricias la mejilla, tus labios entreabiertos, tus ojos detenidos en lo que te hacía.
Acerco mi mano a tu centro, lo rozo mientras mi boca sigue probándote. Mi mano era fría y tú notabas el contraste, te daba escalofríos. Y más cuando presioné mis dedos en tu entrada. Te toco con mis yemas, te acaricio. Dios quería esto tanto. Me adentro lento para matarte. Me salgo lento con el mismo propósito. Tu mano tiembla en mi mejilla y me apartas el pelo de la cara. Te miro y pienso que eres la combinación perfecta entre suave y desesperación. Me muevo presionando tus paredes con una lentitud dolorosa mientras mi lengua se mezcla con tu humedad sin coherencia. Mi boca sabía a ti y yo más quería profundizar.
Te noto muy cerrada en mi, se te hace difícil contenerte. Presiono mi cara más fuerte contra tu coño, me ahogo en ti. Mis dedos se deslizan en un ritmo desesperado. Estabas cerca. Me dices que pare, y yo te digo que lo siento cariño no puedo, me encantas. Me tiras hacia arriba, me obligas y yo cedo. Me empujas hacia la cama, todo pasó tan rápido que sólo me di cuenta cuando noté tu cuerpo entre mis piernas, encima mía. Te fuiste a mis labios, me los cubriste con los tuyos. Te inclinas sin despegarte y me capturas todo. Me vas levantando la camiseta torpemente hasta sacármela, yo hago igual con la tuya mientras te miro con ese nudo en la garganta. Me quitas todo lo demás y yo no sé ni como pasa.
Tu centro se presiona contra mi muslo, te restriegas con fuerza pero suave. Te hundías en mi boca probando tu propio sabor. Tus jadeos mueren en mis labios y yo te muerdo, soy así porque yo también necesito sentirte. Quiero que tú también me toques, que me arruines.
Te sujeto la mano y te pido con mis ojos lo que tanto quiero. Con el tiempo me he convertido inquieta, impaciente entre las piernas. Y tú lo sabes, sabes leer mi mirada. Quizás sea todo eso lo que te hace especial. Pasas tus dedos de arriba a abajo presionando mi clítoris, lo rodeas mientras me lames los labios, mientras te restriegas contra mi. La fricción te mata, tu respiración es un descontrol y mis gemidos también. Sé que mis gemidos se han convertido en tu adicción porque ya no eres ni suave, entras en mi directamente con brusquedad y yo sólo me dejo. Ya no puedo ni responder a tus besos que reflejan la desesperación. Me escondo en tu cuello, te muerdo y me quedo ahí. Tus dedos se mueven sin descanso y mi pierna se siente mojada de tu flujo. Me cierro en ti y se te hace difícil entrar y salir con rapidez, pero sigues y yo me empiezo a mover contra tus dedos.
"Que apretada estás cariño" Tu voz es raspada, te escucho y te muerdo, arrastro mis dientes por tu cuello con fuerza. Sueltas un quejido y eso me motiva incluso más. Quiero que desgastemos los muelles de tu cama, que te presiones con fuerza contra mi una y otra vez sin espacios. Te succiono sin tener en cuenta tu dolor, sólo sigo y tú gimes. Te quejas de lo que te hago, pero sé que te gusta.
Te juro que estaba cerca, que quería que me miraras, aunque me costara. Había tantas cosas que no sabías. Aún así me aparté de tu cuello para ver tus ojos. Veo tu cara conmovida al mirarnos con esa conexión. Mis mareos ya se estaban haciendo profundos y más cuando tu boca acarició la mía.
"Me voy a correr Nat" digo, mis dedos levantando tu mandíbula, quería que me vieras. Que vieras mi verdad, que todo lo que me haces sentir era real. No quiero perderte. Y sin darme cuenta empecé a llorar, sin sonido, sin expresión. Me mirabas hipnotizada, tu respiración agitada de tan sólo ver mi cuerpo responder a ti. Pegaste tu cara a la mía besándomela, suspirando.
"Nat" gemí en bajo con dolor, tú me miraste, intensificaste tus movimientos y yo bajé mi mano como pude hasta tu centro. Mi mano apoyada en mi pierna mojada y mis dedos adentrándote. Dejé que te los follaras porque yo no me podía ni mover, sabes lo que hacer para hacerme temblar.
Miro al techo y suspiro que "te quiero" mientras me haces venir. Quiero que en la boca me beses mientras te mueves contra mi, sé que estabas cerca, por tu respiración entrecortada, por tu cabeza que se apoyaba en la mía con torpeza. Sacas tus dedos arrastrándolos de arriba hasta abajo, acariciando mi entrada y después mi clítoris.
"Alba, más rápido cariño" dices moviéndote contra mi desesperada.
Empiezo a mover mis dedos dentro y fuera de ti, rápido porque sé que me necesitabas. Tus labios entreabiertos, tu respiración ya no tenía sentido y tu cuerpo se chocaba contra el mío una y otra vez.
Veo que cierras los ojos, que ya pierdes la coherencia. Tiemblas sobre mi cuerpo y sé que te he acabado. Sigo dentro de ti y te juro que me niego a salir. Si insisto tanto en algo es porque lo necesito. Paso la lengua por tu cuello notando tu sudor amargo mientras te mueves lento contra mis dedos. Pegas tu frente a la mía. Cierras los ojos y me regalas una sonrisa mientras suspiras. Y me di cuenta de que la vida es más sencilla de lo que creemos. Nosotros mismos ponemos los peros.
Me salgo de ti mientras tus ojos se clavan en los míos. Dios, no me quiero ni imaginar lo que es estar sin ti. Te juro que no lo voy a contar, lo voy a esconder muy bien escondido. No quiero destruirnos ahora que todo es tan perfecto. Y sé que me come por dentro, que me desesperaré cada día, que quedará en mi consciencia cada vez que me toques, pero es que no quiero que pare esto.
Me acaricias la mejilla justo en el sitio que tanto me duele. Me miras y ves mi cara de molestia cuando me tocas ahí. Me tocas otra vez y yo me quejo involuntariamente. El sudor me había quitado el maquillaje. Noto como tu cara cambia totalmente, me miras con preocupación. Y yo aparto la mirada, no soy capaz de mirarte. Me quedo fija en la ventana, es todo tan frío ahí fuera. Estoy esperando a que algún día llueva bonito.
"Alba dime que esto no es" dices con miedo, te cuesta respirar. Tu mano tiembla en mi cara, tus ojos llorosos.
Sólo te miro, no sé que decirte. Tengo miedo. No sabes tantas cosas.
"Dime que no por favor" dices a punto de llorar. Yo no aguanto más, sólo te sujeto la cara y te choco contra mis labios. Sólo quiero olvidar. Te capturo con necesidad, me desespero succionándote. Y tú no haces nada, te quedas ahí parada.
Te apartas y veo tus lagrimas, como caen por tu preciosa cara. Niegas levemente. Yo no siento nada, sólo me quedo ahí parada, sé que todo en mi va mal. Me siento tan culpable por todo, es que ya ni me importa lo que tengo en la cara comparado con lo que te he hecho.
Te levantas con impulso y te pones la ropa, yo sólo me tapo con la sabana ¿Dónde ibas?
"Nat para" te suplico "Ven por favor".
"No" Dices negándome "Te juro que lo mato" dices llorando.
Yo me levanté con urgencia, no quería que te fueras. No tienes que hacer nada, te juro que ya estoy bien. Aquí, contigo. Te agarro las manos pegándote a mi, tú no paras de llorar y cada lagrima que salía de tus ojos era como una puñalada en el estomago.
"No quiero, quédate conmigo por favor" Te digo desesperada. Niegas muchas veces con la cabeza. Veo la ira mezclada con tus lagrimas. Te sueltas de mi mano y chocas la tuya en el armario, la estampas fuerte y maldices. Yo agrando los ojos al instante, intento retenerte.
"¿No te das cuenta? Joder Alba. No lo soporto, no quiero que nadie te haga daño. Me duele" Acabas poniendo tu frente contra la mía. No paras de llorar, de intentar respirar. Yo intento calmarte con mis manos en tu cara. Me miras profundamente a los ojos y yo los cierro al ver tu dolor. Noto como se me entrecorta la respiración, que a este punto yo también estaba llorando.
"No quiero que te metas en problemas Nat. Ya pasó todo, me siento segura contigo. Sólo hay que dejarlo ir mi amor" Te digo presionada contra ti. Quiero calmarte con mis palabras, pero sé que no sirven. Ahora mismo nada te consolaba.
Me acerco a tus labios poco a poco, mis manos tiemblan en tu cara. Era todo tan delicado. Te rozo con ellos, me presiono en tu boca lo más suave que puedo. Y tú me correspondes como puedes, cierras tus labios en los míos despacio, con dolor. Me abrazas fuerte y yo cierro mis manos en tu ropa.
Después de un rato calmándote acabamos en la cama. No parabas de acariciarme con todo tu amor. No dejabas mi mirada ni una vez, nuestros ojos expresaban dolor. Medio cuerpo estaba encima del mío. Tu mano en mi mejilla, me rozabas con tus yemas lo más delicado posible.
"No me puedo creer que alguien pueda hacerte daño, eres tan preciosa"Dices con dificultad. Y yo me quiero morir, fui tan tonta. Por todo, por no largarme contigo antes, por ser una cobarde y no declararme antes, por hacer la gilipollez que hice hace unos días. Y es que eso no va a salir de mi boca, nunca.
"Te quiero" te digo borrando tus lagrimas con mi pulgar. Tú sólo cierras los ojos muy lento sintiendo mis palabras. Te acercas chocando tu cara con la mía despacio. Me respiras y me di cuenta de que lo quieres todo de mi, hasta el aire que respiro. Llegas hasta mis labios y me capturas con tanta suavidad, tan lento que me mareo. Me humedeces poco a poco y yo jadeo de lo increíble que se siente tenerte. Ojalá me fuera dado cuenta antes. Tu lengua toca la mía mientras arrastras tus labios de arriba a abajo en los míos. No sabes cuanto te quiero. Y no sabes lo rota que me dejarías si descubres todo, me muero si decides irte por mis errores.
El drama sigue amigas. Sé que es demasiado sufrimiento, pero merecerá la pena a lo largo de la historia. En el siguiente capítulo se descubrirá lo que Alba no le quiere contar.