Te vi en la calle por la mañana. Con el. Hacía frío, de esos días donde te arropas de capas y capas. Y de repente empieza a llover. A ti no te cae porque ya está el para protegerte de ella, saca el paraguas y te acerca más, tu cabeza en su pecho refugiándote de la lluvia. Me ves desde el otro lado de la acera y no dices nada, no me dices nada con tus ojos. Éramos dos desconocidas cuando te daba la gana. Y yo ya empezaba a necesitarte. Como ahora, que te necesito cuando la lluvia cae y me empapo sola.
Joder, este sitio era inmenso y nos teníamos que encontrar aquí, justo en este sitio, este minuto ¿Y ahora como sigo el día? Me paro y tú sigues andando a su lado, cada vez te veo más borrosa, hasta que te giras por última vez y me miras, esperé algo pero no hubo nada. Apartas la mirada y sigues hacia delante como si nada. Me dejas más sola que nunca.
¿Qué te mantiene despierta durante el día? Quiero saber si lo que te mantiene es pensar en la siguiente vez que me veas, que te toque, que sientas lo suave que soy contigo. Porque eso es en lo que pienso yo, pero ahora ni eso. Me has roto todos los pensamientos. Y ahora ya nada, nada me mantiene despierta.
Y creo que voy a vivir con este dolor un tiempo. Pero de verdad que no pasa nada, al menos así siento algo, siento que estoy viva. Algún día tendría que pasar. Pero es que joder, ojalá no doliera tanto.
Y me voy. Tengo ganas de bloquearte el numero, pero pensé que era de inmadura, de 'niñata' como tú decías. No quería que pensaras así de mi y no lo hice.
Siento que te parezco una insegura de mierda, una niña. Y lo siento por no tener lo que te da el, yo no tengo coche, no trabajo, no tengo casa, no tengo los años suficientes. No tengo mucho que ofrecerte. Pero te juro que nunca te trataría como el lo hace.
Y me llega un mensaje tuyo.
'Quiero verte'
No te entiendo Alba ¿Cómo puedes decirme eso como si nada? Me haces pensar que te gusta hacerme daño ¿Eras consciente de ello?
Ni te contesté.
Me fui a la residencia y me tumbé en la cama, sin ganas de nada. Ya nada me mantenía despierta.
Después de un rato oigo la puerta de abrirse y me despierto. Era Marta, últimamente me preguntaba mucho que me pasaba. Y mi respuesta era nada. Soy reservada, me distancio de la gente cuando paso por mierdas.
"Natalia, tía que haces ahí acostada. Que hoy no tenemos clase, venga vamos a hacer algo" Me dice destapándome de un tirón. Se le notaba molesta.
"¿Qué haces? Marta tía déjame ya" le dije borde, molesta volviéndome a tapar. Ella suspiró. Y yo me maldecía por hablarle así, ella no tenía la culpa de nada.
"¿Me quieres contar ya que coño está pasando contigo? " dijo sentándose en el borde de la cama. Preocupada. Yo suspiro, cierro los ojos.
"De verdad que no me pasa nada" Le dije más suave, pero sin ceder.
"Si no me lo cuentas no te puedo ayudar Natalia ¿Qué es? Que echas de menos España. No sé. No estás a gusto con la gente aquí. Es que no sé. Te quiero entender de verdad" Ojalá fuera sólo eso.
"Para" Sólo digo.
"Pues vale, ahí te quedas" dice levantándose.
"Hay alguien" Digo rápido, sentándome, apoyada en la pared. Ella alzó las cejas intrigada y vino hacia mi otra vez.
"A ver cuéntame" dijo para que siguiera. Joder, ya no había vuelta atrás, le tenía que contar todo. Desde el principio hasta ahora. Y así lo hice.
"Y pues hoy me la he encontrado con el tipo este y apenas me mira, nada. Como desconocidas. Un rato después me manda esto" Le enseño el mensaje.
"Vaya zorra ¿no?" Yo no te llamaría así, pero algo parecido si.
"No sé que hacer ahora" digo sin ganas, apagada.
"Te gusta mucho ¿no?" dice más seria, suspirando. Yo sólo le asiento con la cabeza.
"Pues síguele el juego" Yo frunzo el ceño ante eso.
"¿A que te refieres? Si lo hago esto sólo va a ir a más"
"Me refiero a que hagas como que no te importa. Como que no te afecta nada, hasta pasa de ella, en plan vuélvela loca. Te juro por experiencia que si tienes esa actitud va a querer más de ti. Ahora mismo ella tiene el control, dale la vuelta a todo y tenlo tu" Yo me quedé perpleja, no estaba segura. Esto era una locura.
"¿Estás segura?"
"A ver Natalia, no has pensado en que ella está a dos bandas porque sabe que te tiene en la palma de la mano, sabe que no te vas a ir. Tu se lo permites. Si pasas de ella se va a sentir más insegura y va a arriesgar más por ti"
"Joder, es que doy pena. Soy una débil de mierda" Marta se acerca más a mi y me abraza, yo intento mantenerme tranquila. Pensé en todo lo que me había dicho y tal vez, sólo tal vez lo intentaría.
"Para nada, Natalia es al revés... das miedo, impones tía ¿Tu te has visto? Seguro que le das mil vueltas al tipo ese. Créetelo." Yo sonreí, soltando una risa a pesar de toda la tristeza.
"Gracias Marta, de verdad" le dije sincera.
Después de un rato me mandaste otro mensaje.
'No me ignores Nat:(
Te echo de menos
¿Quieres quedar hoy? Después del trabajo a las 10'
Se lo enseñé a Marta para que me aconsejara y ella cogió el móvil, te escribió sin mi permiso. Terminó y me lo tiró a la cama con una sonrisa. Joder, que coño te había puesto. Te juro que la iba a matar.
Cojo el móvil rápido y lo miro.
'Si pero que sea rápido'
Joder, esto era demasiado borde.
En nada me contestas.
'Tienes prisa?? '
Se lo enseño a Marta y ella rueda los ojos "Esta está desesperada por ti, se le nota" dice mientras te escribe.
'He quedado con alguien'
Cuando lo vi, agrandé los ojos. Joder, ahora ibas a pensar que me estaba viendo con otra persona
"¿Qué coño Marta? Esto ya es demasiado, tampoco quiero que piense eso"
"Hazme caso, así es mejor" Yo suspiré atenta al móvil, esperando a tu respuesta.
"Como esto no funcione te voy a matar, en serio" le digo mirando fijamente a la pantalla. Ya se iba.
"Tu hazme caso y todo ira bien" dice mientras cierra la puerta y se va.
'¿Más importante que estar conmigo?'
¿Por qué me lo ponías todo tan difícil?
Te respondo siguiendo este juego de mierda. 'Eso no lo sabré hasta que quede '
No iba a saber nada, porque esa persona no existía. Sólo tú. Me dejaste en visto y pensé que te había molestado.
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Me pones de mala leche Nat. Ya no hago mi trabajo con calma, me muevo rápido, nerviosa, a veces me quedaba en blanco y no recordaba el café que tenía que hacer porque tú ocupabas todo el espacio en mi mente ¿Con quien coño ibas a quedar?
No puedo evitar ponerme celosa. Y eso me enfada. No quiero sentir esto. Ya tengo bastante con no tener la conciencia tranquila todas las noches. Durmiendo a su lado y quedándome en silencio. El silencio era como si le estuviera mintiendo en la cara. Mis besos sabían a traición y el ni se daba cuenta.
No quiero sentir esto. Pienso que sólo eres una niña, que porque me fijo en ti. Y a la vez puedo pensar en mil razones por las que lo hago.
Tú sonrisa. Tus ojos. Tu cuerpo. Tu pelo. Tu voz. La forma en la que dices mi nombre. La forma en la que me miras. La forma en la que hablas. Tus manos, cuando me agarras fuerte y no me sueltas. Tus gestos tan personales, tan tuyos, tu forma de andar, tu manera de fumar, como muerdes el lápiz cuando estás pensativa. Me gustan tus labios, tan suaves, tan llenos, sobre todo cuando están entre los míos. Ahí es cuando me olvido de todo y se me para el tiempo.
Mierda. Mierda...estoy jodida.
Las 10. Hora de verte. Espero que no notes mi molestia.
Abro la puerta trasera y estás ahí. Apoyada en la pared. Fumando. Te diría que pararas de hacerlo por tu salud, pero es que me gusta demasiado como te queda. Me pareces lo más atractivo y ahora mismo sólo quiero hacerte una cosa.
Tú no te das cuenta que estoy fuera hasta que me acerco más a ti. Sigues apoyada en la pared, ni vienes a abrazarme como otras veces. Supongo que todavía te afecta la situación y cedo para hacerlo todo más fácil.
Me acerco a ti, pongo mis manos en tu cintura, mientras pego suave la mía contra ti. Te noto tensa, que le das más caladas de la cuenta.
"¿Estás bien?"
"Si ¿Qué me iba a pasar?" Dices seria. Pasas tu brazo por mi cuello, acercándome. Dios...me daba igual si estabas bien o mal, sólo quería probarte, que me tocaras de una vez.
Miras mi cara, seguramente se me habrá quedado una de idiota. Alzas las cejas sonriendo y tiras el cigarro, ahora te centras más en mi.
Vas y me cambias de sitio, me empujas contra la pared con tu cuerpo. Estás pegada a mi, me sostienes la cara con una mano. Estabas diferente y no te puedo negar que me estaba gustando este lado tuyo. Te inclinas como que me vas a besar y yo te aprieto contra mi para que lo hicieras, pero no lo haces sólo te quedas ahí.
"Que quieres" me dices, te haces la tonta. Lo sabías perfectamente. Te iba a decir que me gusta mi cama, pero que prefiero la tuya. Pero iba a ser demasiado directo.
"Creo que queremos lo mismo, así que tú sabrás" Esbozas una sonrisa cuando me oyes y yo te miro los labios con descaro.
"No te confies tanto"
"Haz algo ya" Te dije a la vez sujetando el lado de tu cara, acercándote más a mi. Te miré como si esta necesidad me doliera, me costaba tragar y mirarte a los ojos a la vez, es que joder...me miras así y yo ya no sé que hacer conmigo misma. Te quedas en mis ojos, tu mano pegada detrás de mi cuello, tu mirada más y más abajo, te mojas los labios lento y sin más rodeos cierras la distancia. Noto tu lengua y después tus labios acogiéndome con ansias. Me sumerges en ti, Nunca me había gustado el sabor a cigarros, era amargo, pero en ti todo sabía tan dulce.
A pesar del frío de la noche, tu boca me mantiene cálida. Inclinas tu cabeza para capturarme totalmente, hundes tu lengua en mi boca y me pruebas. No te cansas de tenerme entre tus labios una y otra vez, me succionas con ganas, te deslizas entre ellos mezclando nuestra humedad. Tu mano baja más abajo por mi espalda, te veo que dudas en seguir bajando, así que te agarro el brazo guiándote. Sin dudar más bajas tus manos hasta mi culo. Me aprietas contra ti apartándome un poco de la pared, yo suelto un gemido y tú seguidamente arrastras tus dientes por mi labio. Nadie me había dicho que te iba a encontrar, que los besos se podían sentir de esta manera y que la brusquedad por una vez me podría parecer suave y dulce.
Bajas hasta mi cuello, tu cara enterrada en el. Me lames sin escrúpulos, me pasas toda tu humedad y a mi me empezabas a dar demasiado calor. Tus besos se intensifican en mi piel y ya no existe lo suave. Abres tus labios y noto la presión de tu lengua, como quieres todo de mi. Noto tus dientes arrastrándose fácilmente por la saliva, tus manos ya son inquietas y ya no sabes ni donde tocarme. Noto que me succionas fuerte, se sentía tan bien, suelto un gemido que te hace hacerlo más fuerte. Te juro que es lo que más quería, tener algo tuyo en mi piel. Pero no me lo podía permitir.
"Nat eso no" te digo lo más suave posible, mi mano acariciando tu cara. Tú te apartas y yo te aguanto la cara. Tus labios hinchados entreabiertos, desgastados de tanto probarme. Esta era la mejor vista del mundo.
"Entonces que" Te veo un poco molesta, sé que querías todo de mi. Que no querías tener barreras. Lo siento.
Te miro detenida en tus labios, te acerco más mordiéndome los míos por dentro.
"Esto si" Cierro el espacio y te beso lento, quiero memorizar tu sabor. Es lo mejor que había tenido entre mis labios, los tuyos. Te inclinas y me acoges con ansias. Me humedeces siempre, te deslizas entre uno y otro con facilidad. Noto tu mano por el borde de mis pantalones, poco a poco te adentras y yo impaciente. No había querido tanto algo en mi vida. Tus manos son frías y a mi me da igual. Beso tus labios con más desesperación y lo notas, sabes que tengo ansiedad de ti, que me muero por que me toques. Te aguanto la cara con una mano y te muerdo el labio, arrastro mis dientes por el hasta pegar mi cabeza a la pared.
Noto que tu mano se vuelve inquieta, torpemente me quitas el botón y me apartas el elástico de las bragas adentrándote. De sólo sentir tu presión noto que empiezo a temblar y que mi pulso ya no era el que era. Pegas tu frente a la mía y miras mi reacción ante tus movimientos. Eras tan suave, movías tus dedos con la presión justa, a veces más fuerte cuando escuchabas mis leves gemidos. Entreabrías tus labios, te costaba tragar al verme en este estado ¿Era demasiado para ti? Porque a mi me estaba matando. Empiezas a presionarte contra mi clítoris más fuerte, tus movimientos más rápido. Y a mi se me cerraban los ojos solos, pero intentaba abrirlos sólo para ver tu reacción ante la mía. Poso mi pulgar en tus labios, te los miro, los presiono hasta abajo y tu miras mi acción. Lo besas repetidamente. Y yo no me aguanté más y te besé. Pasé mi lengua mojándote y tú la cogiste entre tus labios succionándomela. Ahogué mis gemidos en tu boca, te juro que estaba cerca, pero tú jugabas con la rapidez y la lentitud y eso me hacía empezar otra vez.
Escucho unos pasos y me asusto porque por aquí no suele pasar nadie. Estoy con la paranoia de que podría ser mi novio. Abro los ojos para mirar, tú todavía me besabas, era una persona cualquiera pasando, menos mal. Pero el miedo seguía presente, te juro que me iba a dar un infarto ahí mismo. Así que decidí parar un momento. Con mi mano en tu cara terminé el beso lamiéndote por última vez, mi lengua repasando tus labios y capturándolos para terminar. Me aparté y vi que no te controlabas, querías volver a mi, pero yo te lo impedí apartando mi cara y sonriendo. Paras tus movimientos desconcertada, pero tu mano sigue ahí. Mis ojos pasan por todas tus facciones. Eras preciosa, me gusta que tus labios estén hinchados por mi culpa, que lo único que mires sean mis ojos, que no puedas parar de acercarte. Pegas tu frente a la mía, tu mano acariciando de arriba a abajo mi cintura apretándola en ocasiones.
"Para de mirarme así" me dices en el oído, pegando el lado de tu cara al mío. Vuelves a mirarme y tu expresión era seria.
"Ven dentro" Solté. Quería más intimidad, más de ti. Y yo tenía las llaves del local.
"No puedo me tengo que ir, te dije que iba a ser rápido" dices apartándote un poco y a mi no me gusta lo que estaba oyendo. Sacas tu mano y a mi me da un escalofrío. No quería que te fueras a ninguna parte. Con fuerza te pego a mi, manteniéndote cerca.
"No quiero que te vayas. Además no me has terminado"
Tu te acercas con tus labios entreabiertos a pocos centímetros de los míos. Entierras tus manos por debajo de mi pelo apretando fuerte. Hago un gesto de dolor y suelto un gemido, seguidamente tus ojos se detienen en mi reacción. Te miro y joder todo sería más fácil con los ojos cerrados. Tú eras demasiado para mi. Cada vez que te veo deseándome así, mi cuerpo sufre, me vuelvo inquieta, mis manos arden. El estomago me da 3 vuelcos y siento un hormigueo por toda mi piel. Ya es que no son ni mariposas, son explosiones. Todo tu cuerpo es perfecto. Es que ya no sé ni como tocarte para aliviar esto que llevo dentro.
Toco tu mandíbula con mis dedos, apreciándote, tú la alzas inclinándote. Tu expresión todavía seria. Me entran ganas de besarte ahí mismo y lo hago. Lento me acerco, poso mi lengua, te acaricio y después cierro mis labios en tu piel. Tú suspiras y te presionas contra mi boca. No paro de succionarte suave, pasando mi lengua por toda la línea de tu mandíbula. Meto mi mano por debajo de tu ropa acariciando tu cintura, noto el contraste de tu calidez y hundo mis dedos apretándote.
"Me encantas. No sabes como me pones" te dije entre beso.
Y de repente te apartas y yo te miro extrañada ¿Qué te pasa?
"De verdad que me tengo que ir" Dices seria, sin ningún gesto de cariño. Vaya borde.
Te quería decir que te fueras, que no me importa con quien te vayas, que me da igual si no vuelves por aquí en un tiempo. Pero nada de eso era verdad y tampoco era capaz de pronunciarlo.
"¿Con quien has quedado?" Digo mordiéndome el labio nerviosa por tu respuesta. Tú me miras pensativa, no dices nada por un momento.
"Nadie importante"
"Algo de importancia tiene que tener si tienes tantas prisas"
"¿De verdad te importa tanto?"
"No, sólo es una pregunta cualquiera ¿Qué más te da?" Dije ya un poco molesta por todo. Pero te miento porque si me importa, me importa a quien te folles, porque te juro que yo lo intentaba todo, por reservarme, por guardarme sólo para ti. Las discusiones eran más frecuentes ahora y para mi merecía la pena porque ya no quería estar con nadie más que no fueras tu.
"Entonces déjalo ya" dices borde. Aunque te acercas, tu mano me sujeta la cara y me besas. Fuiste brusca, con prisas como si el tiempo era limitado y es que en realidad lo era. Me capturas todo entre los tuyos, te deslizas hasta mi labio inferior y me succionas. Joder porque no te quedas y me terminas. Me muerdes con fuerza pero sin llegar a hacerme daño, los arrastras llevándotelo y después me sueltas.
Hoy estabas rara, como que nada te importa. Indiferente. Te toco la cara, te acaricio y tú no sientes nada.
"Me voy" Me das un último beso, abres tus labios levemente en los míos y me besas. Fue rápido, como tu huida. Y así te fuiste, así me dejaste. Pensé que podría manejar todo esto, pero me he dado cuenta de que no puedo. Noto que empieza a doler y que todo comienza a ser borroso.
No sé ni como va a salir esta historia. Escribo lo que me sale en el momento sin tener una idea pensada de antes. Totalmente lo contrario a como lo hice con la primera. Sólo espero que os guste al menos.