En multimedia les dejo a Ashton y Nicole.
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Luego de una relajante ducha y comprobar que no fuera un sueño y que realmente estaba viviendo en California con mi papá, bajé a desayunar. Él estaba con un delantal puesto, cocinando panqueques mientras mi hermano estaba sentado en una de las esquinas de la mesa con su celular en mano.
-Buenos días. –Saludé, pero ninguno de los dos se mutó.
Austin siguió con su celular y papá cocinando panqueques, huevos y tocino como para darle de comer a toda una nación.
-Hola, ¿Qué desayunamos hoy? –Apareció un muchacho de la nada sentándose junto a Austin.
-Hola Ashton, ¿Qué tal tu padre? –Preguntó papá mientras intentaba que no se le quemaran los huevos.
-Está mejor, aunque sigue quejándose porque los Bulls pierden. –Hizo una mueca.
¿Estaban ignorándome? ¿Y quién es este chico que se atreve a entrar a mi casa como si nada? Aunque debo admitir, me lo comería crudo como al sushi. Tenía el cabello castaño claro y corto, ojos verdes y un gran y hermoso... digo atletico cuerpo. Además traía puesta una campera de fútbol, seguro era jugador. ¿Debo decir que estaba bueno? Porque efectivamente así era.
Volviendo a mis quejas, ¿Holaa? ¿Alguien en casa? ¡¿Y por qué nadie me presta atención?! Claro saludan a ese extraño, pero a mi que comparto su misma sangre no me dan ni la hora.
-¿Qué tal? ¿Ya desayunaron? –Apareció otro muchacho. Y de hecho a este sí lo conocía. ¡Era el chico de la ventana y los bóxer!
-Aún no, esperamos a que mi hermana baje. –Carraspeé la garganta para que Austin notara que ya estaba allí.- oh, Carter ¿Cuándo llegaste? –Frunció el ceño, apartando la vista del celular.
-Mucho antes que él. –Dije señalando al primer chico que había llegado.
-¿Y no sabes hablar o los ratones ya te comieron la lengua? –Preguntó Austin.
-De echo sí saludé, pero ustedes estaban tan sumergidos en su mundo que ni si quiera me notaron. –Me quejé.- supongo que no se acostumbran a que ahora hay una chica en la casa.
-Como sea... él es Ashton, ella Carter mi hermana. Llegó ayer de Florida, se quedará por... ¿Cuándo dices que te vas?
-Papá... -Alargué.
-Austin ya deja de molestar a tu hermana, solo ha estado aquí doce horas.
-De acuerdo. A él ya lo conoces, así que ¡A comer! –Dijo Austin frotándose las manos. Luego de haber señalado al chico de los bóxer.
¿Cómo que yo ya lo conocía? ¿Estaba hablando del incidente de la ventana?
-Alto. –Dije antes de que cualquiera de los cuatro hombres que tenía frente a mí tocara su comida.- ¿Cómo que ya te conozco? –Le pregunté al chico a mi derecha, frunciendo el ceño.
Solo espero que no esté hablando de la ventana porque me moriré de vergüenza. De hecho ya estaba colorada y sentía la sangre recorriendo mis mejillas.
-Wow, Carter. ¿No me recuerdas? Vaya amiga que resultaste ser –Miré a mi papá que intentaba devorarse el desayuno como si fueran a quitárselo en cualquier momento, al igual que lo hacían Austin y Ashton.
-Lo siento, pero... no sé quién eres.
-Hija él es Tjalsdheo. –Dijo papá con la boca llena de comida.
-¿Quién?
-Theo. Soy Theo, Carter. Hola. –Sonrió. Abrí mis ojos al igual que mi boca formando una gran O. ¿Ese era el pequeño Theo de hace años?
¿Mi mejor amigo?
¿Mi primer beso?
¿Ese era mi Theo? Quiero decir... ¡WOW!
-¡¿Pero qué te hicieron?! ¡Pareces un... un... -Modelo de abercrombie. Tarzán en taparrabos. Superman en mallas.- ...adolescente.
-¿Será porque lo soy? –Volvió a sonreír y todos en la sala soltaron una carcajada.
Los ignoré y me acerqué a Theo para abrazarlo. Había echado mucho de menos al pequeño Theo, aunque ahora él fuera mucho más alto que yo. Y estuviera más bueno que Zac Efron en Zunga.
Esperen... ¿Qué?
Mis brazos rodearon su cuello y los suyos mi cintura. Sentía su olor. A jabón y alguna esencia dulce, como miel. Huele a Theo.
-Te ves genial. –Dije cuando me separé de él.
-Tú igual.
Nos sonreímos, y luego somos separados por el escandaloso de mi papá.
-¡Bueno mucho cariño por hoy, creo que deben irse ya o llegarán tarde a la escuela! Vamos, dense prisa.
Todos salimos tomando nuestras cosas y nos subimos al auto de Austin. Bueno ellos se subieron, yo cuando estuve a punto de hacerlo, recordé que había olvidado hacer algo. Así que volví a entrar a la casa y me dirigí a la cocina donde aún se encontraba papá.
-Gracias por el desayuno y por dejar que me quede aquí. –Dije dándole un beso en la mejilla y luego volví al auto de Austin.
Cuando aparcó el auto, todos salimos disparados de allí y entramos a la escuela.
-Debes ir por tu horario de clases, la llave de tu casillero y demás cosas. Te veré en la cafetería enana –Se despidió Austin.- nos vemos luego niños.
Y se alejó junto con Ashton.
-Si quieres te acompaño –Propuso Theo y yo asentí. Fuimos por todo y descubrí que compartía cuatro clases con él.
Literatura, Trigonometría, Ciencias e Historia.
-¿Cómo es que eres amigo de Austin? –Pregunté mientras caminábamos hacia nuestra clase.- quiero decir, él es mayor por un año y... bueno, sé cómo es mi hermano.
-Solo digamos que, cuando te fuiste ambos nos unimos más como amigos. De hecho pasamos cada tarde juntos y lo seguimos haciendo, solo que en vez de jugar con autos de juguete ahora lo hacemos con autos reales
Fruncí el ceño.- ¿Corren carreras ilegales?
Fue lo primero que pensé. Solo por decir lo de los autos de juguete y ahora los reales, ¿Qué otra cosa podría significar? Además, en Florida esas cosas eran algo natural y no me sorprendería que aquí también lo fueran.
-Ya no, tu papá... bueno, se molestó mucho con nosotros cuando se enteró y no hemos vuelto a ese lugar desde hace un mes.
-Pues que bien. ¿Carreras ilegales? ¿Qué quieres? ¿Morirte? ¡Mejor ve y tírate debajo de un tren!
-¿Quieres que muera así? –Preguntó mientras nos sentábamos en una mesa casi al final del salón.- o sea, siendo aplastado por un tren
-Preferiría verte morir de cualquier manera, excepto por una tonta carrera ilegal.
-De acuerdo, entonces ya no iré.
-¿Eh?
-Que ya no asistiré a ese tipo de lugares. Si no te agrada, entonces no iré más.
-Bien.
-Muy bien alumnos, saquen sus libros. Esto es historia y tenemos mucho que aprender...
Luego de dos clases más que no compartía con Theo, me quedaba una más antes del receso. Trigonometría. ¿Por qué no me implantan una calculadora como cerebro y ya estamos?
Bueno, era muy buena en matemáticas. Pero odiaba que las matemáticas tuvieran tantas ramas. Trigonometría, álgebra, ¿Qué se piensa que es? ¿Un árbol?
Esa vez llegué algo retrasada ya que no podía encontrar el salón, y tuve que sentarme en uno de los primeros bancos. Junto a un muchacho de grandes lentes, el profesor aún no llegaba lo que me preocupaba.
-Oye quítate. –Dijo una voz masculina muy grave al muchacho junto a mí. El chico se levantó y salió disparado del asiento, el primero se sentó en el lugar y me sonrió. Yo solo rodé los ojos y comencé a hacer cuentas sin sentido con mi calculadora. –Hola, soy Alex
-Carter. –Contesté secamente cuando vi a Theo pasar frente a mi mesa y sentarse a unas cuantas detrás de mí. Lo saludé con mi mano, sonriéndole y él me devolvió el gesto.
-Entonces... ¿Eres nueva? –Continuó el chico a mi lado.
-Sí, así es. –De hecho el chico no estaba para nada mal. Pero no me había agradado como había tratado al chico anterior, así que no pensaba darle ni chance de nada.
Y así pasé el resto de la clase, intentando ignorar los repentinos coqueteos por parte del tal Alex y mirando a Theo de vez en cuando, mientras intentaba hacer los ejercicios que el profesor nos había dado.
Era lindo ver como arrugaba la nariz intentando descifrar como resolver aquellos problemas. Golpeando su lápiz sobre la hoja y borrando, supongo que trigonometría no era su clase favorita.
-¿Una clase difícil? –Pregunté caminando junto a él, mientras nos dirigíamos a la cafetería.
-Algo así, soy terrible en matemáticas.
-Yo soy muy buena, si quieres te explico. –Me ofrecí humildemente.
-¿De verdad?
-¿Somos amigos, no? Puedo explicarte lo que necesites, podemos estudiar juntos después de clases, lo que sea necesario. En mi otra escuela tenía un promedio de 9.8 y no es que sea una nerd o algo parecido, pero... de verdad, las matemáticas se me dan muy bien
-De acuerdo, ¿Por qué no vienes a mi casa luego de la escuela?
-Oh, ¿Te refieres a la casa que está junto a la mía? –Sonreí.- te veo al rato
Me despedí y encaminé hacia mi casillero para guardar todos los libros con los que andaba en mi mano. Cuando me di la vuelta, decidí que sería mejor ir al baño antes de unirme a mi hermano en la cafetería.
Así que lo hice, pero cuando empujé la puerta del baño sentí un golpe y como alguien caía detrás de ella. La abrí rápidamente preocupada, encontrándome con una chica tirada en el suelo sobándose la cabeza.
-¡Oh por dios, lo siento tanto! –Me disculpé agachándome para ayudarla a levantarse.- ¿Te encuentras bien? ¡Lo lamento! Es que... es que, no, no te vi y b-bueno
-Descuida, descuida... estoy bien. –La chica me miró con sus ojos azules y me sonrió.- no te preocupes, solo fue un golpe.
-¿De verdad estás bien? –Insistí.- puedo acompañarte a la enfermería si quieres.
-Tú tranquila, está todo en orden. –Se plantó frente al espejo y acomodó su cabello.- ¿Eres nueva? –Preguntó de repente volteándose hacia mi.- es que jamás te vi antes y alguien como tú, dudo que pase desapercibida en esta escuela
-Umm... si, ¿Alguien como yo?
-Oh vamos. ¡Mírate! Tu cabello es perfectamente perfecto. Tienes unos ojos malditamente hermosos con el color del cielo y, no me tomes como lesbiana, por cierto no lo soy, ¡pero tienes un cuerpazo!
Me ruboricé al escuchar las palabras de aquella rubia. Si me ruborizaba por las palabras de una chica, no quería saber acerca de cómo sería con las de un chico. Bueno, de hecho ya lo había presenciado antes y ¿Saben el color de un tomate? Pues yo era exactamente igual.
-Umm, ¿gracias? –Dije dudosa.- Soy Carter, por cierto.
-Nicole. Oye, ¿Ya almorzaste? Estoy segura de que no conoces a nadie de por aquí y bueno solo si quieres...
-De hecho... -La chica me sonreía tanto que me ponía nerviosa. Además, creo que necesito una amiga y no solo a Theo y mi hermano, ¿verdad?.- claro, ¿Por qué no?
Acepté y ambas fuimos a la cafetería. Después de hacer la larga fila para comprar nuestros almuerzos, tocaba la gran hazaña de encontrar una mesa.
-¡Oye por aquí! –Escuché que alguien gritó y Nicole rápidamente caminó hacia la voz masculina que reconocí como la de mi hermano en cuanto lo vi.- pueden sentarse aquí, no mordemos
-Generalmente... aunque si nos lo piden
-Lo haremos. –Completaron Ashton y otro chico que no conocía.- por cierto, yo soy Connor.
-Chicos ella es...
-Carter. La hermana de Austin, Nicole nos enteramos antes que tú, solo siéntate. Come y observa como un conquistador nato enamora a la hermana del jefe. –Continuó Connor.
-Nicole, mejor siéntate, come y observa como el jefe le da una paliza a Connor por intentar tocar a mi hermanita. –Inquirió Austin levantándose de su lugar y mirando amenazadoramente a Connor.
-Creo que ya capté el mensaje. Connor fuera. Paz. –Tomó su bandeja con su almuerzo y se fue de la cafetería.
-No tenías que hacer eso Austin. Primero, sé cuidarme sola. Segundo, ¿Salir con tus amigos? Ni de chiste. Y tercero, no te entrometas en mi vida. El papel de hermano mayor, pues... no te queda.
Me senté frente a él y al lado de Ashton. Nicole junto a mi hermano, que me miraba atónito por mi contestación.
-Hola chicos, ¿Alguna novedad? –Llegó Theo sentándose junto a mí.
-Bueno, acabo de ahuyentar a Connor por intentar enrollarse con Carter. –Theo miró a mi hermano y luego a mí, con los ojos bien abiertos.
-En realidad, enrollarse, como enrollarse... no. Solo dijo que tenía intenciones de...
-Creo que entendí el mensaje. –Dijo Theo antes de que yo pudiera terminar de hablar.- si te dice algo o peor... hace algo, se las verá conmigo. -Theo guiñó un ojo y le contesté con una sonrisa.
-Gracias, pero no pienso que sea necesario.
¿Qué les pasaba a estos chicos? Ya tenía suficiente con el mal papel de hermano protector de Austin, como para que también Theo se sumara. ¿Quien seguiría? ¿Ashton? Por dios.