La Corona de Aragón.

By Greeicy_G

159K 14.5K 1.1K

Después de la muerte de sus padres, la Princesa de Aragón decide tomarse un descanso de su cargo real, viajan... More

PRÓXIMAMENTE
Aviso.
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7 [Maratón]
Capítulo 8 [Maratón]
Capítulo 9 [Maratón]
Capítulo 10 [Maratón]
Árbol Genealógico.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22 [Maratón]
Capítulo 23 [Maratón]
Capítulo 23, Parte II [Maratón]
Capítulo 24 [ Maratón]
N/A
Capítulo 24, Parte II
Capítulo 25.
Capítulo 26.
Capítulo 27.
Capítulo 28.
Capítulo 28, Parte II.
Capítulo 29.
Capítulo 30.
Capítulo 30, Parte II.
Capítulo 31.
Capítulo 31, Parte II.
Nota de Autora.
Capítulo 32 [Maratón]
Capítulo 32, Parte II [Maratón]
Capítulo 33 [Maratón]
Capítulo 33, Parte II [Maratón]
Capítulo 34.
Capítulo 35.
Capítulo 36.
Capítulo 37
Capítulo 37, Parte II.
Capítulo 38.
Capítulo 38, Parte II
Capítulo 39
Capítulo 39, Parte II
Capítulo 40
Capitulo 41
Capítulo 42

Capítulo 1

9.5K 615 123
By Greeicy_G

Les voy a contar la historia que me convirtió en la persona que soy ahora, durante toda mi vida tuve que tomar elecciones, tuve que decidir por mi pueblo, por mi familia e incluso por la abuela, pero jamás había decido algo por mí; para mi bien, para mi felicidad...

Antes alucinaba con ser reina, supongo que sería el sueño de toda chica, pero lo mío iba más allá de un sueño.
Quería convertirme en reina para poder ayudar a mi pueblo, a mi gente, pero ser reina trae más responsabilidades...

Como el matrimonio.

Hace años cuando preparaban a mi madre para gobernar Aragón, la Reina Amalia le había presentado a los príncipes que debía escoger para que sólo uno fuera su esposo, su mano derecha en el Reino.
Mi madre estaba ofuscada, no quería casarse con ninguno de esos hombres porque la realidad era que estaba enamorada de alguien más, un hombre que aunque no pertenecía a la realeza, tenía sangre Aragonesa.

Mi madre siempre fue presionada por su madre, era tanta la presión que ejercían en ella para que contrajera matrimonio que termino escapando con mi padre, durante años no se supo nada de ellos hasta que por mí dieron con nosotros.

La Reina estaba enfurecida con su hija pero cuando supo que tenía descendencia todo cambió, todo se enfocó en mí y aunque mi madre trato por todos los medios alejarme de todo lo relacionado con su pasado; termine aceptado el derecho que por sangre me correspondía; ser princesa para luego convertirme en reina.

La abuela no quería que yo hiciera lo mismo que mi madre, y mi madre no quería que me forzarán a unir mi vida a un hombre al que no amará, así que hablaron durante horas y al final hubo que firmar una cláusula, donde dejaban en claro que me dejarían elegir a mi prometido, pero tenía que ser antes de mi coronación.

El recuerdo de lo sucedido hace un par de años me desconecta totalmente hasta que;

—Princesa, disculpe la intromisión —vuelvo a la realidad cuando la voz de Marcus llega a mis oídos— El Rey Félix, la Reina Merith y el príncipe Stefan de Valencia están aquí.

—Hazlos pasar Marcus, gracias.

Hace una reverencia con la cabeza y se da la vuelta.

Suelto un suspiro, me acomodo en el sofá y en ese momento la familia Valois entra al salón.

—Cariño —la reina se acerca a mí y me pongo de pie— Que gusto verte, te vez mucho mejor que hace meses.

Me envuelve en sus brazos fuertemente.

—Mujer deja respirar a Eliana —el rey aleja a su esposa de mí y me abraza con más delicadeza— Me da mucho gusto verte nuevamente.

—Gracias —asiento con la cabeza.

Unas zapatillas resuenan en la sala y todos nos giramos para ver a la Reina de Aragón acercarse a nosotros.

La familia Valois hace una reverencia ante su presencia.

—Majestad —dice el Rey Félix antes de besar la mano de la abuela.

—Hola Félix —le saluda con una sonrisa— Merith, Stefan espero que estén bien.

—Hemos venido en cuanto nos enteramos que habían regresado de su viaje —dice cariñosa la reina Merith.

—Lo sé, he ordenado que preparen la comida ¿les parece si mientras tomamos el té en el jardín?

—Por supuesto.

Las reinas caminan adelante, seguidas por el rey Félix, Stefan y por mí.

Avanzamos por los pasillos llenos de reliquias antepasadas, y cuando nos acercamos a las puertas que dirigen al jardín los hombres nos abren la puerta.

El aire fresco y el olor a naturaleza me da de lleno en la cara y siento que respiro profundamente.

Cuando llegamos a la parte que esta dispuesta para tomar el té y relajarse, Stefan me toma de la muñeca.

—Si nos disculpan, tengo que hablar con la Princesa.

Las tres personas restantes asienten con la cabeza.

Nos damos la vuelta y siento como la mano de Stefan baja hasta enredarse con mis dedos, me guía por el enorme jardín hasta que llegamos a la gran fuente del arco.

Sin verlo venir, siento los brazos de Stefan a mi alrededor, abrazandome con fuerza, su calor me envuelve y automáticamente le devuelvo el abrazo, su olor a colonia varonil me hace soltar un suspiro de relajación, recargo mi cabeza en su pecho y puedo escuchar sus latidos, primero acelerados y luego un poco más lentos.

—Te he extrañado —me dice en el oído en voz tan baja que la piel se me eriza.

—Y yo a ti —levanto la cabeza de su pecho para verlo y me sonríe abiertamente, se acerca y deja un pequeño besito en la punta de mi nariz lo que me hace soltar una risita.

—¿Te funcionó el viaje?

Me quedó callada y me vuelvo a acomodar en su pecho, sé a lo que se refiere pero no tengo una respuesta.

—Principe Stefan, princesa Eliana —Marcus aparece a nuestra izquierda— El té está servido, los reyes piden su presencia.

Ambos asentimos y seguimos al hombre, cuando llegamos tomamos asiento en la mesa, yo a un lado de la abuela y él a mí lado.

—Y cuentenos ¿como les fue en su viaje? —la reina Merith nos mira con atención.

—Fue un viaje aburrido, arreglando papeles y demás, no tuvimos tiempo de hacer algo relajante —le contesta la abuela.

—Las vacaciones de verano están por acercarse —comenta el rey.

—¡Es cierto! —exclama su mujer— Podemos hacer un viaje juntos, tenemos una propiedad cerca del caribe, podemos ir a pasar unos días allá, o incluso Stefan y Eliana pueden hacer su viaje a París ¿cierto chicos?

Antes que alguien pueda decir algo abro la boca;

—La verdad es que pensaba ir de vacaciones a mi lugar natal.

Siento la mirada intensa de Stefan y la inquisidora de la abuela, pero trato de no verme nerviosa.

—¿No crees que es una mala idea? —levanto la cabeza para ver a la reina de Valencia— Ir después de todo lo sucedido, creó que en vez de ayudarte te haría daño.

Por unos segundos la mesa se queda en completo silencio.

—De hecho creó que es una muy buena idea —habla la abuela— Cuando sucedió Eliana ni siquiera tuvo tiempo de estar con la familia de Eduardo.

—Estoy de acuerdo, pero —el rostro de Merith se pinta de preocupación—¿No sería riesgoso? ¿Mandarla a un lugar donde no tendrá protección?

—Voy a estar con mi familia ¿porqué necesitaría protección? —pregunto tratando de sonar segura.

—Ya hablaremos luego —decreta la abuela.

El tiempo se pasa rápidamente entre noticias de ambos reinos y después de aproximadamente dos horas los reyes deciden dar un paseo por el jardín mientras Stefan y yo decidimos hablar en privado en el salón de estar.

Caminamos en silencio y cuando llegamos él observa los libros que hay en el estante y pasa alrededor de tres minutos en silencio, me desespero.

—Puedes preguntar Stefan —suelto cuando lo veo moverse, gira en mi dirección y avanza hasta el sofá dónde estoy sentada.

—¿Porqué quieres irte?

—Sólo sera por el verano, no puedo irme para siempre —digo divertida— Tengo responsabilidades.

—Puedes ir sólo una semana luego volver y podemos planear un viaje —se acerca a mí— Has estado tres meses fuera, necesito saber que pasa por tú cabeza.

Me muerdo el carrillo interno y volteó a otro lado.

—Todo está en orden, sólo necesito tomar un respiro antes de convertirme en Reina —dirigo mi mirada al pelinegro y él me sonríe.

—Puedo ir contigo en todo caso.

—¿Te has vuelto loco? —me rió pero al ver su expresión seria, paro y carraspeo— Tú tienes muchas cosas que hacer, yo me puedo permitir el lujo de irme un tiempo, la Reina se hará cargo de todo.

—Al menos una semana —toma mi mano y le da un apretón.

—Stefan basta, necesito tiempo para todo, y eso te incluye a ti.

Ambos guardamos silencio y me siento mal por haber dicho eso.

—Yo sólo...

—No te preocupes, entiendo que después de la tragedia quieras tener tú propio espacio.

Cuando su mirada se cruza con la mía le sonrió y él se acerca a abrazarme, siento sus labios en lo alto de mi cabeza.

Unos pasos hacen que nos alejemos, Marcus entra a la estancia.

—Disculpen la interrupción —dice— Príncipe Stefan, sus padres lo esperan en el vehículo.

—Claro, ya voy.

Se pone de pie, me tiende una mano y me levanta, caminamos hasta la entrada.

—Gracias por la visita —le dice la abuela.

—Gracias a ustedes por la buena compañía —Stefan besa el dorso de la mano de la abuela— Avisame cuando te marches.

El beso que deposita en mi mano me hace estremecer y yo asiento a su petición.

Sube al coche Real y cuando desaparecen del camino de grava, la abuela y yo entramos nuevamente.

—Marcus ordena que la cena la suban a mi habitación, mi nieta y yo tenemos cosas que hablar.

—Con gusto Majestad.

Marcus se marcha en su porte recto y yo sigo a la abuela escaleras arriba.
Cuando llegamos a su habitación, camino hasta su cama donde me dejo caer.

—Estoy agotada —suelto.

—Yo también, hablemos antes de la cena —se quita los aretes de oro y el collar, los guarda en su joyero y camina hasta sentarse a mi lado en la enorme cama— ¿Cuando se te ocurrió marcharte?

—Lo he estado pensando desde hace unas semanas.

Asiente ante mi respuesta.

—Merith ha tratado de persuadirme en que no te deje ir, pero ambas sabemos que yo no te doy ordenes y que tú no eres una prisionera —asiento y sonrió ante sus palabras— Pero estoy de acuerdo con que no te puedo dejar marchar sola.

—¿Vas a venir conmigo?

Niega divertida.

—Me tengo que quedar, pero tal vez puedas llevarte a Stefan contigo.

—No —suelto rápidamente— No puede venir conmigo.

—Lia...

—Abuela necesito tomarme un descanso de todo esto —suelto un suspiro— Sólo serán dos meses.

La miro suplicante y ella me observa fijamente, no se cuanto tiempo pasa hasta que unos toques en la puerta nos despiertan a ambas.










Continue Reading

You'll Also Like

13.7K 733 55
Joanna Johnson es una joven de veinte años quien cumple su gran sueño de irse a vivir por un año a Inglaterra junto a su tía Debbie y su primo Tom Fl...
896K 100K 40
No es necesario haber leído los libros anteriores para entender #TNSTDA, pero lo recomiendo para que disfrutes más de la lectura y conozcas a nuestro...
1.8K 226 13
Ambos chicos abrieron los ojos al ver a la madre de Kunikuzushi en la puerta, observando como su hijo estaba encima de Xiao con un traje bastante ind...
54.7K 5K 24
FANFIC FREENBECKY - QUEDATE CONMIGO