Camila recargó su cabeza en la ventana del auto, hace varias horas que Lauren iba conduciendo. Se habían estado turnando entre todas, ese era el trato que habían hecho.
—¿Alguna vez podremos volver?—pregunto Normani desde el asiento de atrás.
Lauren volteó a ver a Camila de reojo—Claro—contestó la morena—No pudimos hacer mucho, pero claro que volveremos.
Todas las chicas se miraron entre sí. Verónica carraspeó—Bueno... ¿quien quiere escuchar una historia graciosa?—todas rodaron los ojos.
...
Tres horas después Lauren había dejado a cada una de las chicas en sus hogares correspondientes, intercambió lugar con Camila y ahora era ella quien la llevaba hacia su casa.
—Gracia por llevarnos a tu casa—rompió el silencio—Nos la pasamos muy bien.
—M-Me alegra que haya sido así—Camila lo decía enserio.
—¿Camz?
La chica le dio un rápido vistazo antes de volver a enfocarse en la carretera—No se los contarás ¿cierto?
Camila suspiro—Claro que se los contaré—apretó sus manos en el volante—Solo que hoy no.
—¿Entonces cuando?
—Tal vez mañana.
—¿Estas segura? No te oyes muy convencida.
Camila asintió—Si, es-estoy segura, tengo que hacerlo alguna vez ¿no?
Lauren miró hacia sus manos empezando a jugar con ellas, mientras Camila se detenía en un semáforo en rojo.
—Pero cuando tú estés preparada, no porque yo te esté obligando.
Camila la miro a los ojos—Admito que al principio me sentí presionada—Lauren quiso dejar de mirarla pero Camila la sujetó de la barbilla para impedirlo—Pero mientras volvíamos... tuve ti-tiempo de pensarlo y sé que es lo correcto.
Lauren levantó su mano para agarrar la de la morena y dejarle un beso en el dorso de ella—Solo que soy muy cabezota para darme cuenta por mi mi-misma y el cielo tuvo que mandarme un ángel para que me haga ver mis errores.
Lauren soltó una risita mientras Camila volvía a ponerse en marcha—¿Camila?
—¿Si?
—Te quiero.
—Yo también te quiero Lauren.
Camila estaciono su auto en la entrada del la casa de Lauren. Se bajo, y se encamino hacia el otro lado para después ayudar a su novia a bajar. Lauren tomo la mano que Camila le ofrecía, mientras le daba las gracias. Después se acercó a la cajuela y sacó la maleta de su novia.
—Eres tan caballerosa.
Camila inclinó la cabeza, haciendo reír a la ojiverde—Solo son modales.
Lauren le sonrió—Me mandas un mensaje cuando llegues a tu casa ¿De acuerdo?
—De acuerdo—contestó Camila.
Las dos chicas se despidieron con un beso y Lauren entró a su casa con una sonrisa. Su madre estaba sentada en el sillón viendo alguna serie en la televisión.
—Hola mamá—Clara levantó su vista sonriendo.
—Llegaste temprano.
—Me trajeron temprano—Punto para Camila.
Clara asintió, Lauren puso su maleta a lado de la puerta antes de cerrarla y sentarse junto a su madre.
—¡Estoy tan cansada!—Clara la rodeó con uno de sus brazos.
—¿Cómo se la pasaron?—Lauren recostó su cabeza en el pecho de su madre.
—Grandioso, fue simplemente genial—acotó.
—Pues si estás cansada me imagino que si.
Lauren suspiro—Descansamos de la escuela y los problemas que está conlleva—Clara frunció el ceño sin entender.—Sabes, iré a bañarme y me recostare, buenas noche ma'—Lauren se levantó, tomó su maleta y empezó a subir las escaleras.
Casa de los Cabello...
Camila abrió la puerta de su casa, lo primero que pudo distinguir era el silencio ya característico de su hogar. Suspiro, sintiéndose nostálgica al recordar como antes en su casa había de todo menos silencio.
Metió su maleta y sin decir nada empezó a subir las escaleras hacia su habitación. Abrió la puerta de su habitación con la llave que tenía guardada en su bolsillo. Miró su cuarto un poco desolado.
—Hola compañera de la soledad—Volvió a cerrar la puerta sentándose en su cama.
Y como siempre, lo único que le contesto fue el silencio—Déjame decirte que n-no te extrañe.
Camila miró hacia el techo—Y creo que tú tampoco—Se levantó de la cama para después meterse al baño.
Se miró unos minutos en el espejo para después fingir una sonrisa, negó con la cabeza sintiéndose estupida. Se sacó la blusa que traía puesta dejando ver sus vendas en las costillas, sinceramente se había olvidado completamente de ellas. Sacó su celular de su bolsillo derecho y le mando un rápido mensaje a Lauren diciéndole que había llegado sana y salva a su casa y que ya le extrañaba.
Cuando verificó que se hubiera mandado se sacó el top deportivo Para después empezar a sacarse lentamente las vendas, se empezaba a ver poco a poco algunos hematomas que habían empezado a agarrar un color entre morado y verde. Camila hizo una mueca de dolor mientras iba apreciándose en el espejo, había empezado a pensar que iba mejorando pero no, el dolor seguía ahí, al menos cuando hacía mucho esfuerzo.
No sabía como había logrado sobrevivir el fin de semana sin quejarse del dolor, aunque se había tomado unas pastillas para tratar de aminorar el dolor, no lo quitaban del todo. Camila prendió la regadera para que el agua se calentara al menos un poco, verifico si Lauren le había mandado un mensaje de regreso pero el mensaje seguía sin ser visto. Pero le sorprendió a Camila ver otro mensaje que no precisamente le perteneciera a alguien tan cercano a ella o al menos ya no lo era demasiado.
Shawn: Hola...
11:14 pm visto.
Camila dudo un poco en contestar. Que coincidencia que cuando ella le haya contado a Lauren un poco de su pasado, alguien de este mismo decida aparecer. El sonido del agua corriendo la sacó de sus pensamientos, bloqueó su celular para después terminar de desvestirse, se aseguró que el agua no estuviera ni tan fría ni tan caliente y se metió en la regadera dejando que el agua que corría por su cuerpo la relajara.
Después de unos minutos salió rodando su cuerpo con una toalla y secando su cabello con otra. Su teléfono se encendió indicando que le había llegado una nueva notificación.
Lauren ❤️: Gracias por avisarme, no pensé que lo harías.
11:22 pm visto.
Camila: Yo siempre cumplo lo que digo 😉
11:22 pm enviado.
Camila sonrió, salió del baño para después lanzar su celular a su cama. Sacó una camisa negra y unos bóxers de color negro con estampados de patitas de perritos de color gris, se puso crema por el cuerpo para después vestirse, acomodo todo en su lugar incluyendo las toallas, se secó el cabello y se recostó en su cama mirando hacia el techo.
Lauren ❤️: Yo también te extraño.
11:34 pm enviado.
Camila tomó su celular que acababa de vibrar, no pudo evitar volver a sonreír como tonta al leer el mensaje de Lauren.
Camila: Jajaja creí que habías ignorado mi mensaje
11:34 pm visto.
Lauren ❤️: ¿Cual? ¿En el que me decías que me extrañabas o el que decía que tú siempre cumples lo que dices?
11:34 pm visto.
Camila: Los dos...
11:35 pm enviado.
Salio de la conversación que tenia con su novia para después ver el nombre de Shawn en sus contactos, se sentía rara, aunque le había dicho a Lauren que aun se mantenía en contacto con el Canadiense la verdad era que si, antes mantenía el contacto con el, y cuando digo antes me refiero a hace un año, habían dejado de hablar cuando sus conversaciones se volvieron monótonas y siempre era el mismo tema de conversación, sin nada nuevo para contar, ninguno decía algo como "Hey, no sabes lo que me paso hoy..."
Camila: Hola
11: 37 pm enviado.
Poco después Shawn se dio cuenta que Camila había respondido a su mensaje así que tomo rápidamente su celular y le respondo, el era sincero con el mismo y sabia que extrañaba a su mejor amiga. Camila lo extrañaba de la misma forma, se habían acostumbrado a la parecencia del otro o al menos a contar con el otro. Pero de un de repente cuando uno le mandaba un mensaje el otro contestaba un día después o hasta una semana después. Luego se les acabo el tema de conversación y después simplemente dejaron de recurrir al otro. Tan rápido como su amistad comenzó tan rápido se acabó o al menos se enfrió.
Shawn: ¿Cómo estas?
11:38 pm visto.
Camila: Bien, bien ¿y tú?
11:39 pm visto.
Camila empezó a cambiar de posición en su cama una y otra vez, no encontrando alguna posición que le brindara comodidad.
Shawn iba a escribir que la extrañaba pero desistió en la idea, no era el momento, no quería poner incómoda a Camila.
Shawn: Estoy bien, gracias por preguntar
11:40 pm visto.
Camila: No quiero sonar mal pero ¿por qué de repente me hablas?
11:40 pm visto.
Shawn: Pues... hace mucho que no nos hablamos y quería hablarte...
11:41 pm enviado.
Camila iba a responder pero unos pequeños golpes en su puerta se lo impidieron—Pase—su voz sonó un poco ronca.
Sinu apareció por la puerta—Hola Camila—la morena le sonrió—solo quería saber si estabas bien.
Camila la miro extrañada—Si, estoy bien—Sinu asintió—¿Esta todo bien?
—Si, si—Sinu se movió un poco nerviosa.—Nos vemos, descansa.
Sinu iba a cerrar la puerta—Mamá...
—¿Si?—Sinu volvió a asomar la cabeza.
Camila negó con la cabeza—No nada, olvídalo—Sinu asintió y salió por completo de la habitación cerrando la puerta detrás de ella. Camila al fin pudo sacar el aire que había estado manteniendo en su cuerpo.
Apago la lámpara que tenía a lado y se metió entre las sábanas, mañana tenía que levantarse temprano si es que no quería llegar tarde al instituto.
Al siguiente día, en el instituto...
Camila abrió las puertas del instituto entrando en el edificio, inmediatamente la mirada de algunos se dirigieron hacia ella pero tan pronto como la miraron dejaron de hacerlo. Camila voltio hacia todos lados buscando a alguna de las chicas sin éxito, camino hacia su casillero escuchando los murmullos de los estudiantes en el pasillo.
—¿Fuiste a la fiesta ayer?—Le preguntaba un chico a otro.
—No, no pude ir, mis padres tenían una reunión de negocios.
—¡Fue una de las mejores fiestas que Taylor Swift pudo haber hecho!—Un escalofrío recorrió la espalda de Camila al escuchar ese nombre.
«Claro, ayer fue la famosa fiesta» pensó Camila mientras abría el casillero.
—¿Hoy faltaremos a la clase?—Camila escondió su cabeza al escuchar esa voz.
—No, hoy no Luis—le contestó Austin.
Por suerte de Camila ellos pasaron de ella sin percatarse de su presencia.
«Claro, escóndete como una cobarde»
«Cállate»
«Y volvemos al tonto juego del cállate»
«Hablo enserio, cállate»
«No puedes callarme no es así de fácil»
«Tienes razón sino ya lo hubiera hecho hace mucho tiempo»
«Jajajaja»
Camila cerró los ojos sintiendo como su espalda sudaba, siempre le pasaba cuando su conciencia le hablaba, ¿si era su conciencia no?