Odio Fingido ©

By AndreaSmithh

6.2M 115K 37.9K

¿Qué sucede cuando te toca vivir con tu ex novio? Los dos siguen enamorados. Ambos piensan que el otro ya le... More

Sinopsis
Capítulo 1
Capítulo 2. Nate
Capítulo 3. Amanda (+ AVISO)
Capítulo 4. Notas
Capítulo 5. Nate
Capítulo 6. Amanda
Capítulo 8. Amanda
Capítulo Extra 1

Capítulo 7. Nate

145K 11.7K 4.7K
By AndreaSmithh

—Amanda —susurré tras varios segundos de silencio en los que no dejamos de mirarnos.

Era lo único que podía hacer. Que podía decir. Porque sentía que apenas conseguía respirar. Todo se había paralizado a mi alrededor. Tres años.

Tres años que pasaron veloces por mi memoria.

Tres años sin vernos.

Tres años lejos de ella.

Los ojos de Amanda estaban abiertos al completo, mostrándome un iris verdoso en el que tiempo atrás me había perdido completamente. Sus labios se habían separado. Eran pequeños, pero todavía podía recordar el suave tacto cuando los besaba.

—Nate —susurró.

Su voz se perdió en las tinieblas de la noche, como si no pudiera encontrar la forma de continuar hablando.

Yo tampoco lo hacía. Y, si era sincero conmigo mismo, de pronto también me estaba costando respirar.

—¿Qué cojones pasa aquí?

La voz de Levi me obligó a apartar los ojos de Amanda, aunque me costó muchísimo. A su lado apareció él, frotándose los ojos. Con un bostezo, pasó un brazo por encima de los hombros de la chica, que todavía no había dejado de mirarme.

Entonces me fijé mejor en ella. Estaba usando una camiseta negra y larga que le llegaba por las rodillas, dejando un par de piernas delgadas asomando. Una camiseta de chico.

Una camiseta de Levi.

Porque Amanda no solo era mi nueva compañera de piso según lo acordado... También era la novia de Levi.

—¡Joder, tío! —Exclamó mi compañero de piso, apartándose de ella y mirando directamente hacia el suelo—. ¿Qué ha pasado?

Seguí la dirección de sus ojos hasta encontrar con unos cuantos cristales rodeados de un gran charco de agua. De hecho, mis pies se encontraban dentro del charco, pero hasta ese momento ni siquiera me había dado cuenta de la humedad.

—Ahora lo recojo —murmuré, aunque no me moví.

Mi voz había salido rasposa, silenciosa, como si se hubiese dormido y no quisiese despertar.

—Amanda, quédate aquí, no te muevas —comenzó a decir Levi aceleradamente, más despierto que ninguno de nosotros—. Solo faltaba que te cortases, ¡que vas descalza!

Las manos de Levi se posaron en su cadera para echarla atrás, en un gesto demasiado familiar, demasiado cómodo, demasiado...

Amanda ni siquiera hizo el amago de apartarle. Se movió al mismo ritmo que él, con confianza extrema, y después Levi se alejó veloz como un rayo en dirección al baño.

Mis ojos lo abandonaron en busca de esos verdes que hacía tiempo, tres años, que no veía. Porque estaba seguro de que todo esto tenía que ser una mera ilusión.

Levi regresó con una escoba del baño.

—A ver, quita de ahí que voy a barrer esto.

Me aparté mientras quitaba los cristales del suelo rápidamente, arrastrando el agua con ellos.

Simplemente, sentí como si mi cuerpo no quisiera responderme. Estaba dormido, tenía que ser eso. Porque Amanda, ella...

Ella...

La voz de Levi dio peso a mis pensamientos cuando dijo:

—Vuelve a la cama, Amandita, que ahora voy yo.

"Amandita".

"Vuelve a la cama".

Su cama.

Nuestros ojos seguían conectados, y sus labios se volvieron abrir, como si fuese a decir algo, pero... Nada. Se cerraron, y ella regresó dentro de la habitación. Su melena rubia rojiza se perdió cuando la puerta se interpuso entre nosotros, pero el recuerdo de haberla vuelto a ver continuó grabado en mis ojos. Y en mi corazón, que latía revolucionado.

—Esto ya está —bufó Levi, dejando a un lado la escoba y un pequeño montón de cristales húmedos—. Estoy muerto, me las piro.

Asentí, sin saber muy bien qué más hacer.

Levi entró en la habitación. La habitación donde también estaba ella, Amanda. Porque ahora eran pareja.

Ella tenía nuevo novio.

Porque Amanda me había olvidado.

*****

Estaba en el salón, con un vaso de zumo y un poco de resaca, repasando las notas de la última clase, cuando Levi salió de su habitación.

No habíamos hablado desde la noche anterior. Tampoco lo había visto, ni a Amanda. Ambos regresaron a la habitación y me quedé plantado como un idiota en el rellano lo que parecieron horas.

Ver a Amanda de nuevo... No podía dormir, ni hacer otra cosa que pensar en ella. Por eso estaba intentando centrarme en los apuntes, aunque era imposible.

—Mierda, Nathaniel, ¿cuánto bebiste para tirar un vaso de cristal?

Apreté los labios. No sabía si ella le había dicho que nos conocimos, que fuimos pareja... Y tampoco donde estaba en aquel momento, porque en el piso estaba seguro que no.

Cuando no contesté, suspiró y se dejó caer a mi lado.

—Oye, perdona por no hacer ayer una presentación como está dictado, pero con el suelo lleno de cristales, y habiéndome despertado bruscamente... Joder, no estaba para presentaros y...

—Tiene que irse —le interrumpí, y volví el rostro hacia él—. No pude quedarse, Levi.

Me observó con los ojos abiertos por la sorpresa. Era más que obvio que Amanda no le había dicho nada sobre nuestro pasado juntos, y yo tampoco pensaba hacerlo. Ahora era su novia.

Joder, esas palabras dolían hasta de pensarlas.

—¿Qué? Pero si dijiste que...

—Sé lo que dije y... Lo retiro, ¿vale?

Su ceño se frunció, pasando de la sorpresa al enfado.

—¿Por qué? ¿Es porque no recogió los cristales? Iba descalza y...

—No es por eso.

—¿Entonces? ¿Por comerte los cereales? ¿Por tirar la carne? ¿Por planchar tu ropa interior?

Hombre, visto así, la verdad es que podría tener excusas para no quererla en el piso... Pero no, porque aún sabiendo todo eso no le negué a Levi que Amanda se quedase. No lo hice, porque en aquel momento no sabía que su novia era mi ex novia.

Porque no sabía que la chica de la que todavía sigo enamorado, era la novia de mi compañero de piso. Y también mi nueva compañera de piso.

Mierda, no estaba preparado para enfrentarme a aquella situación. Amanda me había olvidado, pero yo a ella no...

—Dale una oportunidad —pidió Levi de pronto.

Me volví hacia él, y sus ojos me mostraron una expresión seria que nunca antes había podido captar. Ese no era el Levi que se traía una chica cada noche, ni el Levi que solo bromeaba y no se tomaba nada en serio, ni siquiera su vida.

Ahí, Levi me estaba pidiendo un favor de verdad.

—Una semana al menos —insistió cuando no dije nada—. Hasta que pueda encontrar un lugar donde quedarse.

—¿No tiene donde ir?

—La echaron de su piso y... Mierda, no puedo contarte su vida porque es suya, no mía, pero sí que lo está pasando mal. No puedo dejarla en la estacada, en la calle, no...

Dejé de escuchar unos segundos, porque me daba dolor de cabeza.

Sin embargo, unas palabras de Levi sí consiguieron adherirse, y eran que si echaba a Amanda de casa, no tendría donde ir. Si la echaba... La estaría abandonando de nuevo, como aquella vez tres años atrás, cuando dejé que ella me dejase y me fui a Barcelona, a vivir mi vida. Cuando yo tampoco luché.

Como estos tres años sin intentar volver a contactar con ella.

Como estos tres años intentando olvidarla sin conseguirlo.

—No quiero que esté sola, por favor...

Lo miré. Había verdadera preocupación en sus ojos.

Y decía que Amanda lo estaba pasando mal.

—Está bien —dije después de unos segundos que se me hicieron eternos—. Una semana.

¡Feliz sábado personitas preciosas!

Aquí sigo, ¡en Londres! Estoy intentando retomar el hábito de subir cada sábado, así que por favor, el del que viene, ¡que no se me olvide! Además después de publicar este capítulo voy a escribir más... ¿Qué pasará?

¿Qué os gustaría que sucediese?

Nos vemos pronto, ¡con más de Amanda y Nate!

Un abrazo enorme y con sabor a helado,

Andrea.

PD. Twitter e instagram: "andrealetitbe"

PD2. Estad atentos a las redes sociales porque esta semana avisaré de una cosita MUY emocionante para mí.

Continue Reading

You'll Also Like

7.8K 583 22
Harry es un chico de 17 años que cursa su último año, todo va bien hasta que conoce a Valery, Harry cae perdidamente enamorado de ella, de su nombre...
117K 12.1K 44
Michelle Wallas es una estudiosa chica que cursa su último año escolar. Desde pequeña sueña con ser la alumna destacada de la clase, pero el puesto q...
470K 56.3K 73
Meredith desde que tiene uso de razón, conoce la existencia de Darek Steiner, aunque ha estipulado una regla bien marcada en su vida: NO ACERCARSE A...
611 64 30
Erea está harta de que su padre le prohíba visitar su pueblo natal, así que un día de agosto coge un tren y se planta en Caterald sin previo aviso. L...