Algún día del 2.160:
Sakura:
Tras la impactante revelación de nuestro desquiciante futuro Kona nos ordenó ir a "descansar", ya al día siguiente hablaríamos sobre su plan para revertir la nefasta equivocación de nuestra generación. Podía apostar mi vida a que los 4 estábamos completamente de acuerdo, tal vez no tenemos tantas motivaciones como ella al no haber vivido el incidente en carne propia, sin embargo con lo que habíamos presenciado...teníamos suficiente.
-Konohamaru... ¿Estás dormido...?
El lugar era bastante reducido, cabíamos todos cómodamente en el suelo pero si deseabas contar un secreto este no era el sitio para ello. Mi novio pegado a mi espalda rodeándome posesivamente con sus brazos, podía sentir su pausada respiración en mi nuca lo cual me daba entender estaba profundamente dormido, yo por mi parte me encontraba entre ambos mundos, al menos hasta escuchar la tímida voz de la chica a centímetros de mí, recostada de lado dándome la espalda a mí y el rostro a su compañero.
-Casi... –soltó con aquel tono soñoliento de cuando te ves obligado a patear las palabras fuera de tus labios.
-Ah...lo siento.
Nos envolvió el silencio una vez más por largo tiempo hasta ser irrumpido de nuevo por un pesado suspiro de resignación.
-¿Qué ocurre?
Ahí iban de nuevo, de enemigos a...amigos incompatibles, siempre allí cuando el otro estaba mal.
-Estamos...muy lejos de casa.
Instintivamente me arrime hacía Sasuke acurrucándome más entre sus brazos... Mi familia...mis amigos...mi hija... Solo al escuchar sus palabras note que compartíamos el mismo sentimiento.
-Sí... –y al parecer Konohamaru también...
-En un horrible futuro donde no hay tecnología...Konohamaru... ¿Cómo...regresaremos?
Queriendo evitar justo ese pánico me esforcé por hacerle creer a mi mente que Kona y Saki nos ayudarían a volver con tal de cambiar esto...tenía que guardar esa esperanza o terminaría cayendo en una pequeña crisis similar o peor a la de Hanabi.
-No te preocupes...papá debe estar como loco buscando una forma de venir o llevarnos de vuelta.
No era mala idea confiar también en esa teoría...entre más mejor. Mi familia...la de Sasuke, todos nuestros seres queridos ¿Sabrían ya sobre esto...? ¿Cómo habrán reaccionado...? Espero alguien tenga la suficiente cabeza para tranquilizarlos haciéndoles entender que alterándose no conseguirán nada... Vaya hipócrita, que fácil es aconsejarlo cuando no lo vives...
-Pero...viste lo que tardó en dar resultados la máquina... –su voz, antes temblorosa ahora sonaba mas bien...quebradiza.
-Ahora funciona, es lo que importa...él lograra encenderla de nuevo y venir por nosotros.
La firmeza en su voz era bastante singular, sonaba a que trataba de convencer a su amiga tanto como a él mismo.
-Tardara...
-Quizás.
-Konohamaru...yo...
Ahogada en sollozos no pudo terminar, su cuerpecito tembloroso se encogió más todavía, sabía bien lo que era sentirse perdida...que el miedo te consumiese lentamente y también sabía lo mucho que uno anhelaba un abrazo en esos momentos...pero en su caso no podía asegurar que Konohamaru se animara a hacerlo.
-No tengas miedo...no estás sola, aquí estoy contigo...hasta que papá venga por nosotros estaré siempre a tu lado...
Bendita equivocación, el chico no lo pensó mucho antes de envolver a Hanabi entre sus brazos acunándola en su pecho brindándole el calor y apoyo que tanto le hacía falta. A medias pude ver como una de sus manos se aferraba celosamente a la camisa de su amigo.
-Tranquila...duerme un poco...anda.
De manera dulce y paciente susurro aquellas palabras mientras acariciaba la espalda de ella entre sus brazos. Sinceramente nunca comprendí que les hacía detestarse tanto pero esta noche tal vez...aquel muro se hizo un poco más pequeño.
Día 2 en 2.160:
El cuerpo humano posee un "reloj interno" cuya función básicamente es, darte sueño, hambre y despertarte...sin embargo en un lugar como este supongo...no funciona. No había rayos de sol que acariciasen mis parpados ni sonido alguno que avisara la llegada inminente de la mañana, simplemente estaban las 2 chicas quienes de alguna forma conocían como funcionaban los días aquí.
-Hey...levántense –el pie de Kona pateando ligeramente mi pierna. – Vamos...arriba.
Sasuke, quien era difícil de despertar por las mañanas, restregó su cara contra mi cabello mientras gruñía acurrucándose más.
-Me darán diabetes... ¡Despierten!
Hay formas de acelerar el proceso y entre todas...esa era la peor.
-¿Por qué tanto escándalo? –escupió Konohamaru molesto con una adorable Hanabi removiéndose incomoda entre sus brazos, reacia a levantarse.
-Porque es tarde, arriba, Saki está haciendo comida.
-Kona...no seas tan ruda.
La otra joven, tal vez 3 o 4 años mayor que su compañera, apareció con una especie de...caja grande echando humito.
-No estamos acostumbradas a tener visitas y...tampoco es que haya mucha comida así que es poco lo que podemos ofrecerles, lo siento.
Esta chica lucía mucho más amable que su amiga pero también mucho más...apagada y triste.
-No se preocupen...
Nos sentamos los 6 en círculo con el paquete en medio, en su interior habían...pequeños óvalos deformes color grisáceo ¿Era esto realmente comestible? Kona tomo dos entregándole uno a Saki dispuestas a comer, la expresión en el único rostro a la vista era de resignación absoluta, estaba claro que si se trataba de comida más no de algo que se disfrutase.
-Bien, regresemos a nuestra conversación de ayer, si ustedes pudieron venir al futuro nosotros podemos ir al pasado, la complicación está en...conseguir la máquina.
Junto a sus palabras un viejo pensamiento afloro en mi mente, la incógnita sobre la ciencia y su ausencia.
-Eso quería preguntarte ayer am...no sé si son cosas mías pero la ciencia parece ilegal aquí.
Bajo la mirada con el ceño fruncido pero en sus ojos no había solamente rabia sino también dolor.
-Lo es –murmuro sin ánimos.
-¿Cómo? ¿Por qué? –soltamos al unísono desbordando por cada poro nuestro impacto.
Saki bajo su comida paulatinamente mientras la apretaba entre sus dedos, la expresión en el rostro de Kona se agravó... Al contarnos la historia del por qué el mundo se volvió lo que era nunca lució tan...desquiciada como ahora.
-Luego del desastre y los intentos fallidos por remendar el error la humanidad cayó en una especie de...histeria colectiva y...am...digamos que le agarraron rabia a la ciencia, por lo que se decidió prohibir su práctica...por ende los laboratorios fueron cerrados y...bueno...eso.
Cada palabra se oyó forzada, como si tuviese que amenazar a sus cuerdas vocales para respondernos y aun así falto información, había algo detrás de ese corto y vacío relato que atormentaba enormemente a ambas jóvenes pero no quisimos remover recuerdos indeseados, ya bastante tenían con haberlos vivido en su momento.
-Entiendo...bueno entonces... ¿Tienen algún plan para conseguir una máquina del tiempo?- Inquirió Hanabi buscando espantar la pésima atmosfera recién formada.
-Hemos escuchado que existe un laboratorio habilitado a las afueras de este pueblo...si tan solo pudiésemos entrar... –la piel de mi frente se arrugó, no tenía sentido lo que escuchaba.
-Pero dijiste que la cien...
-Sí pero el ser humano es raro y aun cuando prohíbe algo siempre deja un mínimo a disposición.
No pude refutar, tenía completa razón.
-¿Cómo sabes que habrá una ahí? –la pregunta de Sasuke flotaba silenciosa en mi mente.
-Bueno...son las únicas instalaciones activas que conozco, así sea desactivada si queda una estará allí.
Su plan se estaba tejiendo sobre una...esperanza, en este mundo ese sentimiento debe escasear... ¿Debería admirar a la chica o catalogarla de infantil? Admiración, en sus opacos ojos no había ni una micro chispa de ingenuidad, ni siquiera alegría podía ver entre ellos.
-El problema esta en que el lugar esta minado de guardias.
Justo allí Ino vino a mi mente...mi mejor amiga nos vendría bastante bien en este momento, ella y su mente mafiosa, estoy segura que sabría cómo ingresar sin problema aun sin conocer del todo las instalaciones. La imponente nave de Feline se dibujó en mi mente y con ella una hilera ligeramente enredada de ideas.
-Oigan... ¿Y las personas que viven en el espacio? Existen, o lo hacían en nuestro tiempo, planetas relativamente habitables y también instalaciones espaciales... ¿Qué sucedió con eso? Ahora que lo pienso...cuando empezaron los desastres ¿Por qué no se fueron allí?
En nuestro tiempo estábamos lo suficientemente avanzados como para sobrevivir lejos de la tierra, sin embargo...por alguna razón la humanidad no lo hizo.
-Pues...asumimos que esa gente sigue viviendo allí, muy cómodamente pero hace ya mucho tiempo que se cortaron las comunicaciones con ellos... Aquella secuela de desastres destruyo las conexiones entre la tierra y el exterior, todo sucedió demasiado deprisa como para huir al espacio, no sabemos más de lo que les hemos dicho al respecto.
La respuesta de Saki no pudo ser mas desalentadora, no obstante mi cerebro asimilo todo aquello de manera extraña...con esta información podía asegurar al menos que Ino, Sai y nuestros demás compañeros de Feline seguramente estarían a salvo, preferí dejar que mi mente continuara con su positivismo...era lo mas sano.
-Entiendo... Bueno, retomando lo del laboratorio... ¿No conocen a nadie dentro? Podría tal vez...ayudar a filtrarnos.
Una opción casi automática que se formó en mi mente tomando de ejemplo a mi mejor amiga. El cuerpo de Saki se tensó ante la sugerencia para casi al instante regresar su vista al suelo, junto a ella lo puños de su amiga estaban tan fuertemente cerrados que sus nudillos se tornaron blancos.
-No...no hay nadie.
Otro misterioso secreto retorciéndose tras su respuesta ¿Cuánto podían esconder un par de chicas? No éramos nadie para interrogarlas.
Un absoluto silencio ayudo a escuchar claramente como alguien o algo se arrastraba por el techo, ambas chicas estaban rígidas escuchando.
-¿Quién...? –murmuro la más joven, evidentemente asustada.
Mi mano aferrada a la de Sasuke y a nuestro lado Konohamaru rodeando a Hanabi en un intento por protegerle.
-Dos opciones...es Hoshi o estamos en serios problemas.
Por primera vez la voz de la mayor, aunque baja, sonó más activa. Kona pasó su vista del techo a nosotros torciendo la boca.
-Con Hoshi también estaríamos en problemas...mierda, ustedes...levántense, síganme rápido.
Con la mano nos hizo seña caminando hacia la puerta del lado izquierdo.
-Entren.
Obedecimos aun cuando el interior del cuarto podía pasar por un contenedor, sin luz o entrada de oxígeno y mucho más estrecho que la "sala de estar". Los 4 arrinconados cerca de la puerta luego que la pelinegra cerrara bruscamente, los nervios comenzaron su gran fiesta dentro de mí produciendo un gélido sudor que baño mi espalda.
-Hoshi.
La dichosa persona que escuchamos mencionar varias veces, eso era bueno ¿no? Era alguien conocido por ellas "...a Hoshi no le gusta que traigas gente a casa..." "Con Hoshi también estaríamos en problemas" De acuerdo...tal vez su aparición no deba aliviarnos.
-Buenos días.
Al oír su voz un extraño cosquilleo se formó en mi estómago, por alguna razón me sonaba conocida pero no como si la hubiese escuchado antes...era una sensación difícil de explicar.
-Tardaste en regresar...
A pesar de estar en un cuarto aparte las voces se escuchaban nítidamente.
-Tuve algunas complicaciones, lo siento ¿Alguna novedad?
-Hoshi...veras hay algo... –comenzó la menor, el carácter fiero y rudo que mantuvo con nosotros se desvaneció con la presencia de la recién llegada.
-¿Qué hiciste Kona? –y por su dura voz podía entender que le tuviese...miedo.
-No hice nada es solo que...bueno... ¿prometes escucharme hasta el final antes de explotar?
Definitivamente esta "Hoshi" debía poseer un pésimo carácter.
-Eso no me suena bien ¿Qué pasó?
-Promételo... –insistió tratando de imponerse un poco.
-Quizás, escúpelo Kona.
-Bueno, es algo...em...Hoshi si hubiésemos encontrado una forma de regresar al pasado...
-¿Fuiste al laboratorio? Maldita sea Kona ¿Cuántas veces debo decirte que no te acerques a ese lugar? Ya hemos hablado al respecto...no se puede devolver el tiempo, lo hecho hecho está, supéralo de una vez...
Recolectando datos, esta chica era la "líder" y Kona era la pequeña revoltosa, aun así me pareció que la forma y el tono que uso para responder fueron muy toscos.
-¿Superarlo? ¿Quieres decir que tengo que resignarme a vivir en esta mierda de mundo?
Me costaba mucho creer que alguien realmente pudiese habituarse a esta...vida, por lo cual la ira creciente de Kona era justificada.
-Exactamente, esto es lo que nos tocó vivir...no podemos hacer nada.
La mayor comenzaba a enojarme ¿Cómo podía darse por vencida tan fácilmente?
-¡Si podemos! Es de lo que quiero hablarte Hoshi, sí se puede viajar en el tiempo ¡Tengo pruebas!
-¿Qué pruebas? –no pareció alegrarle mucho la idea, incluso se oyó más enojada.
-Conocí a unas personas y...
-Te he dicho que no puedes hablar con extraños, hay ratas por todas partes Kona ¿Por qué no lo entiendes? Dime ¿Qué sucedería si nos descubren? ¿Tienes idea del peligro en el que nos pondrías? ¿Acaso olvidaste lo que sucedió la última vez? ¡Deja de ser tan egoísta y perseguir sueños absurdos!
Miedo por los suyos, eso de cierto modo puede explicar su actitud tan a la defensiva e intolerante...en este mundo han debido de vivir muchas cosas que ayudaron a forjar ese terrible carácter.
-¡¿Egoísta?! Creo que no entiendes lo que significa regresar al pasado Hoshi, si logramos cambiar esta desgraciada realidad... ¿Tienes idea de cuan mejor serían nuestras vidas? ¡Yo solo sueño con que seamos felices! ¿Acaso no lo ves? ¡Nuestros padres estarían vivos y con nosotros! ¡¿No quieres volver a verles?! ¡Al menos tú los conociste! ¡Yo ni siquiera sé el nombre de los míos!
Al final la que exploto fue la menor y con gran razón. Hacer que la mente humana acepte una desgracia no es tarea fácil, usualmente por más que se la repitas no podrá creerlo a no ser que la vea o le des detalles...un ejemplo era que aun al ver el exterior me costaba creer que esto fuera real y evitaba imaginar cuanto desfortunio trajo el accidente, sin embargo...al escuchar sus temblorosas palabras mi corazón dio un paso a la aceptación de esta realidad... ¿Cuántas de estas personas habrán quedado sin familia tras el terrible suceso? No... No quiero saber la respuesta, sobre todo porque me hace pensar en algo a lo que llevo huyéndole desde que llegamos... ¿Qué habrá sucedido con...nuestras familias? Mis fuerzas flaquearon al plantearme aquella duda, me acurruque en el costado de Sasuke buscando un refugio que me protegiese de tanta tristeza.
-Kona... –la tenue voz de Hoshi en señal de arrepentimiento.
-¡No! ¡Si me tengo que resignar a esta existencia prefiero que me maten! ¡Me llamas egoísta pero ni siquiera piensas en los demás! ¡Si ese maldito accidente nunca hubiese pasado nuestros padres estarían vivos... Ella no estaría ciega...Rota dejaría de ser un ermitaño depresivo... y... ¡Maldita sea!... ¡HIMAWARI NO NOS HABRÍA ABANDONADO Y SATOSHI NO ESTARÍA MUERTO...!
Con ambas manos amenazando con desmoronarse debido al temblor de mi cuerpo cubrí mi boca ahogando un grito... ¿Había escuchado bien...? Ella, Kona soltó un par de nombres...uno podía ser pura coincidencia pero...dos...sería demasiado... ¿Pertenecían aquellos nombres a nuestros niños? No sabía que creer...no sabía cómo reaccionar...no sabía si quiera que era respirar.
-Kona, detente...no podemos decir nuestros nombre reales...
-¡¿Qué importa?! ¡Ninguno de ellos está ya! ¡Y a este paso nosotras tampoco!
No quería seguir escuchando..."Himawari nos abandonó" "Satoshi está muerto"... No, imposible... No pueden ser nuestros pequeños...no aquella bebé recién nacido cuyos ojos color cielo brillan al ver a Naruto y su sonrisa se contagia al instante... Tampoco aquel mellizo tímido de ojos grandes y llenos de inocencia que siempre quiere cuidar a su hermana y a mi hija... No...esto tiene que ser...debe ser una cruel jugarreta de la vida.
Sasuke:
Respirar ya no era una acción automática en mi cuerpo, tenía que hacerlo yo manualmente. Sakura estaba prácticamente encima mío enterrándose contra mi pecho mientras su cuerpo temblaba... Quería ayudarle, tranquilizarla con alguna palabra o gesto pero mi cuerpo estaba paralizado al escuchar los nombres de "Himawari" y "Satoshi", quise pensar que tal vez serían meras casualidades, sin embargo la reacción de Sakura no estaba ayudando. Una frase divagaba firme entre la tempestad de mi mente "...no podemos decir nuestros nombre reales..." eso quería decir que "Hoshi", "Kona" y "Saki" eran... ¿Seudónimos? En dado caso ¿Quiénes eran en realidad? Y.... ¿Cómo conocerían a los niños...? Mi subconsciente lanzó una respuesta la cual ni quise repetir... Me daba escalofríos nada más pensar que esas 3 podrían ser...conocidas...
-¡Y tú! ¡Te haces la fuerte pero todas sabemos que no es así! ¡También les extraña! Atrévete a decirme que no aun con esas marcas en tus brazos...vamos.
A nadie le gusta saber que alguien a quien conoce sufre y...esas chicas prácticamente estaban restregándonos en el rostro las injusticias y crueldades que la vida arrojo sobre ellas... No, simplemente no podía, no quería si quiera imaginar que aquellas jóvenes victimas de tanto dolor pudiesen ser cercanas nuestras en el pasado...
-Kona...detente de una vez...
La voz de "Hoshi" se escuchaba rota y desafinada dando por hecho que el llanto bañaba su rostro.
-Sabes que tengo razón –acusó severamente la menor del grupo.
-¡Sí demonios sí! ¡Claro que les echo de menos! ¡Por supuesto que quiero cambiar esta mierda y recuperar todo lo que perdimos! ¡Pero...ya lo han intentado Kona...no se puede... ¿Por qué no lo entiendes...? Ustedes son lo único que me queda en este mundo...si algo les sucede yo...yo...
-Hoshi...
Saki, quien se había mantenido a raya hasta el momento susurro tan bajo que pudo confundirse con los sollozos de su amiga.
-Este dolor es justo lo que quiero evitar...Hoshi, confía en mí...está vez no es una falsa alarma...estas personas realmente han venido del pasado...velo por ti misma...
Lentamente le escuche acercarse hasta la puerta, me aferré más al cuerpo aún tiritante de Sakura mientras intentaba girarme un poco como un acto reflejo para protegerle.
-¿Cómo...? Kona...no fuiste capaz de...
La barrera entre nosotros desapareció permitiéndonos finalmente hacer contacto visual con "Hoshi"...
Arrodillada en el suelo, una chica de piel blanca como la nieve, los ojos negros cual noche sin luna... y el cabello azabache... No importaba si estaba delgada y maltratada por la vida...por donde la mirase algo me sonaba familiar ¿Por qué...?
Aquel par de orbitas oscuras se hicieron más grandes al vernos, podía asegurar que su respiración se había detenido, igual que la mía y la de mi novia quien volteo a verle al desaparecer la puerta. No sabría explicarlo, simplemente tenerla frente a nosotros movía algo en mi interior.
-Ellos son de quienes te hable...mírales, son del pasado
-Lo son... –susurro en un hilo de voz.
-¿Hoshi?
Sus apagados ojos se humedecieron dejando caer gruesas gotas por sus mejillas, le costaba respirar con normalidad... De repente su organismo pareció detenerse llevándola a un abrupto colapso.
-¡Hoshi! –gritaron al unísono ambas chicas acercándose rápidamente a ella para auxiliarla.
-Hoshi ¿Qué tienes? Eh...despierta vamos... ¡Hoshi!
De nuestro lado salió una Hanabi a gatas aproximándose a las alteradas chicas arrodillándose junto a ellas.
-Si pasan algo de fuerte olor por su nariz tal vez le ayude a despertar.
Konohamaru tardó como mucho 3 segundos en seguirle mientras nosotros utilizando cada neurona del cerebro intentábamos organizar nuestras emociones incapacitándonos de realizar cualquier otra acción.
-Olor fuerte...olor fuerte...fuerte... ¡Ah! Kona ve por la botellita verde que tiene Hoshi en la habitación –la denominada Saki palmeo la pierna de su amiga sin mover la cabeza, desde que llegamos su forma comportarse me grita que algo oculta esa larga y desaliñada pollina.
-¡Cierto! –la menor corrió a la puerta justo al lado de nosotros desapareciendo en su interior.
-¿Botellita verde? –inquirió Hanabi inclinando la cabeza.
-Sí, no sabemos que es pero huele al infierno mismo.
-Aquí está, diablos como apesta.
Arrugue la nariz al sentir el hedor pasar cerca. El aroma me era familiar pero mi mente estaba muy aturdida como para analizar algo más.
La joven Saki tanteo el rostro de Hoshi antes de inclinarse sobre la misma con el frasco, los ojos de Hanabi y Konohamaru se abrieron a tope echándose hacia atrás ante la desconocida vista de la que eran espectadores.
-¿Q...qué te...sucedió?
Finalmente Sakura se movió permitiéndome a mí hacer lo mismo, ambos nos arrastramos hasta nuestros amigos quienes apenas lograron articular la pregunta.
-Un accidente hace mucho tiempo, no quiero hablar de eso.
Me incline para ver que les tenía tan impactados atragantándome con el aire cuando descubrí que oscuro secreto guardaba el flequillo... Sus ojos...ni siquiera parecían humanos, eran completamente negros... La piel de alrededor tenía arañazos de formas irregulares color morado, teniendo como punto de inicio el par de aterradoras esferas negras y de los lagrimales bajaban un par de marcas rojas hasta la mitad del rostro.
-Hoshi, despertaste.
Incluso antes de abrir sus ojos comenzó a hacer muecas por el olor.
-Como no...aparta eso de mi cara...
-¿Qué pasó? ¿Por qué te desmallaste?
Pestañeo un par de veces, volteo a vernos conteniendo el aire un momento... ¿Por qué reacciona de esa forma? ¿Y por qué cada vez que me mira el estómago me da un vuelco?
-Kona... ¿Dónde les encontraste?
-Iban caminando por el pueblo preguntando por un laboratorio.
-¿Cómo llegaron aquí?
No nos miraba, buscaba evitarnos a toda costa.
-Un accidente, la máquina de Saiki-san se activó y nos absorbió –la joven Hanabi se adelantó a las 2 chicas, pero aun así Hoshi no volteo a verle.
-No tiene sentido...
Su mano derecha cubrió sus ojos con algunos mechones enredándose entre sus dedos, escuchaba como le costaba un poco respirar.
-Tú...tú antes mencionaste a 2 personas...
Mi novia se acercó gateando hasta Kona tomándola ligeramente por los hombros... El rostro desfigurado por la dolorosa incertidumbre y el temor a lo que nuestra imaginación estaba construyendo.
-¿Ah?
-Himawari y Satoshi...ustedes ¿realmente les conocen?
La respuesta a esa pregunta...me daba miedo, si de verdad les conocían en algún momento terminaríamos escuchando sus historias y eso sería... Esta condenada realidad tocándonos la puerta, sin mencionar que cabe la posibilidad que estas 3 chicas estén de alguna forma relacionadas con nuestro presente.
-¿Importa?...espera, Hoshi...no me estás gritando ni sacándolos a patadas ¿Por qué?
Sin descubrirse la cara suspiro lentamente como si tratase de recuperarse de algún daño.
-Porque...tienes razón...
-Pues cla...un momento ¿Qué? ¿Me estás diciendo que me crees? –simplemente asintió.
-¿Así sin más? No...tú no eres así, eres el ser más desconfiado que conozco... ¿Qué no me estás diciendo Hoshi? –otro suspiro, esta vez más prolongado seguido por la acción de apartar su mano dirigiendo sus ojos directamente hacia Kona sin desviarlos ni un segundo.
-¿No te parece raro que haya preguntado por Himawari y Satoshi?
En su frente se dibujaron líneas de confusión encaminando su mirada de vuelta a Sakura examinándolo minuciosamente.
-Ahora que lo mencionas... ¿Les conocen?
-Sí... –susurro ella apenas audible, el shock le trancaba las cuerdas vocales...
Al menos ella podía hablar, yo no sabía ni cómo usar mis labios y el par junto a mí se hundía en desorientación absoluta. Kona se quedó estática, no dijo más, su mente maquinando, rebuscando alguna respuesta a su pregunta secreta... Por el contrario Saki pareció sufrir un corrientazo girando repentinamente el rostro hacia mí, la persona más cercana a ella. Lentamente sus manos buscaron mi cara, acariciándola, dibujando un boceto en su mente.
-No puede ser... ¿T...tío Sasuke...?
Mi alma se congelo instantáneamente "tío Sasuke"... En el mundo solo existe una niña que podría llamarme así...con cuidado aparte su pollina ignorando los restos del accidente para detallar sus rasgos.
-¿Shi... Shiori?
Mi mente trajo una tierna imagen de la pequeña con sus 2 años... Este recuerdo se quebró cual espejo ante la nueva melliza que tenía enfrente...dolió ver en lo que la vida la transformo...
-¿Eh? ¿Cómo conoces su nombre Saki? ¿Por qué sabe él quién eres?
-Porque él es mi tío...es...
Sus ojos no expresaban más que la nada, sin embargo...su voz salía tan frágil y quebradiza. No muy seguro de como volteo hacia la aparentemente líder de las 3 quien al chocar con la expresión de su amiga algún pensamiento aterrador se materializo en su mente, vi sus intenciones...quiso detener la fila de palabras que se formaban en la garganta de Shiori pero...no pudo.
-El padre de Hoshi...
Repase la frase repetidas veces en mi mente sin terminar de asimilarla completamente. Lentamente gire mi rostro hacia ella... Al igual que con la melliza la detalle minuciosamente...el parecido con Sakura termino clavando una daga en mi corazón... El recuerdo de mi pequeña y adorable hija que me había ayudado a mantenerme firme...ahora...simplemente no estaba... Esto no podía ser cierto... El destino no pudo ser tan cruel...estaba prácticamente desnutrida...sucia...sus ojos siempre brillosos ya no tenían vida... Eran un agujero negro hacía el averno...
-¿S...Sa... Sarada?
Mi pareja se arrastró hasta ella a duras penas con los ojos rojos por el llanto...la palabra "dolor" no era suficiente para englobar los sentimientos que desbordaba su mirada y probablemente la mía... Un padre busca en lo imposible para que su hijo viva feliz, Sakura y yo hemos trabajado duro para mantener a nuestra bebé deslizándose sobre un arcoíris... No han creado palabras para explicar el sentimiento ver como el universo pisoteo tus deseos y le desquicio la vida a aquello que tu corazón más ama...
-¿Sara...da...? –murmure vacilante...lleno de incredulidad...y absoluta negación.
-No me llamen así... La niña con ese nombre murió hace años –habló, con voz severa y fría alejándose de Sakura y de mí.
-¿Cómo es posible...? –mi voz apenas logro salir y ser escuchada, en parte gracias a lo pequeño del lugar.