JI AH
Llegué a mi asiento sin ganas. Cerré los ojos y me tapé la boca al bostezar. Soy consciente de que parezco un maldito zombie. De hecho no es uno de mis mejores días, es peor que eso.
De repente alguien se sentó a mi lado.
—Pareces un zombie, gatita —dijo riéndose. Quién más iba llamarme gatita sino el cerdo de Ji Min. No le hice caso, porque me siento muy cansada.
—¿No te pesa gatita?
—¿Eh? —dije mirándole. Ji Min me tocó debajo de los ojos.
—Llevas mucha bolsa —dijo riéndose.
—Eres un cerdo —dije y suspiró.
—Y tu regreso es patético. ¿Estás bien? —dijo Ji Min, por un segundo sonó realmente preocupado. Mentalmente agité la cabeza diciéndome a mi misma que él solo está curioso.
—Estás muy pálida. ¿Es que no te da de comer tu novio?
—Estoy bien Ji Min. Déjame en paz —dije y bostecé de nuevo.
—¿Por qué parece que tienes tanto sueño? —preguntó mientras me miraba.
—Viendo series —contesté y él agitó la cabeza.
—¿Cuándo aprenderás, mi querida gatita? Yo sé cuando mientes. Soy tu detector personal de mentiras, ¿recuerdas? —dijo y gruñí. Quiero que me deje en paz para que pueda descansar aunque sea un poco.
Tae Hyung estaba convenciéndome de que no fuera a clase cuando me vio muy cansada y con mucho sueño pero insistí. Se molestó conmigo pero al final no pudo hacer nada.
—¿Quieres ir a la clínica? —preguntó.
—No.
—¿Entonces quieres dormir? —preguntó de nuevo. Fruncí el ceño y asentí.
—Sí —contesté. De ahí empecé a imaginarme una cama grande. Como el que está en apartamento de Tae. Poner el aire acondicionado a tope y tumbarme. Era un sueño maravilloso hasta que Ji Min lo arruinó cuando me jaló de mi silla.
Abrí los ojos y miré hacia nuestros compañeros de clase que nos estaban mirando. ¿Quién no iba a mirar? Ji Min les está dando un buen espectáculo y algo del que hablar.
—¿Qué estás haciendo? —murmuré. Jung Kook nos estaba mirando y parece estar molesto.
—Dijiste que querías dormir, ¿no? —dijo y asentí.
—Es otra forma de decir "déjame en paz".
—Simplemente estoy concediendo tu deseo. Vamos.
—Pero tenemos clase.
—Me da igual. Vamos —dijo Ji Min cogiendo mi mochila. Después me jaló para salir de clase.
Ji Min seguía agarrando mi mano fuera de la clase. Si al él no le importa lo que vayan a decir las personas que nos están mirando, a mí sí. Me está poniendo incómoda.
—Ji Min, nos están mirando —musité.
—Bien. Ese es el plan —dijo. ¿Plan?
—Pensaran que estamos juntos —dije.
—¿Estamos juntos? —preguntó arqueando la ceja y me callé. No hay nada entre nosotros y es imposible que haya. La razón por el que estamos literalmente juntos es porque le pedí un favor y ahora me está ayudando.
—No —contesté.
—Pues ya está. Deja que concluyan por su cuenta. Ellos removerán los rumores y todo seguirá su camino. Solo tienes que prepararte, tarde o temprano todo se pondrá feo.
—¿No estás preocupado?
—¿De qué?
—De lo que dirán de ti.
—¿Por qué debería? ¿Acaso me seré más guapo si les hago caso? —dijo con una sonrisa ladina. Pestañeé unas cuantas veces porque de verdad tengo sueño pero le sonreí.
Ji Min es realmente algo. Al principio crees conocerle, pero en el próximo segundo te demostrará que te equivocas. Cuando tengas una opinión nueva de él, hará algo de nuevo solo para oponerse a todo lo que has pensado de él.
Él es incontrolable e imprescindible. Esas palabras le encaja.
Él es libre, despreocupado y valiente. Tres cosas que desearía tener en mí.
—¿Dónde me llevas?
—En algún lugar donde puedas dormir.
—¿Parque de enamorados? —pregunté y él solo sonrió.
Aunque no me haya contestado sé que vamos allí. Conozco el camino y es el único lugar sonde le gusta ir Ji Min.
Me llevó a una parte aislada del parque. Ji Min se sentó y me quedé de pie.
—Túmbate —ordenó.
—No voy a dormir aquí —balbuceé.
—No seas cobarde —dijo y le di una mala mirada.
—No uses ese término de nuevo —dije. Ji Min se rió antes de jalarme del brazo y hacerme sentar a su lado. Me empujó un poco y luego hizo que me tumbara, apoyando mi cabeza sobre su regazo.
—No voy a-
Iba a levantarme pero Ji Min me agarró del brazo para que no pudiera levantarme.
—Duerme, gatita. No voy a hacer nada.
—Pero- —dije y me dio una mirada significativa. Solté un suspiró y me solo relajé mi cuerpo.
—No puedo creer que esté saltando clases otra vez —dije.
—¿Eso le molesta a la chica buena que hay en ti? —preguntó sonriendo.
—Nope. No me siento buena en este momento —contesté. Vi como sonrió antes de que cerrara los ojos.
—Buena está sobrevalorada —dijo. Ji Min empezó a acariciarme por el cabello. Por un segundo me sorprendí pero al final me acostumbré. De hecho me gusta.
El lugar está muy tranquilo y Ji Min no hablaba. Él seguía acariciándome, me siento contenta y eso me molesta. No me gusta sentirme así con Ji Min. Prefiero pelear con él que sentirme cómoda con él. Quiero pelear con él pero ahora mismo no tengo fuerzas para hacerlo.
—Me siento muy cansada —dije sin abrir los ojos.
—¿Qué hiciste ayer por la noche, gatita? —preguntó y solté un suspiro. Cerré la boca porque no quiero decírselo. Si se lo digo seguro que va a preguntar. No quiero que sepa sobre ello.
Desastre. Eso es lo que pasará si alguien se entera de la verdad.
—Tae Hyung y yo nos peleamos la otra noche —bostecé.
—¿Por qué?
—Un amigo de Tae se nos acercó. Dijo que me conocía y habló sin parar de mí estando contigo en la carrera —dije y él se rió.
—Supongo que mentiste —dijo. Abrí los ojos y él me estaba mirando.
—Por supuesto —contesté y él se rió de nuevo. Cerré los ojos de nuevo y regresé a mi intento fallido de quedarme dormida.
—Todavía tienes miedo, ¿verdad? —dijo y mi corazón se quebró por su pregunta. Quería contestarle pero no sabía que decir. ¿Qué le voy a decir, sí tengo miedo? No quiero admitir eso aunque sé que él ya lo sabe.
Soy demasiado cobarde para reconocerlo.
—¿De qué tienes miedo, Ji Ah? —preguntó. Pero aún así no le contesté.
—Te ayudaré, gatita. No sé cómo, pero aún así prometo que te ayudaré —dijo y me sentí aliviada. Hizo que dejará de preocuparme y el dolor que sentía en mi corazón desapareció. Tumbada allí, con mi cabeza apoyada sobre su regazo... me hizo darme cuenta que se añadió algo en la lista de mis cosas del que preocuparme. Tengo miedo de que todo esto estallé en mi cara.
Sentí de nuevo como me acariciaba en la cabeza. Mentalmente me estremecí al escuchar mi corazón palpitar.
Tiene razón. Esto se va a poner muy, muy feo.
Era la hora del almuerzo cuando me desperté. Me dolía el cuello pero valió la pena. Me sentía recargada al despertarme. Me puse roja al darme cuenta de que Ji Min tenía la mano puesta en mi mejilla. Esperaba verle despierto pero estaba dormido.
Si para mí es incómodo dormir en mi posición. Dormir en su posición está más lejos de ser cómodo. Solo está sentado en el banco, me pregunto como puede dormir así.
Me levanté y estiré un poco mi cuello. Escuché mi móvil sonando dentro de mi mochila así que lo cogí antes de que el cerdo se despertara.
Es Ha Na.
—Ey.
—(Ey tú cara. ¿Dónde estás? ¿No íbamos a comer juntas?) —dijo. Estaba tan cansada que me olvidé de que había quedado con ella.
—Mierda, lo siento. Me quedé dormida.
—(¿Dormida? ¿Estás en casa? Llamé a Tae, dijo que viniste a clase. Llevo esperándote un rato aquí en la puerta principal.)
—Sí, pero decidí saltarme las clases. Tenía sueño. Lo siento Ha Na —dije y escuché que soltó un suspiro.
—(¿Vamos a almorzar o no?)
—A-Ah sí. Ahora voy —dije. Colgué y miré a Ji Min. Estaba pensando en despertarle o no. Podría pegarme de repente si le despierto en su sueño.
—Ji Min —dije pegandole suavemente en la mejilla.
—Ji Min —dije de nuevo. Él se despertó y sonreí cuando frunció el ceño. Se ve lindo cuando acaba de despertarse. Enseguida quité la sonrisa de mi cara.
—Es la hora del almuerzo. Tengo que irme —dije y él abrió lentamente sus ojos. Se frotó la cara antes de mirarme. Me puse roja por la mirada que me dio Ji Min. Estaba somnoliento y perezoso pero se veía sexy.
¿Qué demonios estoy diciendo?
—Vale —dijo y cerró los ojos de nuevo.
—¿No vas a comer? —pregunté. Él solo gruñó, lo que significa que no. Esperaba que dijera algo más pero parece que quiere dormir todavía. Hice rodar mis ojos y le dejé solo.
NOTA: ¡Hola! ¿Qué tal? Espero que os haya gustado el capítulo.
¿Qué secreto creéis que guarda Ji Ah?