Los guardianes del Amuleto

By NanaLiteraria

22.7K 4.3K 701

¿Qué pasaría si estuvieras en el lugar equivocado, en el momento equivocado? ¿Podría eso cambiar tu vida para... More

Opiniones de lectores
Los personajes
PRÓLOGO
CAPÍTULO I
CAPÍTULO II
CAPÍTULO III
CAPÍTULO IV
CAPÍTULO V
CAPÍTULO VI
CAPÍTULO VII
CAPÍTULO VIII
CAPÍTULO IX
CAPÍTULO X
CAPÍTULO XI
CAPÍTULO XII
CAPÍTULO XIII
CAPÍTULO XIV
CAPÍTULO XV
CAPÍTULO XVI
CAPÍTULO XVII
CAPÍTULO XVIII
CAPÍTULO XIX
CAPÍTULO XX
CAPÍTULO XXII
CAPÍTULO XXIII
CAPÍTULO XXIV
CAPÍTULO XXV
CAPÍTULO XXVI
CAPÍTULO XXVII
CAPÍTULO XXVIII
CAPÍTULO XXIX
CAPÍTULO XXX
CAPÍTULO XXXI
CAPÍTULO XXXII
CAPÍTULO XXXIII
CAPÍTULO XXXIV
CAPÍTULO XXXV
CAPÍTULO XXXVI
CAPÍTULO XXXVII
CAPÍTULO XXXVIII
CAPÍTULO XXXIX
CAPÍTULO XL
CAPÍTULO XLI
CAPÍTULO XLII
CAPÍTULO XLIII
CAPÍTULO XLIV
CAPÍTULO XLV
CAPÍTULO XLVI
CAPÍTULO XLVII
CAPÍTULO XLIX
CAPÍTULO L
CAPÍTULO LI
CAPÍTULO LII
CAPÍTULO LIII
CAPÍTULO LIV
CAPÍTULO LV
CAPÍTULO LVI
CAPÍTULO LVII

CAPÍTULO XXI

350 81 8
By NanaLiteraria

—¿Estás completamente segura de esto, Naira?- preguntó Pox.

La chica, extrañada porque no solían dirigirse la palabra mientras descansaban en la sala común, levantó la cabeza.

—Claro, ¿por qué no iba a estarlo?

—Es peligroso —dijo, y Naira no podría haber llevado la cuenta de las veces que lo había repetido los últimos días.

La chica suspiró y se acomodó en el sofá, ya que la anterior postura en la que estaba no le permitía verlo con comodidad. Siempre que Pox andaba cerca, adoptaba esa postura. Era menos dolorosa.

—¿No será que eres tú el que no quiere ir? —dijo suavemente— Mira, siento que te hayan obligado a acompañarme, si llego a saberlo...

—No es eso —le cortó él, con la voz tranquila que le caracterizaba.

—¿Entonces?

—Es peligroso —repitió—. Así que tengo que comprobar si estás segura, porque necesitaremos poner ciertas reglas si queremos que salga bien.

—¿Qué quieres decir con "reglas"?

Pox clavó su mirada en la de la chica, y ésta sintió un pequeño escalofrío recorriendo su espina dorsal.

—Me imagino que no pensarías que íbamos a hacerlo sin ningún tipo de previsión, ¿no?

Eso era exactamente lo que Naira pensaba. No obstante...

—No, claro que no... ¿Has pensado en reglas?

—Sí —dijo simplemente.

La chica no vio necesidad de darle pie a decirlas. Por lo que lo conocía, empezaría a hablar en cuanto él lo viera necesario.

No tardó mucho.

—La primera es que somos un equipo. Con esto quiero decir que nos protegeremos pase lo que pase ahí fuera. Debe ser nuestra prioridad.

Naira se sorprendió un poco por la seriedad y la convicción que le estaba aplicando a sus palabras. Tenía el entrecejo tenso, como si tuviera la necesidad de hacérselo comprender.

—Me parece lógico. Yo también pensaba en eso —dijo con la mayor serenidad que pudo.

No era verdad que lo hubiera pensado, pero porque lo daba por sobreentendido. Es decir, ella no dejaría que Pox sufriera daño alguno. Si el chico supiera todo lo que haría por él...

—La segunda es que tienes que tratarme en todo momento como a un prisionero —continuó Pox— No seas indulgente conmigo, que ni se te pase por la cabeza.

Naira parpadeó varias veces, con los labios fruncidos.

¿De dónde habría sacado él la idea de que iba a tratarle bien? Quizá se imaginara algo... pero era imposible, nunca había mostrado ni un resquicio de sus sentimientos, y además a ella misma le había costado reconocerlos...

Sacudió esos pensamientos de su mente y apretó los puños.

—Por supuesto.

—Estaré bien —añadió Pox, como si viese necesario aclararlo.

—Lo sé, claro que lo sé —Frunció el ceño Naira—. ¿Qué insinúas?

Pox ladeó un poco la cabeza, y alzó levemente las cejas.

—No insinúo nada. Sólo me parecía que debías saberlo.

Pox volvió la vista al libro que estaba leyendo. "Plenilunio", de Muñoz Molina, rezaba la portada. Era un libro más reciente de los que el chico solía leer.

—¿Alguna regla más?

—Por ahora no se me ocurre ninguna, ¿y a ti? —dijo sin apartar la vista del libro.

—Pensaré en ello —afirmó con rotundidad, dando por finalizada la conversación.

Se volvió a centrar en mover con la mente y con ayuda de su elemento, el aire, los distintos objetos pequeños que había dispuesto alrededor de la mesa. Era algo que le habían enseñado en la Academia, que mejoraba su concentración y además, la distraía.

La mesita, de madera oscura, hacía que los objetos, tales como un lápiz muy gastado, una peonza pequeñita, un dado blanco... resaltaran aún más. Volaban, giraban y daban círculos por toda la superficie, en un movimiento constante, casi hipnótico.

—Saldrá bien —Le llegó la voz de Pox como en un susurro.

Cuando levantó la mirada hacia él, todos los objetos pararon de golpe y se desperdigaron por la mesa sin ningún tipo de orden.

Pero Pox seguía leyendo.    

Continue Reading

You'll Also Like

10.2K 867 18
No se si salga algo bueno la verdad, esta será la primera vez que vaya a escribir una historia, y tampoco es que yo sea muy especial o que sea el mej...
474K 50.5K 62
Esta es la historia de una mujer que intentaron casar con muchos lords, pero que se enamoró de muchas princesas. ~~~ Monarca es la historia de la pri...
40.8K 6K 31
《 Transmigré a la antigüedad para ganar dinero y criar a mi cachorro 》 Continuación a partir del capítulo 200. Para leer la primera parte, busca la n...
180K 13.1K 49
Días después de su decimoctavo cumpleaños, Aurora Craton siente la atracción de apareamiento mientras trabaja como camarera en una fiesta de los líde...