Era un día como otro cualquiera, al menos para los demás, porque para Brian empezaba uno de los días más difíciles de su vida. Comenzaba primaria y para él era un paso muy grande, ya que se había mudado hacía apenas unas semanas a Barcelona.
Apenas eran las 8 de la mañana y ya estaba preparado para empezar primaria con muchísimas ganas, tenía ganas de hacer muchos amigos nuevos y de llevarse genial con los profesores.
María, la madre de Brian, prepara el almuerzo y se lo guarda en la mochila. Recogen las llaves que deja siempre junto a la mesita de la entrada y se van al colegio.
Mientras están yendo al colegio, Brian le pregunta muchas cosas a su madre, cosas como por ejemplo...
¿Cómo será el nuevo colegio? ¿Voy a hacer amigos nuevos? ¿Voy a aprender cosas nuevas?
La madre responde a todas sus preguntas con un simple
— ¡Claro!
María y Brian, llegan al colegio, a continuación, María dice:
—Brian, haz muchos amigos nuevos. ¿Vale?
—Sí, mamá, añadió Brian.
Mientras Brian camina hacia la puerta del colegio, la madre piensa en todo lo bueno y lo malo que le puede pasar.
Brian grita desde la rampa del colegio:
— ¡Adiós, mamá! — Dijo Brian.
— ¡Adiós, hijo! Añadió la madre de Brian.
Brian era feliz, ya que, por fin, sabía lo que era ser feliz en un lugar donde hay muchos niños y niñas de su misma edad para poder jugar y divertirse cada día, o al menos eso pensaba él.
Era su primer día de clase y se perdió un poco por los pasillos, pero rápidamente encontró su clase y se unió a ella con facilidad, se sentó en la silla y colocó la mochila detrás de ella.
¡Buenos días, profesor!
Se notaba que era el primer día de clase, ya que todos estaban supercontentos de llegar pronto y por fin empezar la clase y conocer a todos sus compañeros.
Me alegra que estéis así de felices, es más, vamos a presentarnos todos. Voy a pasar lista y tendréis que ir levantando la mano y me tenéis que decir que os gustaría ser de mayores.
¿De acuerdo?
- Dijo es profesor.
El tutor, paso lista a toda la clase y muchos querían ser veterinarios, bomberos, policías... e incluso ¡Había un superhéroe!
Brian, quería ser veterinario y explicó el porqué.
Mi nombre es Brian, y quiero ser veterinario para curar a todos los animales que se han hecho daño y darles una vida más fácil y alegre.
— Añadió. —
El profesor estaba superalegre porque veía que sus alumnos eran supersimpáticos en la que todos atendían y ponían mucha atención.
Era una tarde muy prometedora con los alumnos, ya que empezaban a conocerse entre ellos.
Brian conoce a una amiga llamada Laura y la verdad es que ¡se han caído muy bien!
Las clases acaban por hoy y María le espera en unos bancos que tiene frente al colegio.
Brian sale y va hacia los bancos, cuando vea su madre le cuenta lo genial que se lo ha pasado hoy. Los amigos que ha conocido, en especial menciona a Laura.
María, expresaba tal felicidad al saber que su hijo lo estaba pasando tan bien.