—¡Ah, para, que duele!
—Tú eres el que ha querido someterse a esto. Pues ahora coges y apechugas.—respondió Arizona antes de esparcir la cera depilatoria por el pecho de Asensio.—Esto es mil veces mejor que la crema que usáis.
—Permíteme dudarlo.—en ese momento, Arizona tiró de la cera, logrando que un grito bastante notorio se escapase de la garganta del mallorquín.—¡Definitivamente no es mejor!
Pronto se escucharon unos golpes en la puerta, y la morena dejó el palo tras poner más cera en el torso del joven. Se levantó, y al abrir la puerta se encontró con Nacho y con Koke.
—¿Pero qué coño estáis haciendo? ¿Le estás matando acaso?—preguntó Nacho.
—¡Sí!
—¡Te estoy depilando! Eso luego te pones crema hidratante y parece que no ha pasado nada.
—¿Puedo probar?—añadió Koke.
—¿Depilarte o darle el tirón?
—El tirón, obviamente.
—Claro que sí.
—¡No, no puede!—añadió el madridista.
—¡No seas tan quejica! ¡No es para tanto!—protestó la malagueña. Con sus uñas, separó un poco de cera, para que así Resurrección pudiese tirar bien.—Intenta que sea rápido, como lo hagas más lento de la cuenta va a ser peor.
—¿Listo?—dijo Koke mirando a Marco.
—¡No!—no pudo decir mucho más, ya que el jugador del Atlético había quitado la cera que quedaba.—¡Mamón!
Las carcajadas de sus tres acompañantes se hicieron presentes en la habitación.
—Oye, pues renta esto.
—¿Quieres probar tú?—le ofreció Arizona a Nacho, a lo que negó con su cabeza entre risas.
—No me apetece lesionarme accidentalmente en un entrenamiento.
—Dime que has terminado ya, por lo que más quieras.—pidió Asensio.
—Sí, dramático.—la malagueña le lanzó un bote de crema que el chico cogió al vuelo.—En un rato se te bajará un poco la irritación.
—¿Y tú eres capaz de soportar esto?—preguntó Marco mirando a la chica, y asintió sin un ápice de dudas.
—Te acabas acostumbrando. ¿Dónde están los demás?—dijo Arizona mientras recogía las cosas.
—En la playa. De hecho veníamos a decirte que luego vamos a irnos a cenar por ahí. Tenemos mesa en Mar y Sol, y dos coches alquilados. Cada uno de siete plazas.—informó Nacho.—Hemos quedado a las nueve en el vestíbulo.
—¿Hay que arreglarse?
—Obviamente. Aquí se viene a arrasar, como tu la otra noche con Puado.—la chica le lanzó una almohada a Koke, que supo esquivar a la perfección.—¡Mira como no lo niega!
—Lo único que logró esa noche fue calentarme. Ya está.
—Y tú ganaste una apuesta.
—¿Qué...? ¿Cómo sabes tú eso?—preguntó Arizona mirando a Nacho.
—Los rumores vuelan. Demasiado. Además, Pau os escuchó en la discoteca, y la noticia fue rodando por el grupo.
—¿Cuál era el premio de esa apuesta?—quiso curiosear Marco.
—Una tontería, bastante grande de hecho.
—¿Y se puede saber cuál es la tontería esa?—intervino Koke.
—En mi defensa diré que estaba borracha y no era consciente de lo que hacía y decía.
—Hija mía pues poco más y os tenemos que separar en la pista de baile, yo creía que os íbais a liar, pero no, no.
—Esa noche me acosté con Álvaro.—respondió la chica con simpleza.—La noche del cabecero, de hecho.
—Que no quiero detalles, joder.—dijo Asensio.
—El que ganase la apuesta, le debía cuatro besos al otro.
—¿Besos? ¿Dónde?
—¿Dónde piensas tú que es, cazurro?
—¡Ya estamos aquí!—exclamó Kera al entrar en la habitación.—¿Pero qué hacéis aquí?
—Depilando a Marco, os habéis perdido la matanza.—explicó Koke.—Yo he formado parte de ella.
—¿Si o qué? Yo quería hacerlo.—protestó Leire frunciendo el ceño.
—Mejor no. Si Koke y Ari han tirado con ganas, miedo me da saber cómo lo hubieses hecho tú.—respondió Asensio una vez que se puso la camiseta.—Mejor me voy a mi habitación.
—Y nosotros también, que tenemos que arreglarnos.—añadió Nacho.
Las chicas, tras ducharse por turnos, comenzaron a vestirse.
—¿Foto para el postureo?
—Obviamente.
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arizona.alarcon 35 min
💬MENSAJES DIRECTOS
↪ha respondido a tu historia.
PEPAAA Y AGUA PA' LA SECA
TO EL MUNDO EN PASTILLA' EN LA DISCOTECA
OLE MI NIÑA
ES QUE ES UN TEMAZO
Por cierto, diosa griega
Dime, Adonis
JAJAJAJAJAJAJAJA ADORO
Que os estamos esperando, y yo tengo hambre
Ya bajamos, es que la foto postureo no podía faltar
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↪ha respondido a tu historia.
VAIS PRECIOSAS
PERO OS QUIERO YA AQUÍ
YA VAMOS, RELAX
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↪ha respondido a tu historia.
Ojalá esta noche me pidieses uno de esos cuatro besos
(mensaje eliminado)
Que sepas que lo he leído
Y lo tendré en cuenta😉
(• • • • •)
—Because your sex takes me to paradise.—comenzó cantando Kera.
—Yeah your sex takes me to paradise.—continuó Leire.
—And it shows...
—Yeah, yeah, yeah...
—¡Because you make me feel like...—todos se unieron para aquella canción.—I've been locked out of heaven... For too long, for too long!
Estaban gritando, más que otra cosa. Pero lo estaban disfrutando como nunca.
Reventaron a carcajadas cuando terminaron de cantar.
—Bueno Pedri, ¿te ha gustado el concierto?—preguntó Arizona, ya que ella era la que conducía.
—¿Estás de coña? ¡Ha sido la hostia!
—¿Cómo es que te has querido acoplar con nosotros a última hora?—Koke asomó la cabeza desde los dos últimos asientos en la parte de atrás.
—Me estabais dando envidia, la verdad. Y hablé con Eric antes de preguntarle a Ari si podía venir.
—¡Qué mono! Tu te preocupes que a nuestros viajes puede venir el que le apetezca.—añadió Leire.
—Pues a mi me pusiste pegas, mamona.—protestó Saúl, que estaba sentado al lado de Koke.
—Porque me gusta dar por culo, parece mentira que no me conozcas.
—¿Y cómo se os ocurrió venir aquí?—preguntó Pedri de manera curiosa.
—Acabo de volver de Nueva York. La verdad es que no tenía ganas de soportar a mi hermano en Madrid, lo negocié con ellas, pero ciertas personas se nos han acoplado en toda regla.—explicó Arizona.—Porque la idea principal era irnos de fiesta, pero en la península.
—Y me irás a decir que esto no es mejor.—se defendió Marcelo.—¡Que hemos bailado Single Ladies!
—Lo sé, me uní a vosotros esa noche.
—Ojalá haber estado en ese momento, tío.—comentó el más joven antes de reír.
—La verdad es que eso tuvo dos tipos de persona; los que se unieron a nosotros, y los que fingían no conocernos.—añadió Koke.
Tras esa charla, llegaron hacia el restaurante que habían reservado.
—Tú, tengo que hablar contigo.—Arizona se puso delante de Puado para cortar su paso, y este la miró con una ceja alzada.—Antes de cenar, que luego el vino se me sube y no sé lo que digo, aunque no creo que beba mucho esta noche, que tengo que conducir.
—Los sobrios de la noche, nos llaman.
Se alejaron del grupo, hasta que se acercaron un poco al muelle que había delante del local.
—Bien, ¿qué querías decirme?—preguntó el chico antes de cruzar sus brazos. Al hacer ese gesto, las mangas de su camisa subieron un poco más, y Arizona se percató de eso.
—¿Por qué has borrado el mensaje?
—Me arrepentí en el último momento.
—Vaya por dios, y yo que pensaba gastar esta noche el primero.
—¿Lo dices en serio?
—Claro que sí.
—Bueno... Eso aún se puede solucionar.—Javi puso sus manos en la cintura de la chica, y acercó su rostro al de esta. Estaban a punto de unir sus labios, pero ella giró la cara, quedando así el beso en la mejilla.
—Te recuerdo que la ganadora de la apuesta he sido yo.—dijo antes de volver a hacer contacto visual con él.—Si vas a volver a borrar un mensaje, procura que no lo lea antes.—susurró en su oído antes de guiñarle el ojo y separarse de él.