●36●

1.4K 63 51
                                    

 —¿Entonces crees que voy bien?

—Bombón, con todo lo que te pongas vas bien.

—¿Y si me cambio?

—Ari, es el quinto outfit que te pruebas. Y vas preciosa.

—Creo que me voy a poner las botas de tacón, pero los bajos.

—Nena, que Leire va con los tenis. Relájate.

—¿Desde cuándo me llamas nena?—dijo la malagueña antes de reír.

—Desde ahora mismo.

—¿Las Jordan entonces?

—Sí, además, te pegan con la ropa.

—Vale, vale.—la chica llevaba un jersey rojo, remetido en unos jeans negros, acompañado de unas Nike Air Jordan rojas y negras, más conocidas como Chicago.—Estoy cagada.

—No es para tanto. Además, te repito, no vamos a estar solos.

—Y menos mal.

—¿Nos vamos?

—¿Y si nos quedamos viendo una película?

—Te lo compro para después.

—¿Y por qué ahora no?—el catalán ocultó una sonrisa antes de relamer sus labios.

—Porque los dos sabemos que cuando decimos de ver una película, nunca lo hacemos.

—Y te quejarás de los planes, encima.

—No, no, si no me quejo.

—Vale, creo que estoy lista. Y tú... Tú... ¿Tú por qué vas tan guapo?

—Voy normal, creo.—el catalán llevaba un jersey gris de cuello vuelto, unos vaqueros oscuros y unas Adidas All Star.

—En momentos así, pienso que soy la favorita de Dios por tenerte a ti de novio, de verdad.—Javi sonrió, y dejó un beso en los labios de su novia.

—Venga, vamos. Tenemos que recoger a Leire y a Pau.

(•     •     •     •     •)

—¿Sinceramente? No quiero entrar.

—Ya... Yo estoy empezando a pensármelo también.

—Me estáis jodiendo, ¿no?—dijo Arizona.—No llevo media hora con los nervios a flor de piel y medio temblando por conocer a vuestros padres, para que ahora vengáis los dos haciendo un plan de huida.

—A ver, yo la verdad que no me opongo.—añadió Pau.—Pero lleva razón. Y la verdad es que no quiero retrasarlo.

—¿Y si nos compramos algo y nos lo comemos por ahí?—sugirió Leire. Arizona y Pau se miraron entre ellos y salieron del coche.—Ay, no...

—¡Bombón, que acepto la película!

—¿No has dicho que la preferías para después? Pues ahora te jodes.

—¡Arizona!

—Leire, que no. ¿Qué piso es?

—El segundo A, creo.—dijo Pau.

—Pues vamos allá.

—¡No, ni se te ocurra!—intervino la pequeña de los Puado.

—¿Pero por qué? Es que no os entiendo ahora mismo, sinceramente.

Empezaron a medio discutir en la calle los cuatro. Javi y Leire intentaban convencerles de irse a cenar por ahí todos juntos y dejar la reunión con sus padres para otro momento, mientras que Arizona y Pau decían que querían conocer a sus suegros.

4 Besos ||Javi Puado||Where stories live. Discover now