Me perteneces (COMPLETA)

By Joly0711

4.4M 213K 13.5K

Ella....una hermosa chica con un espantoso pasado que busca un nuevo comienzo. Él....el hombre que pondrá el... More

Comienzo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 28 (cont.)
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 32 (cont)
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 36 (cont.)
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Epílogo

Capítulo 41

93.2K 3.4K 573
By Joly0711

POV MYLA

Lunes....

Me despierto sobresaltada. Estaba reviviendo lo que sucedió ayer en la mañana en la cabaña. La forma en que Khris me despertó. Estoy empapada en sudor y mi corazón late a mil por hora. Ha sido un sueño tan vívido. Ayer en la mañana fui despertada de una manera en la que nunca pensé ser despertada. Dormía sobre mi estómago y cuando desperté estaba con las piernas abiertas y la polla de Khris ya se encontraba dentro de mí. No sé cómo diablos lo hizo, pero cuando desperté ya se encontraba empujando dentro de mí. Me tenía acorralada entre sus brazos y me sometía con su cuerpo. Agarraba mi cabello con fuerza con su mano izquierda exponiendo la parte derecha de mi cuello. Me penetraba con delicadeza pero con profundidad. Después de un par de embestidas, se arrodilló en la cama sin perder nuestra conexión. Me agarré de la sábana como si mi vida dependiera de ello. Él puso la palma de su mano en el centro de mi espalda para mantenerme en mi lugar cuando traté de levantarme. Con la otra mano me levantó un poco de la cadera y me dirigía hacia su enorme erección. La sensación era exquisita, pero demasiado para soportar. Le supliqué que se detuviera varias veces pero no lo hizo. No me hacía daño, todo lo contrario, pero no lo podía soportar. Quería llorar del placer tan intenso que sentía. Cuando pensé que ya no podría ser más intenso, se sentó sobre sus piernas, me levantó de la cama, dejándome sentada sobre su polla. Mi espalda contra su pecho. Con una de sus manos me abrazaba por la cintura y con la otra me agarró por la garganta llevando mi cabeza hasta su hombro. Manejaba mi cuerpo como si fuera una muñeca de trapo, subiéndome y bajándome sobre su erección. Poco a poco aumento la presión en su agarre sobre mi garganta, no para asfixiarme, pero si para hacerme saber quién tenía el control en ese momento. Lo miré a los ojos y una sonrisa maquiavélica se formó en su boca. Lo estaba disfrutando, disfrutaba tenerme de esa forma, a su merced, dominada. Debería haber sentido miedo o pánico, pero lo estaba disfrutando también. No podía gritar, gemir ni hablar, no podía respirar bien, todo estaba atrapado en mi garganta por la presión de su mano. Todo eso combinado con el dolor que me producían sus embestidas y la dominación que ejecutaba sobre mi cuerpo me llevaron al orgasmo más intenso que me había podido provocar desde que me poseyó. Cuando nuestros cuerpos comenzaban a sacudirse con el orgasmo mutuo, aflojó el agarre sobre mi garganta para que pudiera respirar. Un grito desgarrador salió por fin de mi garganta y las lágrimas bajaron por mi rostro. Cuando  tuve conocimiento de la realidad nuevamente, me encontraba dentro de la bañera con él. Era algo muy íntimo el que cuidara de mí de esa forma. No se sentía como si sólo fuera sexo con él, era mucho más que eso y me estaba abrumando y confundiendo. Sabía que esto había sido un reverendo y gigantesco error y la enormidad de este error me patearía en el trasero cuando llegaramos a la cuidad y cada cuál siguiera su camino. Pero ya era demasiado tarde para arrepentirme. Tendría que afrontar las consecuencias ahora. Cuando regresamos no hablamos durante todo el camino. El estaba tenso y yo me sentía horriblemente cohibida. Había momentos en el que fruncía el ceño y apretaba el volante. Al llegar al estacionamiento del edificio me agradeció el haberle concedido el fin de semana. Dijo que había significado mucho para él. Me acompañó hasta el apartamento, pero no entró conmigo. Cuando estuvimos frente a la puerta, me besó con ganas dejándome pegada a la pared. Luego se marchó sin decir una palabra. Sacudo mis pensamientos y me levanto de la cama. Me doy una ducha y salgo de la habitación. Liz está en el comedor tomando el desayuno.

- ¡Myla, hola! ¿Cuando llegaste?

- Hola. Eran pasadas las once. Todo estaba en silencio y a oscuras. Supuse que ya estaban durmiendo - se levanta para servirme café y prepara un plato lleno de frutas cortadas, yogurt y granola para mí - Gracias.

- Sí. Nos fuimos a la cama a eso de las diez. Alexie tenía que madrugar.

- Cierto. ¿A qué hora se fue?

- A las seis. Regresan el miércoles en la tarde. Y tú, ¿cómo te encuentras?

- Estoy bien. El sangrado se detuvo desde antes de salir del hospital. He estado bien desde entonces.

- No me refería a eso, pero me alegra saber que estás bien. Me refiero a cómo te encuentras luego de haber pasado este fin de semana con Khris - la mención de su nombre me hace un nudo en la garganta y las lágrimas amenazan con salir en cualquier momento - Oh Myla, ¿qué sucedió, qué fue mal? - niego con la cabeza.

- Nada. Todo fue perfecto mientras duró. Eso es lo que me duele.

- Myla estoy segura que seguirán viéndose.

- Bueno sí. Seremos tus padrinos de boda. Y supongo que trataremos de llevar una relación amistosa y cordial. Estamos conectados de alguna forma, pero nada más. El finalmente acepto que no podremos tener nada serio.

- ¿Estás segura de tú decisión?

- No, pero es lo correcto.

- ¿Y por qué presiento que ya estás arrepentida?

- Porque haber aceptado estar con él fue un error.

- El error no fue aceptar estar con él. El error ha sido decir que no pueden tener algo serio. Es más que obvio que sientes algo por él, mírate. Estás hecha pedazos ahora. Estás hecha pedazos porque él no está aquí. Te duele la realidad de saber que has pasado el mejor fin de semana de tu vida con un hombre que se bebe los vientos por tí y tú  probablemente lo arruinaste por ser tan testaruda. Myla, ni siquiera lo intentaste - me pongo a llorar como una magdalena. Ella me consuela.

- Tienes toda la razón Liz. He sido una estúpida. Lo he alejado de mí, pero ya no hay vuelta atrás. Ya me dijo que no me iba a insistir más, que ya había captado el mensaje. Y ahora yo tengo que aceptarlo y vivir con mi decisión. ¿Sabes? Todo fue... especial. Nunca pensé que las cosas fuesen a pasar de esa forma. Que se iba a tomar todas esas molestias por mí. Las rosas, las velas. Que me cuidara de la forma en que lo hizo y estuviera a mí lado en el hospital.

-¿Bromeas? Cuando llegamos al hospital él estaba acostado en la cama contigo, a tu lado abrazándote. Había llamado a Alexie en la madrugada para dejarnos saber lo que había sucedido y para pedirnos algunas cosas para tí. Tenía unas ojeras horribles. Parecía que había envejecido diez años. Su madre nos dijo que había estado muy sobreprotector contigo, gritándole a los enfermeros que no se les ocurriera tocarte o mirarte. Tampoco quiso que las enfermeras te limpiaran. Eso es muy lindo, que te protejan de esa manera.

- Lo es. No sólo me cuidó en el hospital. Mientras estuvimos en la cabaña también cuidó de mí. Se ocupaba de que me alimentara y ... después de hacer el amor me limpiaba con una toalla húmeda y llenaba la bañera para los dos y él se encargaba de bañarme y secarme. Eso es algo muy íntimo.

- En verdad que lo es. Cuando un hombre sólo quiere sexo no hace esas cosas. Cuando las hace es porque quiere más que eso. Quiere que te sientas cuidada y protegida. Quiere que confíes en él. Alexie siempre se ha comportado de esa forma conmigo. Desde la primera vez que hicimos el amor. Fue muy tierno y cuidadoso. Espero que Khris también lo haya sido contigo, sé que tu cuerpo está todo marcado. Aunque también sé que te marcas fácilmente - mí mente viaja a la noche del viernes cuando me llevo a su apartamento después de la gala. Se me pone la piel de gallina al recordarlo.

- No tienes idea Liz. Él podrá parecer un hombre que puede destrozar todo lo que toca, pero a mí me trató como si fuera de cristal. Aún cuando me mordía se podría decir que se estaba conteniendo para no hacerme daño. De verdad se comportó como un caballero. A veces es un poco brusco o temperamental, pero me ha contado el por qué de su carácter. Ha hecho un esfuerzo por mejorar. No es cómo que lo haga a propósito.

-¿En serio te lo contó?

- Sí, me lo contó todo. Dijo que quería que supiera por qué su madre hizo tantas preguntas y por qué su hermano hizo un escándalo. Fue muy desagradable todo lo que dijo de Khris.

- No me lo puedo imaginar. Ya Khris le ha contado a Alexie sus problemas con su hermano y no es para menos que no puedan llevar una buena relación. Es horrible lo que John ha hecho. Alexie tampoco le cae bien su hermano, dice que no inspira confianza.

- Sí. Khris debe sentirse muy solo. Es su único hermano. Su padre y su abuelo fallecieron de esa forma tan inesperada. Ahora entiendo porqué es tan apegado a Alexie.

- Siempre se han llevado muy bien, como hermanos literalmente.

- Me alegra saber que al menos cuenta con Alexie.

- Sí, él es un buen tipo. Por cierto Myla, nunca tuve oportunidad de agradecerte nuevamente lo que hiciste por mí en la gala.

- No Liz, soy yo quien tiene que agradecerte. Había olvidado lo bien que se sentía tocar el piano. No me había dado cuenta de que realmente extraño hacerlo. ¿Sabes? Mientras estuvimos en la cabaña, Khris me comentó lo impresionado que estaba con mi voz. Me dijo que tenía mucho talento para cantar y tocar el piano. Cuando le pregunté si hablaba en serio y dijo que sí, que el incluso pagaría por escucharme todos los días. Y creo que eso me ha animado un poco.

- Myla, eso es magnífico. No sabes cuánto me alegra escucharte hablar de esa forma. Podemos buscar dónde comprar un piano o conseguir un lugar donde puedas ir a tocar cada vez que quieras.

- Eso sería genial.

- ¡Perfecto! Ahora a terminar de comer que tenemos mucho por hacer. Seguiremos hablando durante el día.

POV KHRIS

Hemos pasado el día en reuniones de negocios. En todas, mi mente ha estado muy lejos de aquí, se ha quedado en la cabaña. En ese perfecto fin de semana. Gracias a Dios que Alexie ha estado conmigo y se ha encargado prácticamente de todo porque no estoy funcional el día de hoy y sé que no lo estaré hasta que vuelva a tenerla cerca. Fue un infierno dejarla ayer en la noche cuando lo único que quería era llevarla a mi cama y dormir abrazado a ella. Sentir su suave piel y oler su exquisito olor. Estoy muy jodido y no puedo dejar de pensar en ella. De repente veo a todos de pie mirándome.

- Ha sido un placer hacer negocios con usted Sr.Becker - la reunión ha terminado y ni si quiera me di cuenta. Me levanto y estrecho su mano. Alexie me da una mirada significativa.

- El placer ha sido todo mío. Nos mantendremos en contacto Sr.Smith.

- Por supuesto - estrechan la mano de Alexie y nos marchamos. Inmediatamente salimos de la sala de conferencias de Smith Inc., lugar donde vinimos a concretar un negocio, Alexie comienza a despotricar contra mí.

-¡¿Qué carajos ha sido eso Becker?! - las secretarias nos miran babeando como si nunca hubieran visto dos hombres en traje.

- No empieces Alexie.

- ¡¿Enserio?! Si no fuera por mí ese negocio se hubiera ido a la mierda al igual que los dos de esta mañana - lo enfrento al entrar al ascensor.

- No me toques las pelotas Alexie, no estoy de humor - se hecha hacia atrás sorprendido.

- Joder, ya hasta se parecen hablando.

-¿De qué carajos hablas?

- Sabes de que hablo. Tú y Myla - me tenso al instante. Myla. La razón por la que apenas pude dormir anoche. La razón por la cuál no puedo concentrarme ni un maldito segundo - Hey, hombre ¿Acaso algo anda mal?

- Por supuesto que algo anda mal, estoy hecho un puñetero lío. No tengo cabeza para nada que no sea ella, joder - me paso las manos por mí cabello. Estoy desesperado. Estoy como un adicto que necesita su siguiente dósis. Una dósis de Myla. Alexie suspira y niega con la cabeza. Se está riendo lo que me pone más furioso.

- En ese caso, necesitamos unos tragos entonces. Vamos, yo invito - dice dándome una palmada en el hombro.

Lo sigo al salir del ascensor. Caminamos unas dos calles en busca de un bar hasta que encontramos uno. Al menos no es un bar de mala muerte. Entramos y una mesera se acerca rápidamente. Tiene una estúpida sonrisa en su cara y su voz es sumamente chillona y molestosa. Nos indica cuáles mesas están disponibles y tomamos asiento. Toma nuestra orden y se marcha. Alexie no dice nada aún, sólo me mira. La mesera aparece con la orden. He pedido una botella de whisky para mí y una jarra de cerveza para él. Le dije a la mesera que no quiero que nos estén molestando cada dos por tres y sospecho que por eso ahora no es tan amable. Me importa una mierda.

- Eso fue muy grosero por tu parte, no dejar que se gane su propina.

- Se la está ganando al no molestar. No quiero perder los estribos y desquitarme con ella por interrumpir.

- Eso suena a que tendremos una buena conversación - dice serio e inclinando la cabeza a un lado. Doy un gran sorbo del trago que me he servido y trago lentamente. Necesito la quemazón del alcohol para calmarme.

- Le mentí - digo por fin. Me mira confundido.

- ¿Qué quieres decir?

- Le hice creer que no la iba a molestar más, que sólo quería unas horas con ella. Por eso acepto estar conmigo. Luego le pedí veinticuatro horas, las cuáles tomé sin que ella dijera sí aceptaba o no. Cuando la tuve en la cabaña para completar esas horas, utilicé la excusa de la tormenta para tenerla todo el fin de semana sólo para mí. Incluso consideré cancelar este maldito viaje y dejarla secuestrada en la cabaña indefinidamente, pero no te podía hacer eso ahora que vamos a ser socios en este negocio. Has sido leal y muy buen amigo conmigo.

- Te lo agradezco de verdad. Esto es importante para mí. Ahora, ¿Qué piensas hacer al respecto? No creo que le agrade el hecho de que le mentiste.

- Aún no lo sé, pero la arrastraré del cabello de ser necesario - Alexie levanta ambas cejas - Lo digo en serio, estoy dispuesto a lo que sea que tenga que hacer para hacerla entender y lo haré por las buenas o por las malas. Ella escoge.

- Tengo que admitir que estoy sorprendido. Honestamente no pensaba que lo ibas a tomar tan enserio, pero me alegra saber que estaba equivocado y que no estás jugando con ella.

- Sí, lo estabas. Ella es diferente, hace que todo sea diferente, por ella vale la pena luchar. Haré lo que haga falta. Inclusive iré por encima de ella de ser necesario. No me voy a detener por nada.

- Eso es lo que hacemos los hombres cuando estamos enamorados. Lo que sea con tal de tener a la mujer de nuestros sueños al lado. Agraciadamente para mí, con Liz no fue tan difícil, pero tú compadre, tienes trabajo que hacer. Myla es terca y no te la va a poner fácil.

- Mejor. Estoy seguro de que disfrutaré domesticándola - me río para mis adentros recordando lo mansa y dispuesta que estuvo durante el fin de semana.

- Hey compadre, no hagas esas caras, no me interesan los detalles de lo que pasó en esa cabaña. De hecho, sería asqueroso si quiera imaginarlo - Alexie se estremece y por primera vez desde que dejé a Myla puedo reír.

- No seas imbécil. Apuesto a que haces muchas cosas asquerosas con Liz.

- Por supuesto que sí, pero ella no es tu hermana. Myla es como una hermana para mí y es asqueroso si quiera pensar o escuchar las barbaridades que le hiciste, así sea la más mínima cosa - ahora sí me río a carcajadas. La cara de Alexie es un poema.

- No tienes una idea compadre. Te aseguro que no hubieses querido ver y escuchar mucho menos - sigo riéndome a carcajadas y su expresión es de puro horror.

-¡Por el amor de Dios, ya para! Voy a tener pesadillas - dice comenzando a reír también. Nos reímos por unos minutos más y luego se pone serio - Espero que termines siendo un hijo de puta con suerte como yo.

- Yo también lo espero. Renunciaría a todo lo que tengo con tal de que eso sucediera -  me mira frunciendo el ceño y entrecerrando sus ojos. Me analiza por unos instantes pero no dice nada. Cambiamos la conversación y hablamos de negocios y de las reuniones del día de mañana antes de irnos al hotel. No puedo esperar a que este viaje termine.

POV MYLA

Jueves...

Hemos estado desde el lunes haciendo diligencias para la boda. Alexie llegó ayer en la tarde pero no hubo ni rastros de Khris. Ahora entiendo que me tomó la palabra y no me buscará más y tengo que admitir que duele. Necesito salir de aquí, necesito respirar, así que salgo a caminar. Son casi las seis de la tarde y hace un frío de los mil demonios pero no importa. Necesito distraerme y necesito chocolate. Al salir del ascensor me tropiezo con la madre de Khris para mi sorpresa.

-¡Myla, que gusto verte de nuevo! - me sorprende que recuerde mí nombre.

- Sra.Fisher. Hola - se me acerca y me abraza. Me impactó su forma de saludarme.

-¿Ya te encuentras mejor? Te ves muy bien.

- Sí, de hecho ya estoy mucho mejor, gracias.

- Qué bueno escucharlo. Por cierto, ¿Khris está en casa? Pasaba por aquí y quería saludarlo.

- Ohh, yo... Honestamente no lo sé. No lo he visto en días.

- Oh, mis disculpas. Te vi aquí y pensé que estabas en su apartamento.

- No. Vivo en este edificio pero con Alexie y Liz en el piso catorce.

- Entiendo - se hace un incómodo silencio y cuando voy a despedirme ella se adelanta - ¿Estás ocupada?

- Realmente no. Sólo salí a caminar un poco.

- Perfecto. Déjame invitarte un café, por favor. Hay un Starbucks aquí cerca en la esquina. Por favor, ven conmigo. Quisiera hablarte también sobre un tratamiento para tu condición sanguínea - me lo pienso un momento demasiado largo y ella insiste - Anda, de todos modos no tienes nada que hacer - me toma del brazo y me insta a caminar con ella. Yo sólo me muevo con ella. No hablamos durante el corto trayecto. Entramos, pedimos nuestra orden y tomamos asiento. Estamos sentadas en una esquina, frente a los cristales que dan a la acera. Vemos todos los peatones y los carros pasar.

- Muchas gracias por el café, Sra.Fisher.

- Dime Eloise, por favor. Y me alegra verdaderamente que hayas venido conmigo - le sonrío tímidamente, es muy amable - ¿Sabes? Eres realmente hermosa. Te ves mucho  más bonita ahora que puedo contemplarte de cerca. No cabe duda de por qué mi hijo está tan embobado - me sonríe amablemente - El tratamiento del que te hablé consiste en unas inyecciones las cuáles debes usar una o dos veces por mes. Habría que ponerlas a prueba para determinar con cuánta frecuencia las vas a necesitar y los efectos secundarios son muy mínimos. Si estás interesada, sólo pasa por el hospital y haremos las pruebas pertinentes  - saca una tarjeta de presentación de su bolso y me la entrega - Y aquí tienes mí número y puedes llamarme para cualquier cosa que necesites, no sólo el tratamiento.

- Se lo agradezco Sra.... umm... Eloise. Es muy amable por su parte.

- No tienes nada que agradecer querida. Es un placer. Espero que te hayas sentido mejor y que Khris haya cuidado bien de tí cuando te fuiste del hospital - proceso lo que dice unos segundos, pensando en lo bien que cuidó de mí en la cabaña.

- Eh sí, me he sentido mucho mejor. Y sí, cuidó muy bien de mí.

- Me alegro de que lo haya hecho. Él es un buen hombre y por eso quiero disculparme si en algún momento te hice sentir incómoda con las preguntas que te hice en el hospital.

- No, no, no se preocupe por eso. Sólo hacía su trabajo. Comprendo que haya sido una situación difícil para usted también.

- Por favor, no me hables de usted. Me haces sentir más vieja de lo que soy - dice sonriente y le devuelvo la sonrisa.

De repente mira hacía afuera y sonríe ampliamente. Me vuelvo a mirar a la sombra que está frente al cristal y mi sangre se congela. Tres días sin verlo han parecido una eternidad. Una leve sonrisa sale de sus labios luego de mirarnos a ambas. Comienza a caminar en dirección a la puerta. Va directo a ordenar un café. Veo cómo a la cajera se le salen las babas y me molesta. Camina hacía nosotras con su porte de macho alfa y todos voltean a mirar por donde quiera que pasa. Llega a la mesa y recibe a su madre en brazos haciendo malabares con lo que lleva en sus manos. Se voltea hacía mí y me da un tierno beso en la frente. Ese leve contacto de sus labios me hace desear sentirlos en otra parte de mi cuerpo... mucho más abajo. Él lo nota al instante y me sonrojo. Hala una silla y se sienta a mi lado. Coloca frente a mí un croissant relleno de chocolate. Me guiña un ojo y siento que voy a hacer combustión aquí mismo.

-¿Cómo supiste que estábamos aquí? - pregunta su madre.

- Las vi hace unos minutos cuando pasaba. Una imagen muy bonita - le contesta y me mira. Agarra el croissant que aún no he tocado y le da un mordisco. Lo acerca a mi boca para que lo muerda, pero no pienso dejar que me alimente en público. Lo agarro pero él no quiere soltarlo. Le da otro mordisco y me lo entrega - Come.

- Gracias - como en silencio porque no puedo resistir la tentación mientras habla con su madre. Después de unos pocos minutos recibe una llamada la cuál atiende y luego se levanta.

- Tengo algo muy importante que atender. Madre, te veré luego  - besa mi frente nuevamente, se despide de su madre y se marcha sin decir más. "Come". La única palabra que dirigió hacia mí. Su madre al parecer se da cuenta de mi incomodidad y decide marchar también.

- Hija yo también debo irme. Comienzo mi guardia en el hospital y tengo el tiempo justo para llegar con este tráfico. Te acompañaré hasta el edificio. Mi auto está en frente - nos levantamos y nos dirigimos al edificio sin decir mucho - Gracias por tomarte el café conmigo. Deberíamos quedar para almorzar algún día. Me alegró mucho verte y que estés bien - esas palabras se sienten raras ya que prácticamente no me conoce.

- Muchas gracias por la invitación.

- Hasta la próxima Myla - se despide y se marcha. Regreso al apartamento y me voy directo a mi habitación a ahogarme con mis propias lágrimas.

POV KHRIS

Viernes.....

Las horas no pasan lo suficientemente rápido. Hoy veremos el último partido de fútbol ya que el domingo es el Superbowl. Estoy nervioso. La veré de nuevo y no sé cómo voy a reaccionar, necesito controlarme. Ayer cuando la vi con mi madre mi corazón se detuvo. Sin embargo me agradó verlas juntas. No pude evitar llegar hasta ellas para asegurarme que todo andaba bien. Mi madre me lo aseguró cuando la llamé en la noche para disculparme por mí comportamiento en el hospital y para agradecerle que hubiese cuidado de Myla. Sé que Myla está dolida conmigo porque apenas le hablé, lo noté en la forma que me miró cuando besé su frente antes de marcharme. Quería besarla, pero sé que si lo hubiese hecho no me iba a poder controlar. Probablemente la hubiese sentado en la mesa y la hubiera tomado frente a mi madre y todos los allí presentes y no creo que mi madre lo hubiese aprobado. Ya es casi hora del partido, así que agarro la caja de cerveza y me dirijo al piso de Alexie. Se que van a haber más personas de lo normal y no me agrada, pero no es mi lugar para protestar. Al llegar, Alexie me abre.

- Bienvenido, compadre - paso adelante. Sólo Miles y Sam se encuentran presentes. Por fortuna Brandon y su hermana ya no nos volverán a acompañar - Liz se unirá a nosotros en un rato. Está con la coordinadora de bodas concretando unos últimos ajustes.

- ¿Myla? - pregunto involuntariamente. Alexie me sonríe.

- Están juntas. Ven. Hay un montón de comida que Myla preparó. No querrás perderte nada - y definitivamente no quiero.

Alexie me entrega una cerveza. Voy a la cocina y pruebo de todo. Ésta mujer sí que sabe cocinar, joder. Si cocinara para mí todos los días seguramente tendría que ejercitar el doble a diario para no perder mis abdominales y no sé porqué esa idea me encanta. Han llamado a la puerta en dos ocasiones y sé que no son ellas porque ellas tienen llave. Son invitados. Algunos los reconozco, otros no, pero no me interesa. Estoy recostado de la barra de la cocina cuando la puerta se abre minutos después. Trato de mantener la compostura cuando la veo. No me ha visto, lo que hace que se paralice cuando entra a la cocina con Liz a dejar las bolsas que traen con ellas.

-¡Khris, que alegría verte! - me saluda Liz, pero Myla no se mueve.

- Hola, Liz - le ayudo con sus bolsas. Myla reacciona y da unos pasos. Inmediatamente camino hacia ella y le quito las bolsas de sus manos y las pongo en la barra de la cocina. Ella se queda parada en medio de la cocina y Liz nos deja sólos.

- Gracias  - se da la vuelta para marcharse pero la agarro de la mano y la halo estrellándola contra mi pecho. Con un brazo la abrazo fuerte por la cintura y con mi otra mano libre remuevo el gorro de su cabeza, afuera todavía está muy frío.

-¿A dónde vas? - le pregunto mientras peino su suave cabello con mis dedos. Al mirarla sus ojos están cerrados disfrutando mi toque y su cuerpo se relaja. Dejo su cabello para quitarle la bufanda. Me inclino y me acerco a su oído - Te extrañé - me inclino un poco más y sumerjo mi nariz en su cuello, extrañaba su olor. Ella se agarra fuerte a mis brazos - Me encanta tu olor - su cuerpo se estremece y trata de alejarse. La sostengo con fuerza.

- Khris..

- Mírame.. hey, hey... mírame - trato de levantar su cabeza pero la hecha a un lado. La agarro del cabello para que deje de moverse - Mí.. ra...me - le digo con los dientes apretados y obedece. Cuando lo hace, sus ojos están enrrojecidos y las lágrimas están a punto de caer. No soporto verla así - ¿Qué sucede? - niega con la cabeza - Háblame.

- Sólo estoy cansada. Por favor déjame ir, necesito ducharme.

- Myla estoy casi seguro de que saliste de la ducha hace muy pocas horas. Tienes que ponerle un alto a esto ya.

- Khris, por favor, sólo... Sólo déjame ... - en ese preciso instante Liz y Alexie entran a la cocina.

- Hey, chicos vengan con nosotros - la sonrisa de Liz se desvanece cuando ve mi seriedad. Me acerco al oído de Myla.

- Te voy a dar veinte minutos, sólo veinte. Sí no regresas en ese tiempo, iré a buscarte. Y no te atrevas a cerrar la puerta con llave, o no respondo de mis actos - aflojo mi agarre para dejarla ir y vuelvo a mirarla - Hablo muy en serio - ella se retira sin decir nada.

-¿Qué sucede? - pregunta Alexie.

- ¿Tienes la llave de su habitación? - me mira extrañado.

- Todas las llaves de las puertas están en esa gaveta. ¿Para qué la necesitas?

- Va a ducharse - una expresión de tristeza cruza por el rostro de Liz - ¿Hace cuánto lo hizo? - Liz se sorprende por mi pregunta - Sé que se ha duchado el día de hoy al menos un par de veces y quiero saber cuándo fue la última vez que lo hizo.

- No lo sé con exactitud, pero creo que había acabado de hacerlo cuando llegué a recogerla.

- Maldita sea - no puedo con la rabia que llevo dentro.

Alexie busca entre las llaves y me entrega la de su habitación. Me dirijo hacía allá y como me temía está cerrada con llave. La abro con mucho cuidado de no hacer ruido. Efectivamente está en la ducha. Miro mi reloj para comprobar el tiempo que lleva dentro. Me quito mi chaqueta y la dejo a un lado. Unos veinte minutos más tarde la puerta del baño se abre. Lleva un tanga de encaje exponiendo su redondo trasero y una blusa de maguillos finos. Está secando su cabello con la toalla y no se ha percatado de mi presencia. De repente se detiene y se voltea bruscamente hacia mí. Sus ojos se abren con sorpresa.

- Me alegro de que me hayas escuchado.

-¿Qué... Qué haces aquí? - dice nerviosa mirando alrededor de la habitación.

- Sabes muy bien que hago aquí - me quito mis zapatos y mis calcetines. Llevo mi mano a la parte trasera de mi cuello y quito mi camiseta. Comienzo a caminar hacia ella y niega con la cabeza cuando ve que voy a desabrochar mis pantalones.

- No, detente ¿Qué haces?

- Ya te dije que te extrañé.

- No, no puedes, ¡lo prometiste! - le sonrío con suficiencia. Sabía que este momento llegaría.

- Las palabras "lo prometo" nunca salieron de mi boca, cielo. Así que no te prometí nada. En cambio voy a demostrarte que tú también me extrañaste - está perpleja y no le da tiempo de reaccionar cuando llego a ella. La levanto del suelo y enrrosco sus piernas en mi cintura. Comienza a empujarme y a retorcerse.

- ¡Khris.... - no la dejo que termine y estampo mi boca con la suya. Sigue forcejeando hasta que cierro la palma de mi mano en su garganta y presiono levemente. Su cuerpo se relaja al instante y detiene sus intentos de escape. Al mirar sus ojos, sus pupilas están totalmente dilatadas. Y no puedo creer lo que tengo delante de mí.... una sumisa. Una sumisa innata, natural. Y honestamente no sé si esto sea algo bueno o malo. Pero eso no importa ahora. Sólo me importa ella. Vuelvo a besar su boca y sigo mi camino hacia sus perfectas tetas. Le quito su blusa y de un fuerte tirón hago trizas su tanga.

- No sé por qué creíste que de verdad me iba a alejar de tí. No lo pienso hacer. No me voy a dar por vencido contigo. Te quiero sólo para mí - le digo mientras termino de quitar mis pantalones y mi boxer.

Muevo mi mano a su coño y de mi garganta sale un gemido gutural al descubrir que está completamente húmeda - Siempre estás preparada para mí - acerco mi polla a su apertura y presiono levemente. Ella se agarra más fuerte a mi cuello preparándose para lo que se avecina. La penetró y hecha su cabeza a hacia atrás con un fuerte gemido. Tomo su boca mientras sigo embistiéndola contra la pared. No quiero que nadie escuche sus gemidos. Esos me pertenecen también. La llevo a la cama. Y sigo entrando y saliendo de ella con más fuerza. Sus gemidos ahora son gritos que callo con mi mano en su boca. Sus uñas están enterradas en mi espalda. Creo ver la puerta de la habitación abrirse, lo que compruebo cuando los ojos de Myla van a la puerta y se abren de par en par. No me importa quién esté en la puerta, no voy a quitar mi atención de ella. La penetro fuerte y profundo para recuperar su atención. Vuelve su mirada a mí. Incremento la velocidad y veo cómo las venas de su frente y de su cuello están a punto de estallar cuando se corre. Su coño exprime mi polla y me corro siguiéndola. Nos quedamos inmóviles y en silencio por un buen rato. Todavía estoy dentro de ella y no quiero romper la conexión. Mi cabeza está en su pecho mientras ella acaricia mi cabello. La miro a los ojos y ella me mira de vuelta.

- Eres hermosa. De verdad te extrañé - ella está en silencio pero me mira a los ojos - Por favor, déjame intentarlo. Dame una oportunidad - su cuerpo se tensa y cuando va a hablar la interrupo - No quiero que repitas que no eres buena para mí o que me vas a hacer sufrir. No me importa. Quiero estar contigo sin importar las consecuencias. Podemos trabajarlo juntos, buscar la manera de que funcione - las lágrimas se acumulan en sus ojos.

- Khris.... ya te dije que no puedo darte lo que quieres a largo plazo. No va a funcionar.

- ¿Cómo sabes que no va a funcionar sí ni siquiera lo estás intentando? - niega con la cabeza - Al menos sal conmigo un par de veces, pasa tiempo conmigo y si decides que aún así no quieres tener nada conmigo, no te molestaré más. Sólo inténtalo. Por favor.

- Khris no puedo prometerte nada.

- Con que me digas que al menos lo intentarás es más que suficiente para mí. Sólo dime que me darás una oportunidad. Prometo que no seré como él. Te cuidaré y te trataré con respeto y te juro que jamás voltearé a mirar a ninguna mujer que no seas tú. Sólo tengo ojos para tí. Y tú me tienes por completo. Por favor, Myla - las lágrimas por fin salen de sus ojos.

- Khris vas a terminar arrepintiéndote, vas a terminar odiándome - no entiendo porqué carajos dice eso.

- Myla, no hay nada que pueda hacer que te odie. ¿Por qué dices eso? No seas tan negativa. Por favor, di que sí - se queda callada una eternidad mirando al techo.

- ¿Y qué pasará sí no funciona? - por fin me mira.

- Haremos que funcione. Tomará tiempo, pero lo lograremos. Confía en mí.

- Está bien. Lo intentaré, pero no puedo prometerte nada Khris - esto es música para mis oídos.

- Lo tomo, tomo lo que sea que quieras darme. Nunca antes había deseado tanto estar con alguien. Te prometo que no te vas arrepentir - la beso con ganas y tengo ganas de tomarla de nuevo, pero no aquí. La quiero en mi cama - ¿Te quedarías conmigo ésta noche? Tengo un regalo para tí en mi apartamento - sus ojos se iluminan.

- ¿Más fresas con chocolate y Nutella?

- Ehhhh... no...  pero espero que lo que te compré sea de tu agrado. Te prometo que luego te compraré las fresas - me mira curiosa - ¿Quieres venir conmigo? - asiente. Salgo de ella con cuidado y se estremece.

- ¿Por qué siempre te quedas dentro cuando terminamos de hacer el amor? - la respuesta a esa pregunta es obvia, sin embargo le contestó.

- Porque me encanta estar dentro de tí - voy al baño en busca de una toalla para limpiarla.

Luego de vestirnos, salimos de la habitación. Todavía los invitados están aquí y nos miran sorprendidos. El partido está por acabar. Liz se pone colorada cuando me ve y Myla baja la cabeza, así que supongo que fue ella quien abrió la puerta. Les digo que no la esperen porque se quedará conmigo. Al llegar a mi apartamento la llevo directamente al salón. Las luces están apagadas.

- Myla, no sé si haberte comprado esto haya sido lo correcto o te desagrade. Pero si lo hace, por favor dímelo y te prometo que lo sacaré de aquí de inmediato - enciendo la luz para que pueda ver el piano de cola que compré para ella.  Me encantó escucharla cantar - Tienes mucho talento. Insisto en que deberías tocarlo más a menudo - ella está muda y sorprendida -¿Te gusta? - pregunto nervioso porque no habla.

- Khris, es... esto es... demasiado - puedo ver la emoción en su cara.

-¿Pero, te gusta?

- Sí. Cómo no iba a gustarme. Es perfecto. Pero sé que es un piano muy costoso Khris, no tenías porqué hacerlo.

- Myla, el dinero no me importa. Nada importa cuando se trata de tí. Sabes perfectamente que el dinero me sobra. Además, te dije que pagaría por escucharte todos los días - la dejo que se acerque y pase sus manos por las claves del piano suavemente - Hay algo más que quiero mostrarte - la llevo a ver todo el Penthouse aunque todas las habitaciones están vacías porque nunca lo había hecho. Me detengo en la última puerta - Ésta habitación es exclusivamente para tí. Un refugio para cuando no puedas soportarme - abro la puerta y la dejo entrar. Oigo su exclamación inmediatamente y se voltea a verme. Le he construído una biblioteca.

- ¿Acaso estás loco? - le sonrío.

- Algo. Tú hermano me contó que te gusta leer y que te gustaba mucho la música. Y sé que te vas a enojar, pero cometí un error y te lo quiero confesar - me mira con recelo y preocupación - Tomé prestados tú iPod y tú iPad.

-¡¿Por qué diablos hiciste eso?!

- Porque quería conocer un poco más sobre tí, tus gustos, las cosas que te gustan y te apasionan. Myla no hablas conmigo, no me dices nada. ¿Cómo se supone que voy a poder comparte alguna vez un regalo, llevarte a algún lugar que te pueda gustar o lo que sea que quiera hacer por tí? Te llevé a cenar porque quería que habláramos, conocernos y prácticamente el que habló fui yo. Fue muy poco lo que hablaste de tí. Y sé que eso no lo justifica, pero no tenía otra opción. Sí te los hubiese pedido me habrías mandado a la mierda, ¿cierto? - baja la vista avergonzada - Myla, nunca, escúchame bien, nunca, agaches tu cabeza ante mí, ¿entiendes? - le digo mientras levanto su cabeza para que me mire - Nunca sientas vergüenza o timidez ante mí. Te dije que iba a tratarte con respeto y lo voy a hacer. Y lamento mucho haber invadido tú privacidad, pero no me arrepiento en lo absoluto ya que pude hacer esto para tí - ella mira alrededor.

- Son muchos libros.

- Compré todos los libros que tenías descargados en tu Kindle y había varias sagas que no tenías completas. Aquí las encontrarás todas y completas. Si falta algún libro o quieres alguno que no esté aquí, sólo déjame saber y lo conseguiré para tí. Debo admitir que tienes un gusto muy peculiar para la lectura - me contempla por un largo rato. No puedo entender como una mujer que le apasiona la literatura erótica se haya mantenido virgen hasta los veintitrés.

- Khris, esto es un detalle muy lindo. Pero no puedes andar invadiendo mi privacidad de esa forma. No tienes ningún derecho. ¿Acaso te gustaría que yo hiciera lo mismo contigo?

- No me importaría en lo absoluto. Dejaría que revisaras todo. Todas mis pertenencias. El apartamento, mis oficinas, mis autos, todo con tal de que confíes en mí - se hecha hacia atrás impactada.

- Sólo lo dices por salirle al paso.

- No. Lo digo porque es la verdad, no estoy jugando. Aquí tienes, puedes empezar revisando mi teléfono y mi portátil está en mi oficina - entrecierra sus ojos e ignora mi teléfono.

-¿Acaso has revisado mi teléfono?

- No. La única vez que toqué tú teléfono fue para grabar mi número en él, eso fue todo. Puedes estar tranquila de que no lo haré. Y de tu iPad juro que sólo revisé la aplicación de Kindle y nada más. Te dije que iba a respetarte. No pienso revisar más tus cosas. Pero necesito que seas un poco más abierta conmigo, por favor.

- Khris esto ya es agotador.

- Porque sólo le buscas las cuatro patas al gato, lo miras todo de un modo negativo. Tenemos que ser positivos si queremos que funcione - ella se masajea la frente. La atraigo hacia mí y la abrazo. Levanto su cara y beso su frente.

- Khris no sé cómo hacer esto. Vas a tener que tenerme mucha paciencia.

- La tendré y tú también necesitas tenerla conmigo. Estamos aprendiendo. Ven, falta un lugar que te quiero mostrar - la llevo a mi estudio, quiero ver su reacción cuando vea que está decorada con fotos suyas.

Las tomé todas mientras estábamos en la cabaña. En la mayoría está dormida. Tirada en la cama con el pelo revuelto y la apariencia de recién follada. Logré tomar una sin que se diera cuenta cuando nos sentamos frente a la ventana con vista al lago, sujetando su taza de café y mirando al infinito. Otras sólo de su rostro angelical. Mi favorita, una en la que se encuentra completamente desnuda, acostada sobre su costado y con ambas manos unidas bajo su rostro. Su cabello todo revuelto sobre la almohada. Mí ángel.

- No pude resistir la tentación. Te veías tan preciosa, tan serena. Sabía que tenía que hacer esas imágenes eternas. Tenerlas en mi teléfono no era suficiente aunque admito que me ayudaron a pasar estos días que estuve de viaje sin verte. Sin tenerte cerca - ella me mira con lágrimas en los ojos.

-¿Y por qué si me extrañaste tanto ni siquiera me hablaste ayer cuando me encontraste con tu madre? Me ignoraste.

- No te ignoré. Desde que llegué mí único pensamiento era subirte a la maldita mesa y follarte delante de mi madre. Por eso fui seco y distante y sólo te besé en la frente. Si te hubiera besado en los labios dudo mucho que me hubiese podido controlar. Y cuando me fui fue porque estaba esperando la entrega del piano, y créeme, no fue fácil subir ese piano en una grúa a dieciocho pisos de altura. Hicimos maravillas para entrarlo por la puerta de la terraza sin que sufriera un sólo rasguño. Nunca hago nada sin ningún propósito - niega con la cabeza.

-¿Cómo conseguiste ampliar esas fotos? - me mira con recelo.

- Conseguí una fotógrafa profesional, de unos cincuenta y tantos años por supuesto, para que hiciera el trabajo. No iba a dejar que un hombre lo hiciera. De hecho, ella te catalogó como una obra de arte, y no se equivoca en lo absoluto. Así que por favor, no estés molesta.

- No estoy molesta, bueno un poco, es que es.... - resopla - Es sólo demasiado para procesar de un golpe Khris. Eres muy compulsivo y no sé cómo manejarte.

- ¿Qué no sabes cómo manejarme? Myla, me tienes agarrado por los huevos, ¿qué más quieres? Puedes manejarme a tu antojo y lo sabes. Y hablando de antojos... - la levanto y cargo sobre mi hombro. Le doy una palmada en el trasero cuando chilla y la llevo a mi habitación. La lanzo sobre la cama e inmediatamente estoy sobre ella quitando su blusa - No he terminado contigo, y no creo que vaya a terminar en un buen rato.

 

Continue Reading

You'll Also Like

1.9M 135K 90
Becky tiene 23 años y una hija de 4 años que fue diagnosticada con leucemia, para salvar la vida de su hija ella decide vender su cuerpo en un club...
886K 98.6K 35
La venganza puede ser un objetivo, pero nunca será un final. Elsa vio en la venganza una salida a su resentimiento, acabar con aquellos que se llevar...
141K 11.1K 20
Jimin siempre trae cosas de marca y muy costosas por lo que la mayoría de sus compañeros piensa que tiene un sugar daddy Adaptación autorizada por @b...
8M 371K 61
Alexander Johnson es un Magnate de los Negocios. Es un hombre poderoso, mujeriego y explosivo. Deberá tomar el puesto de CEO en Johnson Industries In...